parque nacional Etosha

Actualizado el 2 mayo, 2019

Abandonamos el oasis de Epupa no sin pesar. Atrás quedaba un pequeño paraíso y un par de días de relax, pero yo estaba emocionada porque empezábamos la parte del viaje consagrada a los safaris. Mis primeros safaris, y no serán los últimos. Este es el capítulo 1 dedicado al Parque Nacional de Etosha, el parque nacional más grande de África, situado en Namibia. Allí descubrí la magia de observar a la fauna en los waterhole, una experiencia impresionante.

Emprendiendo la marcha hacia Etosha

Volvimos a pasar por Opuwo a repostar gasóil y víveres y nos fuimos a dormir a Kamanjab, a una guesthouse llamada Oase Carni, regentada por cinco generaciones de afrikaners.

El actual, un tipo realmente simpático, su mujer y su linda pequeña, hicieron la estancia muy cómoda y agradable. Totalmente recomendable! Y perdonad, porque no tengo ninguna foto decente del lugar.

La granja impronunciable y el ataque del «guepardito»

Al día siguiente ya sí, pusimos rumbo a Etosha, pero antes decidimos intentar una visita en la granja Otjitotongwe.

Este lugar de nombre tan raro es una granja hiperkilométrica, como todas las del país, por supuesto en manos de blancos afrikaner.

Su peculiaridad está en que el dueño la ha convertido también en centro de recuperación de guepardos. ¿Por qué?

Bueno, resulta que a pesar de ser una especie en peligro de extinción, el gobierno namibio da permiso a los granjeros para que disparen a estos felinos si atacan sus granjas.

Este granjero en concreto no está de acuerdo con esa política, ama a los guepardos y ha decidido encargarse de recoger a los que encuentra malheridos, curarles, y devolverles a la libertad perdida cuando estén completamente restablecidos.
Como tiene muchísimo terreno, los guepardos campan por todo él y es más fácil avistarles aquí, que incluso en el cercano Parque Nacional de Etosha.
Además, tiene tres ejemplares viviendo con él. Dos adultos y su cachorro (que ahora ya será adulto). El carácter de este último es más revoltoso… pero me estoy adelantando a la anécdota del día! 
Llegamos a la granja, hablamos con el encargado (el dueño no estaba) y nos dijo que estaba esperando a un grupo para dar una vuelta por la granja.

Al rato le llamaron por teléfono y la cosa se canceló. Nosotros teníamos que seguir camino también, así que nos propuso entrar y ver a los guepardos residentes, la familia de la que os acabo de hablar.

Consejos a tener en cuenta antes de plantarse cara a cara delante de un guepardo

Nada de agacharse a su altura y mirarles fijamente porque lo interpretan como un reto.

No olvidar que son animales salvajes.

Acariciarles única y exclusivamente en el cogote y entre las orejas.

parque nacional de etosha

Y no pisar la cola bajo ningún concepto, sino queréis provocar la mayor de sus iras.

Confieso que a pesar de sentir respeto por estos animales cuando crucé la verja me sentía razonablemente confiada…

Todo iba bien, en principio, pero cuando estaba acariciando a uno de los adultos para hacerme unas fotos, el «pequeño» vino por detrás. Se colgó de mi mochila y empezó a tirar hacia atrás, con una fuerza increíble.

Me levanté lentamente y como pude, haciendo resistencia hacia delante, pero casi me tira de espaldas.

levantándome con cuidado con un guepardo enganchado a la mochila que tengo en la espalda y otro tumbado a mi lado
de pie con el guepardo enganchado a la mochila de la espalda

Yo balbuceaba pidiendo ayuda, pero sin gritar (por si acaso) y precisamente el encargado no estaba pendiente en ése momento.

Mis compañeros trataron de ayudarme un poco, pero lógicamente no sabían.

Finalmente el hombre vino, le dio unos cuantos gorrazos en la cabeza (literal, con su gorra) y le dijo algo. Por fin el animal se desenganchó. Más tarde descubrí algunos arañazos superficiales en mi brazo y un agujerito en la mochila.

Al rato ya estaba «atacando» a otra compañera. Parece que las cosas que podíamos llevar colgando (bolsa, o jersey a la cintura) le atraían poderosamente, ag!!
Sí, sí, sólo quería jugar, pero podría haber ocurrido algo!!

¿cuántas noticias de «turista atacado por un león mientras se hacía una foto…»  hemos leído en los medios de comunicación?
Sí, me gané una buena reprimenda de mis padres al volver a casa y contarles este momento, y lo entiendo. Espero haber aprendido la lección y os aconsejo lo mismo.

