La isla de La Palma está llena de atractivos naturales, pero no es lo único. También están sus ciudades y pueblos, con una arquitectura preciosa en la que los colores brillan contrastando con el blanco y la piedra volcánica. Y un gran ejemplo es su capital. Hoy te llevo de paseo por Santa Cruz de la Palma, y te doy todas las pistas que necesitas para aprovechar tu estancia a tope 😊
Información Práctica: Cómo moverse y cuánto tiempo dedicar
¿Cuánto tiempo dedicar a la capital de La Palma?
Santa Cruz de La Palma es una ciudad relativamente pequeña y manejable, lo que la hace perfecta para recorrer a pie. Aunque muchos cruceristas o viajeros rápidos le dedican solo un par de horas, te aseguro que es un error si quieres captar su esencia.
Para poder disfrutar con calma de los balcones, visitar las plazas, el castillo, el mercado y pararte a tomar algo, te recomiendo que le dediques al menos medio día completo.
Idealmente, pasa una noche en la capital o sus alrededores. Esto te permitirá recorrerla en las mejores horas del día: la primera de la mañana (cuando la ciudad se despereza y la luz es suave) y la última de la tarde (cuando el sol se esconde detrás de las montañas y resalta los colores). Es en estos momentos cuando la luz es más bonita, realzando cada detalle de su preciosa arquitectura.
Aparcamiento en el Centro Histórico (¡es clave!)
La principal dificultad para disfrutar de Santa Cruz de La Palma sin prisas es el aparcamiento, especialmente en la zona de la Calle Real y la Avenida Marítima. Como es una ciudad construida en la falda de la montaña, las calles son estrechas y las plazas de aparcamiento en la calle son limitadas o de pago (zona azul/verde).
Mis recomendaciones son:
Una buena idea, sobre todo si no tienes mucho tiempo, es apuntarse a este freetour con un guía local, centrado en el casco histórico de Santa Cruz de La Palma.
Dónde alojarse en Santa Cruz de La Palma
Sólo puedo recomendarte el alojamiento que he conocido, y darte un consejo: si vas a Santa Cruz de La Palma en temporada alta o un puente, reserva con tiempo.
La capital tiene cierta oferta de hoteles, apartamentos, hostels y demás, pero no tanta como puedas pensar.
El turismo se concentra más en la zona de los Cancajos, al sur de la capital, y en otras localidades más preparadas para ello. Aun así, yo te recomiendo que te quedes en la ciudad un par de días o más, como base para explorar la costa este de la isla y conocer mejor esta bonita ciudad.
Hotel Casa don Gabriel: elegimos este hotel porque era la mejor opción para las fechas que queríamos. Allí nos enteramos de su gran historia.
El Hotel Casa don Gabriel es un edificio del siglo XVII. Lo construyó un piloto de barco de los que iban a América. Después, pasó a ser propiedad de Gabriel Duque, “el médico de los pobres”, conocido así porque no cobraba a los pacientes necesitados. Este hombre llegó a ser alcalde de la ciudad entre 1964 y 1970, y una persona muy apreciada por los vecinos.
Alojarse en un sitio con tanta historia (sin pagar un riñón) es un plus, pero además es que las habitaciones están restauradas y son maravillosas.
Ruta a Pie por el Casco Histórico (Los 6 imprescindibles)
Santa Cruz de la Palma es realmente bonita. Por algo el casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico Artístico en su día.
Pero te voy a confesar algo: la primera vez me decepcionó un poco. No me entiendas mal, reconocí su belleza pero me pareció que estaba demasiado llena de gente, hacía calor, y yo sólo tenía unas horas. Malas condiciones para disfrutar de un lugar así.
En cambio, la segunda vez que fui, con motivo de la erupción del volcán de Tajogaite, pasé allí un par de noches y mis sensaciones hacia ella cambiaron radicalmente.
