Actualizado el 11 febrero, 2023
Ohrid es la ciudad más turística de Macedonia del Norte, y no es para menos. Para empezar, tiene un lago mágico. Y para seguir, Ohrid es una ciudad histórica de calles bonitas, arquitectura curiosa y donde Oriente se da la mano con Occidente entre las campanas de las iglesias y la llamada a la oración de algunas mezquitas. Ahora ya puedo decir que es un lugar que visitar sí o sí en este joven país ¡Sigue leyendo! 😉
Llegué a Ohrid sin saber qué esperar porque no tenía referencias. Macedonia del Norte era, y en buena parte sigue siendo, una perfecta desconocida para mí. Lo que había visto de su capital, Skopie o Skopje, me había gustado mucho, pero cuando llegué a la orilla del lago de Ohrid al atardecer, buah! qué bonito!!!
El lago de Ohrid o de Ocrida
El lago de Ohrid es uno de los lagos tectónicos más antiguos del mundo, junto con el lago Titicaca y el Baikal. Cercado por montañas que son frontera natural con la vecina Albania, parece un pequeño mar interior. Te dejo algunos datos “objetivos” y luego vamos con las sensaciones:
- El lago de Ohrid está a 676 metros de altura sobre el nivel del mar.
- Tiene entre 10 y 14 kilómetros de longitud y una profundidad máxima de 288 metros. Es, de hecho, el lago más profundo de los Balcanes.
- Sus aguas alcanzan los agradables 20 grados de temperatura en verano, y 12 grados en invierno. No se congela nunca.
- Fue incluido en el año 1979 en la lista de Patrimonio de la Humanidad por su carácter natural excepcional.
En el mes de agosto el nivel de las aguas suele estar algo más bajo de lo habitual, aunque los visitantes no lo notamos si no nos lo cuentan. Llegar con las últimas luces del día y dar un paseo observando el color de las aguas, algunas aves, y las figuras de los paseantes a pie o en bicicleta, es todo un espectáculo. Igual que al amanecer.
¿Qué tiene de especial este lago? Creo que la calma que transmite. Muchos lagos pueden hacerlo, pero en Ohrid es una sensación muy intensa. El agua está “como un plato” durante todo el día y sólo los vuelos cortos de los cormoranes, los bañistas y las barcas interrumpen dicha calma.
El paseo junto al agua está jalonado de un agradable paseo y un parquecillo con hierba y árboles que invitan a sentarse de día o de noche.
En el paseo que hace de muelle se instalan, todos los días, señores pacientes con una caña de pescar. Les puedes ver desde las 6 de la mañana o poco más tarde (en verano) y al atardecer. Hablan en murmullos y de vez en cuando tienen que espantar a los cormoranes que compiten con ellos.
Cuando cae la tarde, sin embargo, hace acto de presencia una especie de marea. Entonces el agua se riza en pequeñas olas que van cogiendo impulso hasta rebasar el “muelle” y salpicar a los transeúntes, ya de noche.
En Ohrid hay al menos tres playas urbanas. Son muy pequeñitas y de piedras, pero la gente las aprovecha al máximo. Todas están más o menos debajo de la ciudad vieja. Después hay otras en distintos puntos del litoral, hacia el norte y el sur, fuera de la ciudad. También te puedes bañar tirándote desde el “muelle” o paseo.
Bañarte en este lago es un placer extraño, dominado por las algas y alguna que otra culebra que presumo inofensiva.
En el lago de Ohrid hay especies endémicas de distintos tipos. Desde microorganismos, hasta algas, caracoles, esponjas de agua dulce y 10 especies de peces únicas de este lugar.
Me enganché a esta extensión de agua totalmente serena. No paraba de fotografiar a las personas que andaban arriba y abajo, recortándose en la superficie del lago. La luz del lago de Ohrid, al menos en verano, es sencillamente increíble. En especial al amanecer, cuando todo se tiñe de rosa y azul. Este es, de hecho, el momento más mágico del día. El cielo parece fundirse con el agua y todo está en calma absoluta.
