Paracas, Ica y el Oasis de Huacachina: el desierto de Perú

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Por Alicia Ortego

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Hoy viajamos a un lugar en el que se desarrolló la llamada cultura de Paracas. Se trata de la Reserva Nacional de Paracas, un desierto que muere en el mar, aunque después nos adentramos en el Oasis de Huacachina para pasar la noche… un día completito, vaya ¿te vienes? 😊 

La cultura de Paracas

La cultura de Paracas se desarrolló entre el 700 a.C. y el 350 d.C. Una de las culturas que en su día fueron fagocitadas por los Incas. Culturas de las que se alimentaron y desarrollaron, combinándolas con sus propias ideas, aunque seguramente no de modo pacífico ni amable. Al menos esto es lo que se cree, claro.

reserva nacional de paracas peru
Desierto de Paracas

Una de las peculiaridades de este antiguo pueblo son los tejidos que hacían, de una finura extraordinaria y preciosos colores de la tierra. En dichos tejidos representaban a felinos, cóndores, serpientes de dos cabezas, chamanes en trance, aves y peces. Maravillosos 🥰 Te dejo aquí una colección de fotos que he encontrado en Pinterest para que lo entiendas:

https://www.pinterest.es/pedrovich/arte-paracas-nazca-peru/?invite_code=14fbf770b6114a2cab07f6ac7f6f1592&sender=253890635151444602

Museo Regional de Ica

Mi encuentro con estos tejidos se produjo cuando visitamos el Museo Regional de Ica donde hay muy buenos ejemplos de ello. También de la preciosa cerámica que producían, y momias encontradas en el desierto, en perfecto estado. 

Este museo es totalmente recomendable porque la colección que exhibe es sencillamente espectacular. Eso sí, la visita será mucho mejor si te la explica uno de los guías del museo porque no hay mucho letrero.

Lo que no me gustó fue que el edificio tenía serias deficiencias de iluminación y condiciones, incluyendo la limpieza (agosto 2014). Se creó en 1946 y es posible que desde entonces no se hubiera hecho ni una sola reforma. Vamos, si me lo dicen me lo creo 🤔

La propia guía del museo nos dijo que luchan continuamente por obtener recursos para mantenerlo. Que alertan a las autoridades locales cada dos por tres por las condiciones en las que están las piezas. Por ejemplo, cada cierto tiempo ven salir bichitos de las momias ¡Una verdadera lástima!

  • La entrada de adulto cuesta 7,5 soles. 
  • Las fotografías están prohibidas, así que no puedo mostrar nada de su interior. Un poco irónico, pero repito, creo que es un imprescindible en la visita a la Reserva Nacional de Paracas.
  • Aquí tienes la posibilidad de hacer un recorrido virtual y la información actualizada sobre horarios y entradas.

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La increíble costa del desierto peruano

Más allá del museo, en este tramo de costa peruana se puede ver y sentir cómo el desierto muere a los pies del mar. Algo que no es muy común, aunque también lo he visto en Namibia y en Omán.

Playas desiertas con enormes dunas y acantilados de arenisca se alzan ante nosotros. Hay varios miradores y también se puede bajar a la playa de Pucay.

El mar es bravo y nos tocó un día lleno de bruma y neblinas, pero quizá por eso me pareció un lugar grandioso.

La Reserva Nacional de Paracas se creó en 1975 para proteger a las aves y especies marinas del lugar.

Focas, cormoranes, pelícanos, flamencos chilenos, incluso cóndores que «se acercan» hasta aquí desde los Andes buscando cadáveres de focas.

costa de paracas peru
Rocas en la costa de Paracas
aves en la costa de paracas
Aves ocupando una gran roca en el mar

La mayoría de turistas se arremolinan en la baranda de arriba de los acantilados para asomarse al vacío y hacerse esas fotos tan de moda, los «selfies». Intentando abstraerme de eso, me dio tiempo a observar cómo un gallinazo de pico rojo (una especie de buitre) trataba de huir de las gaviotas con una presa en la boca. Ellas le perseguían implacables, ávidas de conseguir quitarle la comida del día. O quizá es que él se la había robado a ellas antes.

aves en paracas peru
Escena de «caza» entre un gallinazo de pico rojo y una gaviota

También observé cómo los hombres intentaban emular a las aves con sus artilugios…

deportes en reserva nacional paracas
Parapente en Paracas

También hay una zona llena de fósiles incrustados en el suelo, llamados Turritelas. Vas andando y ahí están, por todas partes, sobresaliendo de la roca. Con forma de cono de helado, cada concha tiene entre 10 y 14 vueltas.

Son pequeños caracoles que vivían en esta bahía hace la friolera de 36 millones de años, según reza un cartel explicativo, cuando las aguas eran cálidas.

fósiles en reserva nacional de paracas
Fósiles Turritelas en el suelo de Paracas

Las bodegas de Ica

A la hora de comer volvemos a Ica para comer y probar el pisco de las bodegas de Ica.

