Actualizado el 9 abril, 2022
India es un país enigmático, intenso, lleno de color y alucinante. Hoy te traigo un puñado de imágenes de India, estáticas y en movimiento. Una recopilación de sonidos, ambiente y recuerdos que vienen y van por mi cabeza desde que volví de allí. India es inolvidable, no me cabe duda ¿Te vienes? 😊
Tengo que confesar que mientras escribo estas líneas me siento torpe. Llevo como un mes sin escribir y estoy oxidada. Quiero empezar a volcar lo vivido, aprendido, y aprehendido. Los sueños cumplidos. Pero quizá aún sea muy pronto. Las ideas, frases y pensamientos aún bullen. Sin ton ni son. Pero no me aguanto las ganas ni quiero que se me haga bola.
Porque la India es un país que es todo un subcontinente y esto quiere decir mucho. La variedad de paisajes, climas, gentes y culturas es enorme. Además todo se mezcla fácil y constantemente. Algunos dicen que es por la idiosincrasia de sus religiones, en especial la hinduista. El caso es que India es intensa en toda esa mezcla y más.
Sus carreteras, miradas, gentes, vestimentas, colores, olores, sabores, paisajes, fauna, flora, arquitectura, arte, tradición y modernidad.
Un imposible que no deja tus sentidos en paz a casi ninguna hora del día. Especialmente en las ciudades, pero también en los bellísimos parajes naturales que encuentras a tu paso.
India es divertida, mucho. También es triste, desgarradora por momentos. Sucia, limpia, santa y laica, calurosa, de altura y de bajura. Es color. En fin, es mucho. Puede serlo todo.
Hacía 10 años que no pisaba la India y ha sido casi casi como si fuera la primera vez
Porque la ruta no es la misma que en mis anteriores viajes. Porque el mundo cambia y la India también a pesar de sí misma. Y porque los años no pasan en balde y a mí también me cambian.
Es cierto que hay cosas que siguen en India, aparentemente, imperturbables
Los cables colgando en marañas impenetrables ¿Qué harán cuando haya una avería? Los cuervos y monos recorriéndolos una y otra vez. Los altares en todas partes, aunque sea un montón informe con salpicaduras de polvos rojos o naranjas.
El tráfico de autos locos, sobre todo en las grandes ciudades como Delhi
Rickshaws contra personas, coches contra bicicletas, autobuses, vacas, motos con cinco personas a bordo, carros con enormes bultos a veces impulsados por burros y otras por personas.
No se ven tantos accidentes como «debería» si atendemos a la desobediencia civil de las normas de tráfico más elementales. La escasa velocidad, los bocinazos y la suerte juegan a nuestro favor, o al suyo. El ruido, los pitidos… constantes, a veces horriblemente constantes.
El calor bochornoso del monzón. Los olores penetrantes. El picante de las comidas. Los montones de basura.
La miseria
Gente que vive en la miseria. En campamentos instalados en las glorietas urbanas, en las afueras de las ciudades, o en cualquier rincón por minúsculo que sea. Los que viven en su carro, coche o rickshaw.
Hay muchos niveles de miseria en India. Más de los que somos capaces de concebir aquí. La peor, la de los niños. También he visto riqueza, creo que más que en otros viajes, pero puede ser que ahora observe más lo que me rodea.
La curiosidad de la gente y sus miradas
Fijas, inquisitivas, no se apartan por nada de tu cara, de lo que haces. Siempre serás observada, hasta en los sitios más insospechados y por la gente más insospechada. Pueden ser monjes tibetanos, trabajadores de la carretera, viandantes. Es imposible que estés en un andén esperando el tren y que no te estén mirando unas decenas de pares de ojos. Hay que acostumbrarse, es así.
Los más atrevidos se acercarán a preguntarte de dónde eres. Y al decirles que de España (en inglés), se quedarán mirando al horizonte, como pensando. En su gran mayoría no tienen ni idea aunque digan que sí (¿te suena? yo creo que en eso nos parecemos, en decir que sí por no quedar mal).
