A lo largo de mis viajes he tenido la oportunidad de hacer varios safaris. La mayoría en África, pero también alguno en Asia, así como avistamientos de fauna en Sudamérica y en Europa. Por eso he decidido publicar estos consejos para ir de safari.
Cuando empecé a viajar por países lejanos o remotos, mi interés se centraba en las culturas y las gentes. También en los paisajes, pero sobre todo en los pueblos que habitaban esos países.
Si iba a India, no se me ocurría ir de safari, aunque sea posible. Cuando viajé por primera vez al África subsahariana, no tuve ninguna intención de hacer el clásico viaje a Kenia y Tanzania dedicado a los safaris.
No. A mí me interesaban otras cosas. Tribus, religiones, otros modos de vida…
Sin embargo, en uno de esos viajes de tipo etnográfico, en concreto en Etiopía, pude visitar un par de sitios donde ver fauna salvaje: el Lago Chamo y el Parque Nacional Mago donde viven los Mursi. Fue entonces cuando me di cuenta de que ver hipopótamos, cocodrilos o distintos tipos de antílopes podía ser y es una gran experiencia.
Unos años después fui a hacer la Ruta del Okavango que transcurre por Namibia, Botswana y Zimbabwe. Iba con muchas ganas, pero también con muchas dudas sobre si ese viaje me iba a gustar realmente. Tenía muchísimo más componente de naturaleza que cultural, y era la primera vez que hacía un viaje de más de 20 días dedicado a los paisajes, la fauna y la naturaleza.
Pero fue un temor infundado, porque me fascinó y sentí que había aprendido muchas cosas. Quizá la más importante de todas es que aprendí a valorar mucho más la riqueza natural de nuestro planeta y la necesidad de conservarla.
La belleza de las jirafas andando por la sabana no se olvida nunca. Ni la de las familias de elefantes, los majestuosos leones, o los preciosos oryx. Hienas, avestruces, cebras, antílopes, simios, hipopótamos, rinocerontes, leopardos, guepardos… Todos zarandean tus sensaciones.
Estando de safari te sientes frágil, pequeño y débil. Los sonidos de la sabana o de la selva reverberan en tu cuerpo. Los olores te recuerdan que no estás en una película. Abres tus sentidos para poder distinguirlos entre la maleza. Sientes la adrenalina en cada momento, ya sea por la expectación de “ver algo” cuando no lo hay, o por la emoción de verlo delante de ti.
Y ojo, que estas mismas sensaciones las puedes conseguir yendo a ver la berrea de los ciervos en el Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real), o yendo a ver elefantes salvajes en la preciosa Sri Lanka.
Qué se hace en un safari
Puede que te estés preguntando qué es un safari o qué se hace en un safari, así que he decidido empezar por responder a esta pregunta básica. Si lo sabes, ve directo a los consejos para ir de safari que hay a continuación 😏
Safari es una palabra suajili de África oriental que significa “viaje” o caravana, y que actualmente se utiliza para designar a las excursiones cuyo objetivo es la observación de fauna salvaje.
Hoy en día se trata de observar y fotografiar o filmar vídeo, pero antes el “safari” era el único sinónimo de las expediciones de caza. Aún quedan safaris de esos (legales e ilegales), pero no quiero ni pensar en ello. En mi opinión, hay que ser realmente canalla para disfrutar de matar a estos animales.
Consejos para ir de safari
En todo safari o avistamiento de fauna salvaje se deben seguir unas normas básicas.
Estas normas tienen que ver con asegurar el éxito de la experiencia, pero también con la seguridad de todos los que lo estáis haciendo y con el respeto por la naturaleza. Por eso creo que es importante que el máximo número de personas posible las conozcan.
No se trata sólo de ti y de tu disfrute. Se trata de vivir una experiencia plena en la que siempre va a haber más gente participando. Y se trata de no dejar una huella negativa en la Naturaleza, en la medida de lo posible.
