Actualizado el 13 septiembre, 2022
La sensación de pisar el mismo lugar que las personas de hace miles de años es muy especial. Por supuesto que la puedes sentir en casi cualquier sitio, pero si te rodean los vestigios de esos seres humanos, se hace más real. Tienes la certeza de que es así. El Sitio de los Dólmenes de Antequera es uno de esos lugares, y yo llevaba tiempo queriendo verlo, fotografiarlo y entenderlo. Por fin encontré el momento y para allá que me fui. Aquí te lo cuento ¿te vienes? 😊
Como siempre me pasa cuando me acerco a un lugar que llevo soñando desde hace tiempo, me pongo un poco nerviosa. Será la ilusión, será esa pizca de ansiedad que te invade porque, por fin, vas a verlo. Por fin estaba allí y podría recorrerlos. Con la compañía de un guía y de una pareja formada por una colombiana y un chileno que habían venido a una boda en Antequera. Todo raro y a la vez encantador.
¿Sentiría la energía del lugar? Porque si los hombres del Neolítico decidieron edificar en este sitio y no en otro, con grandísimo esfuerzo, sería por algo.
Por mucho que nos empeñemos, nunca sabremos con exactitud qué se hacía allí, pero los arqueólogos tienen una paciencia infinita y por supuesto mucha información de otros lugares semejantes.
Empecemos por el principio… ¿Qué es un dolmen?
La palabra dolmen es bretona y significa “gran mesa de piedra”. Los dólmenes se llaman así porque la gran mayoría están compuestos de varias piedras clavadas en el suelo en vertical, a modo de paredes, con una o varias grandes formando el techo. Buenos ejemplos son los que hay en Extremadura, País Vasco, o el Pirineo aragonés.
Son edificaciones del neolítico y el calcolítico, y en Europa se cuentan por miles. Aunque es en la lejana península coreana donde se concentra un número impresionante: más de 35.000 dólmenes, el 40% de los descubiertos en todo el mundo 😮😮
Sin embargo, los dólmenes de Antequera no son así exactamente. Estos tienen un largo pasillo para llegar a la cámara o cámaras (habitaciones) de que se componen. Y por eso se denominan “de corredor”. Otro buen ejemplo son los de Brú Na Bóinne en Irlanda, que visité hace años y me dejaron flipada.
👉 Aquí puedes leer más sobre los dólmenes de Brú Na Bóinne.
“Desde que recordara, los dólmenes y sus misterios me atrajeron poderosamente. Me estremecía cada vez que me adentraba en el seno de aquellas catedrales megalíticas, envuelta en el halo sagrado de sus penumbras. Esas construcciones de piedras gigantes fascinaron y concitaron a druidas, magos y brujas de todos los tiempos por su mágica evocación. Y también a los curas, pues muchas de las iglesias medievales se construyeron sobre ellos. Sitios espirituales, lugares de energía, como creían algunos; necrópolis megalíticas, como aceptaba la ciencia; puntos de poder; quién sabía en verdad lo que se ocultaba bajo su arquitectura ancestral” (extracto de la novela «Dolmen» de Manuel Pimentel)
¿Para qué se construían los dólmenes?
Como ya te he dicho, no se sabe exactamente para qué eran los dólmenes. Sí se ha comprobado que:
- Suelen estar alineados con la salida del sol en distintos momentos del año, como los solsticios y los equinoccios. Los arqueoastrónomos creen que lo hacían así para saber cuándo comenzaban los ciclos agrícolas de cosecha y siembra. Una especie de reloj solar.
- También se cree que eran lugares de enterramiento colectivo. Esto tiene que ver con que en algunos se han encontrado restos humanos, y en sus inicios la arquitectura para durar se ha destinado a los ritos funerarios y los templos. Piensa en las Pirámides de Egipto, el mundo Maya, etc. Pero en el caso de los dólmenes la verdad es que ha pasado tanto tanto tiempo, que no se ha encontrado mucho. Seguramente porque han sido expoliados en alguna otra época de la historia.
- Con o sin decoración simbólica en sus piedras, los dólmenes son un misterio y me temo que lo seguirán siendo a falta de registros escritos, pero lo que está claro es que si se esforzaban tanto en hacer una edificación así, sería por algo.
El Sitio de los Dólmenes de Antequera
Las construcciones de Antequera sorprendieron a los romanos hasta tal punto que bautizaron a la ciudad como Antikaria “ciudad de los antiguos”.