Más allá del lago, o mejor dicho, a un lado del mismo, está el peñón o península donde se sitúa la parte más antigua de Ohrid. La ciudad se alza en una cascada de casas blancas con tejados rojos, con el castillo en la parte superior. La postal está asegurada. Y… ¡no te pierdas la familia de cisnes!
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La ciudad de Ohrid y sus recovecos
Tarde o temprano llegará la hora de visitar la ciudad de Ohrid. No tengas pereza, porque es de lo más variado e interesante. Aunque eches de menos estar junto al lago.
La ciudadela de Ohrid es también Patrimonio de la Humanidad, siendo incluida un año después que el lago. Es conocida como la Jerusalén de los Balcanes porque tenía 365 iglesias, o más bien la suma de basílicas, iglesias y ermitas. Una para cada día del año, vaya. Además tiene un teatro romano que antes fue griego, la fortaleza y alguna mezquita.
Hacia el interior se extiende la ciudad nueva de Ohrid, que no llegué a visitar.
Ohrid se menciona en escritos de antes del siglo III a.C. Se nombra como Lychnidos, que significa “ciudad de la luz”. No me extraña que la llamaran así.
Qué ver en Ohrid
La fiesta de San Juan Bautista
Poco antes de llegar a una de las puertas de la antigua muralla de Ohrid, junto al puerto, verás una curiosa estatua. Es un monumento que recuerda la tradición de la fiesta de San Juan Bautista, que se celebra en el mes de enero. Nada que ver con la de Junio.
Según me contaron, en dicha fiesta los valientes se tiran al lago para coger una cruz (que imagino ha tirado alguien antes), y el primero que la consiga sacar del agua tendrá salud y dinero para todo el año. De hecho la tradición dicta que la persona que ha conseguido la cruz recorra las casas de Ohrid con ella, para que la gente pueda pagar por tocarla. No sé si recaudará tanto como para todo el año, pero al menos una parte del “premio” se lo lleva.
Si te das la vuelta cuando estés delante de esta estatua, verás una plaza y en ella otra estatua. Creo que es la de San Cirilo, uno de los creadores del alfabeto cirílico.
Las calles de la ciudadela de Ohrid
Pasando junto a “la puerta de abajo”, una de las antiguas puertas de la ciudad, empiezas a caminar por calles estrechas llenas de rincones chulos. Callejones, pasadizos, las farolas que son como minicasitas colgando del poste, una playita minúscula…
Cuando pasees por allí, fíjate en que hay algunas casas en ruinas que exhiben el armazón de tablones horizontales que conforman los tabiques. Se construía así para que resistieran a los terremotos. Otros edificios son de factura otomana, con vigas de madera vista, como también puedes ver en Gjirokaster y otros sitios de Albania.
Iglesia de Santa Sofía o de Sveta Sofija
La iglesia de Santa Sofía es una de las 365 que no te puedes perder. Raro será que no te guste. Es una catedral basílica del siglo XI con varias reconstrucciones posteriores, y fue levantada sobre unas termas romanas.
Nada más llegar llama la atención las enormes columnas, con algunas cruces ortodoxas grabadas en la piedra, en el soportal que hay en la entrada. También saltan a la vista algunos restos de las termas romanas. Un capitel por aquí, una estela por allá… Y por otro lado, llama la atención la disposición de los ladrillos armando un encaje con las piedras de los muros. Este es uno de los detalles más típicos de las iglesias ortodoxas de Ohrid.
Para la construcción de Sveta Sofija se inspiraron en la iglesia de Santa Sofía de Estambul, y en el siglo XV los otomanos la convirtieron en mezquita. Fue entonces cuando cubrieron los maravillosos frescos que decoran sus paredes con una capa de yeso. Afortunadamente hoy se pueden volver a ver, aunque están prohibidas las fotografías (esta es un robado).
Pero si hay una sorpresa en esta iglesia, además de los frescos del interior, es la fachada lateral. No te la pierdas cuando vayas a visitarla, sólo tienes que rodear la iglesia por la izquierda a partir de la entrada principal.
