¿Os ha ocurrido alguna vez que no os permiten hacer fotos, estando en un espacio público? Vale, ya sé que esto puede ser entendido como una invitación a debatir sobre derechos de imagen y tal y tal. Pero no es mi intención. Me ha ocurrido muy pocas veces, pero en el viaje a Togo y Benin la situación ha sido recurrente, y especialmente en los mercados. Decidí recurrir a hacer algunas fotos sin mirar por el visor. Aquí os lo cuento.
En Benin y Togo mucha gente no quiere que hagas fotos
Ni siquiera si lo haces sin enfocarles a ellos. Incluso, en algunas ocasiones, no te permiten hacer fotos de sus mercancías. No me cansaré de decir que no es todo el mundo, pero sí te puede pasar de manera bastante frecuente.
No penséis que tiene que ver con si robas su alma o cosas así. Al menos ellos tienen smartphones y algunos cámaras, y las utilizan.
Aunque quizá, podría ser, los que son animistas recelan de estos artilugios y sí piensan que algo malo puede ocurrirles si se dejan fotografiar por otros. Nadie me contó nada al respecto así que no puedo afirmar si hay algo de esto.
Tampoco sé si es que tienen un mal día. O si alguien abusó de su permisividad en el pasado, si circulan historias truculentas acerca de lo que se hace con las fotos en el mundo de los blancos. Quién sabe.
El problema es que no puedes explicárselo o tratar de razonarlo porque la barrera del idioma está ahí. Y mucho más importante, la lógica de pensamiento y todo lo que la sustenta con la educación, cultura, creencias. Además no están dispuestos a escuchar, creedme cuando os digo cómo se ponen.
Yo «sufría»…
A ver si me entendéis. Me encantan los mercados, ver a la gente en su actividad cotidiana. Incluso observar una gran trifulca entre las vendedoras como nos ocurrió en un mercado beninés.
A mi gusto por los mercados, se une mi pasión por la fotografía, con la que intento ir más allá en cada ocasión.
Los mercados son una «mina» para esta práctica. Eso sí, puedo estar horas mirando y otras tantas fotografiando. No me gusta sacrificar una cosa por la otra.
Siendo además una experiencia tan intensa, me gusta recordarla después en forma de imágenes.
Y en mercados tan fascinantes como los de Benin y Togo, parecidos pero diferentes a los de otros países de la región de África del Oeste que he visitado, casi os diré que se me encogía el corazón al no poder retratarlos.
Pero los gestos y sobre todo palabras, en su lengua, que «me dedicaban» no era para tomárselos en broma. No sé qué habría pasado si los hubiera ignorado haciendo fotografías mirando por el visor (o con la pantalla, en modo live view).
Quizá me hubiera ganado una hostia, o la expulsión del mercado, o se hubiera montado una de esas broncas multitudinarias que de vez en cuando saltan en dichos mercados en los que se grita mucho, gesticulan mucho y se propina algún que otro golpe. Aunque siempre hay gente dispuesta a separar a los que discuten.
No lo sé porque los africanos son muy vehementes en sus gestos y allí la violencia es algo más cotidiana que aquí.
En cualquier caso yo respeto mucho a la gente que no quiere ser retratada. El problema es que aquí hacían extensivo el rechazo a todo, incluso a los objetos inanimados.
En fin, el caso es que reaccioné de una manera instintiva rebelándome a la situación
Y decidí disparar fotos sin mirar por el visor. Sin sostener la cámara frente a mi cara. Por supuesto, sin tener activada la pantalla!!
Como quería algún resultado, porque si no, no me juego el tipo, también empecé a preparar la cámara antes de llegar, después de la primera experiencia…
Decidí usar el objetivo de 35 mm. que tanto por su rapidez de enfoque como luminosidad -importante en estas situaciones- y tamaño (mucho más discreto), pensé que sería mejor.
Además abarcar menos campo podría ayudar a obtener mejores resultados. Podría captar algún detalle que con un objetivo más amplio se perdería en la confusión de objetos y personas que hay en estos sitios.
En alguna ocasión incluso hice una medición muy rápida de la luz (jugándome el pellejo, sí…uh uh, al límite! :-D) aprovechando que estaba nublado y con luz bastante uniforme, y la dejé en Manual que es como suelo disparar. Pero la mayoría de las veces la puse en Automático, sin flash, y que fuera lo que fuese.
