Kirguistán está lleno de tesoros naturales y además no es un país muy turístico. Tiene todos los ingredientes para una buena aventura, con historia y exotismo. Aquí tienes 20 sitios que ver en Kirguistán, todos (o casi todos) los que he podido conocer en los dos viajes que he realizado a este país. ¿Te vienes? 😉
Qué ver en Kirguistán
Bishkek, la capital de Kirguistán
Bishkek es el lugar de llegada a Kirguistán más común, con su aeropuerto internacional Manas, a no ser que vengas de algún país vecino por frontera terrestre.
Que no te engañen las apariencias. Aunque es una ciudad que en principio no resulta atractiva, creo que es un buen punto de inicio y final para empezar a conocer a los kirguises y observar la vida urbana.
En Bishkek vas a encontrar grandes avenidas, numerosos parques, el imprescindible Bazar Osh, restaurantes tradicionales, el Museo Nacional de Historia y el cambio de guardia en la plaza Ala Too, la Plaza de la Victoria, las estatuas que hay diseminadas por todo el centro e incluso centros comerciales de aires asiáticos ¿Te parece poco? 😊
Sinceramente, creo que es uno de los lugares que ver en Kirguistán y merece la pena dedicar un par de días para explorarla y, de paso, conocer la historia del país. En especial, la de los años en que fue parte de la URSS, y los de la independencia.
También creo que la mejor forma de conocerla es de la mano de un buen guía. Aquí puedes reservar una visita guiada.
Torre de Burana en Tokmok
Si te pones en camino y vas hacia el lago Issyk Kul, hay una parada muy interesante en los alrededores de Tokmok.
Se trata de la torre Burana, un vestigio de los tiempos de la Ruta de la Seda que fue minarete, construida en ladrillo con una decoración interesante. Puede recordar a los minaretes de la vecina Uzbekistán, pero no está revestida de delicados azulejos.
Burana es uno de los pocos restos que quedan de la antigua Balasagun y de esos tiempos. Los mongoles pasaron por kirguistán y se llevaron por delante todo lo que pudieron.
En el complejo también hay una colección de lápidas funerarias y petroglifos, así como un pequeño museo con restos de Balasagun y tiempos anteriores.
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Valle Chon Kemin
Para pasar la noche de camino al Issyk Kul, nada mejor que parar en este valle. Parte de su territorio pertenece al Parque Natural Chon Kemin y es atravesado por un río del mismo nombre.
En la villa de Shabdan hay varias guesthouses encantadoras, señal de que esta es una parada bastante común para los que van a hacer trekkings en el parque natural.
Se impone dar un paseo por sus alrededores y contemplar el valle. A un lado y otro las montañas, de suaves colinas o grandes picos, no te pueden dejar indiferente. Además puedes dar una vuelta por el pueblo y observar la vida rural de kirguistán.
Este valle también es famoso por sus patatas, ya que en la época comunista este era el monocultivo que les habían asignado. Ya sabes que su sistema era organizar la producción de materias primas por «planes». Hoy en día, liberados de ese yugo, también se ven cultivos de huerta y árboles frutales.
No te pierdas el monumento a los campesinos: una azada gigantesca 😉.
Cañón de Konorchek
Uno de los paisajes más sorprendentes que ver en Kirguistán es el Cañón de Konorchek, a pocos kilómetros de Chon Kemin. Está en una de las zonas más secas del país y es como un pequeño desierto sumergido en las montañas, oculto a las miradas de los que circulan por la autovía rumbo al lago Issyk Kul. Tanto es así, que no se conocía hasta hace pocos años.
Sus grandes formaciones de arenisca de colores rojos son espectaculares y me recordaron mucho al paisaje de los Flaming Cliffs de Mongolia, en el desierto del Gobi.
Para recorrerlo hay que hacer una caminata de unos 10 kilómetros entre la ida y la vuelta. En algunos tramos hay que trepar por las rocas, y no se puede hacer si ha llovido mucho porque se camina por el curso del río y puede ser una trampa mortal.
Lago Issyk Kul
El Lago Issyk Kul es el mar de Kirguistán. Un lago muy grande al que se asoman y reflejan las montañas Tian Shan en los días buenos. Si hay bruma, casi no se ven, pero a cambio te da la sensación de que no ves el horizonte y de que estás en el mar.
El Issyk Kul no se congela nunca, tiene un 6% de salinidad y en sus orillas encontrarás conchas. Si hace viento, se levantan olas. También hay gaviotas. Lo dicho, un mar.
