Actualizado el 13 septiembre, 2022
El Torcal de Antequera es un paisaje singular, abstracto, fantástico. Como de otro planeta. Por eso es Patrimonio de la Humanidad. Si además lo visitas con niebla, como fue mi caso, tienes asegurada una atmósfera de serie de ciencia ficción. De hecho se barajó como posible escenario de Juego de Tronos ¿vamos?
Subimos por la carretera hacia el Centro de Visitantes el Torcal Alto. Desde esa carretera, por cierto, hay una foto preciosa de la Alcazaba y la ciudad de Antequera. El cielo nublado da paso a una espesa niebla que no permite ver bien el paisaje. Llegando a cierta altura, empiezan a dibujarse unas formas extrañas, misteriosas.
Pirámides raras, tornillos, arcos, mesas, callejones, piedras redondas que parecen haber sido apiladas por un gigante…
El Torcal de Antequera: una fantasía geológica
El Torcal de Antequera fue un lecho marino que, una vez retiradas las aguas, se ha ido erosionando con el agua y la nieve hasta formar este paisaje increíble.
Nos remontamos a la época de los dinosaurios. Hace 200 millones de años. El Jurásico. Por aquél entonces estas tierras estaban cubiertas por el mar de Tethys. Aquí fueron acumulándose esqueletos y conchas marinas en grandes cantidades, hasta tal punto que formaron las calizas de la naturaleza del Torcal. No obstante, nada de esto hubiera salido a la luz si hace unos 20 millones de años la placa tectónica africana no hubiera empujado a la ibérica hasta levantar la tierra un kilómetro por encima del nivel del mar. Una vez el terreno quedó expuesto al aire y los elementos, comenzó el proceso de modelado ¿Te imaginas? Tremendo.
Las formas tan curiosas de estas rocas son debidas a su naturaleza kárstica. La piedra caliza se alterna con capas de arcilla y otros materiales fácilmente moldeables, así que el agua y la nieve los horadan filtrándose y trabajando estas esculturas naturales y fantásticas. De hecho la montaña se “traga” el agua, que discurre por el laberinto interior de la montaña hasta volver a salir en los valles, dando vida.
Algunas figuras del Torcal de Antequera ya tienen nombre: el Indio, la Esfinge, el Camello, la Jarra, la Botella… un juego como otro cualquiera para amenizar los paseos.
Testigo de su origen marino son los fósiles que hay en este paraje, entre los que destacan los Amonitex enormes. Hay una ruta para descubrirlos, pero si no vas con guía puede que no llegues a encontrarlos porque no están señalizados. Y es una pasada ver esa huella de hace millones de años ahí. Tan perfecta. El que te muestro en la siguiente foto está cerca de “el Tornillo”, una de las formas más famosas del Torcal.
La piedra del torcal es de color rojizo o rosa, pero con la acción de los elementos se vuelve de color gris oscuro, aunque según dónde, aún se puede ver el original. Durante muchos años se utilizó para construir las iglesias y palacios de Antequera, y de hecho la piedra es conocida como “rojo torcal”.
Cuando andes por el Torcal, no dejes de buscar a las cabras montesas. El otoño, por cierto, es una época perfecta para verlas y… ¡yo descubrí una! Íbamos andando hacia el centro de visitantes, junto a la carretera, cuando giré la cabeza y allí estaba, encaramada a un risco, recortándose en la niebla. Me acordé mucho de las que había visto, mucho más cerca, en Guadarrama. Preciosa.
Consejos prácticos para visitar el Torcal de Antequera y enlaces de interés
- Si te encuentras con un día de niebla, es posible que no puedas hacer ninguna de las rutas de senderismo que te permiten adentrarte en el Torcal y que llevan mínimo 1 hora. Es una pena, pero la posibilidad de perderse es muy alta. Creéme que es un laberinto del que no es nada fácil salir.
- Aunque el día esté despejado, lleva siempre ropa de abrigo porque hay bastante diferencia de temperatura con respecto a las tierras bajas. El Torcal de Antequera está a 1.200 metros sobre el nivel del mar.
- Lleva también agua, algo de comer, protección solar y por supuesto calzado de montaña para andar sobre las piedras.
- Si llevas tu coche, puedes dejarlo en el Parking del Centro de Visitantes Torcal Alto. La entrada al Torcal es gratuita. Allí mismo hay un restaurante donde puedes comer o tomar un café calentito, además de ir al baño.
- Puedes recorrer el Torcal de Antequera por cualquiera de las rutas señalizadas. La más accesible es la que lleva desde el parking del Centro de Visitantes hasta el Mirador de las Ventillas. También la que lleva al Tornillo, en dirección opuesta desde dicho parking. Ambos puntos están señalizados en Google maps.
- Puedes reservar una visita guiada aquí, lo cual te va a permitir entender mejor el lugar y no tener que conducir si la contratas con el traslado desde Antequera o desde Málaga. Además suelen facilitar bastones para andar.
- En la página web oficial del Torcal de Antequera puedes encontrar un mapa con las rutas públicas, consejos y más información.
¿Te animas a descubrir el Torcal de Antequera? Yo estoy deseando volver y verlo con sol, e incluso ir a una sesión de observación de estrellas y fotografiarlas con la silueta de las rocas, otra actividad disponible en el Centro de Visitantes 🥰
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Hace tiempo hice un post que explicaba la frase “salga el sol por Antequera”. Muy interesante tu blog, saludos viajeros