Aunque los demás lo hagan, aunque parezca seguro, no olvidéis que para ellos somos… ¡comida!  

El Parque Nacional de Etosha, en Namibia

Después de esta experiencia continuamos camino y enseguida entramos en Etosha.

Éste es uno de los parques nacionales más grandes de África, como ya he dicho. Actualmente tiene 22.912 Km cuadrados, aunque cuando se proclamó Parque Nacional en 1907 la superficie era de 80.000 kilómetros cuadrados. Mucho más.

El hombre se ha ido saliendo con la suya en las reducciones del área protegida, pero parece que al menos la extensión actual es ya estable. Esperemos.
Por cierto, no todo el territorio de Etosha es visitable, ya que hay áreas de especial protección a las que sólo pueden acceder los biólogos y expertos acreditados.

pájaro de cabeza negra y ojo rojo en una rama de árbol en el parque nacional de etosha
bul-bul de ojo rojo africano

No desesperéis con las distancias!! Aquí no hay grandes densidades de fauna como en otros puntos de África, pero a cambio hay muchos waterhole, naturales y artificiales. Ya  lo conté, pero os lo recuerdo: un waterhole es un pequeño lago o estanque al que los animales acuden a beber en época seca… una buena manera de encontrarte con ellos.

«Etosha» significa «gran lugar blanco»

Y es que casi la mitad de su territorio es el Etosha Pan, un gran salar que en época de lluvias se transforma en lago que se cubre de flamencos y otras aves. En la época seca, los mamíferos transitan por él para disfrutar la preciada sal.

planicie blanca al fondo y con hierba seca y una acacia tumbada en primer plano en el parque nacional de etosha
Pan de Etosha
dos jirafas dándose la espalda la una a la otra en un pedregal con acacias alrededor

Infraestructuras y normas del Parque Nacional de Etosha

Hay 3 campings en los que poder alojarse, también con sus waterhole. Nosotros estuvimos en Okaukuejo la primera noche, y en Halali la segunda. No llegué a conocer Namutoni, ya cerca de la salida Este del parque.

Una cosa a tener muy en cuenta: hay que entrar en el camping antes de la puesta de sol, o si no os pondrán una multa.

Está prohibido circular de noche por el parque. A no ser que hayas contratado un safari nocturno, al módico precio de 400 y pico euros si no recuerdo mal. Yo no lo hice.

antílope de color rojizo con cuernos pequeños y curvados andando sobre piedras en el parque nacional de etosha
Alcelafo o Kuhantilope. Dicen que fueron domesticados por los antiguos egipcios y fueron utilizados como animal para sacrificios. Hoy en día sólo se encuentran aquí, en Botswana, Kenia, Tanzania y Etiopía.
tres ñúes andando de espaldas a la cámara

Okaukuejo y su waterhole

Es el camping más grande del Parque.

Al llegar nos encontramos con una gran torre de piedra a la que se puede subir para contemplar el paisaje, una piscina llena de niños y familias jugando en el agua, y algo de césped alrededor.

Un sitio irreal, pero después de registrarnos, avanzamos hacia las parcelas asignadas para nuestras tiendas de campaña, a cierta distancia de esa «bienvenida al África de los ricos», y la cosa ya era más normal.
Estábamos a pocos metros del recinto que da paso al waterhole y a unos chalets de lujo para los que pueden pagárselo, en primera línea de… fauna! Enseguida nos fuimos para allá, y…
Un precioso Órix nos daba la bienvenida, seguido de un elefante que, una vez se hubo marchado el primero, también se acercaba a beber.

órix entrando en el agua de un pequeño lago y reflejándose en ella en el parque nacional de etosha
elefante con cabeza alzada y trompa enrollada hacia la boca junto a lago donde bebe en el parque nacional de etosha

Allí hay que guardar silencio y mirar, observar, fotografiar…

Empezaban nuevos momentos realmente mágicos de este viaje: observar cómo se acercan al agua, cómo observan alrededor atentamente, alzan las orejas, olfatean.

Por supuesto, no son ajenos al click de una cámara, ni al olor que podamos despedir los humanos que andamos por allí, sentados en bancos o apoyados en la vallita de piedras a tan sólo unos metros.

Observar cómo se adentran en el agua lentamente, vuelven a mirar alrededor, y por fin bajan la guardia y beben.

