Actualizado el 29 marzo, 2022
El Parque Natural del Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara, es una red de cañones y hoces que no sospechas hasta que llegas. Y en ese paraje natural tan espectacular, como veréis en las fotos, desde hace más de 20 años se desarrolla la Fiesta de los Gancheros del Alto Tajo que te traigo aquí 😊
La historia de los gancheros y el porqué de la Fiesta
Los bosques del Alto Tajo fueron una gran fuente de madera para la construcción hace muchas décadas. Entre otras empresas, de aquí provenía la madera de los altos pinos que se utilizó para los palacios de Aranjuez.
En los tiempos en que no había carreteras, ni mucha tecnología, la mejor solución era valerse del río. Una solución que también se utilizó en el río Turia, en los ríos de Lleida y muchos otros lugares. Es más, esta ha sido la solución casi universal que el hombre ha encontrado para transportar grandes piezas de madera e incluso de piedra. Y si no, date una vuelta por la historia del Antiguo Egipto y el Nilo. Curioso cómo el hombre llega a las mismas soluciones.
El caso es que los troncos de los pinares que crecen a orillas del río Tajo en su cabecera, llegaban hasta Aranjuez e incluso hasta Talavera de la Reina. Se echaban al río en el mes de Marzo coincidiendo con la crecida del agua tras el invierno. Atrás quedaba un año de secado antes de probar el agua…
Durante 500 años la madera surcó las aguas del Tajo, y fue la Guerra Civil la que interrumpió la actividad que ya no se recuperó. Como tantas otras cosas (y vidas).
Para echar los troncos al río el hombre se inventó los ganchos o bicheros. Unos palos muy largos y con un gancho de hierro que visto de cerca da un poco de miedo. ¡Espero que nunca se llegara a usar como arma arrojadiza contra alguien!
A pesar de que el gancho alivia mucho el trajín y hace que sea mucho menos esforzado que coger los troncos a pulso, a buen seguro este era un trabajo duro.
Las diferencias entre la historia y la fiesta
No sé si sería igual en aquellos tiempos, pero lo que puedes ver hoy en día en la fiesta de los gancheros del Alto Tajo es que son necesarios entre ocho y diez hombres para mover cada tronco. Gancho en mano, claro está.
Los pies se aseguran contra la madera, el bichero se prende de la misma, y sólo queda empujar en equipo hasta llegar al agua.
Una vez la «maderada» está en el río hay que mojarse. Actualmente los troncos se amarran de dos en dos o de tres en tres en lo que se conoce como almadía (palabra de origen árabe muy probablemente), y se les acompaña río abajo.
Antiguamente los troncos bajaban sueltos y solos. Se hacía así por no ser este un gran caudal, a diferencia del río Ebro, donde predominaba la almadía, nabata o rais, según os lo cuente uno de Navarra, Aragón o Lleida.
En el río Tajo había cuadrillas de gancheros repartidos a diferentes alturas del río para vigilar que todo iba bien y cada una tenía el maestro del río que dirigía y coordinaba la operación. En todo trabajo colectivo hace falta un director de orquesta…
Como un puzzle, algunos bajan en perfecta coreografía. Otros, en cambio, caen un poco en el caos. La experiencia es un grado, pero en algún momento hay que empezar.
El público venido de varios pueblos les anima con buen humor, desde la orilla o encaramados a las peñas a unas decenas de metros por encima del cauce. Es desde esos miradores naturales desde donde el río luce en una estampa que impresiona.
Para sacar la madera del río, se emplea tracción animal.
Y sí, no se respeta mucho la historia en algunos de estos detalles, es cierto. Pero la fiesta de los gancheros del Alto Tajo trata de rendir homenaje a los gancheros, y así luce mucho más :)
Las aguas limpias del Alto Tajo nos regalan una buena gama de verdes preciosos
La luz de media mañana no es fuerte porque las ramas y hojas de los árboles tamizan los rayos del sol. Los hombres van vestidos de gancheros. Pantalón, chaleco y boina de color negro. Camisa blanca. Alpargatas, algunas de cáñamo y otras de goma de neumático. Algunos con gruesos calcetines en previsión de las aguas frías del Tajo.
Jóvenes y mayores, todos arriman el hombro mientras se recortan en los verdes claros y oscuros del agua. Una chica ha abierto el camino a otras este año, participando como ganchera. Mi aplauso por su iniciativa :)
Las mujeres del pueblo también se han vestido para la ocasión, con sus faldas largas y las tradicionales alpargatas. Por la mañana reparten rosquillas de casa en casa y se echan algún que otro baile gracias al grupo de Dulzaineros de Sigüenza, venido para la ocasión. Estos músicos infatigables amenizan la fiesta tanto en la villa como en el río. Sin su esfuerzo tampoco sería igual.
