kousseri camerun

Actualizado el 29 noviembre, 2019

Después de cruzar parte de Europa y África, y desembarcar en la capital de Chad, que se llama Djamena, cruzamos la frontera. Sí, suena raro, lo sé, pero para empezar la ruta en Camerún, lo más cómodo y lógico es hacerlo así. Entrando por el país vecino. Esto, y los precios de los billetes hizo que volásemos con Ethiopian Airlines pasando por Addis Abeba, justo al otro lado del continente. En fin, un día y medio de viaje hasta llegar, por fin, al extremo norte de Camerún.

Primeros pasos en el Norte de Camerún: cruce de fronteras

El calor y la luz cegadora del Sahel se hacen sentir desde que ponemos un pie en Chad. Las gentes, musulmanas en su mayoría según la vestimenta, la presencia de mezquitas (muy diferentes a las de los países árabes) también nos lo indican. Estamos al sur del Sahara, no me cabe duda!!

Los trámites en la aduana de Chad nos llevan casi dos horas, menos tiempo del pensado, aunque llevábamos el visado hecho desde España.

Trámites que se realizan en una serie de casuchas al pie de la carretera, que da paso a un incontable número de motocicletas y camiones.

Resulta hasta divertido ver cómo los «funcionarios» (policías o militares, no siempre distingo bien) entran y salen de una casucha o de otra, con un montón de papeles y nuestros pasaportes.

Alguien saca chocolate y uno de las polis acepta un pedazo, comiéndoselo mientras lleva los papeles a otra oficina. Papeles que vienen y van, cambiando de manos, y nosotros esperando en la pequeñísima sombra.

río logone con nubes reflejadas en el agua el extremo norte de camerún
Río Logone desde Kousseri en dirección a la frontera con Chad

Ni hablar de hacer fotos, está prohibidísimo!!

La obsesión por los espías, la posible amenaza de una guerra o algo similar que se pudiera valer de información «visual» es una constante en muchos países. Y Camerún está entre ellos.

No se puede fotografiar las fronteras, ni los puentes, ni los edificios gubernamentales o públicos. Desde un Ministerio o la residencia del Gobernador, hasta las oficinas de correos, los puestos de control de carretera, etc.

el extremo norte de Camerún empieza por Kousseri

La entrada a Camerún, en cambio, que está unos metros más adelante, la hacemos casi «a distancia». Nuestro guía camerunés se queda con los pasaportes haciendo los trámites y nosotros entramos al país: ¡esto es África!!

El Extremo Norte de Camerún empieza por Kousseri

Nuestro alojamiento, el campement Relais Touristique du Logone se halla frente al río.

cartel de nuestro alojamiento "relais touristique du logone"

Bungalows muy limpitos y con aparatos de aire acondicionado de ésos que suenan como si estuvieras al lado del motor de un avión en marcha. La cosa pinta pero que muy muy bien!!

Hay varios precios, pero los que tienen aire acondicionado y ventilador -los más caros- rondan los 24€ (16.000 CFAS) por noche (habitación doble).

bungalow del hotel de kousseri

Nos tomamos la primera cervecita en las mesas que tienen dispuestas frente al río Logone. Las cervezas aquí son de 600 ml, así que compartimos, tanto por la cantidad como por que no se calienten demasiado.

Probamos la 33, la marca de cerveza más popular en el Norte de Camerún. Ya lo decía Nigel Barley en su Antropólogo Inocente.

Con 5º de alcohol, resulta bastante suave. Sin embargo con el tiempo nos terminamos pasando a la Castle, otra marca muy presente no sólo aquí, sino en varios países del Oeste de África.

Poco a poco nos relajamos y observamos a los lagartos de vivos colores que circulan a nuestro lado.

el extremo norte de Camerún empieza por Kousseri

Son preciosos, y hacen un movimiento vertical con el cuerpo (excepto la cola), muy rápido. Supongo que tiene que ver con procurarse algo de ventilación. No dejo de mirarles y de hacerles fotografías… me fascinan.

Primera cena en la oscuridad de África y esa sensación de llegar a casa

Baja el sol y decidimos salir a tomar algo al pueblo antes de la cena, que hemos encargado en el mismo hotel.

Aquí es más que recomendable encargar las comidas con unas horas de antelación, algo que también me ocurrió en Mali. De esta manera, te evitas tener que esperar incluso 2 horas a que te sirvan, o directamente la posibilidad de encontrarte con que no tienen nada. ¿Por qué hay que hacerlo así? Porque no estamos en países realmente consumistas. La economía es muy precaria, la luz no siempre funciona y por tanto no se puede guardar género para potenciales clientes…

Si lo encargas, pueden salir a comprarlo, siempre y cuando esté abierto el mercado. Aun así seguramente cuando lleguéis a la hora convenida aún habrá que esperar un buen rato. Pero bueno, no hay que estresarse!! :-)

De todas formas, la alternativa rápida y también más barata, siempre, es comer en los puestos de la calle. Una opción que fuimos alternando con esta otra durante todo el viaje.

Por la noche las calles son oscuras, no hay alumbrado público

Con las luces de las motos que vienen y van sorteamos los baches, zanjas y demás. Nos recibe una plaza donde suena música marchosa a todo trapo, con algunos bares y terrazas en un lado. Tampoco está iluminada.

La ausencia de luz tiene que ver con la falta de infraestructuras, supongo que el coste de la energía, los cortes frecuentes. Pero también favorece que haya menos mosquitos y mariposas nocturnas a tu alrededor, y que se esté más fresco.

Eso sí, la primera vez resulta un pelín «marciano». Estás rodeado de sombras oscuras, has de hacer un esfuerzo por distinguir al camarero que viene a preguntarte qué quieres. Y seguramente nosotros somos como las moscas en el vaso de leche, pero a la inversa: blancos en la oscuridad ;-)

La música que suena me recuerda -si no es la misma- a los éxitos de Burkina.

Estoy contenta, vuelvo a estar en Africa :-)

¿Quieres seguir leyendo el diario de viaje a Camerún?


5% descuento iati los viajes de ali