Resumen viajero del año 2017

Cada vez tengo más claro que viajar es una de las mejores cosas que puedes hacer en esta vida. Y cada vez estoy más decidida a invertir todo lo posible en tiempo, y en dinero, para hacer realidad mis sueños a este respecto. Más que cualquier otra cosa, amo viajar. Punto. Con esta declaración, comienzo el resumen 2017. O lo que es lo mismo, un repaso a los viajes que he realizado este año. 

Confieso que empecé el año con cierta angustia. Yo trabajo por cuenta ajena, y tengo los 22 días laborales de vacaciones reglamentarios. Por unas o por otras, casi todos los años comienzo con algún/algunos días más acumulados, pero este año no. La verdad es que el 2016 fui casi a tumba abierta y a principios de octubre ya no tenía ni un mísero día de vacaciones que llevarme a la boca. Anda que no me han sufrido algunos de los que me rodean por esta cuestión, ji, ji. ¡Soy la plañidera de los días de vacaciones!

Empezaba Enero y no me salían las cuentas vacacionales, así que me impuse una ingeniería de calendario más estricta de lo normal

¿Qué es la ingeniería de calendario? bueno, me imagino que lo intuyes. Sí, se trata de organizar tus vacaciones y escapadas incorporando, en la medida de lo posible, días festivos. Si trabajas en una empresa que te permite coger los días laborales y descontar los festivos, claro está.

No sólo eso. También me planteé andar avispada con los vuelos y organizar mini escapadas a países cercanos, en fines de semana. Dos días en Nápoles, Lisboa, o donde me apeteciera y encontrara vuelos y alojamientos a un precio asequible. Confieso que empecé bien, pero después no seguí por este camino.  A veces no controlas las apetencias y otras las cosas que pasan a tu alrededor.

Total, que el resultado, o resumen 2017, es el siguiente:

Primeras escapadas

Empezaba mis viajes del año recién estrenado en Febrero, cumpliendo con esa «ideaca» de irme de fin de semana por ahí. Conseguí billetes a Nápoles a buen precio y el sueño, por fin, de pisar Pompeya. Iba a hacerlo sola, pero dos grandes compañías se apuntaron: mi hermana y Marta de La mochila de mamá. Juntas pateamos esas ruinas tan famosas y también las de Herculano. Entre pizza y pizza, charla y risas. Fue un gran placer, chicas, y espero que se repita :)

El mes de Marzo me trajo varias experiencias, y la verdad es que no paré, aunque siempre en fines de semana, claro.

• Hice una colaboración con Palma de Mallorca y otros amigos bloggers para seguir demostrándoos que esa ciudad en invierno da mucho de sí :)
• Me escapé a Pamplona con unos amigos, y me acerqué a las Bardenas Reales, de las que aún no he encontrado hueco para hablaros. Un día de estos cae el post, lo prometo…
• Y crucé el túnel del tiempo para ver la Guerra Civil española en primera fila. La que montan en Morata de Tajuña en este mes de marzo es para ir y verlo, no digo más.

El primer gran viaje

Mientras, además, terminaba de planear el primero de los grandes viajes del año para el mes de Abril. ¡Todo un planazo! Por el destino y la compañía. Volvía a viajar con Marita, de Viajes de Marita, y nos íbamos a un lugar que otros blogs me demostraron que era posible pisar sin pagar un pastón: las islas Galápagos. Aprovechando los festivos de Semana Santa, y unos cuantos días más que dejaban tiritando mi bolsa de días vacacionales, me fui dos semanas para allá.

No me arrepiento en absoluto, fue una maravilla, y eso que me lesioné! ¿Os he dicho ya lo importante que es viajar con un seguro de viajes? Ya sabéis que pinchando en los enlaces de esta página os vais a la web de IATI Seguros y tenéis asegurado un 5% de descuento en el vuestro. Perdón por la cuña publicitaria, pero venía muy a cuento ;)

Una escapada más antes del verano…

Siguiente mes, Mayo. Tenía que ir a una feria de trabajo, como ocurre casi todos los años. Esta vez era en Girona. Cuando me enteré una sonrisa se dibujó en mi cara. ¡Anda! mira que tenía ganas! No tenía una idea clara de por qué, salvo por la postal típica de las casas de colores asomadas al río. No me lo pensé dos veces y alargué la estancia al fin de semana. Me costó encontrar alojamiento y pagué un poco más de la cuenta, pero es que resulta que también era el festival de las flores. El Temps des Flors. Todo un canto a la primavera aunque algo masificado.

Los meses siguientes, Junio y Julio, fueron un erial en cuanto a viajes y escapadas se refiere. Alguna salida a la sierra de Madrid, y poco más. Me dediqué a currar, escribir en el blog, y los quehaceres diarios. Menos mal que Agosto estaba ahí, y con otro planazo:

El segundo «gran» viaje del año

Quería volver a África. Y sentía que era hora de volver a hacer un viaje dedicado más a la naturaleza que al lado etnográfico de ese continente. El gran recuerdo de la Ruta del Okavango nunca me abandona, y quería repetir, pero en otras latitudes.