Quizá sea por su tamaño, relativamente pequeño y manejable 🤗, pero lo que creo que fue definitivo es que la recorrí en las mejores horas del día: primera hora de la mañana y última hora del día. Cuando la luz es más bonita y realza todo.
También influyó que en esta segunda visita la ciudad estaba muy tranquila. Sin el ajetreo veraniego, aunque la culpa era de la situación de emergencia del volcán.
Más allá de estas sensaciones, no quiero dejar de anotar una cosa que sorprende cuando llegas a Santa Cruz de La Palma: lo cerca que están las montañas cubiertas de bosques, de aspecto jurásico.
Siempre asoman entre los edificios, o las ves desde cualquier calle un poco despejada. La misma ciudad está construida en las faldas de la cordillera que hace de espina dorsal de la isla, y es alucinante.
Sin más dilación, aquí tienes la lista y comentarios de un recorrido por Santa Cruz de La Palma 😉
Balcones de la Avenida Marítima: la postal de La Palma
Los balcones de las casas antiguas que miran al mar, en el paseo marítimo, son posiblemente la postal más conocida y famosa de Santa Cruz de La Palma. Y no es de extrañar, porque son realmente bonitos.
Balcones que salieron de las manos de los carpinteros de Santa Cruz, que llegaron a ser considerados los mejores de las islas Canarias.
Estas casas son, hoy en día, restaurantes. Yo intenté sentarme a comer allí, pero a principios de agosto sin reserva previa, difícil. Cuando volví en diciembre estaban cerrados. En ese momento los balcones lucían su decoración navideña. En fin, quizá algún día lo consiga.
Real Castillo de Santa Catalina y las vistas al mar
A dos o tres minutos andando desde los balcones, llegas al castillo de Santa Catalina.
Esta es una fortaleza del siglo XVII que parece pequeña, coqueta, hecha con sillares de piedra volcánica. Junto con otras, servía para defenderse de los ataques piratas, siendo Santa Cruz una plaza codiciada.
El pirata Pata de Palo arrasó Santa Cruz de la Palma en 1553. En la reconstrucción posterior se elevaron nuevas defensas que consiguieron frenar, unos años más tarde, al corsario Francis Drake.
Para entrar a la fortaleza tienes que rodear los muros que dan al mar por una calle estrecha que hay a la izquierda, y después entrar por la Calle del Castillete. Su interés es disfrutar de la vista de la playa y costa entre los antiguos cañones.
Otro testimonio de que los piratas fueron una de las grandes preocupaciones de los habitantes de Santa Cruz de La Palma, es el Barco de la Virgen o Museo Naval. Recrea la nao Santa María de Colón, aunque está construido en hormigón, no en madera, y no está lejos del castillo.
Casco antiguo
Tras disfrutar de estos dos puntos entramos en las calles del casco viejo por la calle Anselmo Pérez de Brito.
Las casas combinan distintos colores, con ventanas, puertas de madera y cristaleras que recuerdan a la arquitectura colonial de Latinoamérica, a Portugal, e incluso a Inglaterra. Es un pequeño festival estético.
Raro será que no quieras llevarte una foto de cada ventana 😉
La única nota «negativa» es que predominan los comercios modernos, pero mirando a los pisos superiores todo mejora. También hay algún bar o restaurante, pero no es una zona donde haya mucha hostelería.
Las calles que suben hacia el lado contrario al mar, con escaleras o cuestas pronunciadas, son una constante llamada a que te desvíes. No te digo que no lo hagas, pero si tienes un poco de prisa, espera a llegar a la Plaza de España. Siempre puedes volver sobre tus pasos.
Mercado de Santa Cruz de La Palma
Antes de llegar a la Plaza de España, puedes desviarte ligeramente para ir al Mercado de Santa Cruz de La Palma. Si no es sábado por la tarde, domingo o festivo, claro está, porque entonces lo encontrarás cerrado.
