Actualizado el 29 julio, 2024
Aquí tienes una guía de qué ver en Faro, basada en mi experiencia, con lo que no te debes perder en la ciudad y los alrededores. También incluyo recomendaciones de sitios para comer, dónde alojarse y ¡los mejores sitios para ver el atardecer en Faro!
Faro es una pequeña ciudad del Algarve y la única con aeropuerto internacional, así que si viajas en avión a esta región del sur de Portugal, tendrás que pasar por ella. Pero más allá del “paso obligado”, te aseguro que merece la pena visitar esta ciudad.
Faro posee uno de los cascos antiguos más bonitos del Algarve, con muchos rincones que piden una foto a gritos. Su ambiente, además, es tranquilo y no tan turístico como Lagos.
Sólo voy a señalar algunas cosas que no me gustaron mucho de Faro:
- Como el aeropuerto está al lado, hay días y horas en que los aviones aterrizan y despegan sin parar, con todo el ruido que hacen. Eso interrumpe las conversaciones, entre otras molestias. También es cierto que no sucede todos los días, o al menos no todos los días fuera de la temporada alta.
- La costa de los alrededores de Faro está muy urbanizada. Hay campos de golf, algunos hoteles grandes y barrios enteros para el turismo de cierto nivel económico. Es algo que se aprecia muy bien desde el aire, cuando vas a aterrizar. Yo me esperaba un paisaje más natural, aunque es cierto que “a pie de tierra” hay muchos sitios para disfrutar.
- En la ciudad hay cierta población en situación de exclusión social, sobre todo alrededor de las estaciones de bus y tren, así como en el puerto. Suelen pasar de ti, pero viajando sola preferí poner cierta distancia, en especial por la noche.
💡 Si quieres más detalles sobre cómo llegar a Faro desde el aeropuerto y otros consejos, te invito a leer mi guía de viaje al Algarve.
Dónde alojarse en Faro
Faro tiene una oferta de alojamientos bastante amplia y para todos los gustos, pero si quieres ir en temporada media o alta, te aconsejo que reserves con el máximo tiempo posible. Los precios se disparan.
Si vas a moverte en transporte público por el Algarve, puede estar muy bien alojarse cerca de la estación de tren o de autobuses. Esto no significa que vayas a estar lejos del centro, y a cambio casi no tendrás que mover la mochila o maleta.
Mi elección, combinando estos dos aspectos, fue Leevin Guesthouse, un alojamiento de habitaciones chulísimas que está justo enfrente de la estación de tren. Se trata de un edificio antiguo que posiblemente fue parte de las oficinas de la compañía de trenes.
Cuánto tiempo hay que dedicar a Faro
Aunque todo depende del tiempo que tengas para distribuir tu viaje en el Algarve, lo cierto es que Faro es una ciudad pequeña.
Su casco antiguo se pasea en unas horas incluyendo la visita a la Catedral, la Capilla de los Huesos, y la Marina, tres de los imprescindibles de Faro.
Un día completo en Faro es más que suficiente, pero también es una buena base para explorar la zona oriental del Algarve si te quedas varias noches.
¡Y no te olvides de ver al menos un atardecer desde Faro!
Qué ver en Faro en un día
El centro de Faro se distribuye en tres zonas, y cada una tiene sus atractivos:
- La Marina de Faro.
- Vila Adentro.
- Centro de Faro.
La Marina de Faro
La Marina de Faro es el puerto deportivo de la ciudad.
Es un puerto pequeño, recogido, con un parque delante llamado Jardim Manuel Bivar y un paseo agradable. En el parque, por cierto, los fines de semana hay un mercadillo de artesanos. En verano creo que está puesto todos los días.
También hay una «cabina de lectura». Es una cabina de teléfonos de las de antes y ligeramente modificada por dentro para tener algunos estantes. La gente deja libros y se lleva otros para leer cuando está abierta (tiene un horario). Me encanta la idea y no sé por qué no se extiende más a otros lugares 🥰
En el paseo de la Marina, delante de los barcos que se refugian aquí, están las famosas letras de Faro donde todo el mundo va a posar para sus fotos.