Todo eso sigue estando ahí y formando parte de la India.
Pero también hay cambios, algunos bastante prometedores
Una pequeña apuesta ecológica
Me ha sorprendido mucho ver gran cantidad de carteles pidiendo que la gente cuide el medio ambiente, que no tire la basura de manera descontrolada. En las carreteras y en las ciudades.
En algunos sitios incluso hay contenedores para separar las basuras, como en Delhi o en Leh. Además hay una campaña para evitar el uso de bolsas de plástico en los comercios, así que la gran mayoría de bolsas que te dan en los comercios son de papel reciclado o tela. De hecho, hay estados en los que están prohibidas. Chapeau, no sé por qué aquí seguimos sin cambiar eso.
No son medidas definitivas y queda muchísimo camino por recorrer. Acabo de destacar que los montones de basura siguen vivitos y coleando en las calles. Las infraestructuras sanitarias (desagües, canalización de agua, etc.) siguen brillando por su ausencia, o casi.
Pero… menos es nada ¿no? Este es uno de los cambios que considero «prometedores».
La fiebre por la imagen, los selfies y los snaps, buenas excusas para interactuar con la gente
Ahora muchísima gente va por la vida con su teléfono móvil. Los que tienen algo de dinero, con su smartphone. Los que tienen mucho más que algo de dinero, van con su cámara réflex al cuello (hay mucho turismo local).
Te piden posar o te hacen fotos y vídeos «robados», te piden selfies con ellos, o sencillamente que les hagas tú una foto con tu cámara. Si estás parado un rato, descansando en unas escaleras por ejemplo, prepárate para recibir a grupos y grupos de personas pidiéndote una foto. Ni se te ocurra poner gestos divertidos porque les gustarás más y entonces ya no habrá fin. Puede que incluso se forme un tumulto. Avisado estás.
La verdad es que pensando en cómo son los indios, lo teatrales que son en muchos sentidos, la fascinación que tienen desde hace años y años por las pantallas, cómo siguen su cine y culebrones, cómo plantean sus templos y ceremonias… ¡les va que ni pintado esto de ir con una cámara por la vida!
Otras modernidades como el street art
Al margen de esto, me he encontrado con cosas que no me esperaba en absoluto como el street art, por ejemplo en Rishikesh, una ciudad que se baña en el Ganges. De hecho algunas obras me recordaron mucho a las encontradas en las calles de Palma de Mallorca hace un par de años.
Puede que te preguntes ¿por qué no, de qué te extrañas? Y sólo puedo contestar que sí, que me sorprendió. No sé por qué no relaciono India, cuyas calles urbanas suelen estar atestadas de millones de estímulos propios, con el arte urbano tal y como lo conocemos aquí. Ya lo conté, viajando se rompen tópicos.
Las imágenes de India nunca reflejarán su intensidad
Por mucho que me empeñe, que nos empeñemos los que viajamos a India, las imágenes de India nunca reflejan su intensidad al cien por cien. Los vídeos tampoco. Pero no por eso vamos a dejar de intentarlo ¿no? Para los que no puedan ir por múltiples razones, para los que hayan ido y quizá vean reflejados sus viajes, para los que se lo están pensando, yo al menos lo voy a intentar 😊
Creo que como mínimo te puedo traer el brillo de los colores (o una aproximación) de la religión y cultura tibetanas, que tanto soñaba con ver. Un poco también de los paisajes increíbles, y otro de los rostros con los que me he cruzado.
No puedo hablar de toda India, aún no la he recorrido de cabo a rabo y no sé si algún día lo haré. De mis tres viajes, recuerdo en especial el anterior dedicado a India del Sur, hace diez años, y por supuesto este último.
La ruta por el Noroeste de India, quizá una de las regiones menos turísticas del país
La elección de esta ruta no es mérito mío, pero vuelco aquí el itinerario que hemos seguido en las primeras tres semanas del mes de Agosto para que te hagas una idea y para que entiendas de dónde proceden las imágenes que voy mostrando desde ya.
