
Actualizado el 24 mayo, 2019
Con la perspectiva del tiempo pongo más en valor este curioso lugar del norte de Etiopía: Gondar. Cuando estuve allí, sinceramente pensé que podía habérmelo ahorrado porque «para ver castillos»…
Y es que éste es el principal atractivo de Gondar (Patrimonio de la Humanidad desde 1979). Un grupo de edificios agrupados en una fortaleza típicamente medieval aunque de fechas bastante posteriores. Con sus almenas y todo. No en vano se la conoce también como la Camelot de África.
El camino hacia Gondar
El recuerdo del camino entre el Lago Tana y Gondar quedará siempre en mi memoria como un trayecto precioso: campos y montañas verdes, y encuentros con los lugareños a cada parada. La verdad es que daban ganas de ir andando, como ellos y con ellos.
Gondar y los castillos medievales de Etiopía
Cuando llegamos, nos encontramos con una ciudad desparramada a pocos kilómetros de las montañas Simien. Siendo época de monzón y por tanto con días lluviosos, no podíamos ni soñar con subir a dichas montañas. Una verdadera lástima porque por las referencias que tengo de otros viajeros, sus fotos y demás, deben de ser espectaculares.

Llegamos y nos dimos un paseo por sus calles. Una ciudad que quizá por lo nublado de esos días no aparecía muy atractiva, aunque sí tranquila.


Antes de visitar los castillos, os cuento que aquí se ubican los baños del emperador Fasílidas. Una piscina de 2.800 metros cuadrados al pie de un edificio que se supone fue la segunda residencia del emperador.



El origen de Gondar y sus castillos

Gondar fue fundada por Fasilidas en el siglo XVII, llegando a ser un centro político, administrativo, comercial, religioso y cultural importante durante un par de siglos.
Su decadencia, cómo no, vino de la mano de las intrigas y luchas dinásticas. Más tarde fue ocupada por las tropas nazis italianas en la II Guerra Mundial, utilizándola como base de operaciones. El bombardeo británico, al término de ésta, dañó parte de estos castillos.

La construcción de la fortaleza fue iniciada por el mismo Fasílidas. Sus sucesores gonderianos continuaron, a pocos metros de distancia, levantando el resto de fortalezas, iglesias y baños.
Parece que en estas edificaciones se aprecian influencias india y portuguesa. Porque sí, los portugueses llegaron a la región en el siglo XVI para ayudar contra los invasores musulmanes.

El broche: monasterio de Debre Birhan Selassie
Además, en Gondar se desarrolló el arte de las pinturas religiosas que cubren paredes y techos de iglesias y monasterios. Un estilo que recuerda al bizantino, pero al estilo africano: el pelo de los ángeles es negro y rizado, sus ojos son grandes y negros…


Precisamente el monasterio de Debre Birhan Selassie guarda las quizá más famosas de Etiopía, volcadas en postales y guías de viaje…

En fin, sigo pensando que no es una visita imprescindible de Etiopía, a pesar de su fama y singularidad, pero juzgad vosotros mismos…
Aquí tienes todos los posts de Etiopía
- Recuerdos de Etiopía, un país que rompe esquemas
- Iglesias de Etiopía: Mekina-Medhane-Alem
- Lagos de Etiopía: Shala, Abyata y Langano
- La aldea de la tribu Dorze y su mercado
- Gentes de Etiopía
- Lago Tana, donde nace el Nilo Azul
- Gondar, castillos medievales en Africa
- Las iglesias de Lalibela, un lugar mágico
- Lalibela, pueblo humilde donde se está muy bien
- Tis Isat, las cataratas del Nilo Azul
- El Sod, la casa de la sal
- La sesión de chat (catha edulis)
- Los Dasanech, una realidad aparte
- Korcho, visitando a la tribu Karo en un lugar espectacular
- Mercados del Sur etíope
- Antropólogos inocentes en Etiopía: la tribu hamer y el jumping bull
- Antropólogos inocentes en Etiopía: Turmi y los hamer
- Primeros pasos en Etiopía: Arba Minch y el Lago Chamo