Actualizado el 25 junio, 2023
Asia Central es hoy un conjunto de países independientes, los “tanes” : Uzbekistán, Kyrguizstan, Kazajstán, Tajikistan, Turkmenistán. La gran mayoría pertenecieron a la URSS, y poco se sabía de ellos. Hoy no es que sepamos mucho más, aquí en España, y suele ser difícil encontrar información o libros viajeros que nos hablen de estos destinos. Hoy me voy a centrar en una etapa de la Ruta de la Seda que me fascinó: el Campo Base del Pico Lenin, en pleno corazón de Kirguistán, y el camino que me llevó hasta allí.
Andando por la Ruta de la Seda
No muchos saben que por aquí discurría la famosísima Ruta de la Seda. Nombre soñador que evoca a grandes viajeros del pasado, y a ese tejido tan preciado ya por los romanos y después por las aristocracias europeas.
La seda llegaba a Occidente en forma de telas que no se sabía de dónde procedían. Eran finísimas, delicadísimas, pero capaces de aportar calidez al cuerpo. Una tela carísima, sin par frente a las bastas lanas y algodones que se producían aquí.
Esta ruta comercial no se dedicaba en exclusiva a este producto, ni mucho menos. Pero finalmente, alguien decidió bautizarla así, y así la conocemos.
Tampoco es una ruta, sino un conjunto de rutas o caminos que traían y llevaban los productos más o menos exquisitos entre Oriente y Occidente, desviándose y ramificándose, sobre todo en los extremos.
Kirguistán no es tan conocido dentro de esas rutas porque quedan muy pocos vestigios, excepto algún caravanserai como el de Tash Rabat, al fondo de un valle estrecho, a 3.500 metros de altitud, lejos de todo.
Kirguistán, el país que más me sorprendió
Sin embargo, en este viaje maravilloso que recordaré siempre, la parte que más me sorprendió por ausencia de referencias previas fue Kirguistán.
Encontré un país de gentes amables, nómadas, y paisajes increíbles. Por supuesto no exento de su pasado soviético, con tan sólo 14 años de independencia por aquel entonces –fue la última o de las últimas repúblicas en independizarse-.
Aún con algunas estatuas de Lenin en sus pocas ciudades, la costumbre del vodka a todas horas, la burocracia, y mucha población rusa mezclada con la kirguisa, uzbeka, y otras nacionalidades que en su día se movían (o se tenían que mover) por todo el vasto territorio de la Madre Rusia.
A la hora de independizarse, los kirguises decidieron que su bandera tenía que representarles simbólicamente en su esencia: el nomadismo. De ahí que el dibujo que en ella se puede apreciar es la del techo de la yurta, la tienda tradicional en la que los nómadas viven. En concreto, es el punto central donde se reúnen las varillas que hacen su estructura, dejando una abertura por la que pasa la luz del sol.
Entre los rincones que mi memoria guarda, me quedo con los primeros días en los que después de cruzar la frontera con Uzbekistán, cercana a Osh, nos adentramos en las estepas con el objetivo de llegar al Campo Base del Pico Lenin, en la cordillera del Pamir.
👉 Si vas a viajar por tu cuenta a Kirguistán, te puede interesar apuntarte a una de estas excursiones de uno o varios días desde Bishkek.
🏨 Puedes encontrar alojamientos en Bishkek aquí, y en Osh aquí.
✍ No te olvides de viajar con un buen seguro de viajes. Yo te recomiendo IATI porque son los que más cobertura dan, con mejor precio, y su servicio es muy bueno. ¡¡Tienes un 5% de descuento en todos sus seguros si lo haces desde aquí!! ¡Haz click en la foto! 👇👇👇
💡 Una buena idea puede ser llevar una provisión de dólares USA, porque en algunos países cuesta mucho cambiar euros o ni siquiera te dan la posibilidad. Yo te recomiendo Exact Change, y puedes comprar online en su página web o por teléfono en 900 103 740 / 683 597 459. Si lo haces por teléfono, o si entras en su web otro día, añade el código VIAJESDEALI para que sepan que vas de mi parte.
Jugando al Bukshkashi en las estepas kirguises
Nuestro camino hacia el Pico Lenin transcurría a bordo de un camión antiguo del ejército soviético, sin apenas suspensión, por lo que notábamos hasta la última piedrecita del camino. Eso era parte del viaje y la aventura 😅.
A las pocas horas de carretera, observamos un grupo de jinetes en un prado. Paramos. ¡Increíble! Están jugando al Bushkashi o en kirguis Ulash-tartysh, uno de los juegos más antiguos y extendidos en Asia Central.
Esto puede ser un «boom» para nuestra mente occidental. El juego consiste en disputarse el cadáver hinchado de un cordero o una res decapitada.