Aunque parezca extraño, la Marina no está abierta al mar excepto por un pequeño paso para los barcos. Entre el puerto y la Ría Formosa hay una porción de tierra ocupada por restaurantes. Además está la vía del tren que circula por la orilla. No obstante, hay varios sitios para poder cruzar y poder contemplar la Ría Formosa sin obstáculos.
La Vila Adentro o casco antiguo
La parte más antigua de Faro es la que está “dentro de las murallas” (Vila Adentro), y allí debes visitar:
- Cidade Velha.
- La Catedral o Sé de Faro.
- El Museo Municipal.
- Las antiguas puertas de la muralla: Porta Nova, Arco da Vila y Arco do Repouso.
- Memorial dos Pescadores Farenses, ya un poquito fuera de la Vila Adentro.
La Cidade Velha es el conjunto de calles, llenas de recovecos, que hay dentro de las murallas. Pasajes con arcos, pequeñas plazas y callejones sin salida forman un pequeño laberinto en el que perderse es un placer.
Muchos edificios están pintados de blanco, las ventanas tienen los marcos de piedra tan típicos de Portugal, y de vez en cuando surge algún edificio de piedra sin encalar.
También es fácil encontrar murales e intervenciones artísticas que le dan un aire moderno y de color.
Más allá de los restaurantes y bares de los lugares más estratégicos, es una zona muy tranquila en la que da gusto pasear. De los sitios que no me importó repetir varias veces 🥰🥰.
Entre estas calles, muy cerca de la Catedral, está el Museo Municipal. Cuando fui lo encontré cerrado por obras, pero quizá cuando tú vayas ya lo hayan abierto.
Me hubiera gustado entrar porque está situado en un antiguo convento con claustro, salas de pinturas y restos arqueológicos de las épocas romana y árabe del Algarve.
En este link puedes hacer una visita virtual al Museo Municipal de Faro chulísima. Gracias a ella he podido hacerme una idea más que aproximada de lo que me he perdido 😔.
Enfrente del Museo Municipal está la estatua de D. Alfonso III, conocido como el “Reformador” y el “Boloñés” porque se casó con Matilda, del Condado de Boloña.
Alfonso III era el hijo de Doña Urraca de Castilla y el rey Alfonso II el Gordo.
Madre mía qué apodos les tocó. Y la vida de Alfonso III no tiene desperdicio, la verdad.
Alfonso III ha pasado a la historia por defender los derechos de los comerciantes y pequeños propietarios de tierras, digamos “clases medias”, frente a los nobles.
Por esta causa también se enfrentó a la Iglesia, ya que prohibió cobrar los diezmos de las tierras, obligó a los monjes a participar en las obras de las murallas, nombró a judíos para puestos de importancia, y unas cuantas “cositas” más. Fue excomulgado.
Si te gusta curiosear las vidas de los reyes, aquí te dejo un link con la biografía de Alfonso III.
Otro sitio que quiero destacar es la Asociación Recreativa y Cultural de Músicos. Está ubicada detrás del museo municipal, en un edificio muy grande con patio interior. Tiene pinta de ser una fábrica antigua reconvertida a centro cultural alternativo. Hay un bar y se organizan conciertos y otras actividades culturales.
Las puertas de Vila Adentro
Como he dicho, hay al menos tres puertas de las antiguas murallas por las que entrar o salir de la Vila Adentro.
Es imposible no perderse el Arco da Vila de Faro, desde la Marina se ve perfectamente y es la entrada principal a la Vila Adentro.
El Arco da Vila de Faro es Monumento Nacional y fue mandado construir por el Obispo D. Francisco Gomes, sustituyendo a las antiguas puertas de la ciudad.
No te pierdas el siguiente detalle porque merece la pena fijarse en ello: esta «puerta» forma un pasaje de varios metros y tiene el techo abovedado. Las bóvedas están construidas con ladrillos dispuestos en un diseño muy original.
