Actualizado el 17 junio, 2023
Tubus, árabes, kanembous, budumas, musgum, massa, dagawas, fulanis, peuls, fallatas, yayai, mbororo o wodaabe, etc. Este país está conformado por alrededor de 220 grupos étnicos. Hoy te traigo una galería de retratos de Chad que no representan a todos ni mucho menos, pero espero que sirva para acercarte un poco a las gentes de este fantástico país.
Retratos de Chad: sólo para mirar
Nunca imaginé volver con tantas miradas en las tarjetas de memoria de la cámara. Ni encontrarme con tanta belleza.
Los rasgos de muchos ciudadanos de Chad son finos, nobles, bellos. Sus rostros lucen a menudo escarificaciones o tatuajes que marcan su origen, su pertenencia a un grupo. Ellas llevan pendientes y piercings. Ellos son más austeros. Se saben reconocer entre sí. Y si no, preguntan. Como nosotros si tenemos curiosidad por saber a qué tribu pertenecen.
Hay veces que tanta belleza intimida. Otras veces no hay tal desde nuestros cánones estéticos, pero sí es bella la limpieza de su mirada, el orgullo y la dignidad que se adivina en muchos de estos retratos de Chad.
Se necesita una buena dosis de fortaleza para vivir en las condiciones en que les ha tocado vivir. Muchos no lo consiguen. Vivir, digo. Por nacer allí, ni más ni menos, les toca luchar con temperaturas extremas y pocas infraestructuras básicas. Según épocas y clases, también tienen que luchar contra el hambre. Pero ¿sabes? En Chad muchos dicen que no quieren vivir en ningún otro sitio. Que no quieren marcharse, emigrar como hacen en otros países africanos.
Yo me había imaginado cruzarme con ellas, con sus miradas. Estrechar sus manos para saludarles aun en tiempos de covid. Intentar intercambiar bromas o alguna precaria conversación con las dificultades que imponen los idiomas. Lo hice, vaya si lo hice. Y hubo veces en que casi me arrancan lágrimas de emoción por el cariño que me demostraron.
Sé que hay gente que opina que publicar fotos de otras personas sin haber un contrato firmado de por medio, está mal. Y lo siento, pero no estoy de acuerdo. Una cosa es que se utilicen las fotos para enviar mensajes equívocos, etnocéntricos o egocéntricos, o que se haga en contra de la voluntad de las personas. Y otra es que se muestre el país vacío.
¿Cómo vamos a informar o sensibilizar sobre un país, o generar curiosidad, con paisajes y monumentos vacíos? ¿Cómo vas a empatizar con gente a la que no ves?
Valgan estos retratos de Chad para acercar sus gentes a los que leéis este blog. Porque sin conocer los rostros de un país, difícilmente podremos imaginarlo.
Fiesta en Ngouri
Creímos ver una caravana en el horizonte. Resultó ser una procesión, un desfile de señores con turbantes y espadas en alto seguidos por músicos. Se trataba de un acto electoral, aunque nosotros creíamos que sería algún tipo de fiesta tradicional o una boda.
Nos permitieron estar allí y fue todo un subidón poder observar esa imagen imponente que me recordó un poco a los tuareg de Argelia y a los señores del lamidato de NGaoundéré (Camerún). Nos dijeron que eran Kanembou, primos de los Kanuri, señores de uno de los pueblos del Lago Chad que en la Edad Media levantaron todo un imperio en la región. Gracias desde aquí.
Las gentes del Lago Chad
El Lago Chad está habitado por la tribu nómada ancestral de los bouduma. Ellos son los señores de las aguas, dedicados al pastoreo de las vacas kauri, una especie endémica. Pero no son los únicos. En los alrededores se asientan los kanembou y grupos nómadas de fulanis o peuls, entre otros pueblos.
Vivimos dos días impresionantes. Compartimos campamento con los kanembou en un atardecer y noche mágicas. Nunca olvidaré el rato junto al pozo con las mujeres y niños, ni el paseo entre las vacas arrimadas a pequeñas hogueras para huir de los mosquitos durante la noche.
Asimismo, compartimos paseo en barca, comida y conversación con los bouduma, pastores nómadas del Lago Chad. Tampoco me olvidaré de las sonrisas de las chicas y de la dignidad de sus hombres.
👉 Te invito a que leas mi crónica sobre la expedición al Lago Chad.
En otro momento del viaje, nos encontramos con las mujeres kanembou recolectoras de la famosa espirulina, ese alga “superalimento” que se ha puesto de moda en Occidente. Ellas se han constituido en cooperativa gracias a un proyecto de la FAO.
Nos reímos juntas muchísimo, señalándonos el pelo y comentando, cada una en su lengua, cómo nos veíamos. Y fue genial escuchar de su boca (traductor mediante) cómo se han empoderado con este proyecto.