Soportada por una fila de arcos y columnas, es grandiosa. El piso superior, además, se abre en una balconada con más arcos y columnas pequeñas, tras las cuales se adivinan otros frescos. El conjunto se puede admirar desde unas gradas con forma de anfiteatro que aprovechan el desnivel del terreno.
En la Iglesia Ortodoxa todos los obispos y patriarcas tienen el mismo nivel jerárquico con autonomía completa en su obispado. Están divididos por monasterios igual que la Iglesia Católica, pero no hay distintas órdenes.
Para ser sacerdotes tienen que ir a la escuela teológica, y si quieren casarse, primero lo hacen y después se ordenan sacerdotes. Eso sí, no pueden divorciarse. Los obispos, arzobispos y patriarcas tienen que guardar celibato o ser viudos.
En tiempos de los otomanos, si la familia se quedaba sin heredero el imperio confiscaba sus propiedades. Antes que tener que dárselas, muchos decidieron meterse a monjes y donarlas a la iglesia. Con esto y un bizcocho… la iglesia ortodoxa se hizo fuerte y poderosa en Ohrid.
Teatro romano
A partir de Santa Sofía empezamos a subir en dirección al castillo. Al poco de andar, puedes desviarte para ver los restos de unos mosaicos romanos, que son muy buenos. Están muy cerca de la iglesia de Santa Bárbara o Saint Varvara, una de las más antiguas de Ohrid (siglo XIV).
El teatro romano de Ohrid fue primero un teatro helenístico del siglo II a.c. Cuando llegaron los romanos, decidieron reconvertirlo en circo para poder hacer combates de gladiadores y luchas con animales, y para ello se cargaron las primeras gradas del público. Qué distinto era el estilo de vida romano del griego, si atendemos a estos “detalles”.
El teatro-circo quedó en una capacidad de 5.000 espectadores y en algunas gradas se pueden ver los nombres de las familias patricias que pagaban por su sitio. Se descubrió en 1935 y se excavó unas décadas después.
No es para tirar cohetes, pero ya que vas subiendo hacia el castillo ¿cómo no asomarse a esta capa de historia de Ohrid? Además, desde las gradas más altas hay unas vistas buenísimas del lago. Eso sí, mejor pasar por allí al caer el sol, no por la mañana…
Fortaleza de Samuel
El castillo de Ohrid, cuyo nombre es la fortaleza de Samuel, es uno de los grandes símbolos de la ciudad. Dicen que es la fortaleza medieval más grande de Macedonia del Norte, y ocupa toda la cumbre de la montaña.
No dejes de entrar a verlo porque las dimensiones de los muros, las torres y el espacio interior sorprenden. Además puedes subir a lo alto de las murallas y pasear por ellas. Eso sí, no esperes un castillo con habitaciones y pasillos, porque es sólo la fortaleza defensiva.
El castillo fue destruido y reconstruido un montón de veces, como suele ocurrir en este tipo de sitios, y el nombre de Samuel le viene del primer zar del Imperio Búlgaro, que estableció aquí su capital.
Iglesia San Pantaleón y San Clemente
La siguiente parada es otra gran iglesia ortodoxa: San Pantaleón y San Clemente. Si Santa Sofía te ha gustado, espera a ver el juego de patrones de ladrillo que hay en los exteriores de esta iglesia. Junto con las cúpulas y torres crean un conjunto muy bonito.
Esta iglesia fue demolida por los otomanos para construir una mezquita (qué sorpresa…), que después se destruyó para construir la iglesia actual, que es del año 2002. Sí, es una iglesia moderna, pero construida con los esquemas de las antiguas.
Aquí está enterrado el mismísimo San Clemente y además es un lugar realmente sagrado para los ortodoxos, ya que se supone que desde aquí se difundieron las obras de San Cirilo y Metodio, los creadores del alfabeto cirílico.
