Actualizado el 7 noviembre, 2020
Advertencia: este es un post absolutamente emocional, poco realista, y que quiere invitar a fantasear. Por otra parte, es un post inspirado en una pequeña conversación por email con uno de los lectores de este blog. Tú sabes quién eres ;) Vamos a fantasear sobre qué haríamos si tuviéramos una máquina del tiempo… o de otra cosa.
Ojalá tuviera una máquina del tiempo, para hacer dos o tres cosas con ella, a saber:
Transportarme a otras épocas
Y viajar a todos los lugares que hoy en día están llenos de turismo, selfies y postureo, fiestones playeros o rascacielos. No para verlos así, claro.
Una máquina del tiempo que me permitiera contemplar la costa del Levante español sin construcciones, por no irme lejos.
Pero sobre todo, sí, me iría lejos. Ojalá pudiera recorrer Afganistán, Siria e incluso las ciudades míticas de Iraq como podría ser Bagdad, en paz.
Como las viajeras que han dejado su legado en fantásticos libros de viajes. Llámense Rosita Forbes, Alexandra David-Néel, Ella Maillart, etc.
Ojalá pudiera visitar Machu Picchu recién “descubierta” aunque eso significara un montón de jornadas agotadoras viajando a pie a través de la selva.
Ojalá pudiera pasearme por el Egipto de los faraones. Por Samarcanda en pleno apogeo de la Ruta de la Seda. Por un Tíbet libre, quizá el de la época de Heinrich Harrer –cuando la II Guerra Mundial estallaba en Europa-. Aunque a él ya le tocó vivir la invasión china del techo del mundo.
En esto de la historia no siempre tengo muy claro si querría estar en una época determinada
O en un lugar determinado, y/o en un estrato social determinado. Y más siendo mujer.
¿Querría estar en los convulsos momentos de la Revolución Francesa? ¿o de la Revolución Iraní? ¿Querría vivir la Edad Media, ya fuera como campesina o como noble? Son sólo ejemplos.
Y sin embargo, los sueños que acabo de volcar forman parte de esas épocas. Todos los lugares pasan por momentos difíciles. Todas las épocas tienen su lado bueno y su lado malo o malísimo, esto es así. Pero como se trata de soñar, voy a obviarlo ;)
Aparte de los viajes en la Historia, también me gustaría transportarme a momentos y situaciones concretas de mi propio pasado.
Una máquina del tiempo para, en plan “día de la Marmota”, decir de repente: me voy a aquella mañana en la que nos echamos tantas risas Belén, Antonio y yo en las calles de Bombay.
O me voy a esa tarde en Isfahan cuando un niño me dio una pequeña nota de papel, que aún conservo, donde una chica tímida había escrito con bolígrafo de tinta azul: “Wellcome to Iran, I hope like you”. Ella estaba un poco más allá mirando mi reacción.
Antes de todo esto, me iría a aquel momento en que decidí regalar uno de mis «barriguitas» (muñecos de la década de los 80) a una niña tunecina con la que había estado jugando mientras esperaba a que mis padres hicieran no sé qué gestiones, en no sé qué punto de Túnez. Yo tenía 8 años.
Ojalá tuviera una máquina del tiempo para hacer también otra cosa: estirarlo.
Sí, que los años sean más largos. Que las semanas dedicadas a los viajes sean más largas. Ya sé que algunos me diréis que esto sí se puede alcanzar, y en parte tenéis razón: lo dejas todo y te dedicas a viajar. Que poderse, se puede. Cierto.
Sólo hay que enfrentarse a los miedos, el sentido de la responsabilidad, y a la familia.
Ojalá tuviera una máquina del tiempo para estirar el tiempo vital. Mi edad biológica, porque la otra, la mental, se hace con las experiencias, lecturas y reflexiones, y no la cambio por nada.
Pero los años pasan y no lo hacen en balde. El deterioro físico acaba llegando, la energía se va apagando. Y sí, me gustaría ser… no inmortal, pero sí más longeva en los años en que, teniendo plenas facultades, disfrutas de todo sin inconvenientes.
