Viajar al sur de Omán significa visitar la segunda ciudad de este país, pero no te debes quedar ahí. Cerca de Salalah se pueden visitar montañas, playas y restos arqueológicos muy interesantes. Aquí tienes una guía con lo imprescindible.
Visitas que hacer cerca de Salalah
La región de Salalah ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad en el año 2.000 como la Tierra del Incienso, así que incluirla en tus planes de viaje a Omán es muy aconsejable.
Una vez allí, además de visitar la ciudad, hay al menos dos excursiones «típicas» que hacer cerca de Salalah. Es lo que llaman el «tour del Este» y «tour del Oeste». Lo ideal es dedicar un día a cada una.
Mi amiga y yo no las hicimos al completo, pero sí nos llevamos una buena idea de lo que se puede ver. Aquí tienes el listado de sitios que visitamos, que paso a comentar:
Salalah Este
Salalah Oeste
Si no tienes un contacto en Salalah, echa un ojo a estas excursiones cerca de Salalah, desde estos tours clásicos hasta otros que pintan muy bien.

Qué ver en el Este de Salalah
En esta ocasión viajamos con Muhammad, chófer y guía profesional que nos habló de las bodas, sus 7 hijos e hijas, la casa, la familia, el matrimonio. Y flipó al saber que nosotras vivimos solas, je, je.
Primera parada: Taqah
Comenzamos el día yendo a Taqah, parando primero en su magnífica playa, una continuación de la de Salalah.
El cielo azul limpísimo contrastaba con la arena casi blanca y con el verde de las palmeras cocoteras donde trabajan los bangladeshíes recogiendo sus frutos. Y con las aguas de mil tonos verdes y azules.
Mientras hacíamos unas fotos, de repente vimos delfines a unos 100 metros de la orilla, nadando en paralelo a la costa. El día no podía empezar mejor. Bueno, yo con esto ya estaba realmente encantada.

¿Sabes de esos momentos en que te enganchas a un paisaje, en que se te olvida parpadear? Este fue uno de esos momentos.


Después, nos subimos al acantilado que ponía fin a dicha playa. Las vistas son de nuevo impresionantes, como en la Costa Este de Omán 🥰
Estando allí arriba, charlando con Muhammad, distinguimos unos peces enormes y un minuto después un par de preciosas tortugas nadando. De verdad que lo de este mar es increíble.
Conseguí fotografiar una de ellas antes de que se sumergiera en el océano. Es ahí cuando cobré conciencia de que estaba en una especie de paraíso perdido.


Taqah está a sólo 20 minutos de Salalah en coche. Se trata de una población junto al mar que un día fue un próspero puerto. Allí se visita el pequeño fuerte de Taqah, convertido en museo.

A su alrededor, varias casas antiguas que aún lucen la decoración de antaño son testigos mudos de la historia. Pertenecieron a comerciantes que se hicieron ricos con las exportaciones de incienso y otros productos.
Están construidas con una piedra blanca extraída de canteras cercanas, que se oscurece con la exposición a los rayos del sol después de unos años.


El fuerte de Taqah es casi una miniatura de los que habíamos visto en el norte. No nos sorprendió demasiado. El calor y la humedad ya eran tremendos a esas horas.

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Segunda parada: yacimiento de Khor Rori (Sumhuram)
El yacimiento arqueológico de Khor Rori sí que fue una sorpresa.
Las ruinas de la antigua Sumhuram y la laguna de Khor Rori están cerca de Taqah, y es el enclave de un antiguo puerto desde donde partían las caravanas cargadas de incienso, además de otras mercancías como la mirra y las especias.
Salían de aquí para atravesar la Península Arábiga y alcanzar los mercados de Jerusalén, Alejandría, e incluso Roma. También partían barcos hacia India e incluso China, y hacia el sur, parando en Zanzíbar y llegando a Madagascar.
Sumhuram fue un puesto del antiguo reino de Hadramawt fundado en el siglo III a.C., pero a los turistas nos cuentan que aquí estaba el Palacio de verano de la Reina de Saba.
Las fechas no cuadran, aunque es bonito pensar que pudo ser allí donde esta mítica mujer se relajaba, gracias al benévolo monzón que vuelve verdes a estas tierras durante esa estación.