Justo encima del arco hay un campanario, y junto a él varios nidos de cigüeñas. No dejes de observarlas porque no será raro verlas arreglar sus nidos o incluso dar de comer a sus polluelos 🥰
El Arco do Repouso era la otra puerta principal de la antigua Faro, la entrada para los que venían de tierra adentro. Está en el extremo opuesto a la Ría Formosa.
La puerta, encajada entre dos torres y formando una curva, se vincula a la conquista de la ciudad por parte de los cristianos en 1249, y su nombre “Arco do Repouso” (Arco del Reposo en traducción literal) viene de la leyenda que cuenta que Alfonso III descansó aquí.
La Porta Nova es, por el contrario, un acceso mucho más humilde que los anteriores. También con forma de arco, es bajita y aparece encajonada en la muralla. Casi pasa desapercibida, pero mirando el mapa la encontrarás.
Si caminas desde la Porta Nova por el paseo que hay junto a la Ría, en dirección contraria a la Marina, llegarás enseguida al Monumento a los Pescadores Farenses o los Pescadores de Faro. Además de ser bastante original, es un hito simbólico que homenajea a esta profesión tan sacrificada.
La Catedral o Igreja da Sé
La Catedral de Faro o Igreja da Sé es uno de los sitios imprescindibles que hay que ver en Faro, y de verdad que te la recomiendo.
Su aspecto exterior, mirando a una plaza de ciertas dimensiones, te va a llamar la atención porque es un gran edificio de formas sencillas, pintado de blanco, y con un gran campanario de piedra vista.
Justo en esa torre, que podría ser la de un castillo, hay unas escaleras que suben al pórtico de la puerta principal. Esta suele estar cerrada. La entrada para las visitas está a continuación y hay un cartel que lo indica.
La entrada a la Catedral de Faro incluye:
- Iglesia.
- Museo de Arte Sacro.
- Capilla de los Huesos (no confundir con Capilla de los Huesos de la Iglesia do Carmo).
- Campanario / Mirador.
La entrada regular cuesta 5€ (abril 2024) y tiene un horario bastante amplio, cerrando a las 19.30 h entre marzo y octubre.
Con la entrada te dan un folleto en español con explicaciones detalladas de las capillas de la iglesia, el coro alto, el órgano y el Museo de Arte Sacro que hay en los pisos superiores.
La entrada se hace por el jardín o claustro antiguo, donde estaba ubicado el cementerio. Allí está la Capilla de San Miguel, muy bonita pintada de blanco. A continuación, cruzando una puerta abierta pequeña, está la Capilla de los Huesos (1664).
Si es tu primera capilla de los huesos, seguro que te impresiona y, aunque es más pequeña que otras, resulta bonita. Casi conmovedora.
El interior de la iglesia consta de varias capillas barrocas. Yo no conocía este barroco portugués tan profuso y me sorprendió muchísimo. En cada capilla hay un cartel informativo en cuatro idiomas, incluido el español.
El Museo de Arte Sacro, por el contrario, no me emocionó tanto, pero es pequeño y no se tarda mucho en verlo. Además, como está en las salas de arriba, te puedes asomar al balcón desde donde se ve la nave central y el órgano.
El otro gran atractivo de la Catedral de Faro es subir al campanario-mirador. Desde allí arriba tienes unas vistas de Faro y de la Ría Formosa muy chulas. Una lástima que la hora de cierre sea antes de la puesta de sol, aunque siempre puedes apurar al máximo posible.
Las primeras referencias que se tienen de este lugar son de un autor del siglo XII, en la época árabe. En 1251, dos años después de la “Reconquista” cristiana, se procedió a reformar la iglesia y se siguieron haciendo obras durante los siglos siguientes.
Pero la reforma más contundente fue la que siguió al ataque de Robert Devereux, segundo Conde de Essex, que con sus tropas inglesas destruyó la ciudad de Faro con incendios y saqueos en el año 1596.
