Fiesta de la Trashumancia en Madrid: una cita con sabor a añejo

Actualizado el 12 enero, 2019

Un día al año, las calles del centro de Madrid suenan a campo, a pueblo, a una vida anterior que sin embargo es presente. Aunque se reduzca peligrosamente en este siglo XXI. La Fiesta de la Trashumancia es una de esas citas curiosas que ocurren en Madrid cada año, y ya tenía yo ganas de verla y fotografiarla. Hoy os la cuento :)

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De dónde viene la fiesta de la Trashumancia en Madrid

Grupos con sus trajes regionales venidos de varios puntos de la sierra de Gredos, de León y de Asturias, entre otros lugares, ponen música, color y un aire del pasado que hace que te transportes a otros tiempos.

fiesta de la trashumancia madrid subiendo_

Carretas de bueyes abren y cierran la marcha y un gran rebaño, dicen que este año era de 1.300 ovejas y 60 cabras, se adueña del asfalto.

El ganado que vemos paseando por Madrid en la Fiesta de la Trashumancia es propiedad del Concejo de la Mesta, una asociación de pastores que creó en 1273 el rey Alfonso X el Sabio.

Aquél famoso rey otorgó al Concejo de la Mesta la seguridad de que los rebaños de pastores pudieran cruzar las tierras por las cañadas, caminos creados y señalados para tal fin. Los más importantes, en honor al monarca, se llamaban «cañadas reales». También había caminos más pequeños cuyo nombre, bien gráfico, era «cuerdas», «cordeles»…

fiesta de la trashumancia madrid ovejas de cerca

La creación de las cañadas fue la forma que encontraron para llegar a un equilibrio con los agricultores, eternos rivales en el uso del campo.

Alfonso X también les otorgó otros derechos, poco o nada compatibles con el oficio de pastor, ese que ocupa los 365 días del año bajo el sol, la lluvia, el viento, la escarcha. No tenían que hacer el servicio militar, ni ir a testificar en juicios, por ejemplo.

Los Reyes Católicos dotaron de más fuerza a esta asociación y actividad en 1480, dejando libre el paso de rebaños entre Aragón y Castilla.

Eran tiempos en los que la oveja merina, traída del Norte de África, campaba en enormes rebaños por la península. También dicen que parte de la culpa de la deforestación es de la cantidad de cabezas de ganado que iban y venían.

La trashumancia implica moverse durante varios meses al año en busca del pasto, el alimento. Sin este no puede sobrevivir el ganado, y por tanto las familias que se dedican a ello. Una de las actividades más importantes de la Edad Media en Europa. Actualmente, aún muy vigente en otros países y regiones del mundo con Cachemira Kirguizstán, o Kenia y Tanzania.

Hoy las dificultades para mantener una ganadería trashumante son cada vez mayores (y no trashumante, también). Autopistas, aeropuertos, industria, Parques Nacionales, y por supuesto ciudades como Madrid, son obstáculos insalvables.

Contemplando el paso de miles de ovejas en el mismo centro de Madrid

Por el centro de Madrid discurre una cañada real. En el pasado todos los años los rebaños cruzaban la villa, que entonces debía de ser un pueblo más que otra cosa.

fiesta de la trashumancia madrid ovejas en ayuntamiento

Hace unas décadas se decidió reivindicar la trashumancia y la importancia de la ganadería, en peligro de extinción en España. Y comenzó lo que es ya un evento anual. Los ganaderos vienen con sus ovejas, llegan al Ayuntamiento de Madrid y entregan al alcalde o alcaldesa un pago en maravedíes por los derechos de paso por la ciudad. Como se hacía antes.

fiesta de la trashumancia madrid ovejas en alcalá

Es una escena tan extraña como bonita.

Un contraste tremendo. Los curiosos, con su vestimenta del siglo XXI. Los edificios del Madrid más bonito, de fondo. El desfile de pastores y pastoras con sus mejores galas, encabezando la comitiva. Después los bueyes. Y por fin, ellas. Un mar de cabecitas de lana que pocos se resisten a acariciar.

fiesta de la trashumancia carro de bueyes

fiesta de la trashumancia madrid ovejas y gente

Los pastores, siempre atentos, no dejan de pedir a la gente que les dejen espacio. Todos quieren tocarlas y hacerse fotos con ellas. Entre selfies y vídeos, fotógrafos, camarógrafos y reporteros, llegan a la Plaza de Cibeles.

Pasaron la noche en la Casa de Campo. Cruzaron los jardines por el Puente del Rey hasta llegar a la Ermita de la Virgen del Puerto. Subieron hasta alcanzar la Calle Bailén. Entraron en la Calle Mayor, cruzaron la Puerta del Sol, y bajaron por la Calle de Alcalá hasta la Plaza de Cibeles.

Entre fotos, selfies y vídeos, los sentimientos y recuerdos flotan en el aire de Madrid por unas horas.