
Actualizado el 25 octubre, 2020
Hoy no voy a hablaros de un lugar lejano para mi, sino que me propongo hacer un repaso de lo que pueden ser visitas imprescindibles para un fin de semana en la Sierra de Madrid.
La primavera pasada me fui con Ignacio, Marta, Paula y Guillermo a pasar un fin de semana por estos andurriales a cargo de Minube y de la Comunidad de Madrid. Y resulta que saldé un par de cuentas pendientes que, aunque parezca mentira, pues eso… que seguían pendientes. No voy a contaros lo genial que fue viajar con esta compañía. Risas y buen rollo asegurado, que se quedan en el recuerdo con una sonrisa :)

Vamos, pues, a desvelar este pequeño «listado» de imprescindibles para un fin de semana en la Sierra de Madrid
Advierto de que en esta lista hay menos naturaleza de la que podáis pensar, más monumentos de los que creáis si no sois de Madrid, y buen comer, eso sí, je, je.
1. El Escorial
Empezamos así de fuerte. La ciudad de Dios. Donde Felipe II decidió enterrar al mismísimo emperador Carlos V.
Un lugar cercano a la corte de Madrid, recién trasladada desde Toledo, donde se acabó erigiendo la gran obra de este gobernante.

Estamos a 51 km de Madrid y todo es ya absolutamente diferente. Aire fresco, limpio, tranquilidad, verde a la vista por todos lados.
No, nunca había visitado el Monasterio de El Escorial. Para mi este edificio era sólo una referencia de mis estudios de Bachiller, creo recordar, como el ejemplo más claro del “estilo herreriano” en Arquitectura.


Y no sólo eso. Yo miraba al Monasterio de El Escorial como una inmensa mole cuadrada con poca gracia o atractivo. Así eran las cosas… hasta que, fíjate, se presentó la ocasión para fotografiarlo y entrar a visitarlo.

No diré que me ha enamorado irremediablemente, sería mentir. Pero El Escorial me sorprendió muy muy gratamente
Las enormes dimensiones, la perfección en la factura de los bloques de granito de la fachada, por sus cuatro costados, y las inesperadas “joyas” que guarda, lo consiguieron.
Por ejemplo, bajar a la cripta donde están enterrados un buen número de reyes, reinas e infantes de la corona española, o la de Castilla… no deja de impresionar. Además, parece que entras en el decorado de una película de terror, en plan Drácula clásico, y eso (a mi por lo menos) me mola. Solemnes mármoles, bronce, oscuridad.

Menos truculento y muy bonito es la bóveda pintada al fresco que te encuentras subiendo por unas escalinatas de mármol gigantescas, en el acceso a la Basílica. Y la Biblioteca, espectacular.

Los patios de líneas rectas y más bien angostos son casi un desafío para las fotos por el fuerte contraste de la luz con las sombras. Además, sus dimensiones te hacen sentir pequeño. Uniformidad y minimalismo que genera cierta angustia.



En los jardines, en cambio, te puedes recuperar de esas sensaciones muy bien, sobre todo si hace sol. Buenas vistas, parterres de rosas y arbustos cuidadosamente recortados, jardineros a los que si les das un poco de charla te pueden contar algo del lugar…



Y alrededor de este edificio que fue Monasterio y residencia real, el pueblo de San Lorenzo de El Escorial
Se extiende con un buen puñado de calles empedradas llenas de rincones cucos. Lo que empezó siendo una villa construida alrededor del gran complejo real, para dar cobijo a toda su servidumbre y trabajadores, fue creciendo y organizándose como villa de pleno derecho.


Otro rincón que está muy bien es la Casita del Infante. Para llegar hay que bajar por un largo camino acompañado de altos árboles. Y ya sólo por este paseo bajo las ramas curvadas merece la pena ir.


Por cierto, os recomiendo el restaurante La Genara, se come muy bien!

En definitiva, muy buen plan para escapar del calor madrileño en los meses estivales, o para encontrarse con las nieves del invierno, o disfrutar de los colores de la primavera y el otoño. Ir a pasar el día o incluso una noche. Comer o cenar en sus terrazas y llenar tus ojos de historia.
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2. Manzanares el Real
Nos trasladamos a otro punto de la sierra madrileña, y a una distancia de la ciudad muy similar a la de El Escorial con respecto a Madrid. Entre estas dos villas no hay muchos kilómetros, así que puede completar muy bien ese par de días de descanso que nos merecemos ;)
Siempre lo vi desde el exterior, aunque he ido varias veces al pueblo. Me refiero al Castillo-Palacio de Manzanares el Real, el castillo de los Mendoza.

Dicen que es una de las fortalezas medievales mejor conservadas de toda España, y me lo creo ahora que por fin la he pisado.

Las torres, con esas bolas de piedra que las hacen tan diferentes a otros castillos. El patio de dos pisos con arcadas y columnas octogonales. Hasta 6 pisos de altura y un montón de salas. Da para un buen rato :)





El castillo se puede visitar, como podéis ver. Tiene salas museo dentro y suelen organizarse muchas actividades.

3. Ruta de La Barranca
A pesar de que estemos en un fin de semana en la sierra de Madrid con perfil más urbano, no podemos dejar de disfrutar un poquito de la naturaleza ¿no? ;)
Esta ruta de La Barranca es bien facilona. Además de que te permite sumergirte en los bosques próximos a Navacerrada, te ofrece unas vistas espectaculares de la sierra, con Madrid al fondo.

Poco más se puede decir, sólo que hay que calzarse y echar a andar, para disfrutar :)


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Cuidadín con subiros a las piedras graníticas sin mirar bien ¡¡Casi me despeño de la forma más tonta!!

4. Navacerrada
En el pueblo de Navacerrada, muy agradable, se puede poner punto final al fin de semana. Pasear por sus calles, tomarte unas tapas en la Plaza Mayor, por ejemplo en Félix el Segoviano, o darte un pequeño homenaje en La Petite Raclette al más puro estilo suizo (¡un sitio genial!), son algunos de sus atractivos…

Atención: los domingos se celebra un mercadillo de antigüedades donde pasar un buen rato mirando todo tipo de objetos.
Te encuentras desde antiguos retratos que su historia tendrán, hasta máquinas de coser. Planchas de hierro. Candelabros. Cámaras de fotos de todas las edades. Gafas raras. Muñecas que… dan un pelín de miedo. Cuadros de paisajes con ciervos, de esos que causaron furor en los años 60. Cubos llenos de míticos clicks. Y podría seguir y no haría inventario de todo. Imposible.




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La casita que mencionas no es la del infante, es la del príncipe Carlos, también llamada casita de abajo por estar en EL Escorial, no en San Lorenzo. La casita del infante sería la del infante Gabriel o Casita de arriba, y está en San Lorenzo subiendo por la carretera de Ávila (o paseo de Carlos III). En esta última es donde estuvo viviendo el Rey Juan Carlos I cuando todavía era príncipe.
Hola Rocío. La casita que comento es la de Arriba, y por tanto la del Infante, en San Lorenzo, a unos 10 minutos andando desde el monasterio.