En los dos siglos siguientes se hicieron obras en la Catedral introduciendo los estilos manierista y barroco.
El centro de Faro
Fuera de la Vila Adentro aún hay una zona algo más moderna pero también llena de encanto, con casas pintadas de colores o cubiertas de azulejos, calles adoquinadas y comercios.
Sin resultar tan armónico como la Vila Adentro, tiene muchísimos rincones para admirar y fotografiar.
Mi consejo es que te dejes llevar y recorras las calles arriba y abajo, pero si quieres dirigir tus pasos hacia algún lugar concreto, te diría que no te pierdas el Palacio Belmarço, que está señalizado en los mapas.
Se trata de un edificio modernista pintado en colores pastel, construido a principios del siglo XX. Está en un cruce de calles muy cerca de la Porta do Repouso y la muralla, y es todo un símbolo de la ciudad.
No es visitable por dentro, pero su fachada es muy bonita y por tanto merece la pena acercarse. Además, el camino hasta allí y otras calles que hay muy cerca te van a dar sorpresas, como villas antiguas con aspecto semi abandonado.
Iglesia do Carmo y Capilla de los Huesos
La otra iglesia que hay que ver en Faro sí o sí es la Iglesia do Carmo.
Su nombre completo es: Igreja da Ordem Terceira de Nossa Senhora do Monte do Carmo ¡Tela marinera!
Este templo está casi fuera del centro pero se llega en pocos minutos, y está en una plaza amplia que permite disfrutar de su fachada con dos torres gemelas.
El interior de la iglesia guarda un retablo y capillas barrocas tan espectaculares como las de la Catedral, así que te recomiendo que entres.
Además, si no entras a la iglesia no podrás acceder a la Capilla de los Huesos o Capela dos Osos.
Siento decir que esta Capilla de los Huesos me defraudó un poquito. Quizá porque me había imaginado que sería subterránea y más tétrica. Quizá porque ya había visto la de la Catedral (que no me esperaba para nada), y esta sigue el mismo estilo, aunque es mucho más grande.
¿Quiénes eran los dueños de esos huesos? Se trata de los restos de más de mil monjes carmelitas. Los colocaron de forma muy ordenada, como un mosaico con disposición geométrica, y por lo visto son un recordatorio de nuestra mortalidad.
Una cura de humildad para los que se creen invencibles, supongo.
Parque Ribeirinho do Faro
El Parque Ribeirinho do Faro no suele salir en las guías, y no sé por qué, ya que es un rincón bastante chulo.
El sitio forma parte de las medidas de recuperación de las riberas de la Ría do Formosa, degradadas por la urbanización de la costa y el paso de los años.
No está muy céntrico, aunque se trata de un paseo de no más de 20 minutos desde el centro, bastante menos en coche. Hay un parking bastante amplio.
Si quieres ir andando, puedes hacerlo por un camino que sale de la estación de tren, cruzando las vías, que va junto a la Ría. El camino es frecuentado por farenses que salen a caminar o van en bicicleta.
También puedes llegar por la avenida Praça Largo do Camões, que es por donde yo decidí volver cuando anochecía, ya que el otro camino no me daba tanta confianza y había muy poca gente en la zona.
En el Parque Ribeirinho do Faro te vas a encontrar con algunas casitas de pescadores (una de ellas es alojamiento), un pequeño restaurante y un chiringuito. También tiene varias estatuas y obras de arte, y lo mejor: una vista abierta de la Ría do Formosa.
Entre las estatuas destacaría la del Gigante Atlante. Se trata de una especie de homenaje al pueblo de la Atlántida.
Según algunos estudiosos, Platón describió la ubicación de la Atlántida “allí donde terminaba el Mediterráneo y comenzaba el Atlántico, después de las Columnas de Hércules”, que estaban en el Estrecho de Gibraltar.
Y según reza el cartel que hay al pie de la estatua, este lugar era, hace 12.000 años, un sitio más alto sobre el nivel del mar y poseía tierras muy fértiles.
