El día de hoy es un día de carretera y manta. Cubrir los 500 km entre Maroua y N’Gaoundéré es un ejercicio de paciencia, aunque la carretera está bastante bien, todo hay que decirlo. Hoy te voy a hablar de algo tan simple y tan parte del viaje como es un trayecto por las carreteras del norte de Camerún.
Durante todo un día, como decía, tuvimos que recorrer 500 kilómetros para llegar a tiempo a N’Gaoundéré y arreglar un estropicio con los billetes del tren que íbamos a tomar la noche siguiente para ir al sur de Camerún. La ruta, como siempre, nos regala momentos inolvidables.

Un pueblo cualquiera y sin embargo único
La primera parada la hacemos en un pueblecito con unas formaciones rocosas muy curiosas. No recuerdo el nombre del lugar, aunque estaba en la misma carretera.
Allí visitamos a un herrero, figura de la que ya hablé en el post del trekking de Rumsiki, que se encuentra arreglando una rueda de bicicleta en su “taller”. Después damos una vuelta por el pueblo.



Me llama la atención una mujer bastante mayor que está moliendo mijo, y me doy cuenta de que es la primera que veo en todo el viaje (y la única). Esto es el día a día en otros países como Burkina Faso o Mali, donde te despiertas con el sonido rítmico del mortero.

En Camerún la harina de mijo también es la base de la alimentación, pero parece que suelen machacarlo con una piedra sobre la base de otra, y no de la manera que muestro en estas fotos.
Seguramente hayas visto en los museos arqueológicos este tipo de molinos de mano a los que me refiero. Son del Neolítico, pero en muchos sitios de África siguen siendo una herramienta cotidiana.


Garoua y el chiringuito de zumos tropicales
Paramos en Garoua, la capital del Norte. Es una ciudad muy musulmana, y a la hora que llegamos, pleno mediodía, hace un calor mortal.
Por eso y porque es Ramadán, la gente está bastante «aplatanada». Curioseamos un rato por su mercado y nos refugiamos en un bar donde hacen zumos de fruta con agua mineral. Un lujo asiático, oiga.
El local es muy curioso, pintado de un azul intenso, y está muy limpio.

Eso sí, se toman su tiempo, se hacen un lío con lo que les pedimos, y al final terminamos yéndonos. No, para unas prisas no es.
Tampoco creo que la estrategia de «lo voy pidiendo, me voy al mercado a dar una vuelta y me lo tomo después», pueda funcionar, ya que seguramente piensen que no tiene sentido hacerlo hasta que vuelvas.
En fin, lo mejor es no ir de paso si no con ánimo de invertir el tiempo que haga falta.
Mba, otra parada
En Mba volvemos a parar con la esperanza de cruzarnos con los Mbororo o Wodaabe, pastores nómadas del Sahel que puedes encontrar en el vecino Chad, Níger, Burkina Faso y muchos otros países.
Es día de mercado –aunque está llegando a su fin, es por la tarde-, y buscamos con la mirada a ver si hay algún Mbororo, que en algunas épocas del año llegan hasta aquí. Algunos incluso viven permanentemente en estas latitudes.
El caso es que su campamento estaba a algunos kilómetros y sólo llegamos a ver a unos hombres –se les distingue por sus ropas azules-, y a alguna mujer que vuelve cargada con las compras del mercado en la cabeza.

Aprovechamos, de todas formas, para estirar las piernas y observar el ambiente. Aquí la gente se muestra bastante amable, e incluso un par de chicos nos hace fotos con su teléfono móvil. Lo siguiente es que te pidan tu número, algo que se repetirá en otras ocasiones. Pero mejor no darlo 😅



Me quedo prendada de una niña que sale de casa con su muñeca blanca. Se la ve feliz.

El tráfico de las carreteras del norte de Camerún
Una curiosidad que vi en las carreteras del norte de Camerún y aproveché para fotografiar en la parada de Mba fue una de las señales de tráfico más bizarras que he visto en mi vida.

En las carreteras camerunesas hay unas señales con forma de hombre pintado de negro. Son las que señalan los “puntos negros” de la carretera. De hecho, muchas veces están acompañadas por otra señal que indica el número de muertos en ese punto, aunque la que yo fotografié no tenía. Quizá estaban renovando la cifra…
Y hablando de accidentes de tráfico, unos kilómetros más adelante nos topamos con un accidente muy aparatoso.
Un camión está volcado y cruzado en la carretera, y los demás (la mayoría camiones o autobuses de pasajeros), intentan pasar rodeándole.

Me parece muy raro que se afanen en pasar y no intenten retirar el camión o lo que sea, pero nos enteramos que el accidente era de esa misma mañana. Precisamente ya estaban «trabajando» (creo recordar que dos tipos con palas) en hacer un camino alternativo. Del contenedor volcado, ni idea de lo que harán con él. Todo esto, entre dos curvas.

Después de un rato viendo la “ingeniería” que se monta en un momento entre los conductores, y después de otro rato observando a los pasajeros, los niños jugando por aquí y por allá, y a la policía… pasamos por el “atajo”.



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Ahora ya sí, tiramos para N’Gaoundéré
Llegamos a N’Gaoundéré por la tarde. Allí nos esperaba un hotel francamente siniestro. Tanto, que decido rebautizarlo como el hotel de El Resplandor.
Estaba limpio, excepto por las cucarachas de grandísimo tamaño que aparecen en varias habitaciones. Después de la sorpresa las atacamos con el insecticida de moda en Camerún: Rambo que amablemente me prestaron en Recepción. ¡No me digas que la marca de insecticida no tiene guasa!!
Un hotel bastante grande que además estaba vacío. Tanto, que decidieron darnos habitación individual a quien quisiera, a pesar de que habíamos reservado dobles.
El hotel se llama Mentong Palace Hotel, por si te dejas caer por allí. Y no, no hice ninguna foto. De todas formas, estaban construyendo un nuevo edificio justo al lado.
Eso sí, estaba ubicado en las afueras de la ciudad. No es tanto problema, pero hay un buen trecho de camino entre vegetación y ese tipo de caminos sugieren poca seguridad por la noche (más oscuro que la boca del lobo). De todas formas, con un taxi o vehículo ¡arreglado!
Hasta aquí lo que dio de sí un día por las carreteras del norte de Camerún. La visita de N’Gaoundére la puedes leer en otro post. Te adelanto que no tuvo desperdicio 😊
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Hola Ali,
Enhorabuena por el blog !! Me encanta la forma en que escribes los relatos de África y las fotos son muy buenas.
Te seguiré leyendo. Saludos.
Hola Víctor! muchas gracias, de verdad! estos comentarios animan a seguir :-)
Un abrazo
alicia que tal ?
soy jose luis y viajero de hace unos cuantos años.
quisiera saber si podemos comunicarnos por correo o wuassaps.
voy hacer un viaje de 35 dias por camerun, dentro de un mes cotubre.
me gustaria saber como esta actualmente….igual tu tienes mas informacion.
gracias. un saludo. enhorabuena por tu bloc
Hola José Luis, lo siento pero viajé a Camerun hace 10 años como puedes ver en las fechas de los artículos, y no tengo información más actualizada.
Suerte!