Namibia, vasto país del suroeste de África, es un destino de ensueño para los amantes de la naturaleza y los aventureros. Desde las dunas doradas del desierto de Namib hasta la vida salvaje del Parque Nacional Etosha, Namibia ofrece muchísimo. Aquí tienes una guía de qué ver en Namibia con los sitios que, en mi opinión, no debes perderte para unas dos semanas de viaje.
Namibia es una gran elección para tus vacaciones de verano, aprovechando que allí es invierno y, por tanto, las temperaturas en el desierto que ocupa casi todo el país son agradables e incluso frías.
Te juro que este es uno de esos viajes de los que nunca me olvido. Si cierro los ojos, aún puedo experimentar lo feliz que fui en Namibia en el viaje de tres semanas en la Ruta del Okavango, de las cuales dos fueron para recorrer este país.

Los paisajes desérticos y de sabana son bellísimos, pero además y a diferencia de otros desiertos como el Sáhara, aquí hay muchísima vida salvaje. Dentro y fuera de los parques nacionales. Por no hablar de los cielos nocturnos, los mejores que he visto en mi vida junto con los de Chile. Por cierto, en Namibia practiqué por primera vez la fotografía de estrellas 🥰
No te pierdas mi manual de principiante a principiante para fotografiar estrellas.

Qué ver en Namibia
Aquí tienes el listado de los lugares que visité y creo que no deberías perderte, además de unos “bonus” con los sitios que me gustaría conocer. En el siguiente apartado te hablo de cada uno.
Bonus: lugares que no visité en mi viaje, y que son una gran excusa para volver:
Windhoek, la capital
Windhoek es la capital de Namibia y tiene poco que ver con el resto del país. Hoy en día es una gran urbe moderna que te puede llevar a pensar que no estás en África, si no fuera porque la mayoría de sus habitantes son africanos, claro.
La verdad es que, aunque tiene algunos edificios de la época colonial, en mi opinión no es un sitio en el que valga la pena detenerse más que para entrar y/o salir del país en avión. Además, al menos cuando yo estuve, hace ya muchos años, la seguridad no era su fuerte. Especialmente por la noche.
No obstante, al ser la vía de entrada a Namibia más común, no podía dejar de añadirla a este listado.

No te olvides de viajar con un buen SEGURO DE VIAJES
Yo recomiendo IATI Seguros porque tienen una relación calidad-precio buenísima.
Y para ayudarte, tienes un 5% de descuento en todos sus seguros si lo haces desde aquí
Desierto del Namib – Parque Nacional Naukflut
Una de las grandes estrellas de cualquier viaje a Namibia es, sin duda, el Desierto del Namib, el más antiguo del planeta Tierra. Y puedo afirmar tranquilamente que es uno de los más bonitos que he visitado.
Siendo muy grande, hay varios puntos que lo han hecho famoso y que, a pesar de que sean los más turísticos, los tienes que incluir en tu lista de qué ver en Namibia porque son una maravilla. Me refiero a las dunas Sossusvlei donde están la mítica Duna 45 y el Deadvlei o Lago Muerto.
Dunas de Sosussvlei – Duna 45
El paraje de las Dunas de Sossusvlei es majestuoso. Superando los 300 metros de altura, se alzan desde un suelo que parece llano. Hay árboles secos, algo de vegetación, y no es raro ver Órix y gacelas pastando por allí.
Algunas de estas dunas están numeradas y la más conocida es la Duna 45, a la que se puede llegar en coche. No es una de las más altas, pero su accesibilidad y ubicación la han convertido en la más popular para ir a ver el amanecer desde su cima.
Y esta es mi propuesta: no dejes de ir a ver ese amanecer. Aunque tengas que salir de noche de tu alojamiento o camping, conducir y llegar con las legañas puestas, además de bien abrigado por el frío nocturno. Aunque tengas que compartir ese momento con otros turistas. Escalar esa duna y descubrir el panorama de Sossusvlei con los primeros rayos del sol, lo merecen.

