Imágenes y sensaciones de Omán

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Por Alicia Ortego

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Quién me iba a decir a mí que iba a volver tan pronto a Omán, un destino que me encandiló desde el minuto uno, hasta el último. Tenía curiosidad por revivir y descubrir nuevos lugares, y por mis reacciones ante un destino que inevitablemente había idealizado. Hoy te traigo, pues, las imágenes y sensaciones de Omán después de un segundo viaje al país de Simbad el Marino.

Imágenes y sensaciones de Omán

Es inevitable idealizar un destino. Si la experiencia de un viaje fue buena, o extraordinaria, por el momento y la compañía, lo idealizas en tu cabeza. Al menos yo soy así. El entusiasmo te puede y lo que más recuerdas son las partes buenas.

calle de Muscat con un hombre vestido tradicional y el minarete blanco de una mezquita
Calle de Muscat, la capital – Imágenes y sensaciones de Omán

El lado bueno de volver a Omán

Empiezo por lo bueno y luego sigo por lo no tan bueno.

Me ha encantado reencontrarme con Mutrah, la parte vieja de Mascate, la capital. Fue una sensación bonita. A pesar del calor y humedad altísimos y del cansancio por las horas de vuelo, volver a ver a los taxistas de Mascate en sus sillas esperando clientes, los edificios que recuerdan los tiempos ilustres de comercio marítimo, el zoco con tiendas de las Mil y Una Noches, el aroma del incienso… hicieron que se pintara una sonrisa en mi cara.

grupo de cinco hombres con sus túnicas largas sentados en sillas pleglables en la calle. Son los taxistas de Muscat
Taxistas de Muscat esperando a sus clientes – Imágenes y sensaciones de Omán
tienda de las mil y una noches en el zoco de muscat
Tienda de las mil y una noches ¿no crees? – Imágenes y sensaciones de Omán

También me encantó el reencuentro con personajes como Amina, la voluntaria de la mezquita del Sultán Qaboos de Mascate, que arreció con su discurso «evangelizador» pero al fin y al cabo entrañable.

O con el imam Alí, que regenta una librería en la vieja Nizwa además de llevar su propia mezquita. Hubo abrazos, o el favor de llevarnos en coche para lograr una perspectiva de la fortaleza de Nizwa iluminada en la noche.

imagenes-y-sensaciones-de-oman
El imam Ali atendiendo a un cliente en su tienda de Nizwa – Imágenes y sensaciones de Omán

Omán ofrece experiencias inigualables

Omán ofrece experiencias inigualables, como estar completamente a solas en una costa de playas infinitas. Allí he vivido amaneceres y atardeceres que en este segundo viaje he disfrutado más, por tener más noches de acampada y alojamientos en plena naturaleza.

amanecer en una playa de Omán con el sol como una bola amarilla sobre el agua
Amanecer en el mar – Imágenes y sensaciones de Omán

Cielos nocturnos inmensos, de esos que se echan de menos en nuestra «civilización» ¡Cómo hemos disfrutado haciendo fotos a las estrellas!

vía láctea sobre el cielo de Omán
Vía Láctea sobre el cielo – Imágenes y sensaciones de Omán

Me he bañado en el mar, por la noche, y al mover los brazos aparecían cientos de puntitos luminosos. ¿Polvo de hadas? Es el plácton que bulle en la misma orilla de la playa. El responsable de que esas aguas sigan siendo ricas en pescado.

Otra experiencia es observar cómo es el saludo tradicional omaní: dos o tres toques nariz con nariz. A lo esquimal, con lo lejos y diferente que está un lugar del otro. Entre hombres, o con alguna mujer si es de la familia. No lo recordaba del anterior viaje, no sé si porque es uno de esos retazos de memoria que se pierden por no anotarlos en la libreta y en su momento.

mercado de pescado de barka en oman
Mercado de pescado de Barka – Imágenes y sensaciones de Omán

He vuelto a disfrutar de la hospitalidad, en el salón de invitados de toda casa omaní que se precie. Una estancia aparte reservada a los encuentros masculinos, pues las mujeres se reúnen en la casa principal siempre -de donde no deben salir, me atrevo a decir-. Las extranjeras sí somos invitadas a ese rincón masculino, donde se realiza el ritual del café, fruta y dátiles. Fruta de los huertos de los oasis, como las granadas y las naranjas. De temporada.

visita en casa omaní en la cordillera al hajar
En casa de Asham – Imágenes y sensaciones de Omán

Y una experiencia que te vas a llevar sí o sí es escuchar constantemente el sonido del árabe a tu alrededor. Menos árido cuanto más lo escuchas.

