Hubo una época en que la ciudad que me vio nacer, crecer, y me sigue viendo vivir, se me antojaba inhóspita y poco amable. No, no me llevaba bien con Madrid, todo lo contrario a la actualidad…
Pero siempre ha habido un rincón que me ha gustado muchísimo, en el que me he sentido bien, y con el que el simple hecho de contemplarlo desconecto y me relajo. Quizá porque es bello, muy bello. Quizá porque mis padres se hicieron aquí las fotos de su boda y esas fotos me encantan :)
Os hablo del Palacio de Cristal, en el parque de El Retiro, en Madrid.
De verdad, visita obligada para todos aquellos que visitáis la ciudad… no os quedéis sin conocerlo!!.
Todo el parque merece un buen paseo, desde luego, pero no olvidar jamás este rincón.
El otoño es la época en la que el Retiro muestra sus mejores galas
Toda una rica paleta de colores, gracias a la variedad de los árboles y arbustos que lo habitan, nos arropa en nuestros paseos. Y el entorno del Palacio es uno de los mejores exponentes de esta engalanadura, con los sauces de pantano que crecen en las aguas del laguito y lucen un rojo intenso que dura varias semanas.
Las fotos que os enseño en este post las he tomado en otoño, en días y años diferentes. Fotos que recorren el principio y el final de esta estación.
La historia del Palacio de Cristal
Contaros que el Palacio de Cristal es un edificio del s. XIX, total y absolutamente romántico, hecho con forja y cristal principalmente. Se realza con el mármol de la escalinata y los azulejos de cerámica que recubren su base y los arcos del exterior.
Suele ocuparse con exposiciones de arte moderno -lo que asegura el contraste con el entorno-, y es cuando se puede entrar en su interior y dar las vueltas que queramos (es pequeño) observando por las ventanas el exterior, que también nos observa a nosotros.
Me encanta esa sensación de fragilidad, de lugar etéreo que transmite. Algo ligero, sencillo y complejo a la vez, que deja pasar la luz a raudales, que se expone con honestidad…
En una de las ocasiones en que lo visité, en otoño de 2013, me encontré con una exposición llamada «Dos anillos dorados» de Jiri Kovanda (Praga, 1953).
«Exposición», «arte»… no sé si estas son las palabras más adecuadas, o es más bien una instalación que parece que nos quiere hacer pensar.
Una cuerda va y viene, se entrecruza cientos de veces entre las columnas del interior del palacio, y sin entorpecer la vista, lo llena todo. Una cuerda que bien puede ser el camino, los caminos que uno recorre o puede recorrer, pero es cierto que en un momento dado, un anillito aparece engarzado en dicha cuerda.
Las cosas sencillas y baratas pueden resultar importantes, extraordinarias, mientras los objetos caros pueden ser invisibles… Depende sólo de la situación.
Me ha gustó la estética, y además daba mucho juego a nivel de fotos… ;)
¿Quieres leer más sobre Madrid?
- Palacio de Cristal del Retiro y el otoño
- Puesta de sol en el Templo de Debod
- Real Jardín botánico de Madrid
- Pequeña guía del Retiro
- MAN, el Museo Arqueológico Nacional de Madrid renovado
- Paseando por Malasaña en busca de un sentido
- Escapada Low cost en Madrid
- Celebrando el Año Nuevo Chino en Madrid, el año del mono de fuego
- Senderismo fácil en la Sierra del Rincón, Comunidad de Madrid
- Algunos imprescindibles para un fin de semana en la Sierra de Madrid
- 80 Aniversario de la Batalla del Jarama, Madrid
- Primavera en Madrid: Feria del Libro
- Fiesta de la Trashumancia en Madrid 2017: una cita de la capital con sabor añejo
- Ruta de 1 día en el Valle de Lozoya: cascadas del Purgatorio y más
- De Chinchón a Colmenar de Oreja, conociendo el sur de Madrid
- Ruta por el centro de Madrid a pie: básicos imprescindibles
- Un paseo por Aranjuez, la perla del sur de Madrid
- Nieve en Madrid o un viaje sin salir de casa
- Excursión de un día a Canencia: del pueblo al puerto
- Buitrago del Lozoya, un día entre murallas y picassos
- Cascada del Hervidero, una ruta fácil en la Comunidad de Madrid
- Excursión a la Chorrera de los Litueros, posiblemente la cascada más bonita de Madrid