Como tenía pocos días, me fui con una agencia un par de semanas a recorrer los parques nacionales de Tanzania y Kenia,  finalizando en la isla de Zanzíbar. Uno de esos circuitos típicos, en camión y con mucha acampada. Los hay de tipo más «confort», pero no es mi estilo.

Me gustó mucho pero sentí que fue muy precipitado, rápido, fugaz. Además me fui con la espinita clavada de no haber podido ver la «gran migración». No estaban de humor los ñus y cebras ese día/a esa hora. Buenas excusas para volver :)

De todas formas, insisto, fue un viaje muy bonito. Para nada me arrepiento. Además de tener el privilegio de volver a contemplar la fauna salvaje sin vallas de por medio, pude tener algún que otro encuentro con los Masai, esa tribu con la que soñaba de niña, y pisar las calles de Stone Town en Zanzíbar!! :)

Las escapadas exprés del otoño…

Maquinaba un último asalto a mi cuenta de vacaciones para el puente de diciembre, pero antes surgió alguna colaboración, y también algún viaje de trabajo que aproveché para enlazar con el fin de semana.

• A finales de Agosto me fui a conocer la Fiesta de los Gancheros en el Alto Tajo. Algo de lo que no había oído hablar antes y que es muy recomendable. Si vas, puedes leer antes la novela El río que nos lleva de Jose Luis Sampedro. Puedes leerla también si no vas :)
• En Septiembre me fui a Burgos, a otra fiesta. El fin de semana Cidiano la ciudad se viste de Edad Media para recordar a aquél tipo que luchó en todos los bandos. ¡No es un mercadillo medieval cualquiera!
• Pasaron unas semanas de más o menos tranquilidad, y un día me dije: coge el tren y la cámara! Necesitaba airearme, y en Octubre me fui a pasar el día a Segovia, algo que tenía en mente desde hacía tiempo. Igual que Toledo, es una gran opción, bonita, bonita, para airearte de la capital.
• Málaga se cruzó en mi camino laboral en el mes de Noviembre y también aproveché para pasar un domingo y visitar su alcazaba, entre otros rincones.

Y un último viajecito de siete días para cerrar el año

Llegó Diciembre. Aprovechando los dos festivos del 6 y 8, podía coger toda la semana y así irme un número de días algo decente a otra parte.

Yo lo que quería para estas fechas era ir a Sudán del Norte con unos amigos, pero un «que sí, que no» hizo que el plan se cayera. Esto, por cierto, me ha hecho reafirmarme en que no es nada fácil encontrar a gente en la que confiar a la hora de viajar juntos. Uno de los momentos donde más se falla es este, dar el paso para comprar los billetes o arrancar. Luego habrá otros durante el viaje, pero el crítico desde luego es este.

Hace años me prometí a mí misma que es mejor planear los viajes sola, sin depender de nadie. Por mi cuenta o con agencia, pero cuando y como yo quiera o pueda.

Esta vez hice una excepción en honor a la amistad, y el tiro me salió por la culata. No voy a dejar de hacer ese viaje, pero confieso que me sentí muy frustrada.

El caso es que me entraron más ganas, si cabe, de hacer un plan en solitario. Y decidí que esta podía ser una buena ocasión para ir a Malta, un país de varias islas en el sur del Mediterráneo, descubierto gracias a otros blogs.

Porque la verdad, yo de Malta, ni idea. Y me ha encantado, me lo he pasado genial conmigo misma, y traigo un montón de cosas que contaros. Un destino lleno, lleno de atractivos. Empezaré 2018 con Malta en el blog, dalo por seguro.

Puedo concluir que el 2017 ha sido un año lleno de islas!

¿Y para el 2018, qué?

Algunos proyectos ya están en el horno

Pues tengo el gusto de anunciarte que… ya tengo vuelos comprados para un viaje muy soñado desde hace tiempo. Uno de esos lugares remotos, menos transitados que otros, y en el continente que más me gusta. ¿No lo adivinas? Voy a dar pistas: mucho desierto, yacimientos arqueológicos del Antiguo Egipto, la tierra de los faraones negros. Desiertos donde aún hay caravanas de camellos. Buena gente, sospecho que muy buena. No, no es Egipto, está al sur del mismo. ¿Sigues sin orientarte? Mira que lo he citado en el anterior párrafo… Me voy a Sudán del Norte!! 

No soy de contar los próximos viajes, y no voy a dar más información al respecto. Pero es el primer pequeño-gran viaje del 2018. Sólo de escribirlo y pensarlo me saltan las mariposas en el estómago. Diez días en pleno desierto, desconectada, es un sueño que me emociona.