No quiero pensar en la capacidad de aguante de la sed que tienen, pero la Naturaleza es así, no hay piedad, si no eres prudente puede que te cueste la vida…

elefante bebiendo agua con trompa estirada junto a un árbol y todo reflejándose en el agua

Primera vuelta por Etosha

Comimos rápidamente y volvimos a salir para dar una vuelta por el parque, de waterhole en waterhole, pero tuvimos mala suerte y esa tarde no vimos mucho…

No fue tan así. En realidad cuando nos acercamos un poquito al Pan, nos encontramos con algunas avestruces, jirafas, ñus y springboks, además de multitud de aves diferentes.

cuatro gacelas pequeñas en paisaje árido con cielo muy azul en el parque nacional de etosha
parque nacional de etosha
cuatro cebras andando entre la hierba

Y de vuelta al camping, un atardecer soberbio y una noche mágica en el waterhole

Aunque la sensación fue de «pobre cosecha», je, je, no importaba.

Al volver nos esperaba un bello atardecer en el waterhole, con momentos conmovedores como las jirafas bajando sus cuellos entre las largas patas para poder beber, quedándose absolutamente expuestas a cualquier ataque (confieso que temí por ellas, ji, ji)

dos jirafas reflejadas en el agua con cielo naranja del atardecer
ramas de árbol rojizas por la luz del sol al atardecer

… y después de la ducha, justo antes de cenar, una compañera nos avisó: había un montón de elefantes!!!

Ya era noche cerrada, pero los focos que alumbraban parte del agua nos permitían ver una escena increíble. Toda una familia de grandes y chicos estaban bebiendo y relacionándose entre sí.

Los machos marcaban su territorio frente a los demás, organizaban a los pequeños o sencillamente les apartaban con la trompa un tanto desairados porque les andaban molestando entre las patas.

Un rato observándoles y la sensación de que entiendes un poquito de lo que está ocurriendo es brutal.
Los sonidos, el polvo que levantan, la leve vibración del suelo con sus andares… impresionante.

lago con elefante en un extremo y rinoceronte enfrente foto nocturna


Cena y vuelta al waterhole. Ojalá tuviéramos más de ésos por aquí, y no la maldita tele!! No me cansaría nunca de ése espectáculo, siempre diferente, siempre imprevisible, maravilloso.
Efectivamente, una nueva sorpresa nos deparaba. Ya no estaban los elefantes, ahora había… ¡un rinoceronte!! (y enseguida llegó otro).

jirafa bebiendo agua junto a rinoceronte por la noche

Esta vez iba preparada con trípode y cámara, así que me puse a ello. No estaba aún muy ducha en exposiciones y esas cosas, hubo mucho ensayo-error, pero algo conseguí.

parque nacional de etosha

Los rinocerontes me dan sensación de ser «gente maja»

Sí, suena raro, pero creo que tenemos una idea equivocada porque tienen un cuerno y porque ha sido un gran objetivo de caza durante demasiado tiempo. Creo que un tópico que muchos tenemos en la mente es el de un cazador perseguido por un rinoceronte en la sabana, y de algún lado viene.

como fotografiar estrellas

Se llevan bien con las jirafas, con los elefantes, y en general con todo el que se les acerca. Se mueven con calma y nada parece alterarles.

Avanzaba la noche y de repente apareció una familia de leones: primero el macho, y unos minutos después la hembra con dos cachorros.
Las jirafas y los rinos se apartaron del agua y se retiraron a una distancia prudencial. No se iban, porque querían seguir bebiendo. Y el par de elefantes que andaban por allí se quedaron en la otra orilla, pero no se fueron (que para eso son elefantes, oiga!).

elefante pasando delante de lago y al fondo un león bebiendo agua foto nocturna
León macho bebiendo a la izquierda
leona y dos cachorros bebiendo agua por la noche en el parque nacional de etosha
La leona y sus peques, perfectamente camuflados entre las rocas.. sí, no es sólo efecto de la foto, allí también había que aguzar bien la vista!

Los leones bebieron y se fueron por donde habían venido, muy tranquilos y casi sin rechistar, casi como una aparición.

Y con todas estas imágenes y sensaciones me acosté un buen rato después, pensando en la magia que estaba viviendo. 

[symple_box color=»blue» fade_in=»false» float=»center» text_align=»left» width=»»]

Si quieres seguir leyendo sobre todos los sitios que he mencionado en esta lista? aquí tienes más posts!

[/symple_box]


5% descuento iati los viajes de ali