Muchas veces coincidimos con fiestas, ceremonias o eventos del destino al que vamos. Y esos momentos tienen muchas papeletas de ser uno de los mejores recuerdos que te puedas llevar. Sin embargo, no es tan fácil reflejarlos bien en las fotos. Aquí te traigo unos consejos para fotografiar fiestas y eventos con el ánimo de que esas fotografías sean un poco mejores 😊
¿Por qué las fiestas y eventos pueden ser un objetivo de viaje, o uno de los mejores momentos de un viaje?
Bailes de máscaras, festivales en honor a un sultán, fiestas populares, carnavales, ceremonias religiosas, recreaciones del pasado. Los eventos están por todas partes, forman parte de la vida de las ciudades, pueblos y comunidades a los que viajas y ¿a ti no te pasa que estos momentos suelen ser los mejores de un viaje o una escapada? A mí desde luego, sí, y desde hace tiempo no dudo en apuntarme a cualquier plan que incluya algo al respecto.
Por ejemplo, una de mis ilusiones en el viaje a Sri Lanka era asistir al Festival Esala Perahera. O sin ir más lejos, el festival Temps de Flors de Girona fue una gran motivación para ir a pasar un fin de semana a esa ciudad medieval tan bonita.
Vale, pero ¿por qué las fiestas y otros eventos pueden ser un objetivo de viaje, o uno de los mejores momentos de un viaje?
Creo que es porque suelen ser momentos especiales. La vida cotidiana se interrumpe y se despliegan performances de distinto tipo: rituales, disfraces, procesiones, teatro, música, etc. La atmósfera festiva o solemne se palpa, se siente, se experimenta. Digamos que te cuelas en la casa de tu vecino en medio de un cumpleaños o una boda. Sabes que es un momento extraordinario en su calendario. Tú eres alguien totalmente ajeno y por tanto todo es nuevo para ti, o casi nuevo. Tus sentidos se abren más.
Observas más, te sorprendes más, aprendes de su historia y tradiciones, e incluso puede que te transportes en el tiempo o el espacio. Por ejemplo, ¿Sabías que en Extremadura o Galicia hay muchas fiestas de máscaras que recuerdan muchísimo a las africanas?
Porque claro, esta es otra. Es algo que puedes vivir cerca de tu casa, no tiene por qué ser a miles de kilómetros, aunque no por ello vamos a despreciar una fiesta en África, Asia o América ¿verdad?
Vale, todo muy bonito pero suele pasar que cuando visualizas las fotos que has hecho de ese día (o días) te frustres. No es tan fácil reflejar en las fotos la experiencia, el ambiente, la atmósfera, los colores, la luz.
En primer lugar, está claro que cuanto más especiales son tus sensaciones, más difícil es que las veas en tus fotos. Esa gran cercanía emocional es tan difícil de recoger en una imagen estática, que es muy posible que dicha imagen te defraude. Pero más allá de la intensidad de tus sensaciones, hay más cosas que ponen difícil esto de fotografiar fiestas y eventos.
- Tienes delante tantos estímulos que no sabes a dónde mirar y encuadrar con la cámara. Hay varios focos de acción, colores, estímulos.
- Suele haber mucha gente que está pasando por delante de tu cámara, que se mete en medio de tu foto, que no te deja situarte en la posición desde la que crees que vas a tener el mejor ángulo.
- Es fácil que las condiciones de luz no sean las idóneas (de noche, con lluvia, etc.).
- Hay que reaccionar e intentar anticiparse al momento preciso. Por ejemplo, cuando una comitiva se acerca, sabes que va a pasar a tu lado y vas a tener sólo unos segundos para disparar.
Por eso he decidido recopilar los “trucos” para fotografiar fiestas y eventos que intento poner en práctica cada vez que me encuentro en una de estas situaciones. Vaya por delante que no soy fotógrafa profesional, que muchas veces me equivoco, que la gran mayoría de lo que consigo hacer no vale mucho o nada, y que me sigo frustrando la mayoría de las veces. Pero al menos lo intento y creo que estos consejillos te pueden venir bien. Con que sea sólo uno, ya me doy por satisfecha 😉
16 consejos para fotografiar fiestas y eventos en tus viajes
Fotografía como si fueras un periodista
Vale. No somos periodistas ni lo pretendemos. Tampoco somos fotógrafos profesionales ni lo pretendemos. Pero oye, queremos hacer las cosas bien, o mejor que antes, para que nuestra colección personal de fotos sea más satisfactoria ¿no? Pues imitemos y aprendamos de los maestros.
