A poco que te guste la fotografía, o hacer fotos en tus viajes para volver después a ellas, seguro que te ha pasado eso de volver y tener unas ganas inmensas de verlas todas. Y seguro que cuando te pones a ello, si sólo han pasado unas horas o un día desde que has vuelto, te encuentras con que «no, no responden a lo que yo he vivido, sentido». Aun así, intentas seleccionar tus fotos de viaje y en efecto creo que es lo mejor que puedes hacer 😊
De hecho es una de las primeras cosas que debemos hacer (bueno, primero, una copia de seguridad por dioz!! mejor si son dos…). Digo que «debemos hacerlo» si no queremos morir en la vorágine del montón de fotos digitales que solemos traer. Porque unos cientos, cuando no miles, seguro que caen ¿no?
Por qué seleccionar tus fotos de viaje
No, las fotos no recogen ese maravilloso viaje que fue tan relajante, divertido, intenso, apasionante, lleno de adrenalina, interesante, romántico, salvaje, cansado, educativo, o qué sé yo. Es imposible que lo hagan porque las fotografías son imágenes fijas. Nunca puedes capturar absolutamente todos los momentos, ni encierran olores ni sonidos. Ni siquiera puedes recoger en una sola toma todo el espacio que te rodea. Esto es así. Cuanto antes lo aceptes, mejor.
Pero las fotografías pueden retener «memorias», recuerdos preciosos -o no tanto pero al fin y al cabo recuerdos-.
También son una excelente excusa para desplegar tu creatividad, para practicar un «arte», porque la fotografía lo es.
Y por eso lo intentas, intentas retratar el viaje con tu cámara incluso en condiciones adversas. Como cuando tienes que disparar fotografías sin mirar por el visor.
Una buena forma de desprenderse de esa sensación de «estas fotos no representan mi viaje», o incluso de fracaso, es seleccionar tus fotos de viaje.
Digamos que se trata de reconstruir el recuerdo, ordenar la cabeza y toda la información acumulada en tiempo récord, si nos atenemos a la cantidad de nuevos estímulos que recibimos en un lugar desconocido.
Vamos al cómo seleccionar tus fotos de viaje
Supongo que cada maestrillo tiene su librillo, como dice el dicho, pero creo que lo mejor es planificarlo un poco, no hacerlo buen tuntún.
Por ejemplo, podrías plantearte una clasificación como esta:
Fotos serie A
De repente te encuentras con una foto que sí, que refleja tu vivencia. O que destila belleza por los cuatro costados y de alguna forma tu amor por ese sitio que te regaló tanto en tan poco tiempo.
Y luego otra. Y luego otra. No dejes que esa primera impresión se pierda. ¡¡Selecciona, agrupa!!
Fotos serie C
Pero entre unas y otras fotografías «que valen la pena», «que sí reflejan», te encuentras con unas cuantas -o muchas- que claramente están mal.
Fotografías desenfocadas, movidas, con un reflejo en la lente horroroso porque ni miraste por dónde andaba el sol inclinándose sobre ti. Con un cielo quemado que ni te cuento, con una oscuridad que ni en Mordor te la habrían aceptado. Fotografías con unos ojos cerrados en pleno retrato que te hacen llorar sólo de recordar su color y brillo cuando estaban abiertos…
Vale, las podemos eliminar porque son claramente inasumibles. Absurdas. Esto está claro.
Igual que la Serie A hay que guardarlas como oro en paño, éstas se van a la basura sin contemplaciones.
Estarán en la copia de seguridad, de todas formas. En el disco duro externo o cualquier otro soporte que no sea el ordenador en el que habitualmente trabajas. Porque no, niños, no seleccionéis antes de hacer una copia de seguridad mínimo ¡¡que la tecla Supr la carga el diablo!!
Fotos serie B
El problema es que entre las A y las C también están las fotos del «sí pero no».
Se parecen a las «buenas» porque forman parte de aquella puesta de sol en la que te volviste loco disparando sin cesar, a medida que las nubes se coloreaban de forma más intensa. Cuando cada minuto es mejor que el anterior. O las que forman parte de aquella fiesta local a la que fuiste, ya fuera los correfocs de Palma de Mallorca o una ceremonia vudú.