Delante de la iglesia están los cimientos de una basílica del siglo V, un jardín, y rodeándola… nuevas vistas del Lago de Ohrid.
Justo cuando llegamos se oía el canto de un sacerdote que provenía del interior. Estaba celebrando el bautizo de un niño y la melodía se alternaba con una arenga en la que distinguí la palabra “diablo”. Imagino que estaría recitando algún texto protector contra el mal. La voz del sacerdote era profunda y resultaba entre fascinante e inquietante.
Iglesia de Sveti Jovan en Kaneo
Desde la anterior iglesia se puede bajar hacia el lago por un camino zigzagueante entre pinos en la parte superior. Nuestro destino es la postal más famosa de Ohrid: la iglesia de San Juan de Kaneo.
San Juan de Kaneo es una iglesia del siglo XIII preciosa en su exterior, compacta, coqueta, cuyo principal acierto es que fue construida en un farallón rocoso saliente sobre el lago de Ohrid. Ya bajando la vista del agua es increíble, y ahí es donde te das cuenta de hasta qué punto es transparente.
No recuerdo nada del interior de la iglesia. Sí que hacía un calor tremendo a esa hora, ya cerca del mediodía, y que estaba un poco cansada. Para compensar, bajamos hasta un pequeño puerto que hay justo debajo y cogimos un barco que nos llevaría, lentamente, hasta el muelle más cercano al hotel. Un paseo de lo más relajante que no puedo dejar de recomendar.
Una opción alternativa es andar por la pasarela de madera que lleva a la Catedral de Sofía, junto al lago y los acantilados de esa orilla.
Bazar y Mezquita de Ali Pasha
Después del paseo en barco nos fuimos a los alrededores de Ohrid, que te cuento luego, y ya a la noche paseamos por la zona que nos faltaba ver: el bazar.
En la parte baja de la ciudad, o a los pies del casco antiguo, se encuentra el antiguo bazar de Ohrid. Se trata de una calle peatonal, sin pendiente, que se llena a tope en las noches de verano. Al fondo destaca el minarete de la mezquita de Ali Pasha, un buen punto para orientarse, aunque es difícil perderse.
Mientras el bullicio de los paseantes compite con la llamada a la oración de la mezquita otomana, la calle exhibe una tienda detrás de otra, alternando las heladerías con las joyerías, además de algún otro comercio. También hay vendedores ambulantes, destacando los que se dedican a la venta de mazorcas de maíz asadas, abanicando sin descanso las brasas.
Qué ver en los alrededores de Ohrid
Parque Nacional de Galichica
Junto a Ohrid está el Parque Nacional de Galichica o Galicica. Galichica es el monte que queda enfrente de la ciudadela, perfectamente visible desde el castillo o desde San Juan de Kaneo, y tiene un montón de rutas de senderismo. Yo no pude hacer ninguna porque justo unos días antes las autoridades habían decidido no permitir el paso a los senderistas por el alto riesgo de incendios que había en la zona.
No obstante, fuimos a comer a la casa rural Risto’s Guesthouse en la aldea Ershani que está dentro del Parque Nacional o en sus límites. La comida fue todo un banquete de delicias macedonias servidas por la dueña de la casa, una mujer tan enérgica como simpática. Te dejo aquí el enlace por si te interesa localizarla y pasar allí alguna noche 😊
Por cierto, dando una pequeña vuelta para bajar la comida, me encontré con una casa vieja con un balcón lleno de muñecos de madera. De lo más curioso. Aún no he conseguido saber qué es.
Monasterio de San Naum
Después fuimos al Monasterio de San Naum. Toda una sorpresa, aunque no sé si por su interés histórico o por lo histriónico del lugar. La verdad es que me dejó un sabor agridulce.
San Naum está enterrado en el monasterio, y dicen que si pegas la oreja a la tumba, oyes el latido de su corazón.