Te aconsejo que hagas fotos tanto a lo general como a lo particular. Piensa en los reportajes de las revistas o en esos preciosos libros de fotografía. Fíjate y verás que suelen combinar ambos tipos de fotografía para contar una historia. Tanto escenas generales como detalles. Recuerda además que las fiestas tienen distintos momentos, y que puede ser interesante reflejarlos en tu propio reportaje. Los preparativos (el antes) y el “fin de fiesta” (el después) también son momentos a retratar.
¡Los detalles importan!
Siguiendo con lo anterior, los detalles importan y siempre van a ayudar al espectador (tú dentro de un tiempo, tus amigos y familiares, tus seguidores en redes sociales) a transportarse a esos momentos.
Aislar un rostro, hacer fotos de los objetos que portan los participantes o los instrumentos de música siempre completará el “reportaje” y te ayudará a fijarte en los detalles.
Una de las cosas que más me gustan de la fotografía es que me ayuda a darme cuenta de muchos detalles que, si voy con las manos en los bolsillos, no me percato de ellos. Porque sí, muchas veces no miramos con la suficiente atención. Y no lo digo sólo yo:
«La cámara fotográfica es un instrumento que enseña a las personas a cómo ver sin cámara» Dorothea Lange (cita tomada del libro Ayúdame a mirar, la biblia del reportaje fotográfico de Tino Soriano).
Muévete, no te quedes en el mismo sitio todo el rato
Sólo moviéndote cambiarás la perspectiva y tus fotos no parecerán todas iguales porque están hechas desde el mismo sitio.
Si no puedes moverte de sitio, echa mano del zoom en lo posible. Además de cambiar de posición, agáchate o busca un sitio un poco más elevado para cambiar el ángulo de visión y lograr alguna fotografía de más impacto.
Pasa tiempo en el lugar
No vayas a fotografiar una fiesta en media hora y luego a otra cosa mariposa. Pasar tiempo es fundamental para que puedas experimentar la atmósfera, fijarte en los detalles, y al final puedas lograr encontrar esas instantáneas mejores o más especiales.
A mí me pasa siempre lo siguiente:
Llego a un evento y empiezo a disparar fotos con entusiasmo. Al cabo de un rato me doy cuenta de que no estoy haciendo nada interesante, que todas mis fotos se parecen, que hago muchos planos generales que, para alguien que no ha estado en dicha fiesta, puede ser que no le digan nada.
En realidad ese primer rato he estado “calentando”. Entrenando la mirada en el sitio, porque es difícil prever cómo van a ser las cosas. El caso es que cuando me doy cuenta, y esto es lo importante, darse cuenta, empiezo a cambiar el tipo de fotografías que hago. Insisto: lo intento. Otra cosa es lograr hacer fotos como un profesional.
Este proceso puede darse en mucho rato o en unos minutos. Piensa que a veces la acción se desarrolla en un tiempo específico y tienes que reaccionar con rapidez. De nuevo eres tú quien tiene que darse cuenta de que o te espabilas, o cuando quieras empezar a hacer mejores fotos el objeto de las mismas ya no está 🤷♀️
En definitiva, esos momentos de “calentamiento” pueden alargarse más o menos, según las circunstancias, pero sí puedo decir que la mayoría de las veces las primeras fotos valen mucho menos que las últimas.
Cómo evitar (o no) a los otros turistas y asistentes
Evitar a otros turistas y observadores es un gran quebradero de cabeza si vas a fotografiar fiestas o eventos en una ciudad, otro país, etc.
Para empezar, es posible que sea misión imposible, así que lo mejor es asumirlo y trabajar sobre esta base. ¿Por qué no incorporarlos de manera natural? Al fin y al cabo forman parte de la escena. Hombre, no es lo mismo un festival de máscaras en África donde los blancos destacamos como moscas en un vaso de leche, que una fiesta en Galicia, pero ya me entiendes. Por supuesto, una forma de evitarlos es dedicarte a fotografiar los detalles con el zoom al máximo, o tratar de buscar la oportunidad de fotografiar una escena general cuando no haya ningún turista por ahí. Pero para todo lo demás… incorpórales.