Hay muchos lugares donde alojarse, tanto en la orilla norte como en la sur, pero te doy un consejo: evita la ciudad de Balikci, una de las primeras que te encuentras al llegar desde Bishkek. En esta zona suele hacer mucho viento y hace más frío que en otros sitios.
Sí te aconsejo alojarte un poco más al este, por ejemplo en el Karven Resort four seasons en Chon-Sary-Oy, y disfrutar de una tarde de playa en compañía de los kirguises, que adoran ir a la playa los fines de semana o en sus vacaciones de verano y puentes 🥰.
Cholpon Ata, el antiguo santuario de los Escitas y los Hunos
Una parada junto al lago Issyk Kul casi obligatoria es Cholpon Ata.
En Cholpon Ata, el jardín de piedra, se concentra una gran cantidad de piedras con petroglifos.
El lugar ocupa una antigua morrena de glaciar que desembocaba en el Issyk Kul, y está lleno de restos de muchas épocas y pueblos, incluidos los Escitas y los Hunos. Se cree que este lugar era un centro sagrado por la cantidad de restos de distintas épocas y la presencia de cimientos de antiguos templos.
Merece mucho la pena ver los delicados grabados de hace miles de años que representan cabras montesas, ciervos, e incluso camellos montados por hombres. Una prueba más de que esta era una de las rutas de las caravanas.
Garganta de Grigorievskoe o Chon Ak Suu
Ahora sí, entramos en las montañas de perfil alpino que, al menos nosotros, llevábamos un par de días o tres viendo en la distancia.
La Garganta o Desfiladero de Grigori es un valle con forma de V que tiene todos los elementos para ser un sitio encantador. Es fácil transportarse a los Alpes europeos o a los Pirineos, excepto por la presencia de yurtas y chicos kirguises a caballo.
Por el centro discurre el “río blanco grande” o «río de Grigori», de aguas lechosas y bravas, que baja de los glaciares de más arriba.
Los domingos de verano suele estar demasiado lleno y no es muy agradable andar por la pista, ya que los coches pasan continuamente levantando mucho polvo, pero el lugar es precioso.
Un poco más arriba se puede ir a hacer una ruta de varios kilómetros. Hasta allí no llega tanta gente, ya que el estado de las pistas es bastante peor.
La ruta discurre por prados enormes poblados de vacas, ovejas y caballos. También hay pequeños campamentos de pastores y bosquecillos. El camino junto al río es menos evidente, pero más bonito incluso que el de los prados.
Ciudad de Karakol
Karakol es la ciudad principal del sur del lago Issyk Kul, el centro administrativo de hecho. Su nombre significa “la mano negra”, se cree que en alusión a las manos de los campesinos que labran la tierra.
Tiene turismo todo el año y desde aquí salen muchos trekkings, así que puedes encontrar hasta tiendas donde venden ropa y calzado de montaña a muy buen precio. También tiene una estación de esquí.
Más allá de esto, en Karakol se puede visitar la antigua mezquita y la catedral ortodoxa rusa, ambas construidas con madera sin clavos. También las casas rusas de los años 30 y el Museo de Historia y Cultura de la provincia, que es pequeño pero tiene su interés.
Garganta Jeti-Oguz
La Garganta Jeti-Oguz es otra buena ocasión para andar por la montaña.
Este desfiladero comienza en la “montaña del corazón partido”, porque desde uno de sus ángulos tiene esta forma, y porque tiene una leyenda que sustenta este nombre. La contaré en su momento, pero es tan romántica como dramática.
También es conocida como la “montaña de los 7 toros”, porque vista desde el otro lado hay siete protuberancias que podrían recordar a la forma de este animal. Sinceramente, yo no termino de encontrar a los toros, pero en estas cosas unos tienen más vista que otros 😂😂. Por si acaso, aquí te dejo una foto de ese lado.
Un poco más adelante está el Valle Kok Jaiyk donde se puede hacer una caminata bastante popular hasta la “cascada de las trenzas de la chica” o Maidenly Plates.
Desde allí arriba las vistas de las montañas y el valle, cubiertos de bosques verdes y con picos con glaciares al fondo, son una verdadera maravilla.
Garganta de Barskaun o Barskoon Valley
En Barskaun hay una ruta que te lleva entre bosques y pendientes muy empinadas hasta dos cascadas. La primera es bastante fácil, pero la segunda ya cuesta bastante.
Estamos en un valle más cerrado y el desnivel geográfico hasta la segunda cascada es de unos 300 m., aunque acumulados son bastantes más. El paisaje es tan bonito como el del Valle Kok Jaiyk 🥰, aunque no tengo buenas fotos porque se nubló bastante e incluso llovió.