Esta ruta ha transcurrido principalmente por los estados de Uttarakhand, Himachal Pradesh, Ladakh, Cachemira y Punjab. Un viaje también por el Hinduismo, el Budismo tibetano, el Islam y la religión Sij.
De todo ello destacaría que…
Estas son tierras duras y de conflictos internos y fronterizos
Donde la presencia de militares es el pan nuestro de cada día. Independentismos y amenazas del exterior (China y Pakistán) se disputan la paz con ellos.
Me sorprendí a mi misma, un día cualquiera, cuando me di cuenta de que había naturalizado esa presencia militar con bastante rapidez. Formaban parte del paisaje, estaban ahí siempre, como otras personas y vehículos. Y no, no me gustan los ejércitos ni lo que representan, ni mucho menos lo que ejecutan.
Las carreteras de esta ruta son, por otro lado, espectaculares y algunas terroríficas al mismo tiempo. Ya tienen aquí su homenaje 😊
Una ruta en la que tienes que enfrentarte a alturas que superan fácilmente los 4.000 metros, y en algunos puntos los bastantes más de 5.000 metros de altura. Cuando 100 o 200 m. de altura son significativos para tu organismo.
Con los cambios de altura, están los de la temperatura. Del calor mortal al frío que te pide un buen gorro de lana. Un viaje de fuertes contrastes.
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También son tierras que ven poco turismo
Y quizá por eso la gente es (más) amable.
En los precios se nota bastante también. Comes por mucho menos que en Delhi, a razón de entre 1 y 3 €, en sitios bastante decentes. La botella de agua de 1 litro está a sólo 30 o 40 céntimos de euro, el chai no sube de los 20 céntimos de euro.
A cambio, los hoteles pueden ser más caros y hay otros bienes de consumo que también lo son porque hay que llevarlos hasta allí, como pueden ser la cerveza o el tabaco.
Salvo en la conflictiva Srinagar. Allí los precios son más altos en general y seguro que tiene que ver con que sufren la desbandada de turistas por las movidas que tienen recurrentemente. Así no hay manera de levantar cabeza para los que se dedican a ganarse la vida vendiendo artesanía o trabajando en hoteles, restaurantes y demás.
Lo tiene jodido esa gente, y esta es una de esas veces en que se me han removido más las tripas al cobrar conciencia de que mientras unos disfrutamos de la vida, otros mueren a escasos kilómetros.
No olvidaré la amabilidad de las gentes de Cachemira.
Nunca faltará un chai, el té hervido en leche y especiado que está sencillamente espectacular
Igualmente cambia lo que comes a medida que te mueves por estas regiones. Si quieres, claro. El rico paneer (queso) en diferentes salsas, platos de verduras y pollo tandoori (más o menos a la brasa, marinado en yogur si es tikka). Los momos al vapor o fritos de diferentes rellenos y el cordero musulmán accesible sólo en algunos lugares. Mmm…
Y caminas de religión en religión
Como he dicho más arriba, los universos espirituales y referentes simbólicos van cambiando kilómetro tras kilómetro.
De las estatuas gigantescas de Shiva, pasas a las estupas y monasterios tibetanos con estatuas gigantescas representando a Buda. Y todo ello conviviendo con las mezquitas. Mención aparte merece el Templo Dorado de los Sijs.
En una misma tarde, en un mismo sitio, puedes encontrarte escuchando de fondo la llamada a la oración que siempre pone los pelos de punta con su Allahu Akbar, mientras oyes a un monje recitar sus oraciones, o el sonido de las campanas accionadas por las ruedas de oración ¡Todo al mismo tiempo!
O puede que un Sij te reciba a las puertas de un templo de Shiva (dios hindú), encargado de vigilar la entrada y recoger las donaciones.
Y como no sólo de religión vive el hombre… otro día vas y te encuentras con esos monjes tibetanos perfectamente equipados con su tablet o smartphone haciéndose fotos en los mismos monumentos que tú, y haciéndote fotos a ti. Y con un reloj enorme en la muñeca y unas buenas gafas de sol. A ratos, tu cabeza se vuelve del revés en toda esta amalgama de vidas y tiempos.