Los Dólmenes de Antequera son únicos por varias razones, siendo la principal que están orientados claramente a los grandes hitos naturales del paisaje de Antequera: la Peña de los Enamorados, y la montaña de El Torcal. Lugares simbólicos por sus extrañas formas. Importantes porque allí están los principales manantiales de agua de la zona. Y el agua, ya lo sabes, es el origen y sustento de la vida. Algo tendrá que ver…
Declaración de Patrimonio de la Humanidad del Sitio de los Dólmenes de Antequera de 2016
“La declaración pone de manifiesto que el bien reúne el Valor Universal Excepcional (VUE) por los siguientes motivos:
La magnitud colosal de los megalitos, caracterizada por el uso de grandes bloques de piedra que forman cámaras y espacios con techos adintelados (Menga y Viera) o falsas cúpulas (El Romeral), da fe de la planificación arquitectónica excepcional de aquellos que los construyeron y crearon formas arquitectónicas únicas.
La interacción íntima de los monumentos megalíticos con la naturaleza, que se manifiesta en el pozo profundo de Menga y en la orientación de Menga y El Romeral hacia supuestas montañas sagradas (La Peña de los Enamorados y El Torcal), enfatiza la singularidad de este paisaje funerario y ritual prehistórico.
Las tres tumbas, con el carácter único de sus diseños y sus diferencias técnicas y formales, son una prueba de la coexistencia de las dos grandes tradiciones arquitectónicas megalíticas de la Península Ibérica, así como de la unión de una variedad de tipologías arquitectónicas, una rica muestra de la diversa arquitectura megalítica funeraria de Europa.”
Visita a los Dólmenes de Antequera
Llegamos al Centro de Visitantes, un edificio bajo de color blanco, discreto y muy accesible.
La entrada es gratuita. En teoría allí puedes ver un documental que te pone en el contexto natural de hace 5.000 años, te cuenta sobre algunos hallazgos, y lo más importante, cómo se construyeron los dólmenes. Ahora no lo pasan por el tema del covid, pero está en Youtube, así que lo dejo enlazado un poco más abajo.
Desde allí no se ve más que otro edificio moderno, que es el Museo. Está cerrado porque aún no se ha terminado, y lleva ya unos años esperando…
Nos dirigimos por una pasarela hacia el primero de los dólmenes a visitar. Su presencia se anuncia por unas lomas pequeñas, como muy perfectas. Estos dólmenes están semienterrados para conseguir que no se derrumben. Es decir, después de haberlos construido se acumuló tierra y piedras hasta enterrarlos excepto la entrada.
Un dato curioso: al otro lado de la carretera está el cementerio de Antequera. Si nos quedamos con la versión de que eran edificios funerarios, los muertos actuales descansan junto a sus ancestros más antiguos.
De momento se han descubierto tres dólmenes, como has leído en la Declaración de Patrimonio de la Humanidad que he transcrito aquí.
- El Dolmen de Viera
- El Dolmen de Menga
- Dolmen de El Romeral, a 4 kilómetros de los primeros.
Dolmen de Viera
El dolmen de Viera se llama así porque lo descubrieron los hermanos Viera en 1903. Por aquél entonces ya tenía signos de expolio, pero es el que más creen los arqueólogos que se utilizó como sitio de enterramiento colectivo.
Aunque parece más pequeño que el de Menga, el guía nos contó que no es así. Su longitud es de 20 metros, pero faltan las losas del techo de la parte más exterior del corredor. De todas formas, la cámara principal, de planta cuadrada, sí es mucho más pequeña que la de Menga. Da igual porque ¡precioso! 🥰
Cuando vayas, fíjate en las cavidades en forma circular que hay en algunas piedras del principio. Me recordaron muchísimo a las de los yacimientos de Malta. No se sabe para qué eran.
Dolmen de Menga
El plato fuerte, desde mi punto de vista, es el dolmen de Menga. Datado en el año 4.000 a.C., es decir, con más de seis mil años de existencia, es el más grande del mundo. Su cámara, semi dividida en dos salas por grandes pilares centrales, tiene capacidad para unas 150 personas.
Junto a la entrada hay unos grabados en la roca. Uno tiene forma de estrella de cinco puntas, y los otros son símbolos de forma oval en la base, que parece que fueron completados hasta formar una cruz en épocas posteriores. En el interior, busca también los fósiles que hay en algunas de las rocas.
Entrar en este lugar impresiona. Impresionan las medidas de las losas de piedra. La más grande pesa más de 160 toneladas. Impresiona ver cómo están calzadas con otras más pequeñas, cómo tuvieron en cuenta los terremotos y dejaron aberturas para dejar espacio. Las del techo son realmente ciclópeas. Colosales.