El punto de partida está junto al monumento a Gagarin, el astronauta ruso, junto a un restaurante con yurtas.
Cañón de Skazka junto al lago Issyk Kul
Volviendo casi a la orilla del Issyk Kul, el Cañón de Skazka, que significa “cuento de hadas”, es otra de las maravillas que hay que patear y un buen contraste con los prados verdes y los abetos oscuros.
En esta ocasión hay una entrada oficial y tienes que pagar 50 som porque es una concesión del gobierno, pero es un pago simbólico porque estamos hablando de poco más de 0,50€.
Skazka es otro cañón desértico con formaciones de arenisca y yesos de colores. Me recordó un poco al desierto de los Monegros, pero este es mucho más bonito y las formaciones ocupan un conjunto más completo y armónico.
Ciudad de Naryn
Naryn es la ciudad que comparte nombre con la provincia y el río que la atraviesa, que es el más largo de Kirguistán.
Naryn significa “estrecho”, y se lo pusieron los mongoles cuando llegaron aquí. Me hace gracia, porque el valle me pareció muy ancho. Pero claro, los mongoles estaban acostumbrados a sus estepas infinitas.
Naryn está a 2.000 metros de altura y tiene un clima extremo. Es el mejor sitio para parar, llenar el depósito y comprar provisiones antes de ir al lago Kel Suu.
En la ciudad, de arquitectura soviética-kirguís, hay un Museo de Historia de la provincia con varias salas dedicadas a las alfombras y su proceso de fabricación. También hay información sobre las yurtas, la vivienda de los nómadas, y las vestimentas tradicionales.
Además puedes visitar el Museo de Arte Contemporáneo y la Mezquita de Naryn, ambos también recomendables.
Por otro lado, cerca de Naryn está el Mausoleo Gumbez Taylak Baatyra, que es la tumba de un antiguo héroe de Kirguistán y una bonita parada.
Valle Kok-Kiya y lago Kel Suu o Köl Suu
No me voy a entretener con la información práctica que necesitas saber para llegar a este lugar. Lo más importante lo tienes en mi guía de Kirguistán, y en el post que le dedico.
Pero sí te quiero decir que este es mi sitio favorito de Kirguistán, y lo tengo clarísimo después de dos viajes al país. Todo sea que vaya una tercera vez y encuentre otro más espectacular aún, claro, pero de momento eso no ha ocurrido 😅.
¿Por qué es mi favorito? Porque la belleza del valle Kok-Kiya y del lago Kel Suu es arrebatadora.
Pongámonos en situación: estamos en el corazón de las Tian Shan y nos rodean picos que aún conservan glaciares en sus cumbres. El lugar es una preciosidad a cualquier hora del día.
La estrella es el Lago Kel Suu. Aparece encajonado entre montañas con forma de pirámide hechas de pura roca. Su color turquesa brilla de manera alucinante en cuanto sale un poco el sol, y te juro que casi te quedas sin respiración al verlo.
Para llegar al lago Kel Suu debes hacer un trekking de varias horas. Desde los campamentos que hay a la orilla del río, tienes que recorrer unos 7-8 kilómetros (según desde dónde salgas), y lo mismo para la vuelta. Pero no importa. Tómatelo con calma, que estás a más de 3.500 metros. Y disfrútalo todo.
En realidad tienes la opción de hacer la ruta a caballo, pero yo prefiero la caminata. Poder pararte, saludar a los yaks y caballos, observar la flora y, sobre todo, prolongar la visión de esas montañas en el horizonte es todo un privilegio.
Consejo: llévate la comida y quédate un par de horas. La mayor parte de la gente que hace el trekking va a caballo y antes del mediodía se van, así que te quedas con el lago para ti solo y tus acompañantes.
Lago Song Kol o Son Kul
El lago Song Kol era mi lugar preferido de Kirguistán hasta que conocí el Kel Suu, ja, ja.
Se puede llegar a él desde muchos sitios, pero quizá la ruta más espectacular sea la carretera que conecta el lago como la ciudad de Naryn porque cruzando unas montañas rocosas con bosquecillos de abetos que son espectaculares.
Aunque el lago Song Kol está a 3.016 metros de altura, la carretera de Naryn pasa por Moldo-Ashuu a 3.346 metros de altura.
Pero vamos a lo que vamos, el lago:
A diferencia del Kel Suu, el lago Song Kol se extiende plácido en un valle ancho. En la orilla sur hay colinas suaves con uno de los pastos más valorados por los nómadas. En la orilla norte, las montañas Tian Shan se alzan poderosas.