Son las fotos de tu viaje que podrían tener un pase pero que no te terminan de convencer. Quizá porque las «mejores» son muy buenas, o son muy soñadas, o son muy parecidas a las grandes fotografías que has visto en libros, blogs, o redes sociales de fotografía como 500px y Flickr. Redes donde por cierto tengo cuentas, y aparte me encanta navegar buscando fotografías de destinos a los que planeo ir por aquello de aprender de otros.
Estas del «sí pero no» no llegan a la altura de las A, por lo menos cuando estás en pleno bosque de fotos, y por eso son las que yo llamo de Serie B.
Ya está, sencillo ¿no? mmmm…. ¿y para qué?
Pues volvemos al principio. Yo creo que deberías saber que si no quitas la paja, si no las seleccionas, te dará una pereza terrible volver a verlas.
Ni te cuento a aquéllos a los que se las enseñas. Perdón, a los que torturas con todas esas fotos desenfocadas y movidas ante las que, además de darle al botón de pase más o menos rápidamente, murmuras un «está desenfocada» a modo de disculpa. Ya, ya se ve. Podías ahorrarnos ese pase, canalla 🤔
Lo más importante de seleccionar tus fotos de viaje es ser consciente de que luego, cuando vayas a ver esa selección, te aportará un disfrute mucho mayor (y a tus espectadores, pobres, que incluso puede que te feliciten).
Además, con las mejores puedes hacer un álbum digital, imprimir un lienzo, hacer un calendario para la cocina o el escritorio, o mil cositas más. Que hoy en día hay muchos servicios online que realizan productos de una forma muy profesional. En cualquier caso, no lo olvides, es tu historia de viaje.
Cosas a tener en cuenta para la selección de fotos:
Menos es más
Trata de reducir al máximo el número de seleccionadas. Sé dura contigo misma y con tu viaje, con tus recuerdos. Asume que no llegas a reflejarlo al cien por cien. Busca la belleza, fíjate en que el cielo no haya quedado blanco, que la foto comunique, que sea armónica. En fin, los consejos que dan los fotógrafos. Seguro que tienes algunas así.
Crea tu sistema de carpetas donde guardarlas
En mi caso, suelo organizarlas por destino/viaje realizado y en sucesivas carpetas según sean los originales, copias para internet después de la edición, de amigos para compartir, para el álbum si lo hago, etc. etc.
Crea las carpetas que consideres oportunas, pero recuerda que no se trata más que de organizarlas como tu lógica considere. Si prefieres por fechas, adelante.
Puntúalas
Mi sistema se ha refinado con el tiempo, y ojo, si eres profesional de la fotografía puede que te venga una carcajada a la garganta, así que recuerdo: yo no soy fotógrafa profesional.
Ahora las selecciono directamente en el principal programa que utilizo para procesarlas, Lightroom, porque permite hacerlo. Dentro de este programa, utilizo el sistema de asignar estrellas y/o etiquetas de color a cada foto. También tiene un sistema de banderas y… bueno, creo que mejor voy a derivarte a este enlace muy interesante de Photolari, donde Ignacio Izquierdo, uno de mis fotógrafos favoritos, cuenta cómo lo hace él en Lightroom. Yo ya estoy tomando nota para adoptar algo similar porque me parece más que acertado.
Hoy por hoy, antes de haber leído la entrevista mencionada, lo que yo hago es asignar 5 estrellas para las que considero son las mejores indiscutiblemente (hay viajes en que ninguna se lleva ese honor). 4 estrellas para las que considero «buenas». 3 estrellas para las que tienen un pase o son representativas de un momento del viaje, y por tanto quiero incluirlas aunque su calidad no sea la mejor desde mi punto de vista.
Después sólo tengo que filtrarlas por el número de estrellas que quiero, y todas las demás se ocultan. Así puedo agilizar el trabajo de procesado, ya que por ejemplo, si me he traído mil fotos, me quedo con 200 que después se reducirán a 20 para un post, o lo que sea que vaya a hacer.