Deadvlei, un escenario de película
Lo habitual es que, después de ver amanecer sobre la Duna 45 y desayunar al pie de la misma, continúes hasta la entrada del Parque Nacional de Namib-Naukluft.
El objetivo es visitar el Deadvlei, que significa “lago muerto”, y que es el máximo exponente del paisaje de esta zona del desierto. Deadvlei es un gran lago totalmente seco y rodeado de dunas altísimas de color naranja. En su suelo hay árboles secos desde hace varios cientos de años, y la mayoría están en pie. Si vuelas sobre el desierto, verás que hay otros lagos similares en los alrededores, pero este es el que se puede visitar.
Es un sitio flipante. Tanto, que decidí convertir una de las fotos que hice allí en el «logo» de este blog. Yo diría que su atractivo reside en la armonía de los colores: el azul del cielo contra el naranja de las dunas y el beige del suelo. Tres colores dominantes destacados por las formas retorcidas de los árboles. También la quietud y las distancias. En las fotos parece un sitio más pequeño de lo que es realmente.

Sesriem y un vuelo en avioneta sobre el Namib desert
Antes y después de visitar la Duna 45 y el Deadvlei, tendrás que pernoctar en algún sitio. Yo lo hice en uno de los alojamientos de Sesriem que puedes ver aquí. Sesriem es el cañón del río Tsauchab y el sitio más próximo a Sosussvlei donde puedes dormir, por eso es genial para ir a ver el amanecer en la Duna 45.
El paisaje, a la altura del camping, es el de un valle muy ancho con vegetación y rodeado de montañas. Pero este lugar me encantó por dos cosas:


Solitaire
Solitaire es otro de los lugares que ver en Namibia. Se trata de un pueblo situado en un cruce de caminos, en el área de Sossusvlei, y tiene un par de particularidades. En la «entrada» del pueblo permanecen varios coches y camiones antiguos, de principios del siglo XX. Oxidados, desvencijados, algunos pintados de colores, ofrecen una imagen realmente curiosa.
Ahí mismo hay una bakery donde venden el pastel de manzana más famoso de la región. Entre otras cosas, creo que es porque es el único sitio donde puedes probar esta delicatessen 😅. Te hablé de todo ello en el post dedicado a Solitaire y el campamento de Yuri, un lugar muy recomendable también.

Para viajar conectado te recomiendo que instales una eSIM, la solución más cómoda para tener internet en tu destino. Sin ir a ninguna tienda, ni cambiar la tarjeta física de tu móvil. Disfruta de un 10% de descuento con la compañía SIM Local utilizando el código de descuento LOSVIAJESDEALI. Sus precios son asequibles, funcionan muy bien y tienen presencia en muchos países.
Centro de Namibia
Spitzkoppe
Spitzkoppe es una zona desértica donde se levantan picos de granito antiquísimos, siendo el más alto el que se llama Spitzkoppe, conocido como “el Cervino de Namibia” con 1.784 m.s.n.m.
Son rocas de una antigüedad apabullante: más de 130 millones de años, y los vientos del desierto han moldeado y siguen moldeando sus formas redondeadas.
La zona está protegida y hay un control de paso donde se debe gestionar el permiso de acampada en alguno de los lugares señalizados, junto a estas moles de roca. Una vez te instales, puedes caminar por la zona.
Además de explorar estas formas graníticas, hay algunas pinturas rupestres de los antiguos bosquimanos, que hoy en día trabajan en el mantenimiento del sitio y como guías. Si quieres saber más, no dejes de leer mi post sobre Spitzkoppe.

Swakopmund
No demasiado lejos de Spitzkoppe está Swakopmund, una ciudad de la costa que parece traída de Alemania. Digamos que aquí arranca la Costa de los Esqueletos hacia el norte, y un poquito más al sur está la Walvis Bay, un lugar que yo no llegué a conocer.
Swakopmund es un buen sitio para hacer noche, comprar suministros, y dar un buen paseo entre esas casas e iglesias de factura europea, pero rodeadas de mar y desierto.

