El extremo norte de Camerún empieza por Kousseri

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Por Alicia Ortego

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Después de cruzar parte de Europa y África, y desembarcar en la capital de Chad, Djamena, cruzamos la frontera. Sí, suena raro, lo sé, pero para empezar la ruta en Camerún por su extremo norte, lo más cómodo y lógico es hacerlo así. Entrando por el país vecino.

Primeros pasos en el Norte de Camerún: cruce de fronteras

La situación geográfica del Extremo Norte de Camerún y los precios de los billetes hizo que volásemos con Ethiopian Airlines pasando por Addis Abeba, justo al otro lado del continente. Fue un día y medio de viaje hasta llegar, por fin, al extremo norte de Camerún.

El calor y la luz cegadora del Sahel se hacen sentir desde que ponemos un pie en Chad. Las gentes, musulmanas en su mayoría según la vestimenta, la presencia de mezquitas (muy diferentes a las de los países árabes) también nos lo indican. Estamos al sur del Sahara, no me cabe duda.

Recuerdo que pensé que «algún día me gustaría visitar Chad». Ahora que actualizo este post puedo decir que he visitado este otro país no una ni dos veces, sino tres. Puedes leer todos mis posts de Chad aquí.

Los trámites en la aduana de Chad en la frontera con Camerún nos llevan casi dos horas, menos tiempo del pensado, aunque llevábamos el visado hecho desde España. Trámites que se realizan en una serie de casuchas al pie de la carretera.

La gran mayoría de la gente que pasa por esta frontera son locales de ambos países en un incontable número de motocicletas y camiones.

Mientras esperamos, resulta hasta divertido ver cómo los «funcionarios» (policías o militares, no siempre distingo bien) entran y salen de una casucha o de otra, con un montón de papeles y nuestros pasaportes.

Uno de nosotros saca una tableta de chocolate y uno de las polis acepta un pedazo, comiéndoselo mientras lleva los papeles a otra oficina. Papeles que vienen y van, cambiando de manos, y nosotros esperando en la pequeñísima sombra.

río logone con nubes reflejadas en el agua el extremo norte de camerún
Río Logone desde Kousseri en dirección a la frontera con Chad – Norte de Camerún

Ni hablar de hacer fotos en la frontera. Como es habitual, está prohibidísimo. La obsesión por los espías, la posible amenaza de una guerra o algo similar que se pudiera valer de información «visual» es una constante en muchos países. Y Camerún está entre ellos.

el extremo norte de Camerún empieza por Kousseri
Río Logone – Norte de Camerún

La entrada a Camerún, en cambio, que está unos metros más adelante, la hacemos casi «a distancia». Nuestro guía camerunés se queda con los pasaportes haciendo los trámites y nosotros entramos al país: ¡esto es África!!

Kousseri

Nuestro alojamiento, el campement Relais Touristique du Logone se halla frente al río. Está compuesto de una serie de bungalows muy limpitos y con aparatos de aire acondicionado de ésos que suenan como si estuvieras al lado del motor de un avión en marcha. La cosa pinta pero que muy muy bien 😊

cartel de nuestro alojamiento "relais touristique du logone"
Realis Touristique du Logone – Norte de Camerún

Hay varios precios, pero los que tienen aire acondicionado y ventilador -los más caros- rondan los 24€ (16.000 CFAS) por noche (habitación doble), en el año 2011.

bungalow del hotel de kousseri
Bungalow de Kousseri – Norte de Camerún

Nos tomamos la primera cervecita en las mesas que tienen dispuestas frente al río Logone. Las cervezas aquí son de 600 ml, así que compartimos, tanto por la cantidad como por que no se calienten demasiado. Probamos la 33, la marca de cerveza más popular en el Norte de Camerún. Ya lo decía Nigel Barley en su El antropólogo inocente, un libro magnífico que te animo a leer.

Con 5º de alcohol, resulta bastante suave. Sin embargo con el tiempo nos terminamos pasando a la Castle, otra marca muy presente no sólo aquí, sino en casi todos los países de África Central.

el extremo norte de Camerún empieza por Kousseri
Patio de nuestro hotel en Koussei – Norte de Camerún

Poco a poco nos relajamos y observamos a los lagartos de vivos colores que circulan a nuestro lado. Son preciosos, y hacen un movimiento vertical con el cuerpo (excepto la cola), muy rápido. Supongo que tiene que ver con procurarse algo de ventilación. No dejo de mirarles y de hacerles fotografías… me fascinan.

el extremo norte de Camerún empieza por Kousseri
Lagarto típico del Sahel – Norte de Camerún
lagarto con cabeza y cola naranjas y cuerpo gris en el extremo norte de camerún
Lagarto del Norte de Camerún

La oscuridad de África y esa sensación de llegar «a casa»

Cuando baja el sol, decidimos salir a tomar algo al pueblo antes de la cena, que hemos encargado en el mismo hotel.

Es Camerún y en muchos otros países africanos es recomendable encargar las comidas con unas horas de antelación. Esto también me ocurrió en Mali. De esta manera, te evitas tener que esperar incluso 2 horas a que te sirvan, o directamente la posibilidad de encontrarte con que no tienen nada.

¿Por qué hay que hacerlo así? Porque no estamos en países realmente consumistas. La economía es muy precaria, la luz no siempre funciona y por tanto no se puede guardar género para potenciales clientes. Si lo encargas, pueden salir a comprarlo, siempre y cuando esté abierto el mercado.

Con todo, seguramente cuando llegues a la hora convenida aún habrá que esperar un buen rato. Pero bueno, no hay que estresarse 😅

De todas formas, la alternativa rápida y también más barata, siempre, es comer en los puestos de la calle. Una opción que fuimos alternando con esta otra durante todo el viaje.

Por la noche las calles son oscuras, no hay alumbrado público

Caminar por la calle o la carretera hacia el pueblo resulta un poco «aventura». Con las luces de las motos que vienen y van sorteamos los baches, zanjas y otros obstáculos.

Nos recibe una plaza donde suena música marchosa a todo trapo, con algunos bares y terrazas en un lado. Tampoco está iluminada.

La ausencia de luz tiene que ver con la falta de infraestructuras. Hay cortes frecuentes y el sistema de cableado es muy viejo. Pero también favorece que haya menos mosquitos y mariposas nocturnas a tu alrededor, y que se esté más fresco.

Eso sí, la primera vez resulta un pelín «marciano». Estás rodeado de sombras oscuras y tienes que hacer un esfuerzo por distinguir al camarero que viene a preguntarte qué quieres. Seguramente nosotros somos como las moscas en el vaso de leche, pero a la inversa: blancos en la oscuridad 😅

La música que suena me recuerda -si no es la misma- a los éxitos de Burkina.

Estoy contenta, vuelvo a estar en Africa y el Norte de Camerún ya me hace sentir como «en casa». Sigue leyendo los otros capítulos de este diario de viaje a Camerún, te prometo que hay todo tipo de aventuras.

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6 comentarios en «El extremo norte de Camerún empieza por Kousseri»

  1. si, viajaba con más gente, pero no, no creo que sea más complicado viajar sola, que viajar solo. Personalmente, no me da miedo viajar sola, pero no me gusta! no sé, viajar es maravilloso y me gusta poder compartirlo con alguien, comentar, reír, discutir, lo que sea. Me encanta tener momentos de soledad en los viajes, no creas, pero de ahí a la totalidad hay un abismo :)

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