Los mercados siempre son una parada interesante en cualquier viaje. Es un lugar perfecto para observar la vida del día a día, a los vecinos y los comerciantes, y ver qué compran, lo que es una traducción de lo que comen.
El Mercado de Santa Cruz de La Palma es pequeño pero bonito. Cerrado, sencillo, lleno de puestos de verduras y también delicatessen de la isla. Me recordó un poco al Mercado Central de Santiago de Chile, entre otros.
En mi opinión, es perfecto para comprar un queso artesano, gofio o mojo, y charlar un poco con algunos comerciantes. También puedes ver cómo se hace y degustar un vaso de zumo de caña de azúcar.
Plaza de España y Parroquia Matriz de El Salvador
A pesar de que en las dos ocasiones en que he visitado la ciudad no he podido entrar en la Parroquia Matriz de El Salvador (1508), llegar a esta plaza, que podríamos decir que es el centro neurálgico del casco viejo de Santa Cruz de la Palma, es genial.
La plaza que precede a la iglesia es de planta trapezoidal, con una estatua del Padre Manuel Díaz en el centro, las escalinatas para subir a la iglesia, la fuente antigua en un lado (1588) y el ayuntamiento. Todo a un nivel más alto que la calle por la que llegas.
El Padre Manuel Díaz Hernández, conocido como cura Díaz, fue un sacerdote humanista, pintor, músico y escultor, que nació en Villa del Mazo, otra localidad de La Palma. El 11 de junio de 1820 pronunció un discurso a favor del cumplimiento de la Constitución de 1812, y esto le valió el destierro. Tuvo que irse a Tenerife y no pudo regresar hasta 15 años después.
Precisamente esta falta de simetría, la variedad de los volúmenes, las escaleras grises contrastando con los muros blancos, y la torre cuadrada de la parroquia, que parece más una torre de castillo que un campanario, es lo que dan todo el encanto a este lugar. Estando en él se siente, de alguna manera, la historia de Santa Cruz de La Palma.
Junto a la iglesia hay otro tramo de escaleras que invitan a subir para seguir curioseando por las calles de detrás. De hecho, para llegar al siguiente punto que te indico tienes que ir por ahí.
Casa de la Real Sociedad Cosmológica
Nada más subir por las escaleras del lateral de la Iglesia de El Salvador, llegas a la calle Van de Walle y ahí mismo tienes un curioso edificio.
Su fachada está dominada por una gran escalera de madera que se bifurca a derecha e izquierda, pintada de rojo, contrastando con los muros blancos.
Esta es la sede de la Real Sociedad Cosmológica, y así lo indica un cartel donde explica que el edificio fue adquirido por el Concejo de La Palma en el año 1646, siendo entonces la alhóndiga o casa panera.
Una alhóndiga es un lugar destinado a la compra, venta y depósito de cereales y otros alimentos.
¿Qué es la Sociedad Cosmológica?
La Sociedad Cosmológica se fundó en 1881 con el objetivo de “propagar el conocimiento de las ciencias naturales por medio de las discusiones y el estudio práctico de las mismas, por medio del establecimiento de un museo de historia natural y etnográfico”.
El nombre de Cosmológica viene del título de la obra Cosmos de Alexander von Humboldt, el famoso naturalista, geógrafo y explorador alemán, que se publicó unos años antes en Londres. Se considera que fue la primera persona en escribir sobre el cambio climático, y la importancia de su obra se equipara a la de Charles Darwin.
Esta fue sin duda una de las instituciones científicas más relevantes de La Palma. Allí se reunían médicos, botánicos, humanistas e investigadores, que reunieron una colección de ciencias naturales y restos arqueológicos de los primeros habitantes de la isla.
Desde 1905 acoge la Biblioteca Cervantes, que comenzó su andadura con motivo del tercer centenario de la publicación de El Quijote (1605).