La belleza del Song Kol y sus atardeceres es plácida, acuática, tranquila. Las distancias son muy engañosas, y un simple paseo hasta la orilla puede llevar un buen rato. Si sabes dónde buscar, encontrarás petroglifos de los antepasados en las escasas rocas que asoman en las colinas.
Se congela en invierno, y los campamentos de yurtas se desmontan en septiembre. Nadie vive allí, ni viaja hasta allí, en los meses de invierno.
Puerto Pereval Tekseyporto o Puerto de los 33 papagayos y cascada Son Kul
Este rincón se queda pequeño frente a los que te acabo de contar, pero es genial.
El puerto de los 33 papagayos es una de las salidas del lago Song Kul para volver a Naryn y de allí a Bishkek. Se llama así por las 33 curvas de la pista que baja al valle, que se repiten como hacen los papagayos con las palabras. En google maps lo encuentras como Pereval Tekseyporto 😅.
Nada más llegar abajo, hay un sendero junto al río. Siguiéndolo, en sólo diez minutos llegas a la cascada Son Kul o cascada de Naryn. Este es el punto por el que desagua el lago Song Kol, y es realmente preciosa.
El agua se precipita entre rocas con formas geométricas. Parecen esculpidas por la mano del hombre y recuerda un poco a las cascadas de Islandia.
Valle de Fergana y ciudad de Osh
Si te planteas ir al sur de Kirguistán, Osh es la capital del Valle de Fergana y sitio de paso obligatorio.
Siendo la segunda ciudad del país, Osh tiene un gran bazar que es el ejemplo perfecto de los mercados de Asia Central, y en el que se dan cita varias de las etnias del país. Aparte de eso, es una ciudad grande en la que las plazas gigantes y las estatuas de la época soviética no te dejarán indiferente.
El Valle de Fergana, por otra parte, es lo que podríamos considerar “el granero de Kirguistán”. De aquí vienen muchas frutas y verduras, en especial de primavera y otoño, cuando en las tierras más altas hace demasiado frío.
Bueno, en realidad este valle está dividido entre Uzbekistán y Kirguistán. Ya sabes, uno de esos repartos de los poderosos. Y por eso es un lugar que ha tenido bastantes conflictos.
No sé cómo estará la seguridad por allí cuando leas esto, así que chequéalo bien antes de incorporarlo a tu ruta. Sí puedo afirmar que es muy bonito 😊.
Campamento Base del Pico Lenin
El Pamir es la otra gran cordillera de Kirguistán. Hace frontera con el territorio uigur en China y el pico más elevado en tierras kirguises es el Pico Lenin.
Para llegar al Campo Base del Pico Lenin, que es más accesible de lo que te pueda parecer al oír “campo base”, deberás pasar por Sary Tash, una aldea en la que se suele hacer noche y que cuenta con varias guesthouses que puedes ver y reservar aquí.
El entorno natural del Pamir es muy, pero que muy bonito. Tendrás que superar puertos de montaña bastante altos, y el propio C.B. del Pico Lenin ya está a más de 3.000 metros de altura, igual que los lagos Song Kol y Kel Suu, por otra parte.
Lo que nunca olvidaré es el amanecer que me sorprendió yendo al servicio en Sary Tash, con las montañas del Pamir teñidas de rojo.
➡️ Puedes leer aquí el relato de Sary Tash y el Campo Base del Pico Lenin.
Tash Rabat, el antiguo caravanserai
Si miras el mapa, Tash Rabat parece estar bastante cerca del precioso lago Kel Suu, pero no es nada fácil hacer una ruta entre ambos. No obstante, se puede ir desde Osh sin problema.
Tash Rabat es lo que denominé en su momento una “humilde parada de la Ruta de la Seda”. Esto es: un caranvanserai, un lugar donde las caravanas descansaban después de cruzar el temido desierto del Taklamakán que está al otro lado de las montañas, ya en China.
No es que lleve mucho tiempo visitar este edificio de rocas que aparece extraño y fantástico entre las lomas verdes de un valle escondido, pero es fantástico estar allí. Y llegar hasta allí.
Mapa con los lugares mencionados
Para terminar y para ayudar a que te sitúes, comparto contigo este mapa con todos los lugares mencionados.
Espero que este post te sirva para hacerte una idea de lo que hay que ver en Kirguistán. No está todo, por supuesto, y además -aunque suene extraño- los propios kirguises han ido descubriendo nuevos lugares y rutas a visitar con el paso de los años y el desarrollo turístico. ¡Quizá aún queden lugares de los que aún no tenemos noticia! (o se descubran después de la publicación de este post, ji, ji).
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