Sí, malas noticias. En el caso de los safaris, ir en solitario es casi imposible a no ser que seas muy muy intrépido y muy afortunado. Incluso aunque vayas solo, te encontrarás con otras personas haciendo lo mismo que tú. Los lugares protegidos son los que son, y en muchos casos como mínimo irás con un chófer y/o un guía si te lo puedes permitir (los costes no son pequeños). No obstante, en algunos parques puedes conducir tu propio vehículo, como en el Kruger de Sudáfrica.
Comportamiento en un safari
Empiezo estos consejos para ir de safari por lo que más suele costar, en especial para algunas personas: el comportamiento durante la excursión.
SILENCIO
En los safaris es muy aconsejable guardar silencio. Esta es una máxima de los safaris y de cualquier otra actividad de observación de fauna salvaje.
Guardar silencio es importante porque, básicamente, si haces ruido los animales se van a dar la vuelta y van a huir, así que arruinarás tu propia experiencia y te llevarás unas cuantas fotos de culos de elefante, cebras, etc.
Ojo, también puede ocurrir que alguno de tus “ruidos” no les espante, pero sí les mosquee hasta el punto de querer atacar, aunque no es lo más frecuente.
Además, creo que hay que ser consciente de que nuestros ruidos suponen una alteración de los sonidos de la naturaleza y, cuanto más molestos peor. Recuerda que tú eres quien invade a la Naturaleza, y no ella a ti. Si lo tienes en la cabeza te será fácil mostrar respeto y, de paso, te garantizo que lo vas a disfrutar mucho más y mejor porque te darás cuenta de lo que bonito que suenan los pájaros, el viento entre las hojas de un árbol, etc.
He tenido que hacer callar a más de uno y de dos durante un safari por esto. Mientras estaban charlando sobre la discoteca de su pueblo porque en ese momento les apetecía más que el safari, los bichos se largaban, sólo los veíamos de lejos… un desastre. Sinceramente, si voy al Serengueti o el Parque Nacional de Etosha las conversaciones sobre nuestro mundo me la traen al pairo.
Con todo, reconozco que es muy difícil quedarse callado cuando ves por primera vez a un hermoso elefante a pocos metros de ti, o a unas cuantas leonas tumbadas a la sombra. En ese momento quieres gritar de la emoción ¡aunque sea bajito!
Bueno, he puesto el ejemplo de los leones, pero la verdad es que precisamente con los felinos la gente se calla porque… ¡imponen mucho!
PACIENCIA
Otro consejo relacionado con el comportamiento en un safari es la paciencia.
Hay que ser paciente porque no siempre, o no en todo momento, vas a ver fauna. Esto así. Igual que el clima, la vida salvaje no se contrata ni se garantiza, igual que el clima.
En otras palabras, no vamos a visitar un zoológico ni estamos viendo un documental de la National Geographic, y si piensas ir con esas expectativas, mejor no te gastes el dinero.
Es cierto que esto depende del lugar donde estés haciendo el safari, la época del año, la hora del día, el guía que te acompaña y tal, pero siempre habrá algún rato de “vacío”. Y hay que ser paciente cuando ese rato se prolonga quizá por varias horas, tratando de mantener a raya la frustración.
LIMPIEZA
Y un último consejo de este apartado que parece obvio pero tristemente hay que seguir recordándolo: nada de tirar ningún tipo de desperdicio, sea un espacio protegido o no.
Te lo llevas a casa, al alojamiento… y si puedes echarlo a un contenedor de reciclaje, mejor. Pero por favor, no dejes ni rastro en los espacios naturales 🚮🚮🚮.
¿Es peligroso hacer un safari?
Un safari no tiene por qué ser peligroso en absoluto. Es cierto que de vez en cuando hay incidentes, pero también es cierto que muchos tienen que ver con la imprudencia de las personas.
No obstante, no podemos olvidar nunca que estamos en un entorno salvaje, con sus propias leyes, y no vamos metidos en un tanque porque eso no tendría sentido.