A veces apoyaba la cámara sobre mi mochila, a la altura del pecho (la mochila la llevo por defecto colgada por delante cuando voy a un mercado, como medida de seguridad).
Otras, sostenía la cámara de manera casi casual, a la altura de la cadera y tratando de levantarla un poco.
Ja, ja, ja, un día estábamos paseando por uno de estos mercados y me dice Moussa (el guía burkinabés con el que viajábamos): me gusta cómo lo haces, vas haciendo fotos así como quien no quiere la cosa. Y aparte de reírme, pensé que si él se había dado cuenta, muchos también se la darían.
El caso es que con todas estas explicaciones quiero dejar claro que estas fotos no son producto del azar, sino que las intenté buscar. Otra cosa es que salieran bien, o más arriba o más abajo de lo que yo quería.
Tengo que decir que en alguna ocasión me pillaron, creo. Seguramente el piloto rojo de medición de luz les dio el chivatazo, o una postura menos natural tratando de alzar el objetivo para no sacar sólo pies, o la ralentización de mi paso para no mover la cámara.
Pero como también se ponían de uñas sólo con verla, incluso con la tapa puesta en el objetivo, pues es difícil saber si me pillaron o simplemente trataban de adelantarse con una bronca por anticipado.
Recuerdo cómo una mujer, en el gran mercado de Lomé, al vernos venir empezó a gritar a sus vecinas de puesto «atención, atención!!» (en francés es prácticamente igual).
Por supuesto no íbamos haciendo fotos y por supuesto lo que hice inmediatamente fue apuntar con la cámara al suelo lo más claramente posible. Al pasar a su lado le hice un gesto de calma. Se calló, pero siguió mirándome fatal.
Le di los buenos días y continué mi camino entre la gente y las mercancías, y no volví a intentarlo hasta un rato después, lejos de allí.
No hice muchas fotos así, lógicamente.
Intentaba pensar en el motivo, imaginar la foto en la cabeza. También me cuidaba del momento. Que no estuvieran mirando a la cámara y mi dedo, o no estuvieran tan cerca como para oír el click. Realmente difícil porque hay muy poco sitio libre y estás rodeado de gente casi constantemente.
Pero lo intenté y lo intenté en los sucesivos mercados que recorrimos durante el viaje.
El resultado ha sido curioso en algunas ocasiones. Aceptable e incluso bueno desde mi punto de vista. Desastroso en otras.
Estas últimas no las pongo, no os quiero torturar más de la cuenta.
Bueno, esta de los pies que viene a continuación. A mi me gusta, no sé por qué, pero probablemente penséis que está en la tercera categoría.
El caso es que pensé: mira, es otro punto de vista, y me gusta.
Incluso algunas de las completamente «torcidas».
Creo que reflejan mejor, que transmiten más, como si estuviera otra vez allí
Lo que yo quería transmitir es…
La mirada de esos mercados llenos de vida cotidiana en los que los niños y bebés se mezclan con las madres y los tomates.
Los mozos, las motos, las mercancías frescas y las manufacturadas, la falta de espacio, lo abigarrado, lo colorido…
Todos a lo suyo y no posando (que esa es otra: quien te autoriza, posa. Está muy bien, pero no siempre quiero hacer fotos de posados), creo que lo he conseguido con estas fotos.
Al menos comparando con mi experiencia directa. Ya me diréis vosotros, los que no estabais allí, si he logrado transportaros a un mercado africano!
¿Qué os parece a vosotros esta mirada, es distinta?
¿He conseguido transportaros a estos mercados de una forma, no sé, más natural quizá? ¿aunque no fuera un objetivo planeado sino una adaptación a las circunstancias?
P.D.1. Todas estas fotos las he hecho sin mirar por el visor, tal y como explico en el artículo.
P.D.2. Creo que voy a repetir. No sé dónde ni cuándo. No creo que todos los escenarios valgan para esto, o resulten bien. Pero sí, creo que volveré a probar esta manera de hacer fotos.
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Genial punto de vista! Para hacerlas «a ciegas» han salido fenomenal. Unas fotos chulísimas :)
Y jolín, qué genio gastan, no??
Gracias Marta!! sí, sí, tienen mucho carácter y nunca sabes hasta qué punto son más de «perro ladrador, poco mordedor»… o las dos cosas, así que por si acaso, mejor no tentar a la suerte!! :)
Besos!