Khor Rori era conocida como Sumhuram y estaba completamente rodeada por murallas. Tenía dos puertas, una monumental y otra pequeña que llevaba al puerto. En cambio, el lado que daba a la laguna no tenía ninguna salida.
Se sabe que Roma envió una expedición en el año 24 a.C. en busca de las tierras donde crecía el árbol del incienso. Nunca alcanzaron su objetivo. Varios miles de soldados murieron en los desiertos del norte de Yemen tratando de alcanzar su «dorado».



Las ruinas dominan una especie de bahía que en realidad es una laguna de agua dulce separada del mar por una lengua de arena blanca. Allí donde precisamente anidan los flamencos y otras aves migratorias.
El paisaje es de nuevo maravilloso, único.
La visita se completa con un pequeño museo. Está prohibido hacer fotos en el interior, pero tiene algunas piezas que merecen la pena así que te aconsejo que no te lo saltes.


Tercera parada: Wadi Dirbat o Darbat
Era ya cerca de mediodía cuando nos encaminamos hacia el Wadi Dirbat, frecuentado por los habitantes de Salalah para ir de picnic los días festivos. Esta es, por cierto, una tradición muy extendida en el mundo árabe y persa.
Durante el monzón e inmediatamente después, el paisaje aquí es muy verde. El río fluye con alegría y hay lagos y piscinas naturales en los que refrescarse. Pero en el mes de Abril, cuando yo lo visité, no es así. Sin que deje de tener encanto, que conste.

Paramos en la carretera ante lo que parecía un chiringuito hecho con un par de chamizos, pero equipado con mesas y sillas. La idea era comprar comida para llevar al Wadi.
Llevado por bangladeshíes, nos ofrecieron varios tipos de arroz: con pescado, con vegetales, con carne de camello, cordero o ternera. Yo opté por la de camello, bastante sabrosa. El de pescado también estaba muy bueno, es el que compró Muhammad para él y nos dio a probar.


En el camino al wadi, la carretera transcurre entre árboles y lo que a buen seguro serán prados en el monzón. Hay camellos, burros y vacas por todas partes.
A propósito de los burros, nos cuenta nuestro chófer que son salvajes y una verdadera plaga. De hecho, bromea con que si nos queremos llevar uno a casa, no hay problema.
Los burros de esta zona tienen una línea negra en la base del cuello, igual que en muchos lugares de África y Asia ¿Señal de que están emparentados con las cebras?


El paisaje está muy seco, sí, pero la estampa es poética e incluso tiene un punto de fantástica. Prácticamente no vemos un alma, por cierto.
Acabamos dando un mini paseo en barca en el fondo del Wadi, allí donde el río aún tenía un poquito más de agua.


Cuarta parada: la tumba de Bin Ali o del Santo Job
La siguiente parada se halla en las montañas, a unos 1.200 metros de altitud. En realidad ya no estamos en la zona Este de Salalah, sino al norte.

La tumba del Santo Job, el de la paciencia, es un lugar de peregrinación y veneración porque los musulmanes también le consideran un profeta. Igual que los cristianos y hebreos.
¿Conoces la historia del Santo Job?
Satán, con permiso de Dios, decidió poner a prueba la fidelidad de Job hacia el Creador.
Job era un ganadero muy rico, con una gran familia. Tenía 7 hijos y 3 hijas. Sin embargo, cuando Satán decidió poner a prueba su fidelidad, empezó a sufrir diversos males: enfermó de sarna, por lo que se retiró a estas montañas para pasar en silencio el dolor. En ese tiempo, su esposa le abandonó y sus hijos murieron.
Job lo aguantó todo, con infinita paciencia, y salió victorioso, por lo que Dios restituyó su familia y pertenencias, que además multiplicó.
La visita a la tumba del Santo Job está permitida para los no creyentes del Islam, pero nosotras debemos cubrirnos la cabeza con un pañuelo.
El lugar, junto a una mezquita, está bastante descuidado. Un enorme ataúd cubierto por una mugrienta tela verde (el color del Islam) está situado en el centro de la única estancia.
La sorpresa es que es de proporciones gigantescas. La leyenda dice que Job era un señor realmente grande, que medía 4 metros de altura.
En el exterior, junto a la puerta, se conserva una huella de pie enorme, que dicen es de Bin Ali o Job.


