Actualizado el 7 abril, 2024
Estamos rodeados de colores y a veces ni nos damos cuenta. Los días grises de invierno, o días tristes por cualquier circunstancia como el fallecimiento de un ser querido, o un día deprimente en la oficina por no ponernos en lo peor, emborronan los colores. Pero llega la primavera, o superas el dolor, y los colores vuelven. Los colores del mundo.
Los colores y las sensaciones
Podríamos decir que el color es sinónimo de alegría, de belleza. Así, tal cual, aunque haya colores feos, o que no dicen nada, o tristes.
Pero en sí mismo, si yo digo color, seguro que piensas en algo bonito, brillante, vibrante, en vida ¿A que no voy desencaminada?
A ver si va a ser por eso que nos encantan las puestas de sol y los amaneceres, esas horas en las que todos los colores se intensifican. De ellos siempre decimos «¡qué colores!»
A ver si va a ser por eso que os gusta tanto la Navidad (a mi no, lo siento). O las luces urbanas en la noche.
O que la comida entra antes por los ojos que por el paladar. Aún recuerdo cuando de pequeña no podía soportar pensar en probar los calamares en su tinta. Con esa combinación de blanco, negro y gris: ausencia de color que escondía un sabor exquisito. Al menos los que cocina mi madre, je, je. Menos mal que un día superé ese rechazo visual ;-)
Es curioso, porque también apreciamos una buena fotografía en blanco y negro y no seré yo quien lo niegue.
Pero igualmente cierto es que cuando llegó el cine en color -perdón, en «technicolor»-, o la tele en color… ay amigo ¡qué éxito!
¿Sabéis que en el cine, televisión y publicidad se utilizan lo que se llama paletas de colores o etalonaje cinematográfico (ojo con la palabra!)?
Os dejo un link que hace poco me pasó un amigo y que coincidiendo con la preparación de este post, me pareció muy interesante.
No en vano con los colores se ha traficado y por los colores se ha batallado en la Historia de la Humanidad. Sí, sí, como lo oís.
¿Por qué creéis que los cardenales de la Iglesia católica, apostólica y románica eligieron el rojo intenso?
Porque era uno de los mas difíciles de conseguir, y por tanto muy codiciado y al alcance de unos pocos. Retener y poseer un color como el rojo era un privilegio.
Antes que ellos ya lo usaban los césares y después otros altos estamentos de la Antigua Roma para sus mantos (rojo púrpura). Y eso que aún no conocían la cochinilla, ese parásito de ciertos cactus que resulta ser el mejor rojo de la historia y por el que incluso se ha matado.
Como ya os conté a propósito del viaje a Perú, hoy todavía se utiliza esta fuente de rojo tanto en alimentación como en cosmética.
Miguel Ángel suspiraba por un azul imperecedero
Y muy intenso para el manto de la Virgen María mientras pintaba la Capilla Sixtina o alguno de sus famosos cuadros. Casi le da un ataque cuando se queda sin él y no tiene más dinero ni tiempo para conseguir un poco más.
El azul que venía de unas minas de Afganistán, extrayéndose del lapislázuli, la piedra que ya apreciaban los antiguos egipcios mucho antes para sus edificios y jeroglíficos. Ahí sigue ese azul. En columnas, paredes, sarcófagos saqueados y no saqueados, y joyas. Un poco deslucido pero ahí está, después de miles de años, que se dice pronto.
Resulta que también cada año se elige un «pantone oficial»
Volvemos a la industria. La de la moda, la decoración del hogar, quizá la de automoción, quizá la de envases, desde luego la cosmética. Todos ellos utilizan como referencia dicho pantone.
El marketing y la publicidad en general se basan en los colores. Atraer al espectador del escaparate, de la caja tonta, del puesto del mercado.
Los colores insignia del pantone 2016 son Rosa Cuarzo y Serenidad (entre azul y malva). Pero hay muchos más, toda una paleta que nos habla de suavidad y relajación (para este año). ¿Será el año del relax? pues eso espero!
Con los colores del mundo representamos el mundo
Cada viaje parece que tiene sus colores como bien dicen los amigos de Algo que recordar, que hacen preciosas postales de cromatismos por destinos.
No puedo estar más de acuerdo, y siempre me sorprende comprobar la diferencia de colores que encuentro en mis fotografías comparando con el viaje anterior.
Aunque yo creo que en cada viaje una parte la pones tú y otra el clima de la época, la latitud, la altitud y la cultura (si la hay). Bueno, y el balance de blancos de la cámara si no eliges el correcto ;-P
O lo que es lo mismo, nuestro estado de ánimo que al fin y al cabo interviene en el motivo que elegimos para fotografiar. El sol o la lluvia del momento y el paisaje (bosques, montaña, desierto, mar…). La hora del día, la altura del sol.
