A unos 90 kilómetros del oasis de El Fayum, en el oeste de Egipto, hay un lugar increíble. Se trata del Wadi al Hitan o Valle de las Ballenas, y se llama así porque en él se encontraron un montón de esqueletos fósiles de cetáceos de hace millones de años. De cuando esta zona del desierto del Sáhara era un océano.
La historia del Valle de las Ballenas o Wadi Al Hitan
El Valle de las Ballenas es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2005 porque aquí se encontraron muchos esqueletos fosilizados de los antecesores de las ballenas o cetáceos actuales.
He dicho “muchos”, pero esta palabra se queda corta ¡más de 400 esqueletos fósiles! de los cuales cuatro son especies que sólo se han encontrado aquí.
Se trata de arqueocetos que vivieron hace más de 30 millones de años y, aunque se descubrieron a principios del siglo XX por H.J.L. Beadnell, este descubrimiento se mantuvo en secreto durante unos años.
¿Por qué no se hizo público? Porque la gente local pensaba que el valle estaba encantado, y lo temían.
No debemos olvidar que el oeste del Nilo siempre fue considerado como el lugar de la muerte. El reino de Osiris. Donde se sitúan todos los grandes cementerios de la Antigüedad. Desde el Valle de los Reyes, hasta el Valle de las Momias en el oasis de Bahariya. Hay miles de años de diferencia entre un «cementerio» y otro. Imagina.
Parte del abandono y temor de los beduinos dio como resultado un lugar casi intacto que los paleontólogos de la década de 1980 gozaron… y siguen gozándolo.
Los viajeros y turistas, además, podemos estar de enhorabuena porque las autoridades egipcias han habilitado el Valle de las Ballenas como un museo al aire libre. Allí podemos contemplar, en vivo y en directo, los hallazgos encontrados allí mismo. Por eso esta visita es tan espectacular y especial.
Su inclusión en la lista de la UNESCO es porque gracias a la investigación de estos restos fósiles, se ha podido probar que los mamíferos volvieron al agua cuando no tuvieron más remedio que “buscarse la vida” ante la falta de alimento en un episodio de cambio climático extremo.
Es decir: hasta entonces sabíamos que la vida en la Tierra surgió en el mar. Creo que esto lo hemos estudiado todos en el colegio, pero lo resumo.
En un momento dado, los microorganismos salieron del agua y se fueron desarrollando poco a poco, dando lugar a muchísimas especies terrestres. Sin embargo, y esto es lo que se ha probado con los hallazgos en el Valle de las Ballenas, en un momento dado esa vida también tuvo que volver al mar.
¿Cómo se ha llegado a esta conclusión? Porque en los restos encontrados se puede observar cómo fueron perdiendo sus extremidades. Sus patas, necesarias para desplazarse en tierra, se fueron haciéndose cada vez más pequeñas. Eran inservibles para nadar. Más bien un estorbo.
El esqueleto mejor conservado es el del Basilosaurus (me encanta este nombre, suena a “la ballena Basilio”). Es el más completo hallado hasta hoy en todo el mundo, con 18 metros de longitud y todos los huesos intactos. Fue encontrado en 2015, junto con otros 40 nuevos fósiles. Sí, diez años después de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Te invito a leer este artículo de la revista Muy interesante que han dedicado a este animalico.
Imagino que hay muchos más hallazgos enterrados en la arena y rocas por allí ¡Quién fuera paleontóloga! 🫠🫠
En el caso del Basilosaurus, además de estar intacto también «contenía» restos de lo que comió. Pruebas muy valiosas de la fauna que vivía en ese tiempo ¿No te parece alucinante? A mí, sí.
Otras especies que también abundan en este lugar fantástico es el Dorudon, carnívoro igual que el Basilosaurus, y el Sirenio primitivo, herbívoro antecesor de los manatíes. Además se han encontrado tortugas marinas, reptiles y peces. Un festival paleontológico, vaya.
¿Por qué los cetáceos se quedaron aquí?
Es imposible saber a ciencia cierta por qué hay tanta concentración de esqueletos de cetáceos del Eoceno en este valle concreto. Por supuesto, se han explorado otras zonas, pero es aquí donde están concentrados cientos de ejemplares.
Se sabe que las aguas del océano donde vivían se fueron desecando y retirando hacia lo que hoy es el Mediterráneo. Pero eso no termina de explicar por qué aquí sí, y unos cientos de kilómetros más allá, no.
Entre las hipótesis que se barajan, está la de que quizá este fuera un lugar donde venían a morir. Incluso a suicidarse por falta de alimento.
