Grand Bassam, antigua capital de Costa de Marfil, es una ciudad colonial que hoy tiene ese encanto especial de las ruinas modernas. En este post encontrarás una guía esencial de la ciudad basada en mi experiencia.
Pasé dos noches en Grand Bassam y mi primer día completo en Costa de Marfil. Veníamos de Ghana, así que al cruzar la frontera cambiamos al idioma francés y la moneda de francos CFA. Pero hubo más cambios palpables. Gente muy amable, menos presencia de iglesias y predicadores de distintas ramas, más musulmanes. Siempre comparando con Ghana.
Entre esos cambios tengo que destacar la comida. Definitivamente, en los países de África del Oeste que fueron colonia francesa se come mejor. En Costa de Marfil nos reencontramos con el café y té, con las baguettes y… ¡Patisseries donde hacían croissants y napolitanas de chocolate! Todo un lujo viniendo de donde veníamos 😋.
Un poco de historia de Grand Bassam
Costa de Marfil no fue una de las tierras que más llamaron la atención a los europeos cuando empezaron sus incursiones en esta parte de África. Aquí no había grandes reinos o imperios africanos, y por tanto no había una actividad comercial intensa ni la promesa de grandes riquezas ocultas. Sólo había pueblos de pescadores.
Sin embargo, los franceses decidieron recalar aquí por ser un lugar cómodo desde el que penetrar en el interior y explorarlo. Grand Bassam, en la desembocadura del río Comoé, fue el sitio que eligieron.
Grand Bassam fue un importante puerto de la Costa de Oro hasta el año 1930. Sin embargo, sus días de esplendor colonial se sucedieron unas décadas antes y culminaron cuando los franceses establecieron allí la capital de su colonia (1893-1896).
Como cuenta Jordi Esteva en su libro Viaje a un mundo olvidado, una epidemia de fiebre amarilla causó tantas muertes que la capitalidad duró sólo tres años.
“Era una bella ciudad colonial de casonas con pórticos de columnas y amplias terrazas abiertas al océano rodeadas de flamboyanes y franchipanes en flor, así como de vistosas buganvillas. Su población quedó diezmada a finales del siglo XIX por una epidemia de fiebre amarilla que se prolongó durante cuatro años, motivo por el que los franceses decidieron trasladar la capital a la actual Abiyán, no tan insalubre ni expuesta a la furia de los mosquitos cargados de enfermedades”
Jordi Esteva
Puedes leer mucho más sobre los pormenores de su historia en este gran artículo de Viaje al Patrimonio.
Inscrito en la lista de Patrimonio Mundial desde 2012, hoy en día es un gran ejemplo de ciudad colonial con la planificación arquitectónica de entonces: en cuadrícula, casas con porches y jardines, diferenciación entre las casas de los blancos y las de los negros…
¿Qué hay que ver en Grand Bassam?
Grand Bassam se divide en dos sitios: la ciudad actual y el “Quartier Francais” o Barrio Francés, que ocupa una península alargada y arenosa entre la laguna, el río y la playa.
El Barrio Francés de Grand Bassam
Prácticamente deshabitado desde la independencia de Costa de Marfil (1960), el Barrio Francés es la antigua ciudad colonial. No es que esté vacía, aún hay algunos vecinos, hoteles, restaurantes y ¡artistas! en especial junto al río.
Intentamos quedarnos a dormir en este barrio pero llegamos tarde, éramos muchos, y en todos los sitios nos decían que los hoteles estaban llenos porque se acercaba una fiesta importante. Ya de noche, conseguimos quedarnos en el International Hotel de la ciudad moderna, un sitio decente, y no fue hasta la mañana siguiente cuando pude visitar la zona colonial.
Para acceder al barrio colonial de Grand Bassam hay que cruzar el río Comoé por un largo puente. Se trata del Puente de la Victoria y se llama así porque las esposas de un grupo de presos políticos salieron a manifestarse y consiguieron que los liberaran.
Entré en Grand Bassam por dicho puente después de un paseo bastante largo y ya mareada por la falta de líquido. Aun así, no quise renunciar a contemplar el río y su vegetación. Es allí donde los cormoranes y otras aves tienen sus nidos, así como los temidos mosquitos que por la tarde castigan a todos sin piedad y transportan la malaria y fiebre amarilla.
Una vez dentro del Barrio Francés de Grand Bassam, el mejor plan es caminar sin rumbo. No te preocupes, no es fácil perderse por su diseño de cuadrícula.
Por supuesto hay algunos hitos que pueden ordenar tu mente, pero de verdad que se trata de pasear y curiosear entre los edificios con la pátina del tiempo, la humedad y la vegetación tropical que va encontrando su camino.
El Hotel de France fue el primer hotel de lujo de Costa de Marfil y sigue en activo, aunque ya no con el encanto de antaño.