Cape Cross y la Costa de los Esqueletos
Subiendo hacia el norte unos 120 km desde Swakopmund, junto a la costa, llegarás a Cape Cross o Cabo Cruz. Este es otro lugar famoso que ver en Namibia, y no es para menos. Su nombre oficial es Cape Cross Seal Reserve.
En este punto se concentra una de las colonias de leones marinos más grandes del sur de África y, como la mayoría de estos tesoros, también es un lugar protegido. Diciembre es el mes en que se concentra un mayor número de ejemplares, pero agosto no suele decepcionar. Te hablé de Cape Cross y su historia en este post.

Si continúas subiendo hacia el norte junto al mar, seguramente veas algún barco varado en las gigantescas playas. Pero vigila el terreno antes de acercarte, y la marea. Después, las dunas se van acercando a la orilla hasta el punto de hacer peligrosa la conducción porque, salvo en las horas de la marea baja, las playas desaparecen.
Sin duda la Costa de los Esqueletos es uno de mis grandes pendientes, ya sea en Namibia o en la vecina Angola, donde se continúa.
Twyfelfontein
No dejamos atrás los “nombrecitos” de origen afrikaner, los colonos europeos que se asentaron hace ya siglos en esta parte de África. Twyfelfontein es sitio Patrimonio de la Humanidad desde el año 2007. De nuevo estamos ante un paisaje rocoso y antiquísimo, pero muy diferente al de Spitzkoppe o el desierto del Namib.
Además, aquí hay un patrimonio de pinturas rupestres y grabados de gran calidad, de hace miles de años, que merece mucho la pena conocer.
En las inmediaciones también encontrarás un bosque petrificado con troncos de pinos gigantescos (tumbados en el suelo, no en pie), y una de las plantas más curiosas y longevas del mundo.

Trópico de Capricornio
Este lugar podríamos decir que es un “no lugar”. Viajando por la carretera que conduce al norte, cruzarás el Trópico de Capricornio tal y como señalan un par de carteles que hay junto a la vía. Y, cómo no, es casi una tradición parar y hacerse una foto allí.
Uno de esos puntos simbólicos en el mapa mental del viajero, que señala esas líneas artificiales en que los hombres han dividido a la Tierra sobre el papel. Sin más, ni menos.

Norte de Namibia
Parque Nacional Etosha
El Parque Nacional Etosha es el más famoso y otro de los imprescindibles que ver en Namibia. Es muy recomendable invertir al menos dos noches, pernoctando en dos de los tres campings que hay dentro del mismo.
Aquí hice mis primeros safaris en África y me enamoré perdidamente de la observación de la fauna salvaje. Las elegantes jirafas, los preciosos Órix, rinocerontes, elefantes, leones, ñúes, gacelas y antílopes de distintos tipos, aves…

Sin haber una densidad tan alta como la de los parques de Kenia y Tanzania, en Etosha puedes sentir mucho más la aventura y la naturaleza, porque no es habitual estar rodeado de varias decenas o cientos de coches llenos de turistas. Y tienes más opciones de ver más cerca a los animales. En mi opinión, me gusta más Namibia para hacer safaris de este tipo.
Además, viajando en la época seca (invierno), en los campings hay waterholes o charcas a las que acuden a beber todos estos animales, y puedes observarlos muy de cerca. Con una pequeña valla de por medio y algo de luz que no resulta molesta para los animales, sentarte después de cenar a ver cómo llegan los elefantes a beber, cómo se apartan las jirafas si se acercan los leones, etc., es sencillamente increíble, mágico.


Cataratas Epupa en el Kaokoland
No todo el mundo llega hasta el Kaokoland, la región más al norte de Namibia y próxima a la frontera con Angola, pero créeme si te digo que merece muchísimo la pena.
A partir de Opuwo, la última población grande, ya sólo queda conducir hasta las Cataratas Epupa. Este es un oasis-paraíso que separa Angola de Namibia, tierra de la tribu Himba, y un sitio en el que descansar un par de noches.