En Ica se cultivan hasta seis tipos de uva distintos y se producen piscos y vinos de distinta graduación. Mosotros llegamos a catar 8 variedades diferentes, algunos realmente fuertes, y sin haber comido todavía… pa’ habernos matao 😀

bodega de Ica en perú
Ruinas de una antigua bodega de Ica

De ahí fuimos derechos a la mesa con la intención de probar alguno de los platos típicos de la zona. Yo me decidí por el arroz con pato y papas a la huancaína (salsa de queso blanco, ají amarillo que no pica y leche). Sólo puedo decir que estaba espectacular y que repetiría hoy mismo.

plato de pato asado con arroz y papas a la huancahína salsa tipo mahonesa
Pato con papas a la huancaína
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Oasis de Huacachina

El día que había comenzado en las Islas Ballestas a las cuatro de la mañana, saliendo de Lima y continuando cuatro horas después en la visita a las Islas Ballestas, terminaba en el oasis de la Huacachina. El nombre le viene de una leyenda que está plasmada en una placa de metal junto al laguito principal y que puedes leer en la siguiente foto 👇

leyenda del oasis de huacachina
Leyenda de la Huacachina
oasis de huacachina
Oasis de la Huaccachina

Nada más instalarnos en el hotel subimos a las altas dunas del oasis de Huacachina, rechazando las experiencias que se ofrecen a los visitantes: circular por las dunas en buggie, armando alboroto y soltando mucha mierda al ambiente (lo siento pero tenía que decirlo), o tirarse con una tabla de surf por la arena.

sandboard en el oasis de huacachina
Surfistas en las dunas del oasis de Huacachina

Particularmente no quise hacerlo porque no quería contribuir a deteriorar un lugar natural como este. Ni quería deteriorar la experiencia de ver el atardecer y sus maravillosos cambios de tonalidades sobre la arena.

atardecer en oasis de huacachina
atardecer en el oasis de Huacachina
oasis de huacachina
Dunas de Huaccachina al atardecer

Cada vez estoy más convencida de que es una verdadera lástima desvirtuar la experiencia que la propia naturaleza y el paisaje ofrecen.

oasis de huacachina arena
Arena en Huaccachina

El mejor disfrute es, en mi opinión, andar o sentarte a contemplar ése regalo que no es ni sencillo ni aburrido, y que estoy segura de que todos apreciarían más si no estuvieran las distracciones de este tipo delante. En ese disfrute es importante, desde mi punto de vista, el silencio necesario para escuchar a la Tierra. Ahí lo dejo.

A pesar del ruido de los motores, contemplamos un anochecer alucinante en colores y evoluciones de la luz que se ponía en el horizonte.

atardecer en el oasis de huacachina
Anochecer en el oasis de Huacachina
atardecer en el oasis de huacachina
atardecer en el oasis de huacachina

Por cierto, el oasis de Huacachina está sobreexplotado por el turismo y la pequeña industria de divertimento que se ha generado en torno a él. Ya hace años que se viene advirtiendo. El acuífero está contaminado y el nivel del agua va bajando. La basura se acumula en los alrededores. Espero que se imponga la razón, nos va la vida en ello, no sólo el disfrute o mejores fotos.

oasis de huacachina
Lago del oasis de Huacachina

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6 comentarios en «Paracas, Ica y el Oasis de Huacachina: el desierto de Perú»

  1. Que experiencia tan bonita Ali, y como siempre que bien contada. Enhorabuena por las fotos, son impresionantes y complementan perfectamente al texto. Como tú, viví en las dunas de Erg Chabbi una experiencia magnífica y allí también se desvirtua todo con las carreras de 4×4, descenso de las dunas en tablas de surf, etc, en fin, la globalización de las experiencias viajeras!
    Saludos,
    Eva

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    • Gracias Eva!! me alegro de que te haya gustado :-)
      ¡No me digas que esta moda también está activa en el Erg Chebbi!! yo cuando estuve no había prácticamente nada (me pareció ver un buggie a mucha distancia uno de los días que estuve allí). Qué triste, siempre recordaré aquélla noche entre las altas dunas del Sáhara como maravillosa por el silencio y las estrellas :'(

      Muchos besos
      Alicia

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  2. Me encanta tu post, y sobre todo que promociones la naturaleza en su estado puro. Yo también opino que los buggies y demás diversiones creadas para chonis son una plaga. Ojalá la gente aprenda a valorar la belleza y la armonía que nos ofrecen la naturaleza y el silencio, y pronto cesen esos ruidos y el estrés causados por maneras de diversión artificial que se pueden vivir en otras partes reservadas a ese propósito.
    Gracias por compartir tan bella experiencia

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  3. El Oasis de Huacahina, en este momento es considerado uno de los Oasis más bellos del mundo, maravillosas fotos de un atradecer perfecto, felicitaciones.

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