Haré lo que pueda mientras pueda :)
Ojalá tuviera una máquina de teletransportación, pasando del tiempo
Sí, en vez de una máquina del tiempo, una de teletransportación en el aquí y ahora. Con ella me iría en el momento justo, al lugar donde quiero estar en ese momento.
Porque ¿no os ocurre a veces que os invade un recuerdo, una sensación de nostalgia por un lugar? ¿un aroma, un no sé qué en el estómago, que te hace desear estar allí, «necesitar» estar allí?
A mi me ocurre con el desierto. También con el mar. Sobre todo el Mediterráneo en primavera o en otoño, por concretar. Y con las cordilleras, sobre todo las que son muy altas, por concretar también ;-)
Ojalá tuviera una máquina de hacer dinero (legal)
Ni máquina del tiempo ni leches. Dinero.
Porque en este mundo, el dinero, aunque sea poco, es necesario para comer, vivir, cuidar tu salud, vestir, moverse y acceder a determinados lugares y experiencias.
Para que otros coman, vivan, cuiden de su salud, vistan, se muevan y accedan a determinados lugares y experiencias.
Por qué no, si estamos soñando. Esto me permitiría viajar sin esa preocupación. Haciendo lo que quiera en donde esté: sobrevolar un desierto como el del Namib en avioneta al atardecer, o las Líneas de Nazca. Visitar la Isla de Pascua o la Bahía de Ha Long.
Dinero que sirva para experiencias, sobre todo para eso.
Dinero para disponer de los instrumentos que te permiten disfrutar de esas experiencias. Instrumentos que son una experiencia en sí misma: una buena cámara de fotos si es tu pasión (la mía sí) y los aparatajes que la rodean, un ordenador con el que conectarse a internet para contar y mostrar. Otros querréis un buen dron, una buena cámara de vídeo, y un largo etcétera.
Ojalá tuviera una máquina de salud
Infalible, que no permitiera que enfermara nunca de algo grave. No es importante pasar un catarro, es molesto pero tampoco pasa nada. Incluso una diarrea del viajero. O una torcedura de tobillo.
Pero sí es importante, jodido y aniquilante un cáncer, una enfermedad degenerativa rara o no, un infarto o angina de pecho. Eso sí puede impedirte viajar porque tienes que intentar superarlo, porque no te deja fuerzas para ir al camino.
Vale, hasta aquí he soñado «en positivo». Pero, en serio ¿no dejarían de tener gracia los viajes si existiera la máquina del tiempo, de teletransportación, de dinero, de salud…?
Serían otros viajes. No se llamarían ni viajes. Quizá perderían sentido, o valor.
La máquina de dinero, por ejemplo. Si la tenemos todos, mejor olvidarnos del dinero porque ni cotizaría ni nada, no tendría valor.
Y si sólo la tiene uno, joder… ¿no suena muy egoísta? ¡Con la de gente que hay pasando la vida como puede sin tener ni un chavo!
Además, los sentidos se adormecen cuando no tienes que ingeniártelas para no gastarlo todo. Y muy importante, te aleja del destino aunque estés allí.
Puede ocurrir también con la salud. Si no temes por tu vida ¿por qué no vas a ser imprudente? ¿no te vas a poner a pasear junto a los leones, si total, eres casi inmortal? (no del todo, ahí está el truco).
¿Por qué no vas a pasar un dengue, un tifus o te vas a exponer a la radiación visitando Chernóbil?
O quizá te lanzas a tumba abierta a buscar experiencias que te carguen de adrenalina, buscando el riesgo, tentando a la suerte.
Todo porque tienes garantizada la salud.
Incluso te da por ponerte hasta arriba de cualquier cosa… Y vas y la diñas antes de lo esperado. Oh wait! Bueno, vale, esto hay gente que lo hace, por lo que sea. Yo siempre he sido un poco cobarde, o poco amiga de los excesos excesos. Los excesos normales… pues tampoco viene mal alguno de vez en cuando, oye, ji, ji.