Otros lugares que admirar desde el exterior son:
- Banco Central Africano.
- Casa de Ganamet (está enfrente del Banco Central), quizá uno de los sitios más flipantes de Grand Bassam.
- Casa de Aduanas.
- Museo Nacional de Cultura de Grand Bassam, que no llegué a verlo por dentro porque prefería estar en la calle.
- Catedral de San Juan Bautista en estilo gótico-colonial francés.
Una buena idea es recurrir a los servicios de cambio de moneda con Exact Change antes de ir al país. Yo misma lo he hecho para varios viajes. Puedes comprar online en su página web o por teléfono en 900 103 740 / 683 597 459. Si lo haces por teléfono, o si entras en su web otro día, añade el código VIAJESDEALI para que sepan que vas de mi parte.
Además puedes pasarte por la Casa de los Artistas, un centro de arte donde se exponen y venden artesanías de Costa de Marfil, aunque también hay otras tiendas de este estilo repartidas por el barrio. Son realmente curiosas. En ellas puedes encontrar piezas originales como las figuras vestidas como los colonialistas pero con rasgos negros. Si hablas algo de francés, podrás conversar con el comerciante de turno.
Pero quizá lo que más me gustó fue su atmósfera, sobre todo cuando caía el sol. Tranquila, muy relajada, por la tarde algunas calles cobran vida porque los vecinos salen a la puerta a “tomar el fresco”. Es justo antes de que la noche cerrada les vuelva a meter en sus casas. Hay momentos en que casi parece que no estás en esta parte de África por la ausencia de bullicio.
En uno de los descansos que nos tomamos, refresco en mano, mi compañera Morgan y yo decidimos trenzarnos el pelo en una peluquería minúscula. En diez minutos y por unos céntimos tuvimos un peinado que nos duraría varios días y que, sobre todo, resultaría muy fresco. Sigo agradeciéndole a aquélla peluquera un poco tímida que me hiciera ese apaño 🥰.
Y es que cuando visité Grand Bassam era la época pre-lluvias, en el mes de marzo, así que hacía un calor y humedad de vértigo. Mientras caminaba por sus calles admirando las antiguas mansiones coloniales, sentía que me iba deshidratando a cada paso. Pocas veces he sudado tanto. Y sin embargo, no quería irme.
Grand Bassam moderna
La ciudad actual se sitúa al otro lado del puente, “tierra adentro” aunque está rodeada de las aguas de la laguna. Es bastante grande y sus calles son muy anchas. A ciertas horas están llenas de vida, mientras que en otros momentos están prácticamente vacías.
No puedo hablar mucho de ella, ni enseñarte muchas fotos porque ya sabes, la cámara no siempre es bienvenida y tampoco quería exhibirla mucho andando sola por ahí. Además, por la noche hay que tener cuidado y llevar sólo lo imprescindible en los bolsillos.
Te puedo contar que no hay casi infraestructura turística ni atractivos claros a primera vista, pero caminando hacia el puente hay un gran mercado que inunda las aceras de la calle. Tanto a nivel físico como de ruido y color 😊.
Consejos prácticos para la visita a Grand Bassam
Si quieres moverte por Grand Bassam, ya sea por la zona moderna o por la antigua, es recomendable usar taxis. Las distancias son más largas de lo que parece a primera vista y con ese calor… uf!
Lo curioso es que cogimos varios taxis para hacer distintos trayectos, y todos nos costaron lo mismo siempre: 200 CFA por persona (0.30€ aproximadamente).
Para alojarte en Grand Bassam, si puedes, hazlo en la parte colonial. Si no puedes, te aconsejo que busques el International Hotel, está casi al final de la calle que va desde el puente que cruza al Barrio Francés, en dirección contraria al río. También puedes reservar otros hoteles a través de Booking, te dejo el enlace aquí.
Si quieres comer o cenar algo en la parte nueva, tendrás que moverte y buscar bien. Hay pequeños restaurantes y casas de comidas donde te preparan platos de espaguetis con huevo (riquísimos). Incluso bocadillos por muy poco dinero. No sé dar referencias claras, lo siento, porque improvisamos sobre la marcha.
En el Barrio Francés sí hay unos cuantos restaurantes, aunque según la época en que vayas habrá más o menos abiertos. No son especialmente baratos, pero tampoco muy caros. Sirven todo tipo de platos incluyendo pizzas. La mayoría están en el lado del río y en primera línea de playa.
De Gran Bassam me faltó ver las playas ¿te puedes creer que ni me asomé al mar? En este litoral las playas son de arena y larguísimas, pero el mar es bastante peligroso en este litoral. Aun así guardo un buen recuerdo de este lugar y no me importaría repetir 😊
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