Entre los consejos para ir de safari nunca debes olvidar las siguientes «reglas de oro». La mayoría de las empresas que organizan los safaris te las explican antes de empezar, y en las entradas de los parques nacionales también hay carteles y folletos, pero mejor llevarlo ya en la mente:
1️⃣ No saques los brazos o las piernas por la ventanilla y evita hacer movimientos bruscos. Hay animales que lo pueden interpretar como un gesto de desafío, o que piensen que eres una posible presa ¿Has visto alguna vez el típico vídeo en el que un león o un guepardo se sube a un coche de turistas y se pone a olisquearlos? No me gustaría estar en esa situación para nada.
2️⃣ No salgas del coche a no ser que te lo indique el chófer o guía. Los safaris duran horas y suelen tener previsto hacer alguna parada intermedia para ir al baño y/o tomar un refrigerio. Si no puedes aguantar, se lo dices y ellos buscan un lugar seguro, pero no improvises porque en cualquier momento podría atacarte un bicho. Incluso cuando te bajes donde te dicen que puedes hacerlo, no dejes de mirar alrededor.
3️⃣ No sostengas la mirada del animal, sea el que sea. Ellos suelen entender que les estás desafiando y es casi una invitación a que te ataquen. Esto vale para cualquier animal salvaje en cualquier situación. Por ejemplo, los babuinos y otros simios que rondan los campamentos y hoteles o incluso campan a sus anchas por las ciudades de algunos países del Sudeste Asiático.
4️⃣ Si estás fuera del coche, no entorpezcas el camino de los animales. Eso te puede poner en peligro. Y si se dirige a ti, pues depende… en el Okavango me aconsejaron que si un elefante venía hacia mí debía correr en zig zag porque su visión es lateral, no frontal. Para otros animales no sé cómo funciona la cosa, en muchos casos dicen que lo mejor es quedarse muy quieto y a ser posible haciéndote una bola en el suelo, protegiéndote la cabeza con los brazos y las piernas. Mejor no tener que pasar por eso.
5️⃣ No pidas al guía o al chófer que se acerque más a los animales o que se salga del camino para llegar más rápido al sitio donde está el animal. Esta actitud no es responsable con la naturaleza, y además puedes ocasionar un accidente o avería y ¿Quién es el guapo que se baja a empujar el coche si hay leones por la zona? Es más, si ellos lo hacen por iniciativa propia, quizá para buscar tu aprobación y conseguir más propina, diles que no lo hagan. Por cierto, si lo hacen es porque otros turistas les han enseñado a hacerlo y les han recompensado. Muy mal.
6️⃣ Respeta siempre las indicaciones del guía. No te dejes llevar por la impaciencia y recuerda que ellos son los que saben. Por supuesto si te invitan a hacer algo que te parece una locura, siempre puedes decir que no, pero en la mayoría de las ocasiones no suele ser el caso.
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Fotografiar en un safari
Si te gusta la fotografía, prepara tu equipo antes.
Mi recomendación es llevar una cámara tipo réflex con un objetivo de largo alcance. Mínimo un 70-300 mm., aunque un 400 mm. es mucho mejor o lo ideal. Pero si no te quieres comprar un objetivo así porque no sabes si vas a repetir, intenta llevar un 200 mm. como mínimo. Por debajo de 200 no vas a tener mucha capacidad de lograr fotos de cerca.
Una opción que yo misma he empleado es la de llevar un objetivo “todoterreno”. Por ejemplo un 18-200 mm. Con él puedes abarcar mucho paisaje y a hacer tomas de cerca si tener que estar cambiando el objetivo sobre la marcha. La desventaja es que en muchos casos tienen una óptica de menos calidad y que no vas a poder hacer esos maravillosos primeros planos que se ven en muchos libros.
Por supuesto ahora hay mucha gente que lleva cámaras sin espejo con objetivos intercambiables. Este tipo de cámaras han mejorado muchísimo y de hecho se han hecho con el mercado de los aficionados a la fotografía. Yo no he dado el paso a este formato, de ahí que no hable más de ellas.