Y si puedes teletransportarte en el aquí y ahora…
Sería maravilloso pero te desorientarías. Quizá no te centrarías, quizá te volverías loco.
Bueno, podríamos poner un límite, qué sé yo, hacer una teletransportación al mes e incluso decidir si quieres volver o cuánto tiempo quedarte allí.
Ay, que me vuelvo a liar, ja, ja, me cuesta desprenderme de ésta.
O quizá te lances a un viaje al espacio sideral porque la Tierra se te queda pequeña. Lo cual, bien pensado, tampoco suena tan mal. ¡Espera! ¡suena genial! Me refiero a lo del viaje al espacio, no lo de que la Tierra se te quede pequeña y busques otros horizontes.
Volver a tu pasado… lo pasado, pasado está. ¿No es mejor mirar al futuro? Yo creo que sí, por muy dulce que fuera ese pasado. Dejaría de tener sentido y quizá se modificaría. ¡Qué horror! Nada, nada, los espacios con bucles mejor en las pelis, con o sin palomitas.
Casi mejor que dejo de fantasear con máquinas fantásticas y me pongo a currar en los viajes que sueño con hacer, viviendo la anticipación, el disfrute y el paladeo posterior.
Aun así, ya puestos, voy a fantasear con una última máquina: ojalá tuviera una máquina de Paz, Amor, Razón y Justicia.
¿Os imagináis un mundo sin guerras, sin refugiados ni emigrantes por obligación? ¿un mundo en el que la gente, toda, fuera feliz y viviera en armonía con el entorno, con la Naturaleza, y con los otros? ¿donde todos compartiéramos con el de al lado lo que tenemos, sin malos rollos? ¿que a nadie le hiciera falta robar, que todo el mundo entendiera que es infinitamente mejor quererse que odiarse a muerte? ¿un mundo donde no tiene sentido rebanar el pescuezo al otro porque cree en otra cosa o en nada? ¿que si una mujer te dice «no», es que «no»? … ¿que todos somos PERSONAS dignas de ser respetadas con todo lo que llevamos?
Uy, que a esto lo llaman Utopía!! Preciosa palabra para preciosos sentimientos, aunque algunos la desprecien.
Bueno, pues sí, pues antes de la máquina del tiempo, o cualquier otra, me gustaría tener una máquina para alcanzar una utopía de éstas.
¿Y vosotros, qué máquina querríais tener y por qué? ¡estoy deseando leerlas en vuestros comentarios! :)
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Una máquina de parar el tiempo unos instantes. Para recapacitar, para pensar, para fijarnos bien en todos los detalles. Que te permita respirar tres veces profundamente y disfrutar de ese momento presente que tan rápido pasa.
Por cierto, me ha resultado curioso el entrecomillado de «necesitar» estar ahí… ya te contaré, ya ;)
Qué buena, sí señor, pues me apuntaba a esa de parar el tiempo. Je, je, entrecomillo «necesitar» porque es más un desear y porque siempre he pensado que las necesidades son cuestiones realmente vitales como beber, dormir… Para mi viajar es vital pero sé que no muero literalmente si no puedo, de momento… ? Ya me contaras! Gracias! ?
Sí…. llevo unas semanas preparando un post precisamente sobre eso, por eso me ha sorprendido verlo escrito por otra persona ;)
Un abrazo!
oh! yo lo he estado preparando también desde hace unas semanas! Me encantará leer el tuyo :)
Besos!
Ali
Cuanta máquina! Casi parece un post tecnológico, jeje. Voy a aportar mi granito de arena y sugiero una máquina detectora de timadores, que uno a veces no sabe con quien se topa por el mundo y cuando alguien se te acerca nunca sabes si es amabilidad en estado puro (que por suerte es la mayoría de las veces) o vienen más buscando tu cartera que el interactuar contigo (rara vez, pero ocurre).
Enhorabuena por el post :)
Ja, ja, bueno, la tecnología puede ser una aliada en los viajes, no? ? no estaría mal esa máquina, aunque no en todos los sitios las cosas son así …