Atención: es muy probable que, al volver a casa, te encuentres con que algunas o muchas de tus fotos tienen uno o varios personajes no deseados que entraron en el encuadre y tú no te diste cuenta en ese momento. Nota mental: tratar de mirar con más atención la próxima vez, además de asumir que algunas se van a ir a la basura por esta causa, a no ser que te encante modificar las fotos con Photoshop (no es mi caso).
Experimenta con la cámara en modo manual
Si tienes algunas nociones sobre cómo funcionan los parámetros de la cámara ¿Por qué no hacer fotos que transmitan el movimiento disparando a velocidad baja? Quizá no te salga bien a la primera, pero es cosa de intentarlo varias veces. Un poco más adelante te lo explico más en detalle.
Trata de previsualizar algunas fotos sobre la marcha
Muchas veces estás mirando por el visor y disparando como si no hubiera un mañana. Y te olvidas de comprobar si los parámetros de luz, velocidad, iso, etc., son correctos. Puede que estés haciendo un montón de fotos demasiado oscuras o lo contrario, totalmente quemadas.
Por eso, y aunque suene muy obvio, párate y echa un ojo de vez en cuando. Mejor si utilizas el histograma, porque la pantalla no siempre refleja bien el resultado y depende de la cantidad de luz que haya a tu alrededor.
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Haz fotos en modo Manual
Recomiendo disparar en modo Manual. Controlar la luz que entra en la cámara es básico para lograr mejores fotografías. Y, como ya expliqué en el post Cómo fotografiar estrellas, la luz depende de la velocidad (s), la apertura (f), y la ISO.
Si todo esto te suena a chino, no te preocupes, dispara en Automático poniendo en práctica lo que te he dicho antes + algunos de los siguientes consejos que seguro vas a poder utilizar también.
Dispara en RAW
El RAW es el formato de archivo más completo en el que puedes disparar, mientras que el JPG es una versión comprimida de la foto. Cuando vas a retocar la foto en el ordenador, con el RAW puedes cambiar el balance de blancos y mejorar mucho más los colores, la luz, etc., sin modificar el original, cosa que no ocurre con el JPG.
Además, y esto es lo que más me gusta, el RAW se conserva mucho mejor y por más tiempo, mientras que los archivos JPG van perdiendo píxeles cada vez que se abren. Sí, el simple hecho de abrirlos ya implica una pérdida. Si visualizas muchas veces ese archivo, termina deteriorándose. Como las fotografías impresas, vaya.
No obstante, es cierto que no todos los programas de retoque de fotos admiten el RAW y si nunca lo has utilizado, empieza por informarte. Te dejo aquí un estupendo artículo de Xataka Foto.
Utiliza el disparo en modo ráfaga
Dispares en modo manual o no, el modo ráfaga de la cámara es un “truco” que viene genial para estas ocasiones porque te va a dar más oportunidades de captar un momento preciso.
Por ejemplo, si hay saltos, bailes, carreras o la gente gesticula mucho, puede que aprietes el obturador un milisegundo después de la imagen más espectacular.
Imagina que la pierna del sujeto o animal está en el aire, pero tú disparas justo cuando ya está en el suelo. La foto resultante tiene menos fuerza. Ni te cuento sobre esas fotos en las que alguien aparece con los ojos cerrados, o una figura tapando la escena que estabas retratando porque alguien pasó por delante. Con el disparo en ráfaga tienes más papeletas para evitarlo, aunque milagros no hace 😉
Elige con cuidado el objetivo o los objetivos que vas a utilizar antes de ir
Quizá te preguntes qué objetivo utilizar para fotografiar fiestas y eventos, y la verdad es que esto depende mucho de lo que buscas. Lo ideal es ir cambiando, pero esto no siempre es posible.
Yo lo que más utilizo es el todoterreno 18-200 mm, pero si puedo, también utilizo el gran angular Tokina 11-16 mm porque puede aportar más espectacularidad a algunas tomas.
Otra opción que me gusta mucho es el objetivo fijo 35 mm porque tiene una gran apertura focal, mayor nitidez, y me obliga a moverme, ya que no tengo posibilidad de hacer zoom. Tiene otra gran ventaja, y es que es muy pequeño por lo que resulta menos «intimidante» y pasas más desapercibido con la cámara.