Omán es un paraíso para los fotógrafos

Siempre falta tiempo para fotografiar como quieres, si viajas con los días contados. Esto es así y hay que intentar adaptarse, con frustración y todo. Pero esta vez tenía otra oportunidad. Volver a Omán y tratar de recaptar su luz, sus colores, su espíritu, las sensaciones, era uno de mis objetivos de viaje. 

Una oportunidad de hacerlo de forma diferente y a ser posible mejor, aunque el plan de viaje no estaba orientado a la fotografía.

He llevado un gran angular 11-16 mm., y un objetivo fijo de 35 mm. El segundo casi no salió de mi mochila, pero sí el primero ¿Lo habré logrado?

barca con cuatro hombres volviendo a la playa al atardecer en masirah
Pescadores volviendo a la playa en la isla Masirah – Imágenes y sensaciones de Omán
sol poniéndose en las montañas de la isla masirah
Atardecer entre las montañas de Masirah – Imágenes y sensaciones de Omán

La luz de Omán y sus colores no han cambiado. Menos mal. Es lo que más me gusta. Son ligeramente diferentes porque el mes es otro, pero ahí están la blancura, el azul, la roca de la montaña, la arena del desierto y el adobe de los antiguos edificios llenándolo todo. Y es maravilloso.

sala interior de un castillo de Omán con pasillo abovedado y todo revestido de adobe
Sala de un castillo – Imágenes y sensaciones de Omán

Poco a poco se te mete dentro, en la retina y en la cabeza. Pura armonía de paisajes. Al menos he traído más de esa belleza contenida en megapíxeles.

Y he descubierto nuevos rincones que también me he traído en la cámara y que ya son pequeñas nuevas estrellas que ya brillan en mis recuerdos.

  • El Sugar Desert, un desierto blanco junto al mar.
  • La isla de Masirah, que es como una copia del continente, en miniatura.
  • Más rincones de las montañas Al Hajjar.
  • El mercado de pescado y la fortaleza de Barka. 
  • Nuevos Wadis.
dunas blanquecinas en el Sugar Desert
Sugar Desert – Imágenes y sensaciones de Omán
atardecer en tonos azules y morados en las montañas de Al Hajjar
atardecer en las montañas Al Hajjar – Imágenes y sensaciones de Omán

Y he visto más dhows navegando que en el anterior viaje. Esos barcos que disparan la imaginación. El recuerdo de cuando los árabes surcaban los mares hacia Oriente y África. Muchos ya no son de madera, pero mantienen su forma original y con ella los sueños.

dhow navegando hacia la costa de masirah
Un Dhow en el mar – Imágenes y sensaciones de Omán

El lado malo

La falta de cuidado del medio ambiente en Omán me ha llegado a ofender, tengo que confesarlo. En el anterior viaje quizá presté menos atención, aunque lo vi. También podría ser que el problema se vaya agravando rápidamente.

El caso es que no hay un rincón del desierto que no se libre de una botella o un envoltorio de plástico. Ni siquiera en las playas vacías de gente. Los pocos que pasan por allí en los días festivos dejan su rastro. Las mareas hacen otro tanto trayendo parte de la basura que flota por los océanos de todo el mundo. Ni una montaña, por remota que parezca, se libra.

camellos comiendo cartón en un pueblo de omán
Camellos comiendo cartón y plásticos en un pueblo de Omán

Contemplar con impotencia cómo la gente se acerca a la barandilla del ferry para tirar al mar, impunemente y con toda tranquilidad, un vaso de té o una botella, es desolador.

O cómo, tras una noche de juerga en la playa, todo se queda ahí. Es cierto que va un camión de limpieza y se lleva cosas, pero sólo 10 de los 100 desperdicios, y sólo de los «nuevos», no los de «anteriores ediciones».

Gracias a que la población de este país es escasa, no viven en un verdadero basurero, pero tiempo al tiempo.

La imagen del Sultán Qaboos hace aguas

En el primer viaje a Omán me llevé una imagen muy idealizada del Sultán Qaboos. Era la que me transmitieron los propios omaníes con quienes habíamos hablado.

Creo que entonces, en Abril de 2015, los ánimos estaban altos porque el sultán acababa de volver tras varios meses de tratamiento de cáncer en Europa. Supongo que estaban más contentos de lo habitual, aunque es cierto que a este hombre se le agradece la unidad, desarrollo y paz que ha logrado Omán en las últimas cuatro décadas. Pero he descubierto (por fin) que no es oro todo lo que reluce y que hay voces discordantes.

Qué importante es el momento actual del lugar que visitas, para la imagen que te llevas de él. Y qué poco nos damos cuenta.