De todas formas, recuerda que la composición, el encuadre, el tratamiento de la luz… pueden decir mucho incluso aunque no logres primeros planos. Es decir, lo más importante es tu arte, no la cámara que llevas.
Si llevas una cámara compacta con zoom, ahí la cosa depende muchísimo del alcance que tenga ese zoom y la calidad que te ofrezca. La gama de cámaras es inmensa.
Te voy a dar otro consejo: no te hagas muchas ilusiones sobre el resultado. Es más, baja todo lo posible tus expectativas hacia las fotos. Cuando vuelvas a casa te parecerá que la mayoría no reflejan las maravillas que has visto, algo que suele pasar con las experiencias muy intensas. Con el tiempo tu mirada las apreciará más, aunque claro, si muchas te han salido movidas, desenfocadas o quemadas… el tiempo no lo cura todo.
Otros consejos que considero importantes en este capítulo:
👉 Desactiva los sonidos y cualquier tipo de luz que emita tu cámara o tu móvil (la del fotosensor, por ejemplo). De esta forma te asegurarás el mayor silencio posible y los animales no saldrán huyendo o no se pondrán en alerta.
🫶 Cuida tu equipo: en los safaris y observación de naturaleza puede haber muchísimo polvo, quizá llueva, etc. Trata de mantener el equipo protegido, pásale un pincel cuando acabes la jornada, protege la cámara con algún tipo de funda para que no le entre suciedad a los circuitos internos. Si puedes, intenta cambiar el objetivo en un lugar protegido.
🔋Carga a tope las baterías, asegúrate de tener espacio en la tarjeta de memoria y lleva como mínimo un repuesto de cada cosa. Puede que la tarjeta de memoria que lleves en la cámara tenga suficiente espacio, pero podría fallar. Esto me ha ocurrido y gracias a que llevaba otra de repuesto, pude continuar haciendo fotos.
Por cierto, si te da algún fallo la tarjeta, sácala de la cámara, guárdala bien y cuando vuelvas a casa la llevas a un sitio especializado o recuperas las fotos con algún software especializado.
📷 El disparo en ráfaga es muy útil cuando se trata de fotografiar animales en su hábitat. De esta forma no te la juegas tanto con tus reflejos a la hora de dar al botón, captarás muchas más posturas y luego sólo tendrás que elegir.
Eso sí, cuando hagas un primer disparo revisa rápidamente la toma para asegurarte de que no está movida, oscura, quemada, etc. Sobre todo si disparas en Manual o semiautomático. Si no, todas tus fotos pueden ser un desastre. Más vale hacer alguna de menos y hacer las correcciones pertinentes.
👉 Un complemento perfecto tanto para los que les gusta hacer fotos como para los que no, es llevar prismáticos o binoculares. Con ellos vas a disfrutar al máximo viendo muy de cerca a los animales, al menos si tienen una mínima calidad.
Otras cositas a tener en cuenta en un safari
ENTRENA LA VISTA
Si te has apuntado a un safari, yendo o no con guía, piensa en que debes acostumbrar la vista, entrenar la mirada.
¿Y cómo se hace esto? Pues prestando toda la atención posible al entorno.
Al principio sólo verás hierba, arbustos, árboles… según el entorno en el que te muevas. Pero si te concentras, al cabo de un rato deberías ser capaz de ver más de lo que pensabas y, cuando te quieras dar cuenta, distinguirás a unos bonitos antílopes en el horizonte, o unos leones semiocultos en las hierbas altas. Y qué satisfacción verlos antes de que el guía te diga que están ahí 😂
INVESTIGA ANTES
Si puedes, lee antes sobre el lugar que vas a visitar. Tener una idea aproximada de qué mamíferos, aves o reptiles puedes encontrar en el lugar elegido siempre te va a ayudar a localizar y disfrutar de lo que estás viendo. Incluso va a mejorar tu comprensión, y por tanto lograrás tener una experiencia más plena aún.