Ali
Jolin que si lo has logrado…. a mi, al igual que a ti, me ENCANTAN los mercados… nunca me han llamado la atención por hacer fotos, pero a veces cuando me paro a hacer una siento como si estuviera entrometiéndome en su vida, y es por ello que muchas veces (quizás el 90%) disparo sin mirar lo que hago, como has hecho tu ahora, discretamente y sin saber dónde apuntas ni lo que va a salir.
Es por eso que puedo decirte que te han quedado unas fotografías geniales, que creo que reflejan a la perfección los mercados que recorriste.
Enhorabuena :)
Muchas gracias coleccionandoimanes!! Me alegro!! para mi, como ya he dicho en el post, son una excelente oportunidad para hacer fotos por la cantidad de detalles y sobre todo el desarrollo de escenas de la vida cotidiana, pero es cierto lo que dices, que al ponerte a hacer fotos (mirando por el visor) sientes que te entrometes en su vida, quizá por eso, porque son espacios muy cotidianos aunque públicos. De todas formas, a mi me ocurre con las primeras fotos y si veo aceptación por su parte, entonces me relajo, je, je… pero sí, con esta experiencia me he dado cuenta de que puedes resolver la situación muy bien e incluso practicar la fotografía así para encontrar otro punto de vista, aunque es arriesgado y puede salir un truño, claro.
Un abrazo y gracias!
Ali
No sé si habrá sido la primera vez que haces fotos de «tripa» pero te han quedado muy bien :-) Nosotros empezamos a hacerlas también en África, en la medina de Marrakech . Acabamos entrando en una zona menos turísticas y empezamos a recibir malas miradas por parte de la gente… En aquellos días íbamos con una compacta y nos ahorramos el click del espejo al levantarse. Ahora es un poco más complicado porque es más indiscreto.
¿Les molestaría verse en tu blog o estarían contentos con el resultado? A nosotros, nos gustan mucho y nos transportan a tu mercado, a su mercado y a todos los mercados del mundo.
Hola!!! Sí, es la primera vez!! Gracias, me alegro de que os gusten! No sé si les gustaría verse publicados o no, porque no hice a la gente que me avisaba, y los demás, muchos te miran ceñudos pero sonríen cuando les saludas, así que ni idea, me gustaría pensar que sí…
Besos!
Ali
Preciosas fotos Alicia!
te han quedado genial y creo que refleja aun mas fielmente el bullicio de un mercado africano, y como se viviría colgado de tu cuello.
Las perspectivas inusuales le dan un toque de desorden muy apropiado (para mi gusto)
Me pasó igual en un mercado en Mauritania, la gente se ponia super agresiva con solo ver la camara y me pedian autorización muy a la defensiva, aunque solo le hubiera hecho la foto a una montaña de tomates. A mi me cortó un poco el rollo, y aunque seguí haciendo fotos con tú tecnica (la uso muy amenudo!) a mi no me salieron contanto estilo. Tendré que perfeccionarla seguiendo tus consejos!
En Mauritania también?? Ooh. Gracias guapísima, y como dices, espero que te sirvan mis consejos, aunque también hay azar en estas fotos ????
Muy acertado el articulo! He tenido la oportunidad de estar en Ghana y Nigeria y «disfrute» de los mismos problemas que tu con las fotos e incluso grabando video desde el coche. Pero lo consegui!! En breves lo publicare.
Curiosamente esto no me paso en India donde las propias personas me pedian que las hiciera una foto.
Adios viajera!
Nos vemos por el mundo.
Gracias María!! Estaré al tanto para ver tus resultados ?
Un abrazo viajero!
Alicia
Si, a mi también me ha pasado en varios mercados, y la verdad es que cuando te llaman la atención es muy desagradable! Se me quitan las ganas de hacer fotos y hasta me quedo con mal cuerpo… prefiero pedir permiso… jejeje! Voy a tener que probar esa técnica, te han quedado increíbles! <3
Yo también me quedo mal si me llaman la atención y la verdad es que en los últimos años opto más por pedir permiso aunque pierda naturalidad. A veces hay suerte y te lo dan pero siguen a lo suyo 🙂🙂 de todas formas esta manera de hacer fotos te puede dar una perspectiva diferente o es una manera de jugar con la cámara, también en lugares donde no hay inconvenientes como un paisaje vacío de gente, tu casa.. 😉