Unos cuantos kilómetros al norte de Swakopmund, en Cape Cross (Cabo Cruz), se halla uno de los tesoros de Namibia, y eso que ya he contado unos cuantos en este blog 😊. En Cape Cross puedes admirar una de las colonias de leones marinos más grandes del mundo ¿Te vienes?
Un poco de historia del Cabo Cruz
El nombre de Cape Cross viene del navegante portugués Diogo Cao, que levantó una gran cruz para señalar el punto más meridional al que habían llegado los europeos. Era el año 1486, es decir, unos seis años antes de la llegada de Colón a las Américas.
Varios siglos más tarde, Cape Cross comenzó a explotarse para el comercio de guano. Es decir, los excrementos de las focas y aves marinas que pueblan el lugar. Hay tantos, que no queda más que ir a cargarlo con una pala y llenar sacos y sacos.
El guano es utilizado como fertilizante y en sus tiempos llegó a ser como el oro. Otro lugar famoso de explotación fue las Islas Ballestas, en el lejano Océano Pacífico.
¡¡Desde luego el olor que acompaña a todo el que se acerque a los leones marinos da fe de la acumulación de residuos que producen estos bichos!!
Cape Cross, un punto en la Costa de los Esqueletos
Nada más llegar me llama la atención un cementerio solitario, sencillo y de aire dramático, que recuerda las muchas vidas que han sucumbido en estas costas. La bruma de aquél día no hacía más que reafirmar su solemnidad.
Para llegar hasta Cape Cross sólo hay que rodar y rodar por una carretera rectilínea (autopista C34) que discurre a unos cientos de metros de la costa desde la ciudad de Swakopmund.
El Atlántico y sus brumas son los reyes del paisaje, pero aún hoy es posible divisar algún barco varado en la playa. De hecho vimos un gran barco naufragado en una inmensa playa y me habría encantado parar, pero no íbamos bien de tiempo. Maldito tiempo, maldito reloj.
Creo, no obstante, que el tramo más espectacular y de mucho más difícil acceso de la Costa de los Esqueletos se halla unos cientos de kilómetros más al norte. No era ése nuestro destino así que me consuelo pensando en que siempre hay que renunciar a algo, a no ser que viajes sin fecha de vuelta.
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La visita a una de las mayores colonias de leones marinos del mundo
Volvamos a Cape Cross. Nada más llegar nos detenemos en una caseta donde se compran las entradas. Todo parece muy remoto y salvaje, pero Cape Cross es una zona protegida y la visita está controlada en todos los aspectos.
Sin embargo, y como ya contaré más adelante sobre otras cuestiones relacionadas con la protección de la fauna en Namibia, parece ser que periódicamente se organizan «cacerías». Dicen que para proteger a los bancos de peces.
La colonia de leones marinos de Cape Cross llega a componerse de hasta 250.000 individuos.
Nosotros viajamos en agosto, pero nos contaron que diciembre es la época de cría (el verano austral), y debe de ser todo un espectáculo. Por cierto que los machos adelgazan mucho en el proceso de emparejamiento.
¿Por qué los leones marinos han hecho de este su hogar?
La razón de que los leones marinos se establezcan por cientos de miles en Cape Cross puede responder a que esta costa es bañada por la corriente Humboldt, que proviene ni más ni menos que de la Antártida. Es una corriente submarina, profunda y muy potente, que viene cargadísima de plácton.
El plácton es la comida principal de las ballenas y de muchísimos peces, por lo que estos se quedan en esta cosa y una cosa lleva a la otra. Es decir, este es un riquísimo banco de pesca para las focas y también para los humanos.
Más allá de eso, observamos cómo los leones marinos están aquí a sus anchas.
Cuando llegamos me sorprendió la cantidad que había, pero no tantos como yo pensaba. Hasta que me fijé en que al menos la mitad estaba en el agua. Debía de ser la hora de la comida 🧐.
Además de los que había en las rocas, cientos de puntitos negros surfeaban (literalmente) en las grandes olas. Otros miles sesteaban, se peleaban, dormían, nos miraban…
Sus depredadores son el tiburón blanco, ojo al dato para los que piensen darse un baño en estas playas. También los chacales y las hienas que vienen desde el desierto. Por desgracia ese día sólo vimos a las gaviotas compartir el espacio con los leones marinos, pero ¡no me quejo!! 😉
Se pueden observar a placer y el tiempo que quieras, pero siempre desde las pasarelas de madera, aunque estas están muy cerca de la colonia. Incluso alguno se había quedado dormido justo debajo de las tablas 😊
Nunca olvidaré Cape Cross y su fabulosa colonia de leones marinos.
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Qué rincón tan interesante. Me ha recordado mucho a la visita a Paracas en Perú, por lo de los leones marinos y por lo del olor a guano!!! (cómo olvidarlo).
Namibia…¡qué ganas!
¡Un besote!
Gracias Marita!! Perú, está en mi lista de deseos!! Namibia te encantaría, estoy segura!!
Un besazo
Alicia