Sería, pues, un lugar ideal para el asentamiento de una civilización, aunque esto es pura especulación porque no se han encontrado pruebas definitivas de la misma. Eso sí, al menos se homenajea a esas primeras civilizaciones de donde venimos todos.
Si te quedas un rato observando, verás cómo las aves vienen y van, los cangrejos salen del barro para respirar, y los aviones despegan y aterrizan del cercano aeropuerto.
Eso sí, en verano, sobre todo en el atardecer o al amanecer, puede haber muchos mosquitos.
Dónde están los mejores sitios para ver el atardecer en Faro
En muchos sitios leerás que desde la Marina de Faro podrás ver una de las mejores puestas de sol del Algarve. Lo siento, pero no estoy cien por cien de acuerdo con esta afirmación.
Si te quedas en el puerto, donde los barcos, la puesta de sol será bonita pero los restaurantes y otros edificios pueden ser un obstáculo para verla bien. De hecho no vas a poder ver el horizonte marítimo.
En cambio, si te vas a la Porta Nova de la muralla, que está a sólo 100 o 150 metros de un lado de la Marina caminando por el Paseo de José Roque Junior, llegarás a un sitio más despejado. Desde allí puedes admirar la Ría Formosa en todo su esplendor, con el sol o las nubes reflejándose en el agua.
Justo mi primer atardecer fue así. Me quedé en la Marina propiamente dicha porque es lo que había leído en otros blogs. Vi cómo el sol se ponía como una gran bola roja.
Era realmente bonito, pero no podía ver bien el horizonte. De repente, me acordé que unas horas antes había pasado por el “mirador” que hay junto a la Porta Nova, así que me fui corriendo.
Aunque el sol ya no estaba, llegué para ver lo mejor: cuando los colores se intensifican. El espectáculo fue impresionante porque mientras las sombras se recortaban en el mar enrojecido, las nubes fueron cambiando de forma y colores.
Por cierto, ese atardecer ya no se repitió en las otras tardes que estuve en Faro, así que nunca pierdas la oportunidad si ves que el atardecer de ese día es increíble.
Otro lugar muy recomendable es el Parque Ribeirinho do Faro del que te hablaba antes. Suele ir menos gente y por tanto puedes disfrutar de la observación de aves, el viento y las luces sin nadie (o casi nadie) alrededor. Momentos de paz que son impagables.
Por último, aunque ahora paso a hablar de ella, otro lugar impagable para ver el atardecer es desde las aguas de la Ría Formosa.
Para eso hay algunas empresas que hacen paseos en barca con este objetivo. Te dejo aquí un par de links con los tours desde Faro, por si quieres reservar. También hay opciones desde Olhao y otras localidades cercanas.
- Atardecer en la Ría Formosa en catamarán (Civitatis).
- Tour en barco por la Ría Formosa al atardecer (GetYourGuide).
💡 Antes de pasar a contarte qué ver en los alrededores, te dejo aquí este link de la web de Visit Portugal con un itinerario accesible por Faro. Si tienes movilidad reducida o viajas con personas que se encuentran en esta situación, os puede venir muy bien.
Qué ver en los alrededores de Faro
Parque Natural da Ría Formosa
Uno de los tesoros naturales del Algarve es la Ría Formosa, que marca el carácter de la costa oriental portuguesa.
A diferencia de la costa más occidental, aquí no encontrarás acantilados sino un sistema de humedales, penínsulas e islas que forman un ecosistema único. El paisaje es suave, apenas sin relieves sobre el nivel del mar allí donde hay tierra firme.
Sus dimensiones son gigantescas, ya que mide unos 60 kilómetros de longitud, y su valor ecológico la llevó a ser nombrada Parque Natural en 1987.
La Ría Formosa está conformada por cinco islas “de barrera” que separan la laguna del mar y que son básicamente grandes bancales de arena. En ellas hay plantas adaptadas a la salinidad del terreno, y son un lugar ideal para las aves que migran a África para pasar los inviernos, o las que viven aquí todo el año.
