Uno de los lugares más bonitos y espectaculares de India del Sur son los backwaters de Kerala. Son una sucesión de canales de agua dulce que transcurren de forma laberíntica paralelos al mar. Aquí transcurre buena parte de la novela El dios de las pequeñas cosas, de Arundhati Roy. Una novela maravillosa que además sirve para entender mejor el lugar y el Estado de Kerala, con un punto de vista bastante crítico por cierto.
Kerala tiene su propia idiosincrasia. No sé si ha cambiado la situación. Cuando estuve en 2006 gobernaba el Partido Comunista. Entonces presumía de ser el estado con mejor nivel de vida y sobre todo de alfabetización. Una tasa del 90%, casi ciencia ficción en India. Y eso no significa que se llegue a niveles «ideales» de vida. Pero sí puedo afirmar que se notaba una mejoría con respecto a otras regiones.
Un paseo por los backwaters de Kerala vale por dos masajes
Alquilamos una barquita a motor en Allepey. Lo más barato y lo menos ecológico, he de confesar. Si vuelvo, no lo haré así.
Navegar por los backwaters de Kerala es la mejor forma para conocer y observar la vida de este lugar.
Está también la opción de ir en una houseboat, barcas tradicionales que hoy en día se han habilitado como hoteles con habitaciones para pasar la noche en los canales. Son muy caras, aunque las hay de diferentes niveles, como los hoteles. Antaño se utilizaban para transportar el arroz y los cocos.
Pero hablemos de «ése» paseo. Realmente fue precioso. Además la sensación final fue de enorme relax, como si nos hubieran dado un masaje.
Las altas palmeras que bordean los canales, los campos de arroz, las casitas aquí y allá. Y las gentes haciendo sus quehaceres o sencillamente mirando. Una pasada.
Kochi, la capital de Kerala
Al día siguiente nos fuimos a Kochi o Cochin, donde pasamos un par de días. Otro punto muy interesante, sobre todo porque aquí se alzan las famosas «redes chinas».
Se dice que los comerciantes de la corte de Kublai Khan introdujeron estas redes en la costa Malabar.
Redes para las que se necesitan al menos cuatro hombres para subirlas y que son en sí mismas, toda una obra de ingeniería, simple y sofisticada a la vez.
Marco Polo también las mencionó en su gran relato.
A pleno día o al anochecer, son todo un espectáculo. Eso sí, pescar, lo que se dice pescar, poco. O de eso se quejaban los pescadores a los que preguntamos, porque las aguas están esquilmadas y contaminadas.
El caso es que los puestos de pescado tenían bastante variedad. Me llamaron la atención unas langostas de tonos azulados que este mismo verano he visto también en la costa de Camerún.
En Kochi se puede cenar pescado a la brasa, pulpo o gambas a relativo buen precio en los puestos que ponen al anochecer cerca de las redes. Y seguramente el camarero os ofrezca cerveza de tapadillo, porque en este estado está prohibido el alcohol. Creo que es una medida del gobierno comunista para evitar adicciones, violencia, etc. Bastante discutible porque ha dado lugar a un mercado negro, pero así es.
Otro vestigio de tiempos pasados es el teatro del Katakali
Ya quedan pocos lugares donde poder verlos, apenas un par de sitios para turistas.
El Katakali se representaba en los templos durante las festividades,a menudo durante toda la noche. Con tantos dioses, nunca faltaba la oportunidad.
Los actores eran una especie de «casta» muy reconocida socialmente. Desde pequeños comenzaban a estudiar este arte, formación que duraba muchos años.
Pero ese reconocimiento ha caído en picado. En el mismo libro de Arundhati Roy se cuenta la historia de uno de ellos. Con alcohol tratan de compensar la depresión que supone no ser reconocidos, ni poder ganarse el sustento como antes.
Una triste historia que me recuerda la de otros pueblos. Gente desposeída de identidad, orgullo, o aferrada al pasado y la tradición. También víctimas de su propio sentimiento de «indefensión aprendida». Acaban autodestruyéndose.
El Katakali consiste en la representación de escenas de las vidas de los dioses, según son narradas en la mitología hindú y en los textos sagrados.
Para entendernos, como si fuera un teatro dedicado a representar la Biblia.
Shiva es uno de los personajes que aparece con más frecuencia. Este es un dios guerrero, sanguinario, implacable, que da mucho juego para la acción! :).
Los actores se maquillan y visten en un proceso de dura varias horas. Hoy en día se puede ir a ver también. Antes, formaba parte del saber de los actores, y del carácter misterioso y místico de este arte.
Lo curioso de este teatro es que la mayor parte de sus movimientos se hace con los ojos, la cara y las manos. Es alucinante lo que hacen, no hay que perdérselo! Y además ayudamos a que este arte sobreviva.
Recuerdo el teatrillo, un edificio a punto de venirse abajo, con un montón de sillitas incómodas y apenas una docena de viajeros de diferentes países que nos habíamos concentrado allí esa noche. Fuera llovía como si el cielo fuera a caer entero sobre nuestras cabezas.
Nos habían dicho que las entradas había que comprarlas al menos con un día de antelación, que siempre estaba lleno. Sin embargo, creo que no llegábamos a ocupar más de un 25% del aforo. Un poco deprimente, pero fascinante una vez que empezó la función, con el maestro de ceremonias haciendo una introducción acerca de todo lo que os he contado (y mucho más), en inglés.
¿Quieres leer más sobre India? Aquí tienes más posts :)
- India del Sur, empezando por Tamil Nadu
- Sur de India: de Tamil Nadu a Kerala
- India del Sur, en los backwaters de Kerala
- Mysore, en el Sur de India
- Bombay, esa ciudad
- Imágenes de India: un viaje a su intensidad
- QUÉ VER EN Delhi, una de las ciudades más intensas de Asia
- Haridwar, un encuentro con el hinduismo en el festival de Shiva
- Rishikesh, la capital del yoga entre sadhus, templos y ashrams
- Homenaje a las carreteras del Himalaya indio
- Qué ver en Manali y alrededores, entre paisajes alpinos en India
- Leh, la capital de Ladakh
- El Valle del Indo, entre monasterios alrededor de Leh
- Lago Pangong, un sueño de colores en el Ladakh profundo
- El día que fui a una conferencia del Dalai Lama en Ladakh
- Rumbo a Saboo, un trekking cerca de Leh y una espectacular puesta de sol
- Pueblos de Cachemira, en ruta hacia Srinagar
- Srinagar y el Lago Dal: sueños y conflicto en el Valle de Cachemira
- El templo dorado de los Sijs de Amritsar, otro mundo aparte
- Qué ver en Amritsar más allá del Templo Dorado
- El monasterio de Lamayuru y alrededores, una parada obligada en tu ruta por Ladakh
- La ceremonia de la frontera India-Pakistán de Wagah (Amritsar): no te lo creerás
Una descripción preciosa del lugar. He visitado numerosos lugares en India pero esto aún lo tengo en la agenda en "lugares pendientes". Quizá sea mi próximo itinerario. Gracias
Muchas gracias Manuel!! es altamente recomendable todo el Sur de India, me alegro de que te haya inspirado! :)