No es una obra cualquiera. Es inteligente, brillante diría yo. Y lo hicieron con su tecnología.
El dolmen de Menga es conocido desde hace siglos. Los viajeros del siglo XIX lo llamaban el templo druida de Antequera.
Durante un tiempo fue utilizado por los pastores para guardar su ganado. Igual que ocurrió en Malta. Fueron ellos los que descubrieron el pozo que hay al fondo, de casi 20 metros de profundidad, y los que decidieron cegarlo porque algún que otro de sus animales se cayeron allí.
De hecho, cuando los arqueólogos lo excavaron (se volvió a encontrar en 2006), emocionados por la posibilidad de encontrar restos antiguos, sólo sacaron el esqueleto de un burro y cabras o algo así. Pobres. Qué decepción.
Vamos con las curiosidades de Menga:
- No se sabe cuándo y de dónde viene el nombre de Menga. Esta denominación aparece en un documento de 1530 escrito por el obispo de Málaga de entonces.
- Fue declarado Monumento Nacional en 1886. Más adelante, en 1923, se incluiría el de Viera.
- La profundidad del pozo, 19,5 metros, es la misma que la distancia entre la pared del fondo y la puerta de entrada.
- El sol entra en el solsticio de verano hasta el lado derecho de la pared del fondo, y en invierno llega hasta el lado izquierdo. Podría ser una forma de calendario.
- Menga mira directamente a la Peña de los Enamorados. Y justo allí está el abrigo Matacabras, donde se han encontrado pinturas rupestres. Se llama Matacabras porque resulta que las cabras salvajes van allí a morir. En ese lugar hay también un manantial, y muy cerca se ha encontrado una necrópolis. Demasiadas casualidades ¿no crees? Puedes leer aquí algunos detalles de los últimos descubrimientos 😊
- Quizá por esa alineación con la Peña y la necrópolis cercana, se cree que el dolmen de Menga debía de ser más un lugar destinado al culto que un sitio para enterrar a los muertos.
Dolmen El Romeral
Llega la hora de ir hasta El Romeral, que está a cuatro kilómetros de distancia en línea recta hacia la Peña de los Enamorados. El entorno no es muy bonito, ya que está en el polígono industrial que hay cerca de Antequera, pero es lo que hay.
Por cierto, una de mis dudas antes de ir es si podría hacer ese camino andando y… no me lo pareció porque hay una autovía que corta el acceso, además de vallas y fincas privadas.
El Romeral fue descubierto también por los hermanos Viera apenas un año después que el anterior. Es decir, en 1904. Como estaba en la finca llamada El Romeral, se quedó con este nombre.
La entrada de El Romeral está orientada a la montaña del Torcal y es la construcción más moderna de los Dólmenes de Antequera ya que sólo tiene unos 3.800 años. De hecho, en realidad no es un dolmen sino un Tholos, precisamente porque es más moderno que los dólmenes. Pero esto no le resta atractivo, todo lo contrario.
Aunque también tiene un corredor, el dolmen de El Romeral tiene dos cámaras, una grande y otra más pequeña al fondo a la que no se puede entrar. Todo está construido con piedras mucho más pequeñas, pero bien labradas y encajadas una con otra.
La cámara principal es circular y termina en una falsa cúpula. Muy alta, se ve rematada con una piedra enorme. La cámara más pequeña tiene la misma forma, o eso me pareció porque sólo la puedes ver a través de la puerta y han colocado un espejo para reflejar el techo.
Aquí sí se encontraron restos y ajuar de un enterramiento.
A todo esto, entre los dólmenes de Viera y Menga, y el de El Romeral, hay por lo menos un par de lomas más con pinta de esconder estructuras iguales a estas. Se lo comentamos a nuestro guía y nos dijo que teníamos razón, pero que esos terrenos son de propiedad privada y el dueño no permite que sean expropiados. Habrá que esperar a que fallezca y los herederos autoricen a que se hagan prospecciones arqueológicas, o decidan vender. Suena duro, pero estas cosas son así.
Enlaces de interés
👉 Para hacer una visita guiada, reserva aquí.
📘 Para consultar la página web oficial, haz click aquí.
📜 Si quieres leer sobre la cronología y nombres de las investigaciones, aquí tienes el apartado de la página de Museos de Andalucía .
📺 Si quieres ver el documental de los Dólmenes de Antequera, haz click aquí.
Desde luego, si vas a esta ciudad o pasas cerca de ella, no te puedes perder el Sitio de los Dólmenes de Antequera, y mejor con guía como te decía al principio 🤗
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