Sin bajarse del caballo y a gran velocidad, divididos en dos equipos, unos y otros pugnan por quitárselo. Intentan “marcar” en los lugares señalados a ambos extremos del campo. Un juego duro, en tierras duras.
La mayoría son jinetes jóvenes, algunos con atuendos tan extraños como el gorro de piloto de… ¿la II Guerra Mundial? ¡¡Por lo menos!!
Después de un rato observando el juego, y ellos a nosotros cuando se toman un descanso, seguimos camino.
Pero antes, me llama mucho la atención una niña de apenas… ¿4 años? Subida a su caballo, primero sola y después con su hermanito, se mantiene erguida y tranquila. Por supuesto su padre está cerca, pero aun así es sorprendente. Entiendes por qué son tan buenos jinetes.
Ascenso por la Pamir Highway, rumbo al Campo Base del Pico Lenin
Empezamos a ascender circulando por la Pamir Highway hasta llegar al puerto de Taldyk, a 3.615 metros de altitud. Hay escarcha y aparece una mujer y un crío de no se sabe dónde. Después siguen su camino.
El paisaje empieza a ser fantástico, pero se va haciendo de noche así que continuamos hasta Sary Tash, nuestra parada y fonda.
Sary Tash, la antesala del Campo Base del Pico Lenin
Sary Tash es una aldea donde hay varias casas para alojarse que puedes ver aquí.
Son casas de kirguises emprendedores. Acondicionan una o dos de sus estancias para dar cobijo a los que se aventuran por allí, sin más. También tienen alguna yurta instalada para lo mismo.
Nosotros dormimos en una habitación llena de alfombras. Están extendidas en el suelo y apiladas contra las paredes. También hay algunos baúles que guardan las pertenencias de la familia, supongo.
Hace mucho frío, la temperatura baja a menos de 0 grados por la noche, y eso que estamos en Agosto. Salir al baño, que por supuesto está fuera, es toda una hazaña!!!
Hablando de baños: aquí se estilan las casetas de madera de tres metros cuadrados como mucho. Tienen un agujero en el suelo y tabla de madera para poner los pies. Si miras hacia abajo, te encontrarás con todas las evacuaciones anteriores a la tuya. Confieso que en este caso, siendo noche cerrada, no me molesté en ir allí… había mucho campo!!
A eso de las 5 de la mañana tengo que volver a salir al “baño”. Me encuentro con que está amaneciendo. El espectáculo es impresionante.
La cordillera del Pamir se alza ante mí bañada por los rayos del sol. Contemplo arrobada los picos de entre 6.000 y 7.000 metros, con un exponente claro, el Lenin, con 7.134 m. de altura. No puedo dejar de ir a por la cámara y hacer algunas fotos rápidamente. Antes de que la luz cambie y de que yo me congele.
Llenos de nieve, los picos se extienden cubriendo todo el horizonte abarcable.
Después de desayunar y de juguetear un poco con los niños de la casa, ponemos rumbo al Campo Base del Pico Lenin.
Estoy emocionada y expectante. ¡¡Nunca había estado en un “Campo Base”!!! Es casi una palabra mítica, tantas veces oída en los programas de Al Filo de lo Imposible y otros similares.
Después de varias horas, llegamos. Esto ya me produce un poco de decepción ¿Cómo que se accede a motor hasta el Campo Base? ¿dónde ha quedado eso del montañismo y tal y tal? Con el tiempo me he enterado de que también al C.B. del Everest se llega en vehículo. Quizá vaya a verlo algún día.
Campo Base del Pico Lenin
Por lo visto este campo base se ubicaba más cerca del Pico Lenin, a unos dos kilómetros de donde está el actual, en la base de la montaña. Pero allí hay un campo de cebollas silvestres y se decidió trasladar el campamento para no cargárselo. ¡¡Me encanta que se tomen ese tipo de decisiones!!
En el actual Campo Base del Pico Lenin nos encontramos con unas decenas de tiendas de campaña tipo iglú. También hay una grande donde se sirve un menú en dos turnos, con un precio por comida no excesivo. Lo que sí son caras son las bebidas y algún capricho a la venta, tipo galletas de chocolate y cosas así.
Ese día hay muy poca actividad. Al apearnos, vamos al “baño” (una minitienda de campaña con su agujero correspondiente). Yo subí la cuesta un poco rápido y me dio un mareo tremendo. Estamos bastante cerca de los 4.000 metros de altura. Habíamos dormido más bajos, y aquí las variaciones de unas centenas de metros se notan bastante. Veníamos de Uzbekistán, tierras bajas, y no habíamos hecho ningún tipo de aclimatación.
👉 Si vas a viajar a algún sitio de altitud elevada, te recomiendo que leas mis consejos para evitar el mal de altura.
Subimos un poco más hasta el campo de cebollas para intentar ver la cumbre del Pico Lenin más cerca.