No recuerdo haber utilizado el Tamron 70-300 mm para fotografiar fiestas o eventos, ya que es un objetivo para acercarse muchísimo y creo que no es muy práctico por su tamaño y peso. No obstante, si sabes que vas a estar a una cierta distancia de lo que quieres fotografiar, por ejemplo porque estás en un recinto tipo teatro, estadio, etc., entonces podría ser más adecuado. La verdad es que me gusta muchísimo cómo se comporta, así que no descarto probarlo en fiestas 😉
Controla la velocidad y el enfoque
A no ser que quieras jugar con la cámara como te decía más arriba, ten en cuenta que en las fiestas y eventos suele haber mucho movimiento y es fácil que las fotos salgan movidas. Esto es porque estás disparando a una velocidad más baja que el movimiento que estás retratando, y en la mayoría de las ocasiones no queda bien.
✍ Para lograr fotos “congeladas”, debes disparar con una velocidad lo más alta posible.
✍ Si buscas mayor profundidad de campo para que todo o casi todo salga bien enfocado, cierra el diafragma (f) a un valor f/8 – f/10, de nuevo según la cantidad de luz que haya.
💡 Sube la ISO si es necesario, ya sea porque no hay luz suficiente, o porque porque al cerrar el diafragma y/o utilizar velocidades altas, las fotos quedarán oscuras.
¡¡No uses el flash!!
Odio el flash, no puedo con él. Muchos fotógrafos profesionales me dirán que estoy equivocada, pero yo creo que si vas a utilizar el flash, debes saber manejarlo (también hay controles para ello).
Si no lo utilizas más que apretando un botón, que es más o menos como yo lo conozco, no lo utilices de manera general. Mata los colores, imprime demasiada luz… Y recuerda, el flash no sirve de nada para fotografiar algo que está a cierta distancia.
Protege la cámara
Si sabes que va a haber fuego/cenizas, mucho polvo, o si va a llover o nevar, te recomiendo que protejas bien la cámara, o de lo contrario puede “morir en el intento”. Hoy en día existen fundas específicas, sólo tienes que ver la que se adapte mejor a tu modelo de cámara.
También puedes recurrir a inventos caseros. Yo suelo utilizar papel film de cocina, e incluso alguna bolsa de plástico del supermercado. Se trata de envolver la cámara lo máximo posible para que no se moje o no entre polvo o arena.
Si la oportunidad de fotografiar fiestas se presenta en un “aquí te pillo, aquí te mato”, sólo puedo decirte que tengas cuidado y que guardes la cámara en su funda habitual cuando hagas una pausa. Además, no olvides utilizar un filtro uv en el objetivo ¡te aseguro que puede salvar la vida de la lente!
Para fotografiar con el móvil
Si no utilizas cámara de fotos, o no quieres exponerla a algún «accidente» en según qué sitios, pero sí llevas móvil, no descartes aprovechar al máximo las posibilidades de este dispositivo.
- Puedes utilizar el truco de disparo en ráfaga igual que con la cámara, busca cómo se hace en tu modelo/marca de móvil.
- Pero recuerda que el zoom del móvil suele trabajar mal, a no ser que tengas un dispositivo de última generación y gama alta. Si no es el caso, es mejor que hagas fotos sin zoom y que luego las recortes.
- Muchos móviles tienen “modo Pro” en las opciones de la cámara. Ahí puedes seleccionar una ISO distinta, velocidad y balance de blancos. ¡Si hasta puedes hacer fotos a la Vía Láctea! Lo único que no tienen es diafragma.
No te olvides de la batería y la tarjeta de memoria
La típica comprobación fundamental antes de salir de casa: comprobar que la batería está bien cargada, que llevas al menos otra de repuesto, y que llevas una o más tarjetas de memoria con espacio libre. Alguna vez me ha pasado que, de repente, tenía que ponerme a borrar fotos antiguas porque no tenía espacio, y «en el fragor de la batalla» ¡esto es una faena! 😅
Y para terminar, recuerda que estos son consejos básicos que te pueden ayudar a fotografiar fiestas y muchos otros momentos especiales, pero no son los únicos. Cada tipo de fiesta o evento tiene sus peculiaridades y cositas que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, los cumpleaños, uno de los eventos más cercanos y recurrentes en nuestra vida. Aquí te dejo un artículo de Dzoom sobre consejos para fotografiar fiestas de cumpleaños 😉
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