La presencia de nubes o no que filtran la luz, que es el ingrediente básico para que apreciemos los colores. La cantidad de oxígeno y otros gases que aunque parezca que no, también filtran dicha luz.
Luego están las gentes y su vestimenta, la arquitectura, el urbanismo y los materiales empleados.
Los cultivos, y lo que se compra y vende en los mercados.
Te vas a Asia en época de monzón y parece que todo es gris-verdoso
Quizá al principio te sientes un poco chafado porque no es lo que has visto en las maravillosas fotos que circulan por ahí, o en las de los libros que has consultado. Siempre con un brillante color azul en el cielo, por ejemplo.
Aún recuerdo mis tres días en la costa de Goa viendo llover sin parar. Y realmente es así. Es más gris que si contemplaras todo eso a la luz de un día soleado, pero no tanto como piensas en ese momento.
Te vas al desierto y hay tormenta de arena y todo es beige, o amarillo, o anaranjado
Otra cosa es esto de ponerle nombre a los colores, uf!
Dicen que la primera impresión es la más importante, y quizá sea así. También la última, creo yo.
Si llegas a un destino lloviendo a mares, emborronado por el agua, puede que cunda el desánimo y no te parezca «muy bonito».
Si te despides de ese mismo destino con sol, el recuerdo será mucho mejor que al principio.
Y si llegaste y te fuiste con niebla, aunque hubiera días soleados a mitad de trayecto… mmm…
Algunos destinos por colores
Para mi Perú es verde, azul y piedra (que no gris). Cuando lo pienso un poco más, también es «color arena».
Oman es blanco y azul, con toques beige o anaranjados según si pienso en el desierto o no. Es limpieza. Se parece a Grecia en lo del blanco y azul, sí. Y un poco a algunas zonas de Portugal, y a los restos de las costas del Levante español.
Pero cada uno de estos sitios tienen una luz propia, más o menos suave, un «no sé qué» que los hace únicos.
Jordania es más polvoriento. Más beige, arena, ocre, sin blanco.
Vietnam es verde que te quiero verde, y mil colores si estás en un mercado de las etnias del norte. O en un mercadillo de cualquier ciudad (en estos últimos por la abundancia de mercancía china de plástico).
Islandia es azul en muchas tonalidades, pero sobre todo es negro y mil grises, con pinceladas de rojo. Son colores volcánicos, aunque parece ser que en verano también es muy verde.
India es todo color, ya sea en los saris de las mujeres, en los puestos de los mercados, o en los templos hinduistas. Es TODOS los colores, y punto.
Uzbekistan es azul.
Mali es arena y polvo, mientras que Burkina es verde que arropa a los colores de las mujeres, en época de lluvias.
Irlanda es verde, verde y verde, y ellos lo saben muy bien :)
España… uf, qué difícil describir a mi país con un solo color. Estoy demasiado dentro, demasiado implicada.
Si alguno de los que leéis este blog y habéis visitado mi país como viajeros o turistas foráneos queréis aportar vuestro punto de vista, sería genial (podéis hacerlo en el apartado de comentarios ;-) ).
Y así podría seguir, y seguramente no me daríais la razón en la mitad porque falta vuestro ojo, vuestra visita, vuestro momento, que por supuesto os animo a compartir por aquí.
En cualquier caso ¡celebremos que vivimos en un mundo de colores!
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Precioso post y preciosas fotos, y mucho viaje detrás
Saludos
GranPumuki
Muchas gracias GranPumuki!!
Saludos!
Alicia
¡Qué inspirador! Me ha encantado :)
Fíjate, para mí Islandia fue BLANCA, rosácea, radiante y azulada pero siempre el BLANCO. Leyendo tus líneas he recordado el AZUL pitufo del río Celeste de Costa Rica, donde dicen que Dios lavó su pincel después de pintar el cielo. El AÑIL de Kazán en Tartaristán del Volga, de su mezquita. El VERDE de los arrozales de Bali… En definitiva, con tu post me has hecho soñar con tus coloridos destinos y con los míos.
¡Un abrazo enorme!
Gracias Patricia!! Qué bonito tu comentario, que enriquece el post ? un besazo!
Vaya pedazo de bellezón de entrada te has marcado, amiga… Esto lo tiene que leer todo el mundo!!!!!!!!
Muchas gracias Dani, me encanta que te encante!! :D
Un besazo!
Ali
Woww, qué gran post! Impresionantes fotos!
Muchas gracias Ana! Me alegro de que te guste ?
Los pintores con los colores hacen arte, tú haces arte con palabras y fotos. Enhorabuena
Muchas gracias David!! no te quedas tú a la zaga ;)
Un beso!
Alicia
Precioso, nos encanta leerte. Nosotros hoy lo estabamos viendo todo negro y gracias a ti aparecieron los colores.
Gracias! pues ánimo :)