Tengo otro plan en mente para más adelante, pero como no tengo nada concretado, no voy a decir más. Puedo contar que proyecto viajar sola por varias semanas, y que el destino que he elegido es un país, y quizá dos. Ambos contienen una buena porción de desierto que también tengo muchas ganas de conocer y además eso, a mi aire completamente. De momento estoy muy atenta a las ofertas de vuelos ;)

Así que el 2018 va a ir de desiertos. Quién sabe si habrá un tercer viaje y también tendrá como objetivo el desierto… estoy muy loca, así que atentos! :D

En cuanto a escapadas pensadas para el nuevo año

Los propósitos viajeros más importantes los acabo de contar, pero hay más, muchos más. En realidad no paro de pensar en posibles destinos, escapadas, viajes de alguna forma. Seguiré practicando la ingeniería de calendario lo máximo posible. Aquí va una lista llena de intenciones:

Italia, mi apuesta favorita

Me están volviendo a apretar las ganas de hacer otra escapada a Italia. Creo que el país vecino es perfecto para ir conociéndolo poco a poco, a lo largo de los años. No me veo recorriéndola de una sola atacada. Quizá me cansaría. En cambio, a pequeños bocados, me parece un planazo. El norte de Sicilia me enganchó, Florencia me atacó con su síndrome de Stendhal pero disfruté tanto como en otros rincones cercanos de la Toscana, y a Nápoles tendré que volver con más tiempo. 

Pero Italia es enorme. Entre sus muchísimos rincones interesantes, me gustaría volver a Venecia, ciudad en la que he estado tres o cuatro veces pero la última con 16 años, o sea, hace una eternidad. Aún recuerdo lo excitada que me sentía ante la «aventura» de intentar dar de comer maíz a las palomas de la Plaza de San Marcos, con 8 años. No tengo recuerdos muy precisos, y seguro que ahora la veo con otros ojos, pero eso también me motiva a ir!

Otros lugares pueden ser Bolonia, o Alberobello, un pueblo de curiosos tejados. Sí, creo que entre estos tres puede andar la cosa para un fin de semana, mejor si es largo, y mediante vuelos baratos.

Más Mediterráneo: Grecia

No me olvido tampoco de Grecia. La zona de Meteora y otros puntos de su parte continental, que no pude ver la última vez que fui, serían buenos objetivos. Además aprovecharía para visitar algunos sitios de Atenas que se quedaron en el tintero en la Semana Santa del 2015 por coincidir con uno de los pocos festivos nacionales en que cierran todo.

Portugal, otro vecino que no hay que olvidar

Lisboa la estuve barajando este 2017. Una ciudad en la que he estado un par de veces y que quiero volver a visitar con mi cámara y probablemente en soledad, para disfrutarla como se merece.

El Alentejo también puede ser una buena alternativa, que no conozco, o el mismo Oporto. Veremos, pero Portugal me está llamando :)

Hay  muchos más, pero estos son los que más me pide el cuerpo a estas alturas. quizá porque pienso en destinos no demasiado fríos para los próximos meses. Aun así, ¡quién sabe si mis pensamientos terminan girando hacia otro lado! Rumanía siempre está ahí, Bulgaria, las Repúblicas Bálticas… Europa es mucha Europa! (e ideal para las escapadas).

Sin olvidar, nunca, a España

Hay tantos, pero que tantos sitios que no conozco de España, y tantos a los que volvería!! Tenemos la gran suerte de vivir en un país variado y lleno de atractivos turísticos, y cuanto más conozco, más quiero.

Por mojarme, tengo ganas de conocer tesoros arqueológicos de provincias tan dispares como bonitas: Málaga, Cuenca.

No me importaría en absoluto volver y recorrer algunos escenarios del Norte que sé que son espectaculares pero que aún no conozco. Rincones de Navarra y del País Vasco que uno de estos días pisaré, dadlo por seguro. No me olvido ni de Galicia, Asturias o Cantabria :)

La provincia de Teruel, rincones como el de Belchite en la de Zaragoza… ideitas que una tiene y que cualquier día resuelve ;)

Para ir terminando

No me voy a enrollar más. Este año no he tenido tiempo de preparar un pase de fotografías del año, vídeo o timelapse. Con respecto a este sitio, ya hice un balance hace poco por el sexto aniversario de este blog y no quiero repetirme como el ajo… Espero que me perdones pero últimamente la vida me da lo justo para escribir y publicar un post a la semana. La verdad es que tengo una gran lista de pendientes que sólo de pensarlo me agobia, cuando lo que quiero es disfrutar: algún post del viaje a la India del verano de 2016, varios de las islas Galápagos, Zanzíbar, Segovia, Málaga, Malta… De un tiempo a esta parte también he dejado de publicar reflexiones viajeras de manera regular, como antes. Espero que vuelva a encontrar el tiempo y las ideas.

Y tampoco voy a hacer un análisis de la realidad sociopolítica de nuestro país, ni del mundo. Hay muchas cosas que me entristecen a estos niveles, demasiado espectáculo bochornoso que espero se corrija en el próximo año. Así que ya sólo me queda deciros que…

¡Muchas gracias por estar aquí, leer mis chapas y comentar!

Os deseo, de todo corazón, que el año 2018 sea un año lleno de felicidad

¡Disfrutad mucho de la vida que sólo hay una!