Qué ver en Salalah Oeste
Nosotras dejamos el tour de Salalah Oeste para el día siguiente. Amaneció con el cielo cubierto por los restos de una gran tormenta de arena que llegó de Arabia Saudí.
Según nos contó Suhail, nuestro guía para ese día, la tormenta había obligado a cerrar los aeropuertos de Salalah y Muscat. Nos quedábamos una noche más y las previsiones eran buenas para el día siguiente, así que no nos preocupamos.
Suhail, 50 años, bien parecido, barba cuidadísima y muy amable, hacía bromas sin parar, y la verdad es que me encantó conocerle.
Igual que Muhammad, nos habló de su familia, sus hijas e hijos, y en este caso parecía un poco más «progresista» con respecto a respetar los deseos de ellas. Ya fuera continuar con los estudios, ya fuera sobre elegir a quien quisieran para casarse.
Porque sí, el matrimonio concertado sigue existiendo en la sociedad omaní, aunque cada vez depende más de la mentalidad más o menos tradicional del cabeza de familia.

Las Montañas de la Luna o Jebel Qamr
Con él enfilamos hacia las montañas que se alzan en el extremo oeste de Salalah, directos hacia la frontera con Yemen. Se trata de las Montañas de la Luna o Jebel Qamr.
No llegamos hasta la frontera propiamente dicha, pero sí paramos para admirar los famosos árboles de incienso que siguen procurando parte de la riqueza a la región de Dhofar.
Los árboles en sí no son muy espectaculares en la época seca, y se confunden con el suelo, pero tienen un valor simbólico (y real, económico) muy importante.



El paisaje es soberbio. Montañas de piedra oscura que se recortan en el mar, playas escondidas que te hacen soñar con pequeños paraísos desiertos.

La playa de Mughsail
Otro punto de este tour es la fantástica playa de Mughsail.
La gente suele visitarla porque en unos de sus extremos hay una plataforma de roca con agujeros que comunican con el mar, y el agua rezuma en forma de geyser cada vez que hay olas. De hecho, si lo buscas en el mapa verás que el punto está señalado como «Geyser». Ese día el mar estaba bastante calmado, así que no estuvimos mucho tiempo allí.
La playa se extiende a lo largo de cinco kilómetros y está casi vacía. Es otro de esos arenales impresionantes de las costas de Omán, no me cabe duda.

Suhail se fue a la mezquita más cercana para hacer sus oraciones, y nosotras nos quedamos en este lugar que teníamos para nosotras solas.
El picnic de ese día lo había preparado su mujer y consistía en el pan integral tradicional, samosas, falafel, dátiles y bananas pequeñitas muy dulces.
Para beber, una bebida hecha con té y café, jengibre y cardamomo (sí, todo esto junto), que estaba riquísima.


Fue un almuerzo perfecto en un escenario fantástico, donde el tono rojizo de la atmósfera contrastaba con el azul turquesa del agua.
Los camellos de los beduinos, que a mí se me antojaban de rasgos yemeníes (los beduinos, digo, no los camellos), están por todas partes. Verles en la playa intensifica la sensación de estar en un lugar muy remoto y de otro tiempo, o en una especie de sueño. Impresionante.




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Súper Ali:
Que sepas que en tus fotos sale una chica muy parecida a mí, jajaja.
Fotazas, por cierto.
Un besazo.
Súper Marita!! Así es, la más guapa de Oman! Muchos besos!!
Sigo diciendo que me encanta la luz y los colores de este país. ¡Muy grandes las fotos, Ali!
Muchas gracias Kate!! Si, es precioso ??
Alicia, qué preciosidad de fotos y qué ganas de descubrir Omán !!!
Un saludo
Gracias Victor!! Altamente recomendable!! ?
Antes que nada gracias por compartir esta bonita experiencia. Me encanta todo lo que relatas, y las fotos son preciosas.
En Noviembre nos vamos de crucero a M.oriente. Pararemos en el puerto de muskat y Salalah. Tendremos un día en cada ciudad. Me gustaría saber si nos puedes aconsejar algo para sacar el máximo provecho, ya que estaremos muy limitados de tiempo.
Gracias.
Hola Khadija! Pues no te preocupes, no son lugares grandes, son bastante manejables. En Muscat es muy fácil, zoco, corniche y old Muscat que se llega enseguida en taxi… En Salalah no sé muy bien donde está el puerto, pero con un taxi podéis ir al zoco de incienso y a old Salalah. Mira el post que escribí de estas ciudades, ahí explico más ?