De todas formas, como no todo el mundo utiliza el programa mencionado -ni falta que te hace si no quieres o si no le das mucha importancia al procesado, aunque personalmente me encanta-, te cuento que antes lo hacía a mano. Simplemente trasladándolas a las carpetas creadas que he comentado en el anterior apartado.
Muchas se quedan en la vorágine del «back up», algunas puede que con el paso del tiempo encuentren una segunda oportunidad, y otras no. Algunas acaban en la papelera, sin contemplaciones, como ya he dicho antes.
Al cabo de un tiempo, vuelve a ellas
Pues sí, la vida de las fotos de un viaje no termina unas semanas o meses después. A veces te entra la morriña o se te ocurre hacer algo nuevo y vuelves a los originales. Cuanto más tiempo pase, mejor.
Lo mejor de esas ocasiones es que puedes ir más allá de la primera selección que hiciste. Quizá las miras con los ojos de la perspectiva que te da el tiempo sobre aquella vivencia. Con distancia emocional seguro. Quizá con ojos más técnicos si entretanto has aprendido algo de fotografía. Incluso puede que algunas fotos las rebajes de categoría.
No pasa nada, tú eres el autor, y con tu obra, haces lo quieres.
Lo importante de verdad es que disfrutes volviendo a ver tus fotos, y no seas de esas que las dejan descargadas en el ordenador y «hasta nunca», porque para eso… No hagas fotos, disfruta del viaje 😀
¿Quieres leer algunos consejos más sobre fotografía? Aquí tienes lo publicado hasta ahora
- Cómo fotografiar un eclipse solar (o al menos intentarlo)
- 16 consejos para fotografiar fiestas y eventos en tus viajes
- Retratos de India
- Fotografiando el eclipse de luna más largo del siglo XXI en Madrid
- 4 consejos básicos para mejorar tus fotografías de viaje
- Cómo hacer fotografías especiales en los viajes: luces que hay que aprovechar
- Seleccionar tus fotos de viaje y no morir en el intento
- Sin mirar por el visor
- Viaje al Cosmos
- Cómo fotografiar estrellas, de principiante a principiante
- Fotografiando auroras boreales en Islandia
Hola, me gusta mucho lo que escribís siempre! Gracias ?
Hola Silvia! muuuchas gracias, me alegro un montón! :)
Hola Ali, me siento muy identificado con muchas cosas de las que dices. Yo también tengo serie C, que son eliminadas inmediatamente, serie B que sobreviven pero no son ni editadas, y por ende no publicadas, y serie A que son editadas y publicadas. Tras el paso de los meses, años, vuelvo a las de serie B y me sorprende el por qué carajo no la catalogué como A y la edito y publico. He de decir que cada vez traigo menos fotos, soy cada vez más selectivo en mis fotografías. A seguir afotando :)
Besos Ali
Je, je, incluso puede que haya una letra más, pero no es cuestión de ampliar y ampliar ;P
Yo también me estoy conteniendo últimamente en fotos, tratando de hacer menos, pero mejor, más pensadas al menos, aunque luego te quede esa sensación de que dejaste demasiadas cosas fuera de tu reportaje, pero hay que aprender a vivir con ello! :D
Besos!
Jajaja, ¡curioso! Hasta que no he llegado al final del post, para poner mi comentario, no me he dado cuenta que David también se lo ha leído, se nota que nos gusta la fotografía.
Gracias por este post tan útil, yo soy un desastre a la hora de organizar las fotos, me ha gustado mucho tu sistema, de organización de carpetas, y el puntuarlas, ¡ Lo que si que hago es la primera selección de las que hay que eliminar si o sí.
Un post muy útil y práctico ¡Felicidades!
Jajaja!! Gracias Irene, pues aunque tengas en casa a un fotógrafo, me alegro de que te resulte práctico el post ?
Un besazo
Ali
Vivan las carpetas de highligths!
Vivan! :D
Lo primero es procurar no hacer millones de fotos, pero es tan difícil… sobre todo cuando viajas en familia y con niños pequeños ¡Gracias por los consejos!
je, je, es difícil pero es bueno intentarlo. Recuerda que después hay que seleccionar, a lo mejor funciona como método disuasorio! ;P
Saludos y de nada, un placer