Área de Mahango en la Franja de Kaprivi
Los que continúan viaje hacia Botswana para visitar el Delta del Okavango, suelen cruzar el Área de Mahango, en Kaprivi, desde la población de Rundu.
La Franja de Kaprivi es como un apéndice de tierra que pertenece a Namibia, pero está entre Angola, Zambia y Botswana. Esto es así fruto de un acuerdo entre las potencias colonialistas, en el siglo XIX. Alemania cedió Zanzíbar a los ingleses, a cambio de quedarse con esta franja de unos 450 kilómetros de extensión. Tienes toda la historia en la Wikipedia.
En cuanto al Área de Mahango en el Parque Nacional de Bwabwata, es famoso por la alta variedad de especies de antílopes que se encuentran allí, aunque también verás muchos otros animales. Desde avestruces hasta cebras, hipopótamos y muchos otros. Incluso, hay algunos puntos donde puedes bajarte del coche. Mirando bien a tu alrededor antes, claro está.

Bonus para un viaje de más de 2 semanas
Insisto en que yo no conozco de primera mano los siguientes sitios que ver en Namibia, pero me encantaría visitarlos y por eso quiero apuntarlos aquí, no vaya a ser que tú sí tengas la opción de elegir:
Parque Nacional Waterberg
Este parque nacional, también conocido como la Meseta de Waterberg, es un lugar del centro de Namibia, entre Windhoek y el Parque Nacional de Etosha, mucho menos conocido que los anteriores.
Rodeada de bosques, esta meseta de color rojo destacada en el paisaje habitado por fauna salvaje. Cuenta con varias especies en serio peligro de extinción, como el rinoceronte blanco. Si quieres leer una experiencia real, lee el capítulo del diario de viaje a Namibia de Viajes Chavetas.
Desierto del Kalahari
El Desierto del Kalahari es otro de los grandes desiertos africanos, hogar de los bosquimanos y, por lo que he visto, es otro paisaje singular muy recomendable.
Este gran desierto se extiende entre Botswana, Namibia y Sudáfrica y puedes leer más sobre él en la web Enciclotek, por ejemplo.
Cañón del río Fish
El Cañón del río Fish es el más grande de África y uno de los más grandes del mundo. Está situado bastante al sur de Windhoek, más cerca de la frontera con Sudáfrica y se tratar de un paisaje del estilo del Gran Cañón del Colorado de Estados Unidos.
Siendo también un parque nacional, se puede recorrer a tu aire y admirar este cañón desde los distintos miradores, además de hacer alguna ruta de senderismo.
Kolmanskop
Kolmanskop es una ciudad fantasma de la que seguro que has visto fotos en las redes sociales. Está en la costa, cerca de la ciudad de Lüderitz.
Esta ciudad era una población minera alemana que abandonaron a principios del siglo XX. En sus cercanías, en aquéllos tiempos, se encontraban diamantes con facilidad.
Entre las curiosidades varias, te puedo contar que fue la primera ciudad en contar con un aparato de Rayos X. Con él examinaban a los mineros para asegurarse de que no se habían tragado diamantes que luego podrían vender en el mercado negro.
El yacimiento fue decayendo en cantidad de diamantes después de la I Guerra Mundial, al mismo tiempo que se encontraban más y mucho más grandes a unos 200 km al sur de este punto, así que el pueblo quedó abandonado. Hoy se puede pasear y curiosear en las casas invadidas por la arena, y seguro que merece mucho la pena.
Espero que este post de qué ver en Namibia te ayude a armar tu propia ruta para disfrutar a lo grande de este país. ¡¡Qué ganas de volver me están entrando!!
Este post puede contener enlaces a sitios de afiliados. Esto significa que si haces una reserva desde dichos enlaces, yo ganaré una pequeña comisión. En ningún caso tú pagarás más y en alguno conseguirás un descuento, como en IATI Seguros. Puedes leer más en la sección Descuentos que enlazo aquí.