Reina el buen humor y también la concentración. El trabajo en equipo, el buen hacer. Si algo me gusta de ir a las fiestas populares es ver cómo lo disfrutan sus gentes. Orgullo, ganas de que todo salga bien. Ganas de que la memoria histórica y las raíces no se pierdan.
El marco es perfecto, y termino pensando que esta es una de las fiestas más fotogénicas a las que he asistido
La preciosa imagen de ver cómo bajan poco a poco por el río Tajo de aguas verdes es inusual, poética y como la danza bien hecha, preciosa. Es, por tanto, inolvidable.
Homenaje a Jose Luis Sampedro por el centenario de su nacimiento
Un último buen detalle que no hace más que sumar puntos a esta fiesta y las gentes que la organizan. En presencia de su viuda, de manera sencilla pero muy sentida, se homenajeó al escritor Jose Luis Sampedro al finalizar el descenso de la maderada, junto al Tajo.
«Por eso lo que quiero respirar para salvarme es la dignidad humana» – El río que nos lleva- Jose Luis Sampedro.
José Luis Sampedro, gran escritor y pensador, quedó fascinado por la actividad de los gancheros. Él los descubrió en su llegada a Aranjuez, durante su juventud. Y le gustó tanto que decidió plasmarlo en la novela El río que nos lleva, que después fue llevada al cine con el gran Alfredo Landa como protagonista. Para ello remontó el río y habló con la gente, recuperando para la memoria este oficio.
La Asociación de Municipios Gancheros del Alto Tajo es la encargada de coordinar la fiesta. Suele realizarse a finales de Agosto o principios de Septiembre. Sí, también ha cambiado la fecha con respecto a la de la actividad original pero así es más fácil que el clima la respete y que la gente pueda ir.
Es además una fiesta mancomunada y colaborativa. Cada año le toca a un municipio distinto y se hace en un tramo distinto del río, así que hay cinco escenarios diferentes para ver la fiesta. En cinco años, eso sí.
En 2017 ha sido en Taravilla, municipio de 40 habitantes que junto con Zaorejas, Peralejos de las Truchas, Peñalén y Poveda de la Sierra, integran dicha asociación. Otro ejemplo de trabajo en equipo
Aparte de conocer a los gancheros del Alto Tajo, esta región es ideal para hacer una escapada perfecta
Aunque la fiesta de este año ya se ha realizado, no hay excusa para escaparte al Parque Natural del Alto Tajo un par de días o más. Los que quieras. Cuando quieras.
Los paisajes son fabulosos y tienen muchos atractivos. Está el Barranco de la Hoz, el Valle de los Milagros, la Ruta de la Muela y por supuesto la Ruta de los Miradores del Tajo, que es la zona más próxima a Taravilla.
Puedes buscar fósiles, practicar kayak o bañarte en el río Tajo y en la Laguna de Taravilla, de origen kárstico y rodeada de cañizos. De hecho este es un pequeño paraíso en verano, aunque seguro que en primavera y otoño está más bonito aún.
De camino te encontrarás con pueblos como Molina de Aragón, con su castillo y su barrio judío entre otros atractivos, antiguas salinas, y un largo etcétera de atractivos.
Solamente te recuerdo una cosa: que cuides el entorno. Es un Parque Natural, un lugar muy bonito, pero requiere del esfuerzo de todos y todas por mantenerlo así.
Jesús Sanz, uno de los artífices de la fiesta, habitante de Taravilla, nos contaba que aunque quieren atraer turismo, por otro lado es un poco frustrante ver cómo tras el paso de los visitantes se encuentran con todo tipo de desechos en las márgenes del río. Y no vamos a hablar del riesgo de incendios.
No dejes ningún rastro, anda, que no cuesta tanto… ni colillas, ni plásticos, ni nada. Una bolsita para llevarte todos los desperdicios a casa, por pequeños que sean, y listo ¿vale?
Este post es el resultado de una colaboración con la Oficina de Turismo de Castilla La Mancha y la Diputación de Guadalajara. Se ha podido seguir en redes sociales con el hastag #gancherosaltotajo. Agradezco a ambas entidades, y a los habitantes de Taravilla la invitación a pasar este precioso día con los gancheros del alto tajo conociendo las tradiciones de una tierra que está muy cerca de mis raíces.
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Muy buen artículo Ali. Las fotos son geniales. Has contado muy bien lo que vimos por allí. He hablado estos días con Jesús, el de Taravilla, y tengo claro que hay que volver por esa zona a poder ser cuando no haya tanta gente. Me ha hablado de los otros sitios donde se sueltan troncos cuando la fiesta la organizan otros y son muy chulos.
Un saludo
Muchas gracias!! Sí, la zona está muy bien y qué buen tip lo de otras sueltas, hay que enterarse! 😀