Según llegamos, ley de Murphy, la montaña se oculta tras las nubes…
El Pico Lenin es el más alto de la Cresta del Zaaly, en el macizo del Pamir, situado entre Kirguistán y Tadjikistan.
Dicen que es el más fácil de escalar, aunque no deja de tener más de 7.000 metros. De hecho, la montaña está llena de historias de expediciones fallidas, y de muertes.
En 1974 pereció un equipo ruso femenino con 8 alpinistas. No llegaron a tiempo a su rescate a pesar de que estaban conectadas por radio (avisaron ellas mismas). Y fue a través de esa radio que comunicaron sus últimas palabras de despedida y sus lágrimas. Sin embargo la mayor tragedia ocurrió en julio de 1990, cuando un gran terremoto provocó un alud y el campo II, situado a unos 5.300 metros, quedando sepultado por completo. Aquella noche murieron 45 personas que integraban varios equipos de diferentes países. Se preparaban para salir al campo III.
En septiembre de 2008 (poco más de un año después de estar yo por allí…), se encontraron casi todos los cuerpos de los desaparecidos de esa tragedia. Sí, la de 1990.
Acercándome al borde de la terraza natural en la que me encuentro observo varios glaciares.
Desembocan en un valle ancho y profundo, de roca, que claramente es el rastro de esas lenguas de hielo que han retrocedido en las últimas décadas. Seguramente demasiado rápido.
El paisaje es soberbio. El campo de cebollas donde se ubicaba el campamento es una pequeña plataforma cubierta de hierba corta. Efectivamente sobresalen una especie de cebollas –y huelen!-. También hay muchos Edelweiss, una constante en las estepas kirguises porque las alturas de este país rara vez bajan de los 2.000 metros.
Bajamos de nuevo al campamento base, andando y echando miradas hacia atrás. No vaya a ser que el Lenin se deje ver. Y efectivamente, en una de ésas lo hace ¡¡Bien!!
Por el camino vemos algunas yurtas. Los nómadas viven aquí durante el verano con su ganado. A partir de Septiembre se empezarán a mover hacia las ciudades. Aquí hay poco futuro y el invierno es realmente duro.
Nos invitan a entrar a una de ellas. La mujer nos quiere vender unos sombreros típicos kirguises y un pequeño tapiz que ha hecho ella misma con la lana de sus cabras, en el que se ve el dibujo de una yurta. Su mirada consigue que opte por comprar este último. Por aquí no pasan muchos turistas, y me imagino que ese pequeño ingreso le viene muy bien.
En fin, el campo base del Pico Lenin es un lugar para recordar siempre. Seguramente y de momento, mi rincón favorito de Kirguistán, con permiso del lago Song Kol.
Aquí tienes todos los posts de la Ruta de la Seda, no te los pierdas!
- Recuerdos de la Ruta de la Seda, un viaje inolvidable
- Mausoleo de Abakh Khoja
- Valle de Fergana
- Samarcanda y los sueños
- Tash Rabat, parada fabulosa de la Ruta de la Seda
- Khiva, un sueño de adobe y azulejos en la Ruta de la Seda
- Bukhara, la hermana pequeña de Samarcanda
- Lago Song Kol, Kirguizstan y la libertad
- Que ver en un día en Estambul, esa ciudad
- Yarkand, oasis en la Ruta de la Seda
- Lago Karakul
- Mercado de Kashgar, otro mundo
- Kashgar en la Ruta de la Seda
- Campo Base del Pico Lenin, el corazón de Kirguistán
➡️ Este post NO ha sido escrito por la IA (Inteligencia Artificial).
➡️ Este post contiene enlaces a sitios afiliados. Esto significa que si haces una reserva desde dichos enlaces, yo ganaré una pequeña comisión. En ningún caso tú pagarás más y en alguno conseguirás un descuento, como en IATI Seguros. Puedes leer más en este artículo.
¿Quieres seguirme en redes sociales? ¡Aquí las tienes! 😊
Grandes lugares por tierras kyrguizas :)
Hola Alicia, me ha gustado mucho tu post. Me hubiera gustado llegar hasta allí, pero imposible, teníamos que elegir y al final no llegamos, quién sabe si alguna vez vuelva y pueda verlo.
Hola chicos! muchas gracias por vuestros comentarios!!!
Sí, este sitio es una pasada, la alta montaña es increíble, pero yo estuve como 1 mes antes que vosotros y a estas alturas las cosas se ponen feas en esas fechas. Yo por animaros :-)
Un abrazo para cada uno!!
Pues como dice Alicia, me da sana envidia visitar Kirguistán. Me atraen las grandes montañas, y más las Tian Shan y el Pamir, donde se
ubica el «Techo del Mundo». Asia Central supone una poderosa llamada; para atenderla solo hace falta buena forma física y amar la
caminata montañera. De esa región visite Uzbekistán, país vecino de Kirguistán, y también muy recomendable…
Muchas gracias por tu comentario!
Un abrazo!