Una de las excursiones que más me gustó de mi viaje al Algarve fue la de la Cueva de Benagil. Y no tanto por ver la famosa cueva, como por lo que descubrí en el camino hasta ella. Vente, que te lo enseño 😉
La excursión en lancha o barco a la Cueva de Benagil o Algar de Benagil es un clásico del Algarve que nunca falla. Si la haces desde la ciudad de Lagos, recorrerás la costa de Carvoeiro, siendo un trayecto realmente bonito. Me voy a centrar en este recorrido porque es el que conozco, pero antes te doy más información de cómo llegar a la Cueva de Benagil.
Cómo llegar a la Cueva de Benagil
Visitar la Cueva de Benagil no es tan fácil como puedes pensar, ya que está aislada entre los acantilados.
Las formas de llegar a la Cueva de Benagil son:
- Desde la playa de Benagil: nadando unos 150 metros, en kayak, o en tabla de paddle surf.
- Con barco o lancha rápida desde Lagos, Carvoeiro, Portimão, o desde Benagil.
- Caminando para verla desde arriba, a través de la gran “claraboya” que hay en el techo.
Aquí tienes varias opciones para visitar la Cueva de Benagil
Excursión a la Cueva de Benagil en lancha rápida desde Lagos
Aunque suelo evitar las lanchas rápidas porque creo que son menos amigables para el medio ambiente (ruidosas, más consumo de combustible), lo cierto es que en esta ocasión no tenía otra alternativa. Esta era la excursión que más encajaba con mi tiempo disponible y presupuesto, así que o renunciaba, o iba así.
Salimos a las 9 de la mañana del Puerto Deportivo de Lagos. El mar estaba totalmente en calma y, siendo el mes de abril, el sol no estaba muy alto todavía por lo que la luz era bastante buena.
En mar abierto y, tras superar la Meia Praia que tiene varios kilómetros de longitud, empezamos a ver los acantilados. Para mí fue una sorpresa porque no me imaginaba que la costa fuera tan rocosa hacia el sureste. Luego hablo más de ellos.
La excursión tiene una duración de 2 horas, siendo la primera parte el recorrido “rápido” hasta el objetivo principal: la Cueva de Benagil. El camino de vuelta es mucho más calmado, explorando otras cuevas y viendo de cerca los acantilados.
Además de los acantilados, durante la navegación es fácil encontrarse con algunos pescadores que están faenando, quizá terminando su jornada, con las artes de pesca. Son barcas pequeñas y tripuladas por un solo hombre, máximo dos.
¿Qué ventaja tiene ir a la Cueva de Benagil desde Lagos?
Pues creo que fundamentalmente esta, poder ver los acantilados que hay en el recorrido. Si vas desde la playa de Benagil o desde Carvoeiro, el trayecto es mucho más corto y no ves tanto.
El inconveniente es que la excursión es algo más cara, lógicamente porque ocupa más tiempo y distancia.
La Cueva de Benagil
Empiezo hablando del objetivo principal de la excursión: la Cueva de Benagil.
¿Cómo es la cueva de Benagil? ¿Merece la pena ir a visitarla? En mi opinión, es un lugar que resulta imponente.
Gigantesca, con forma oval, parece una catedral natural insospechada desde el mar. Hasta que no entras por la abertura del acantilado, no la aprecias.
El sol entra por la ventana natural del techo, creando un efecto precioso e iluminando la gran cúpula que forma la roca. Como digo resulta espectacular, al menos por la mañana, ya que imagino que según la inclinación del sol tendrá más o menos luz.
Las barcas entran y salen por turnos, estando sólo un par de minutos o tres “dentro”. Lo justo para intentar abarcarla con la mirada.
Confieso que me habría gustado estar más tiempo, pero entiendo que no se pueden entretener mucho en la orilla. Y no pude evitar sentir envidia por el pequeño grupo que acababa de llegar en kayak, ya que ellos sí pusieron pie a tierra y se dirigían hacia la gruta oscura que se interna en el subsuelo.
Con todo, también he de decir que terminé la excursión pensando que la Cueva de Benagil es sólo una excusa para descubrir la preciosa costa de Carvoeiro. Vamos con ella.
La costa de Carvoeiro
Me quedé embelesada con los magníficos acantilados de la zona de Carvoeiro. De unos 18 metros de altura, sus paredes parecen estar labradas por la mano del hombre excepto allí donde se abren huecos o cuevas, algunas de tamaño enorme, como la misma Cueva de Benagil.
En su base se pueden observar diferentes colores según los estratos de los distintos tipos de roca. Además la humedad les imprime más intensidad.
Las aves marinas, en especial las gaviotas, se posan en los pequeños salientes para descansar de su pesca, dotándolos de vida.
En un momento dado, nuestra barca se acerca mucho a una de estas paredes y el guía nos pide que nos fijemos con atención. Está llena de fósiles. Conchas marinas que quedaron atrapadas hace millones de años en los sedimentos.
Y entre esas conchas destaca un fósil de estrella de mar. Es magnífico. Perfecto.
Me pregunto cuánto durará ahí, teniendo en cuenta los procesos erosivos.
Otro hito que contemplamos desde el mar es el Faro de Alfanzina. No es el único, pero quizá sea el más escénico y “perfecto” de esta excursión.
Y las playas. Hay muchas playas pequeñas, aisladas y sin gente, aunque algunas son más amplias y parecen tener un acceso fácil. De nuevo dan ganas de bajarse y pasear por esa arena virgen, así como darse un buen chapuzón en el agua, que tiene un color increíble.
También paramos un minuto frente al pueblo de Carvoeiro. Parece derramarse, con sus casas de colores, hacia el mar. Es tan sólo un pequeño barrio de esa localidad, llamado Praia do Carvoeiro, pero es una postal perfecta.
Junto a él, en los acantilados que siguen hacia la Cueva de Benagil, están los Passadiços do Carvoeiro o Caminho do Algar Seco.
Resulta que hay una ruta para caminar por esta especie de pasillos naturales. Tienen aberturas o ventanas naturales, y desde el mar vimos gente caminando por allí y asomándose, saludándonos. Ay, si lo hubiera sabido antes habría averiguado cómo llegar hasta Praia do Carvoeiro y hacer esa ruta.
Bueno, en realidad lo estuve buscando cuando volví a Lagos, pero me encontré con que ir en transporte público a Praia do Carvoeiro desde Lagos supone coger tren y autobús, o dos autobuses. Se puede tardar 2 horas o más, así que abandoné la idea. Yo tenía que volver a Faro para apurar mis últimos días en el Algarve.
En coche, por si te interesa, es un trayecto de sólo 30 minutos.
Otra parada que hicimos con la barca fue en la Cueva del Paraíso o Gruta do Paraiso. Esta gruta es similar a la de Benagil, pero sin barcas ni gente a la vista. Tiene también una chimenea abierta al cielo, más grande que la de Benagil, y me pareció igual de bonita.
La última parte de la excursión en barca a la Cueva de Benagil transcurre por una serie de acantilados más parecidos a los de Ponta da Piedade, con muchos picachos en el mar y playas entre ellos.
Estos acantilados llegan casi hasta el Barrio Primeiro de Maio, perteneciente a Lagos, que luce unas horribles torres parecidas a las del Levante español.
En resumen: la excursión en barca a la Cueva de Benagil, haciéndola desde Lagos, es una muy buena apuesta para conocer la costa de Carvoeiro y sus majestuosos acantilados 🥰🥰 ¡Espero haberte convencido!
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