Siempre soñé ir al desierto rojo de Argelia, y por fin lo conseguí. Las imágenes que me traje son imborrables. Tantas como las sensaciones. Y viene muy bien para la cabeza, el alma y el espíritu, recordarlas de vez en cuando. Te aconsejo que lo hagas. Que viajes al sur de Argelia y lo vivas como yo. Mientras llega ese momento, aquí tienes una galería de fotos y algunas palabras sobre el Tadrart Rouge, un desierto espectacular.
Tadrart Rouge, el desierto de mis sueños
Tadrart Rouge significa “montaña roja” y es una cordillera del sur de Argelia que limita con Libia y Níger. Está en el centro del gran desierto del Sahara. Para llegar allí necesitas contratar los servicios de una agencia de tuaregs, o una agencia española que a su vez trabaje con ellos. En cualquier caso ellos te ayudarán a tramitar el visado y permiso especial para esta zona del país, y con eso ya puedes ponerte en marcha. Suena difícil, pero no lo es tanto y compensa todo 😊.
👉 Aquí puedes leer la guía que publiqué con consejos para viajar a Argelia.
¿Qué tiene de especial el Tadrart Rouge?
El desierto rojo es un paisaje de infarto. Diría que su máxima expresión, de lo que pude visitar, está en las dunas de Tin Merzouga. La belleza cromática del lugar es tan, pero tan increíble, que te deja sin palabras. Los atardeceres y amaneceres son incomparables.
Desde hace mínimo 2.000 años llueve poquísimo. No nieva. El viento es el dueño del silencio. Y sólo las pinturas rupestres y grabados en la roca recuerdan que no siempre fue así. Alguna acacia solitaria y resistente como los tuareg destaca en el paisaje. Y alguna hierbecita verde cuando las nubes se dignan a llorar un poco sobre la arena. Nada más.
Avanzamos por el valle de In Djaren alternando las caminatas con trayectos en 4×4. Los riscos rocosos tienen formas fantásticas. Hay muchos arcos gigantescos y torres que parecen haber sido retorcidas por fuerzas poderosas. Sus dimensiones son colosales.
La arena se acumula según el capricho de los vientos. A veces parece que se va a comer una pared de veinte o treinta metros de altura. Otras, se yergue en dunas perfectas y no holladas por ningún caminante. Quizá sí por algún chacal, lagartija, camello, gacela. La mayoría se mueven por la noche, lejos de las miradas indiscretas de los humanos.
En esos días cruzamos las dunas de Moul N’aga y subimos a las alturas de Ouan Zaouaten. Nombres que tienes que ir anotando si no quieres correr el riesgo de olvidarte de ellos. Nombres poéticos, pero tan extraños… Hacemos una última parada para conseguir unos leños para la hoguera de la noche. Cada cosa es un pequeño tesoro que te permite sobrevivir.
Tin Merzouga, el corazón del Tadrart Rouge
Y una tarde llegamos a Tin Merzouga. Todo cambia una vez más. Se intensifica una vez más. Circulamos con los 4×4 junto a un cinturón de dunas kilométricas. Su color es casi fosforescente. Impresiona mucho.
Elegimos una montaña para acampar a sus pies. Armamos las tiendas y salimos a ver el atardecer desde la mejor atalaya posible. Va a ser el único atardecer en Tin Merzouga porque al día siguiente hay que seguir camino. En el desierto no puedes parar mucho tiempo en un lugar. La razón es la supervivencia. No hay posibilidad de obtener agua, alimentos, leña. Así que no nos podemos perder este atardecer. No nos lo debemos perder. Por muy cansados que estemos.
Después de subir esforzadamente por la pendiente de una gran duna, observamos el panorama. Un laberinto de montañas y dedos de piedra se extiende por todo el horizonte.
La luz del sol, cada vez más baja, parece encender pequeños fuegos. Destacan los relieves, la intensidad del rojo, las sombras. Las profundas gargantas rocosas chocan con el erg (extensión de dunas) naranja brillante. No hay que forzar el color en el revelado de las fotos. Es el que es, el que ves. Es lo que hay.
Hablamos en voz baja. No apetece romper el silencio, horadar el murmullo del viento. Sólo mirar.
El velo de la noche lo oculta todo. Excepto las estrellas y la hoguera. Sabes que al día siguiente el espectáculo vuelve a empezar y el amanecer… tampoco te lo vas a perder 😉 Yo no suelo dormir muchas horas en el desierto, pero es que ¿cómo perderse todo esto?
Si un viaje al Tadrart tiene una meta, es esta, el Tadrart Rouge. Espero haberte transportado allí por unos minutos, yo desde luego lo he hecho escribiéndolo y eligiendo las fotos 😊
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Hola Alicia, eres increíble con todo lo que haces y transmites. Me dan ganas de salir inmediatamente a estos lugares y olvidarme del mundo. Te deseo un lindo viaje y desde ya espero con alegría y curiosidad todo lo que vas a transmitir a través de tu block de viajes.
Yra Schulz, Alemania
Hola Yra!!! Qué alegría saber de ti!! Muchísimas gracias! 🥰🥰 un abrazo enorme!!
Hola buenas! Nos iremos a Argelia a teletrabajr durante 1 mes, es posible ir a esta zona de Algeria por libre? Gracias!
Hola, pues la verdad es que no… Hasta donde yo sé, hay que tramitar un permiso especial para visitar el Parque Nacional del Tadrart, y desde luego necesitas ir acompañada de un guía local y vehículo con comida y logística para varios días. La buena noticia es que hay muchas agencias locales en Djanet que lo organizan todo. Puedes visitar mi post de consejos para viajar al desierto del Sahara en Argelia, ahí tienes varios contactos.
Que vaya genial!