El caso es que se quedaron varados (cadáveres ya) en una arena y fango que poco a poco los envolvió. Los sedimentos se fueron acumulando y la sequedad del desierto hizo el resto, conservándolos así de bien hasta hoy 🥰
Otro dato curioso: alrededor de alguno de estos Basilosaurus se han encontrado muchos dientes de tiburón, y los paleontólogos opinan que probablemente fueron a comerse el cadáver de ese cetáceo.
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Información sobre la visita al Valle de las Ballenas
Salimos del oasis de El Fayum y, después de un rato rodando por el desierto, subimos a una duna móvil con el alarde de habilidad al volante de nuestro chófer.
La duna es preciosa, impoluta, y se destaca en el cielo azul con ese color naranja claro que tanto me gusta. La llaman «duna móvil» porque va cambiando de sitio allá donde el viento la lleve, y cada año se aprecia dicho cambio.
Alrededor hay pequeños promontorios o cerros de roca con colores beige y blanco, y una planicie de rocas negras.
Entre esos cerros destacan unos un poco más grandes. Estamos a unos dos o tres kilómetros y es el sitio llamado Wadi al Hitan o Valle de las Ballenas.
Yo no tenía ninguna imagen previa del lugar, y ni siquiera sabía si realmente veríamos los fósiles o sólo el sitio donde los encontraron. Esto me pasó en las Flaming Hills de Mongolia, otro sitio donde se han encontrado grandes hallazgos de dinosaurios, aunque hoy sólo queda el paisaje.
Pero no, resulta que los fósiles originales están en el Valle de las Ballenas. No sé si todos, pero sí muchos. Y te aseguro que es impresionante.
La entrada al complejo del Valle de las Ballenas tiene unas taquillas, un pequeño museo y un café muy agradable. Todo edificado con adobe y un estilo que pretende imitar a las construcciones tradicionales. Por un momento sientes que estás en el planeta Tatooine de Star Wars 😍
No sólo las construcciones atraen la mirada. También las formaciones rocosas que nos rodean. Erosionadas por el viento y la arena, forman un conjunto muy especial, bonito, espectacular.
Antes de visitar el museo y hacer el recorrido, hay que pasar por la taquilla que está junto al parking.
La entrada al Valle de las Ballenas cuesta 10$, pero también te cobran la entrada de 5$ del Parque Nacional Wadi El Rayan al que pertenece el yacimiento (tarifa año 2024).
👉 Si no sabes cómo llegar, te sugiero que te apuntes a esta excursión al Valle de las Ballenas desde El Cairo, que además incluye las cascadas de Wadi El Rayan.
Después sí, nos vamos al museo, que consta de una sala de exposición y otra donde proyectan un vídeo corto contando la historia de estas especies. Es muy didáctico y recomendable para situarte tanto en el lugar donde estás, como en el Desierto Occidental.
Aquí puedes leer mis consejos prácticos para hacer este viaje diferente a Egipto, aunque no te vayas todavía que a continuación te cuento cómo es la visita al valle y te enseño más fotos 😉.
Explorando el Wadi al Hitan
Tras el museo, se impone caminar. Hay una red de senderos marcados con semiesferas de piedra y eres libre de escoger la ruta que quieras porque hay varios ramales.
Nosotros caminamos unos 4 kilómetros, haciendo pequeños desvíos para ver los esqueletos de cerca que están allí, al aire libre, marcados con círculos de piedras y un cartel con su nombre. Muchos están un poco hechos polvo, pero otros se conservan muy bien.
Y el paisaje. Ay el paisaje. Imprescindible el mirador que hay al final del camino principal y que se asoma a un valle salpicado de formaciones rocosas. Creí entender que esos cerros son manglares fósiles, pero no lo tengo muy claro. Sea como sea, son realmente fantásticos.
Sin duda el Valle de las Ballenas, el Wadi Al Hitan, es uno de esos lugares que hay que visitar en Egipto si no te importa salir de la ruta habitual. Merece mucho la pena acercarse a esta belleza de desierto.
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¡Fantástico el Valle de las Ballenas! Un objetivo para conocer a quienes nos gustan los fósiles… y el desierto, claro. No hay vacío ni aburrimiento en los desiertos y cualquier pretexto para volver a ellos es bienvenido.
Muy bien tu descripción del lugar, Alicia. Si no faltaban ganas de volver a Egipto, el Desierto Occidental es lugar muy recomendable para visitarlo.
¡Muchas gracias! Desde luego es toda una joya!!
Los desiertos blanco y negro, otros lugares de ecos míticos para planificar una visita. Y certificar lo de no dejar restos, pues engaña la enormidad del desierto aunque somos más de los qué pensamos y los fósiles encontrados nos darán una idea de la duración de nuestros excrementos.
Je, je, gracias por tu comentario! 😊