En este segundo viaje, el sultán seguía vivo, en principio. El problema es que hacía tiempo que no salía en los medios de comunicación, y la población no sabía cuál era su estado.

La cuestión de la sucesión estaba muy en el aire y como es lógico preocupaba, porque el gobierno tenía que ponerse de acuerdo en un candidato, dado que Qaboos no estaba casado y no tenía descendencia directa. También se decía que el sultán había dejado escrito quién debía ser su sucesor, pero las antiguas rencillas entre tribus amenazaban con salir a la superficie.

Estando allí, nos enteramos de que ese día habían cerrado el único periódico crítico con el gobierno. El desencadenante fue denunciar, demostrándolo con papeles, una trama de corrupción en el gobierno. Todo el personal del periódico fue enviado a la cárcel. No he vuelto a saber más, y en cualquier caso esta es la versión de un omaní cuyo nombre no voy a revelar aquí.

El Sultán Qaboos murió en enero de 2020 con 79 años de edad, después de estar casi 50 años al frente de su país. Le sucedió su primo Haitham bin Tariq Al Said, que fue Ministro de Cultura y Patrimonio de Omán entre 2002 y 2020 entre otros cargos, como el de Presidente Honorario de la Asociación de Omán para Discapacitados, o Secretario General de Asuntos Exteriores. Parece que la línea de estabilidad y diplomacia se continúa.

Omán es una sociedad muy machista

Sí, no es ningún secreto, pero es así. Omán es un país muy machista. Como todos los de alrededor.

A su favor hay que decir que los hombres hablan con las mujeres mirándonos a la cara, a los ojos, como de igual a igual en sus gestos y tono de voz. No hablo sólo de su actitud para con las extranjeras, también con las suyas… pero sólo si son de su familia o trabajadoras de cara al público.

Pero la mujer sigue siendo «algo» con menos derechos. Personas que deben ocultarse de las miradas de los que no sean de su familia. Incluidas las extranjeras.

tres hombres omaníes en el puerto de Masirah
Tres hombres omaníes en el puerto de Masirah – Imágenes y sensaciones de Omán

Las omaníes van muy tapadas, salen poco de casa, y sus matrimonios se siguen concertando. Es cierto que conducen sus coches, algunas trabajan, muchas estudian en la universidad y no sabemos cuántas ejercerán la profesión.

Pero siguen utilizando las máscaras medievales de tela negra que usaban sus antecesoras. Siguen rehuyendo tu mirada y es difícil encontrar complicidad o comunicación con ellas, de mujer a mujer. Para empezar, tienes que ser autorizada por uno de sus hombres a entrar en la casa y hablar con ellas un rato. Es posible que en la calle se nieguen a intercambiar unas palabras contigo, aunque estén solas en ese momento, y sobre todo cuando son jóvenes.

Más allá de estos peros, y sabiendo que ningún país se libra de los suyos propios, espero que estas imágenes y sensaciones de Omán te sirvan de inspiración para considerarlo como un destino. Aquí tienes un vídeo que espero refuerce más mis palabras 😊

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2 comentarios en «Imágenes y sensaciones de Omán»

  1. ¡Me ha encantado saber de este país a través de tus ojos! Ya sabes que soy fan de tus viajes y me gusta descubrir «tus lugares». No sabía nada sobre Omán la verdad y con tus imágenes me ha sorprendido un montón. Lo que sí me esperaba es su «peor cara» con el medio ambiente y la mujer… ¡Aunque espero que sigan mejorando en esos temas! ¿Llegará el día en que seamos todos iguales en el mundo? Utopías o no me ha gustado que también muestres el lado «menos bueno» del país. ¡Un granito de arena para la lucha!
    Aún así has mostrado un país súper apetecible y con unos cielos de infaaaaaarto. ¿Cuándo practicamos esas nocturnas ;)?

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    • Muchas gracias guapa!! bueno, tienes más posts de Omán ya en el blog desde hace tiempo, por si te apetece profundizar, y habrá más, lógicamente :)
      Revisitar un país que tanto te gustó, con tan poco tiempo desde el anterior viaje, hace que algunas cosas las puedas poner en su sitio… o bien quizá tú eres la que cambias tu mirada.
      No creo que llegue el día en que seamos todos iguales, ja, ja, así dicho hasta no suena bien, aunque entiendo lo que quieres decir, perfectamente… pero eso no quita que no luchemos por algunas causas. De todas formas, claro, nuestro concepto del bien es nuestro.
      Muaaaacckkk!!!! Seguro que hay ocasión de practicar esas nocturnas, llegará :)

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