SÉ PREVISOR
En la mayoría de los safaris no suele haber espacio ni tiene sentido ir cargado con todo tu equipaje, pero así como no hay que llevar muchas cosas, sí que hay que pensar en qué puedes necesitar.
Muchos de los safaris tienen una duración mínima de tres horas, y algunos llegan a ser de cuatro o cinco horas. Además, puede ocurrir algún percance que los alargue más aún.
Por eso, y sobre todo si la empresa con la que haces el safari no lo incluye, debes llevar algún snack, agua suficiente, las medicinas que necesitas tomar si es el caso, una linterna y algo de abrigo. Incluso allí donde hace mucho calor durante el día, puede que por la noche caiga la temperatura en picado.
Con respecto a la comida, aunque te aconsejo que lleves algo, debes esperar a que el guía te dé permiso porque el olor de la comida atrae a los animales.
Además, ten en cuenta que los safaris se hacen muchas veces en vehículos descapotables, y eso hace que pases mucho tiempo bajo el sol. Ya sabes, toca ponerse crema solar, llevar gorro o turbante y gafas de sol.
Tampoco te olvides de la protección antimosquitos. Las puestas de sol son una maravilla, pero también es cuando hacen presencia estos insectos que, en algunos sitios, transmiten la malaria, el dengue o la fiebre amarilla.
PROPINAS
Cuando termina un safari lo normal es darle una propina al chófer y al guía, al menos si estás en África, Asia, o países donde los sueldos son muy pero que muy ajustados.
Esto es voluntario pero ellos ya cuentan con el agradecimiento de los clientes y puede suponer la diferencia entre vivir un poco mejor o no.
Qué ropa llevar a un safari
Una de las preguntas que muchos se hacen es qué ropa llevar a un safari o a una actividad de observación de fauna, incluidas las aves. Las recomendaciones siempre son las mismas y será por algo…
Ropa de colores neutros: beige, tonos tierra, verde claro (no fosforito), son los más comunes. Dicen que los colores brillantes pueden asustar a los animales o atraerlos. De hecho hay animales que los usan para ahuyentar a sus enemigos, y otros, generalmente los machos, los usan para atraer a sus parejas.
Además volvemos al tema de los mosquitos y otros insectos que se sienten atraídos por los colores vivos. Olvídate pues del rojo intenso, el azul brillante y todos estos tonos. Trata de “camuflarte” en el paisaje lo mejor posible.
Por otro lado, como te he avisado antes, un día de safari o de avistamiento de fauna puede dar para muchas temperaturas. Se suele comenzar al amanecer y terminar al atardecer, así que es muy probable que por la mañana haga frío hasta el punto de tener que llevar puesto un forro polar y una chaqueta de abrigo, después haga calor de verdad, y por último vuelva a hacer frío. Nadie dijo que fuera fácil, ja, ja.
En cuanto al calzado no necesitas nada especial si la mayor parte del safari se va a hacer en coche. Si se trata de una actividad que implica una caminata, entonces sí tendrás que vestirte y calzarte para la ocasión.
Si quieres leer sobre mis experiencias en safaris, te recomiendo los siguientes posts:
- Ruta del Okavango:
- Parque Nacional de Etosha capítulo I (Namibia).
- Parque Nacional de Etosha capítulo II (Namibia).
- Parque nacional de Chobe (Botswana).
- Kenia y Tanzania:
- Chad: Parque Nacional de Zakouma.
- Ecuador: Islas Bartolomé y Santa Fe en Galápagos.
- España: Fotografiando buitres en Extremadura.
¿Te apetece leer información sobre algunos lugares protegidos y la labor de conservación? Te recomiendo mucho la página web de African Parks (y no, no es un enlace pagado).
Espero que puedas aprovechar estos consejos para ir de safari o para hacer una actividad de observación de fauna salvaje. Es una de las experiencias más maravillosas que puedes hacer viajando o en tus escapadas incluso a lugares cercanos como Extremadura, Ciudad Real o Asturias.
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Aquí tienes más recomendaciones y consejos varios
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