Tratar de entenderlo es un ejercicio espeso, no apto para todos los públicos. Aun así, de nuevo lo digo, intentaré explicar algo de todo esto en los sucesivos posts ¡y esperando no meter mucho la pata!
Lo bueno es que todo está vivo. No hay lugar que visitar muerto, ni vacío. Es fácil encontrarte con festivales religiosos, música sacra en directo, la visita de un lama a su monasterio con la recepción que le preparan y mil pequeños acontecimientos más. Y alguno grande también 😉
Para terminar, los mejores momentos de este viaje
Uy, qué difícil. La odiosa pregunta de ¿qué te ha gustado más? Nunca hay una sola cosa, y desde luego en este hay un montón de momentazos!!! A riesgo de ser injusta, mi selección a día de hoy es la siguiente:
- Las ceremonias del fuego a orillas del Ganges, en especial en Haridwar.
- Los pueblos escondidos en los bosques que rodean a Manali.
- El primer encuentro con las banderas de oración budistas en un puerto de montaña.
- Asistir a una conferencia del mismísimo Dalai Lama en el monasterio de Thiksey, en el valle de Leh, ante cientos de tibetanos y ladakíes.
- El Lago Pangong al atardecer, por la noche, al amanecer… pura belleza.
- El Lago Dal, en Srinagar y el camino hasta llegar allí.
- El Templo Dorado de Amritsar, no hay palabras aunque las buscaré.
- La arriada de bandera en la frontera de India-Pakistán, un gran show.
- Por encima de todo, la gente de India.
Ahora sí. Pongamos imágenes y sonido a India, desde mi mirada porque no tengo otra, y ya me contarás en los comentarios qué te parece!!
P.D. Este post se lo dedico a aquellos que fueron mis compañeros durante 21 días, empezando por Iván, un perfecto introductor del que he aprendido mucho y que en todo momento se aseguró de que las cosas salían como tenían que salir, mucho más que bien. Un abrazo enorme a tod@s, habéis hecho este viaje más grande si cabe.
Y a ti te hago una pregunta: ¿Qué te parecen estas imágenes de India? ¡puedes dejar un comentario, es gratis!
¿Quieres leer más sobre India? No te pierdas el resto de posts :)
- La ceremonia de la frontera India-Pakistán de Wagah (Amritsar): no te lo creerás
- El monasterio de Lamayuru y alrededores, una parada obligada en tu ruta por Ladakh
- Qué ver en Amritsar más allá del Templo Dorado
- El templo dorado de los Sijs de Amritsar, otro mundo aparte
- Srinagar y el Lago Dal: sueños y conflicto en el Valle de Cachemira
- Pueblos de Cachemira, en ruta hacia Srinagar
- Rumbo a Saboo, un trekking cerca de Leh y una espectacular puesta de sol
- El día que fui a una conferencia del Dalai Lama en Ladakh
- Lago Pangong, un sueño de colores en el Ladakh profundo
- El Valle del Indo, entre monasterios alrededor de Leh
- Leh, la capital de Ladakh
- Qué ver en Manali y alrededores, entre paisajes alpinos en India
- Homenaje a las carreteras del Himalaya indio
- Rishikesh, la capital del yoga entre sadhus, templos y ashrams
- Haridwar, un encuentro con el hinduismo en el festival de Shiva
- Delhi, qué ver en esa ciudad loca
- Imágenes de India: un viaje a su intensidad
- Bombay, esa ciudad
- Mysore, en el Sur de India
- India del Sur, en los backwaters de Kerala
- Sur de India: de Tamil Nadu a Kerala
- India del Sur, empezando por Tamil Nadu
➡️ Este post NO ha sido escrito por la IA (Inteligencia Artificial).
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Sencillamente sublime. En su momento me contagiaste con tus relatos y fotos de Etiopía, ahora, empiezo a soñar con la India. Gracias por transmitir de una manera tan natural.