En la costa hay cañaverales, canales de agua formando grandes curvas como si se tratara de serpientes, salinas e incluso bosques.
Si te preguntas cómo visitar la Ría Formosa, más allá de verla desde la orilla, te diré que puedes utilizar alguno de los servicios de ferries que van a las islas, o apuntarte a alguna de las excursiones dedicadas a explorar la Ría, no sólo a ir de un punto a otro. Entre las muchas opciones que hay, te recomiendo estas:
- Paseo en barca ecológica por la Ría Formosa (Civitatis)
- Paseo en barca solar para avistamiento de aves (Civitatis).
- Ruta en segway por la costa de la Ría Formosa (Civitatis)
- Tour en catamarán desde Faro por la Ría Formosa (GetYourGuide).
Ilha Deserta o Ilha Barreta
La Ilha Deserta o Ilha Barreta es un trozo de paraíso de la Ría Formosa. Resulta poco menos que increíble teniendo en cuenta lo cerca que está de la “civilización”.
Esta isla, como su nombre indica, está desierta. No hay casas ni nada por el estilo, aunque cuenta con un pequeño muelle, un faro, y el restaurante Estaminé, con bar y servicios públicos que vienen muy bien.
Ojo, me han dicho que incluso en verano no va mucha gente, así que debería ser una de tus grandes apuestas que ver en los alrededores de Faro.
👉 Si quieres saber cómo llegar a Ilha Deserta no te pierdas mi relato y guía práctica de esta belleza.
Enfrente del muelle de Ilha Deserta está la Isla del Farol o Ilha do Farol, que cuenta con un faro enorme y lo que parece una aldea del antiguo Oeste. Quise ir a visitarla desde Olhao porque no encontré ninguna opción de ferry desde Faro, pero no pude cuadrar bien los horarios de los barcos con los del tren.
Praia do Faro
La Praia do Faro se extiende enfrente del aeropuerto. Es como una isla muy larga y estrecha que está unida al continente por un puente. Está algo más alejada del centro de Faro de lo que parece, pero puedes ir en coche o en autobús.
Si optas por el transporte público, puedes ir en el autobús 16 que pasa por el aeropuerto. No llega a entrar en la isla, sino que tiene la parada en el puente que la comunica con tierra firme.
No te puedo contar mucho de primera mano porque al final tampoco me cuadró ir. Una lástima porque seguro que está chula. Sé que, a diferencia de la Ilha Deserta, hay edificaciones, varios restaurantes, y una playa kilométrica.
Definitivamente ¡tengo que volver al Algarve!
Olhão
Sin duda, Olhão es uno de los lugares que ver en Faro. Bueno, en sus alrededores. Había leído que este pueblo es bonito, pero cuando fui no me lo creía. Es realmente precioso.
Las calles que hay detrás de la Marina de Olhao son un festival de blancos y colores. Hay casas antiguas con fachadas llenas de azulejos, flores y rincones muy especiales.
No me extiendo aquí porque he querido dedicar un post sobre Olhão con todo lo que tienes que ver.
Se puede llegar a Olhao en tren o autobús, aunque te recomiendo el primero. Tarda sólo 10 minutos y hay bastantes horarios, además de ser muy barato. Desde la estación de tren hay poco más de 5 minutos andando hasta el barrio pesquero y la Marina.
Tavira
Tavira es una de las ciudades más importantes del Algarve oriental y está muy cerca de Andalucía.
Se trata de otra ciudad llena de historia con un casco antiguo, castillo y puente medieval. Algo más alejada de la costa, desde allí también puedes salir a la Ría Formosa y visitar algunas de sus playas e islas.
Entre las playas de Tavira está la famosa Playa do Barril, donde hay un montón de enormes anclas de barcos clavadas en la arena. También me perdí este rincón, no se puede tener todo, pero apúntatelo si tienes tiempo y vehículo propio.
Puedes ir a Tavira en tren o autobús desde Faro. El tren, una vez más, es más rápido.