Este monasterio fue el lugar que el santo Naum escogió porque le pareció lo más cercano al paraíso de los lugares que él conocía. Tiene unas vistas al lago de Ohrid preciosas, y además ahí está la desembocadura del río Drim, donde las aguas transparentes dejan ver a las truchas nadando a contracorriente mientras los árboles extienden sus ramas hacia el agua. Este rincón, que parece recién salido de un cuadro de Monet, fue lo que llevó a San Naum a decidir que sería su lugar de retiro.
El sitio sería idílico en los tiempos de San Naum, pero hoy en día, al menos en la temporada alta del verano, está abarrotado de gente, casetas que venden todo tipo de souvenirs y restaurantes con la música a todo trapo. Además de este ambientillo tan poco reverente para ser un lugar sagrado, confieso que a estas alturas ya estaba un pelín saturada de iglesias. De todas formas no voy a negar que el lugar es muy bonito y los frescos del interior alucinantes.
Información práctica para visitar Ohrid
- Ohrid está muy cerca de la frontera con Albania, a unas 3 horas de Tirana, por lo que es una buena opción para completar tu viaje por el país vecino. Si viajas desde Skopie o Skopje, el trayecto también es de unas 3 horas, en su mayoría por una autopista bien cuidada.
- Si visitas Ohrid entre los meses de julio y agosto te recomiendo que reserves tu alojamiento con antelación. Puedes hacerlo en Booking. Aquí tienes toda su oferta. Esta es la ciudad más turística de Macedonia del Norte con diferencia, y hasta aquí vienen tanto locales, como albaneses, kosovares, italianos y resto de turismo internacional. Seguramente no sea la mejor época para visitarla. Estoy segura de que con un poco menos de gente y más tranquilidad, ganará aún más puntos.
- Hay que pagar ticket de entrada en la mayoría de los sitios que he citado, pero son precios muy económicos. Entre 1 y 2 € (agosto 2021). No es excusa para no entrar y ver qué hay.
- No se puede circular en coche ni aparcar en las calles del casco viejo, excepto los residentes.
- Está prohibido hacer fotos en el interior de todas las iglesias, por orden del obispado (las que ves aquí… sí, son pequeños robados que hice con el móvil).
- Puedes bañarte en el lago, hacer kitesurf, dar un paseo en barco (los hay de distintos tipos) o pasar una tarde tranquila pescando.
- Ohrid es una ciudad muy animada en verano. A finales de julio hay un festival folklórico muy renombrado, con conciertos y otros espectáculos, y hacia mediados de agosto la fiesta continúa. Hay muchos restaurantes y todo lo que puedas necesitar para pasar un buen par de días.
- A tener en cuenta: los restaurantes sirven raciones muy generosas a precios asequibles, aunque es un poco más caro que Skopje. Por otra parte, te aconsejo que no te vayas de Ohrid sin probar sus ricos helados del bazar (y baratos).
- Ohrid es conocida por la producción de perlas desde 1935. Por aquél entonces, las familias pudientes macedonias iban a Ohrid a comprar joyas con estas perlas. Las hacen con una base de perlas de bajo valor traídas del Mar Rojo y otras localizaciones asiáticas como el Mar del Japón. En Ohrid son cubiertas con varias capas de una mezcla líquida hecha a base de escamas de un pez específico.
- Alojamiento en Ohrid: el hotel donde me alojé es el hotel Garden, y queda frente del lago, a 1 kilómetro del puerto y la ciudadela. Me gustó por ser una zona más tranquila, aunque si hubiera ido en otra época del año, probablemente hubiera preferido alojarme más cerca de la ciudad.
- Puedes reservar una excursión desde Skopje, o un traslado desde Tirana con tour incluido, aquí.
- Puedes encontrar más información de estos y otros lugares en la web de turismo de Macedonia, que está traducida al español.
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Con tu escrito has hecho que esta ciudad y lago sea mas bonita de lo que es, si cabe. He podido recordar con tus palabras la visita a este entorno tan particular y revivir las sensaciones. Estoy de acuerdo contigo que si estas por la zona es imprescindible una visita a Orhid.
Gracias Mónica!! Sí que es bonita!! Abrazo!