Un abrazo,
Eva
Hola EVa! muchísimas gracias, me alegro de que te haya gustado tanto! India puede volverte loco, pero bendita locura :)
Un abrazo
Alicia
Qué bueno que quieras compartir tus impresiones; un lujo poder disfrutar de tus fotos. Estoy de acuerdo contigo en que son demasiadas viviencias e impresiones para poder digerirlas tan pronto, pero el poder seguirte en tu blog nos facilitará la tarea.
Una gran suerte haber coicidido en el viaje.
Un beso,
Teresa
Teresa!! muchas gracias maja!! Un placer haber coincidido contigo también y seguimos en contacto! :)
Besos!
Ali
Ali, ¡son impresionantes las fotos! Aunque el lugar lo merezca, me parece un trabajo increíble! Enhorabuena!
Muuuuchaass gracias guapa!! La verdad es que he intentado aplicarme a fondo y estoy contenta ???
Muchas gracias!!!! ??
Ufff… por fin he podido leerlo… y me ha encantado!. Me he emocionado….
Ha sido un viaje increíble, y a pesar de ser la tercera vez que voy al país (lo cual genera alguna que otra bromilla en mi entorno…), me ha resultado totalmente diferente a las anteriores.
En tu relato hablas de las diferencias con las anteriores veces. A mi, sobre todo, me ha sorprendido el aumento espectacular de turismo interno de gente joven. En mis otros viajes, vi turistas locales (sobre todo en el Rajastan), pero se trataba de familias completas, no de grupos de amigos.
Me he sentido muy identificada con el tema de los selfies… mientras descansas en una escalera.
Por supuesto, confirmar que ha sido un viaje muy especial, y gran parte de ello, se ha debido al fantástico grupo que hemos tenido y al trabajo de Iván.
Seguiré leyendo tus post….
Gracias Silvia!!! sí, buen apunte lo de cómo ha cambiado el turismo local. Es cierto que ahora hay muchos más jóvenes, con pinta de independientes e incluso algunas chicas entre ellos, que viajan por su país… y eso no se veía hace años.
Un besazo y un placer! Paciencia, que aún estoy con las fotos, pero ya irán cayendo nuevos posts, ya ;)
Ali
Maravilloso leerte.
Ha sido como un flashback, como volver a revivir lo vivido.
Estuve este abril casi 20 días disfrutando del Rajastan,,, y a pesar de que tu viaje ha sido por la zona del norte (estoy desenado conocerla) me ha recordado todo. cada palabra, cada pensamiento, cada frase y texto escrita por tí, ha sido como un recuerdo vivo en mi mente.
Gracias por volver a traer al momento tan maravilloso país.
Por favor, sigue escribiendo y relatando tus viajes así.
un abrazo.
Itziar
Muchas gracias Itziar, me alegro mucho de que te haya ayudado a recordar, un abrazo!! ?
Realmente fascinada con la India que reflejas a traves de tus maravillosas fotos y de tu excelente narrativa. Todavia no he viajado a India, la tengo prevista para Noviembre-Diciembre del 2018 y precisamente me atrae muchisimo esa parte norte que acabo de leer, por ahi voy a empezar. Una pregunta Alicia, cuanto tiempo le dedicaste al Noreste de India? yo tengo 2 meses disponibles para ese viaje pero no se si la visa la aprueban por uno o dos meses. Quiero darme una idea del tiempo que dedicaste a cada uno de esos lugares que visitaste. Que medios de transporte usaste? como es la seguridad? A lo mejor estas preguntas tienen respuesta en otro post, pero recien te descubro y quiero leerlo todo. Gracias por compartir tus vivencias y experiencias.
Sigue leyendo Noelia 🙂 en Noviembre-Diciembre no podrás entrar en Ladakh porque la nieve y hielo, en buena parte, bloquean las carreteras. Cachemira en esa época igual…
Hay muchas buenas imagenes muy variadas. Se nota que visitaron lucho… vi todo el video, adelantando porque es muy largo, me encantan las rutas en la montaña, me gustaria ir alla arriba.. saludos
Gracias Camilo, me alegro de que te haya gustado!