El paisaje entre estas ciudades es muy chulo porque hay salinas, lagunas con flamencos y caminos entre cultivos en los humedales. Seguro que se pueden hacer buenas rutas por allí.
👉 No te pierdas mi guía de Tavira, la «ciudad escondida».
Restaurantes de Faro que te recomiendo
Muy cerca de la Marina de Faro hay una calle llamada Rua Conselheiro Bivar. Está llena de restaurantes, así como las calles más estrechas que salen de ella. La mayoría son sitios muy enfocados al turismo y para mi gusto hay demasiados restaurantes italianos y hamburgueserías, pero también hay un par de locales de cocina portuguesa.
RESTAURANTE LOS LOCOS
Buscando en las callecitas de detrás de la Rua Conselheiro Bivar, encontré el restaurante Los Locos.
El personal habla español y, además de ser muy amables, tienen una cocina riquísima sin precios exagerados. De verdad que no te esperas el nivel de los platos. Eso sí, ten en cuenta que:
- Según el día o la hora puede ser que no consigas mesa. El local es pequeño y en la calle sólo tienen tres mesas.
- No admiten pagos con tarjeta, así que debes llevar efectivo. Esto no es algo raro en el Algarve.
RESTAURANTE O CHALAVAR
Otro restaurante, más popular y con precios buenísimos es O Chalavar.
Está un pelín retirado del centro, pero en 15 minutos andando llegas y merece mucho la pena ir a comer o cenar.
O Chalavar es un restaurante típico portugués que parece una bodega antigua. Está especializado en pescados a la brasa, decorado con azulejos y arcos de ladrillo, y no es raro ver a los vecinos tomando un vino mientras charlan.
Cuando llegas, tienes que ir al fondo donde está la cocina y el mostrador del pescado. Allí puedes ver qué hay disponible y debes elegir qué quieres comer para que el cocinero lo prepare en la parrilla que tiene detrás.
Un ratito después te traerán ensalada, patatas asadas y el pescado que has pedido.
Los precios de O Chalavar son imbatibles. Yo cené cuatro pescados a la brasa (doradas y caballas pequeñas) con la guarnición que he dicho, pan y bebida, por 10€. Increíble.
PONTO SMOKEHOUSE
Ponto Smokehouse es otro sitio que te puedo recomendar con los ojos cerrados.
En este caso están especializados en cerdo asado, y con esta carne preparan unos bocadillos o platos combinados que están de muerte.
Sí, puede que te dé un poco de pereza pensar en comer cerdo asado en un sitio costero. Soy la primera que se hizo de rogar, teniéndolo al lado de mi alojamiento, pero hubo un día en que decidí entrar y flipé con lo rico que estaba.
Está muy cerquita de la estación de tren, haciendo esquina, y el local es minúsculo. Si está lleno, siempre puedes pedirte el bocadillo para llevar.
CAFETERÍAS Y PASTELERÍAS
En cuanto a cafeterías y pastelerías donde tomar un buen café acompañado de, por ejemplo, un rico pastei de nata, hay varias en el centro de Faro.
En mi primera mañana fui a desayunar al Chelsea Coffee & Brunch ya que me lo habían recomendado en la guesthouse, pero me pareció carísimo. Para que te hagas una idea: café con leche + 1 croissant + 1 pastel de nata = 7,95€.
Un lugar elegante e histórico es el Café Aliança. No es que sea muy barato, pero tampoco es tan caro y a cambio estás en un sitio muy especial. Yo pagué 2,5€ por un té con leche y pasé un buen rato en su salón decimonónico disfrutando de la lectura y el ambiente.
Mapa con todos los sitios mencionados + infografía
Aquí tienes el mapa de mi ruta por el Algarve. En él puedes consultar todos los sitios mencionados en este post, sólo tienes que hacer zoom.
También te dejo aquí una infografía con lo más destacado de qué ver en Faro. Puedes descargarla aquí para llevártela de viaje😉
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