Por último, pero no menos importante, tuvimos un encuentro fortuito con una familia de nómadas fulani yayai. Sólo estaban las mujeres y niños porque los hombres se habían ido a pastorear las vacas, pero no por ello dejaron de acogernos y responder a nuestras preguntas mientras preparaban la mantequilla que iban a vender a nuestro chófer Abubakar.
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El mercado de Isseirom
Por segunda vez en mi vida una tormenta de arena me pilló en un mercado africano. La primera fue en Sudán, en la ciudad de Karima, y la segunda en Isseirom, una ciudad casi medieval cercana al Lago Chad.
El nombre de esta ciudad no nos dice nada, pero tiene una historia que se remonta a varios siglos atrás. Antiguos reinos de los que aún queda memoria en las mentes de sus ancianos, como nuestro anfitrión.
El encuentro con los Musgum o Moussgoum junto al río Logone
Una de las experiencias más intensas, sino la que más, fue el encuentro con los Musgum.
Los musgum son un pueblo dividido por la frontera entre Chad y Camerún. Su memoria histórica también se ha dividido y hoy está en peligro de que el olvido arrase con ella.
Gracias a los mediadores con los que habíamos contactado, nos recibieron como una especie de esperanza para que sus jóvenes se vean animados a conocer sus tradiciones. Organizaron un festival para nosotros (y para ellos mismos), poniendo todo de su parte.
Fue donde estuve a punto de llorar de agradecimiento en más de una ocasión. Ya lo conté aquí con pelos y señales, no me voy a extender más, pero aquí te dejo algunos de los retratos de ese par de días.
Un campamento wodaabe
En el segundo viaje que he hecho a Chad, en marzo de 2023, un poco más al sur de Bongor fuimos en busca de los wodaabe y dormimos en su campamento, previa autorización.
Te he contado aquí todos los detalles de esa experiencia, pero no me resisto a actualizar este post con algún retrato más de este pueblo perteneciente a la gran familia fulani.
Si te fijas bien, verás que sus tatuajes son muy diferentes a los de los fulani que te he mostrado más arriba.
Ruta de los Pozos, de camino a Ennedi
El camino al Ennedi, uno de los desiertos más bellos del planeta, implica tres días de conducción. Se puede hacer por la ruta más convencional o por pistas menos transitadas. Y llenas de sorpresas.
Allí habitan los pastores árabes (así se autodenominan) y tubus, el pueblo de las montañas del Tibesti. Orgullosos, inteligentes, desconfiados de entrada pero amables después.
A pesar de la enorme diferencia de estilo de vida que tienen con nosotros, me di cuenta que los jóvenes, jóvenes son aquí y allí. Los teléfonos móviles, el postureo ante la cámara y la música son cosas tan atrayentes para ellos como para nosotros 🤗.
Kalait
Kalait es una de las ciudades del desierto chadiano en la que paramos unas horas para hacer compras, repostar combustible, y ya de paso tomarnos unas cervezas.
Los niños del barrio cristiano, que es donde se puede conseguir alcohol, vinieron curiosos a mirarnos y, si queríamos, a jugar con ellos. Fue un rato inolvidable.
Ennedi
Ennedi es un desierto dentro del desierto. Lleno de paisajes que te dejan sin habla a cada paso, en cada curva del camino que no es camino, sólo campo abierto ¿Vive gente allí? Sí. Poca. Pero hay. La mayoría son tubus. Gente fuerte y orgullosa.
Hasta aquí esta selección de retratos de Chad. No son retratos de estudio. No todos están posando. Algunos están hechos con el móvil. Pero todos llevan mucho cariño detrás, el que sentí por todos los que nos acogieron con curiosidad y generosidad.
Todos los posts de Chad
- Viaje a Chad: imágenes y sensaciones de un país increíble
- Consejos para viajar a Chad
- Lago Chad: entre vacas kuri y la amenaza terrorista
- Encuentros en el Lago Chad: de los fulani a las mujeres de la espirulina
- El valle del río Logone, tierra fronteriza entre Chad y Camerún
- 24 horas con los Musgum de Chad, una experiencia muy intensa
- Los pozos de Chad, un viaje a la vida del desierto
- Qué ver en Ennedi, el tesoro de Chad
- Sitios espectaculares de Ennedi: Ouimina y Djoulia
- Guelta d’Archei, el lugar por el que querrás ir al desierto de Ennedi (Chad)
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- Depresión de Murdi: el desierto dentro del desierto en Chad
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- Ciudades de Chad, una vuelta por el panorama urbano del gran país africano
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- Etnias de Chad: los Moussey
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Espectaculares las fotos! Y que miradas!!!
Realmente, somos nosotros quienes salimos ganado con tu «autoregalo»!
Gracias y FELICIDADES, aunque sea con retraso!
Muchísimas gracias Esme!!! 🥰🥰🥰