Lo que no pude averiguar es si es visitable, y la encontré cerrada en las varias ocasiones en que pasé por allí, pero sólo recorrer la calle y contemplar su fachada, ya merece la pena.
Ermita de San Sebastián
Si sigues andando hacia arriba, recorriendo la fachada de la Sociedad Cosmológica, llegarás a otra calle que sube empinada, en perpendicular. Este es un rincón que se puede pasar por alto fácilmente, pero que merece mucho la pena.
Al final de las empinadas escaleras hay una placita pequeña, coqueta, con grandes palmeras y la Ermita de San Sebastián, con balcón y espadaña en la fachada. La ermita suele estar cerrada, pero no importa, el rincón lo justifica 🥰
Museo Insular de La Palma en la plaza de San Francisco
El Museo Insular es otro de los sitios recomendadísimos para ver en Santa Cruz de La Palma ¡Es realmente precioso!
El precio de la entrada es entre gratuito y 4€, según los descuentos de los que te informarán en las taquillas.
Creo que es aquí donde está la colección de la Real Sociedad Cosmológica, porque varias de sus salas exhiben fósiles, animales disecados, y muchos objetos etnográficos. También hay salas dedicadas a pinturas de distintas épocas.
Pero lo bonito de este museo no es tanto la colección que alberga, que te puede gustar más o menos, como el edificio en sí.
El Museo Insular fue un monasterio franciscano grande, señorial, que está muy bien conservado. Consta de dos patios grandes, galerías, escaleras y techos de maderas nobles, y está ubicado en una plaza silenciosa, sin tráfico y tranquila. Es un placer recorrer sus estancias dejándote sorprender por sus rincones.
Calle O’Daly
Si vuelves a bajar a la Plaza de España y continúas por la calle Real, llegarás a la calle O’Daly. Un nombre claramente foráneo, como los de otras calles.
O’Daly fue un comerciante irlandés afincado en La Palma ¿Qué hizo para ganarse una calle tan céntrica como esta? Pues desafiar a la corrupción política de aquél entonces, y conseguir que Santa Cruz de La Palma fuera el primer ayuntamiento español en elegir a sus representantes por votación.
Sólo podían votar los mayores de 25 años que fueran hombres, pero oye, por algo se empieza. Las primeras elecciones se celebraron en 1773. Por cierto, que Anselmo Pérez de Brito, abogado, fue el que inició este proceso un año antes. De ahí que la calle anterior, que es continuación de esta, lleve su nombre. Detalles.
Hoy en día la Calle O’Daly es conocida por la cantidad de tiendas que tiene. Si buscas algún regalo, esta es tu zona.
Plaza de la Constitución y Ascensor de la Luz
Al final de la Calle O’Daly llegarás a la Plaza de la Constitución. A la izquierda está el acceso al puerto, donde se pueden coger los ferrys a Tenerife y alguna otra isla. En el centro más o menos hay un jardín y ahí está la Oficina de Turismo de Santa Cruz de La Palma. Y a la derecha, en el lado de la montaña, está el Ascensor de la Luz.
Encajonado junto al edificio de Correos, el Ascensor de La Luz es una iniciativa que se puso en marcha en septiembre de 2020 para facilitar el acceso al centro de los vecinos que viven en los barrios altos.
A nosotros nos pasó que por seguir el mapa en el móvil, con el coche, nos vimos metidos en unas pendientes de esas que te hacen temblar las piernas. Yo no hacía más que pensar ¿cómo puede vivir esta gente aquí? ¿cómo traen y llevan la compra?
Probablemente se piensen más de una vez a dónde van antes de salir de casa, y desde luego deben de tener unos gemelos espectaculares, pero la gente mayor, uf.
Bueno, pues al menos esta obra viene a ayudar un poco en sus desplazamientos, y también a los visitantes como nosotros, claro.
El ascensor de La Luz es gratuito, con aforo reducido y un horario concreto, mucho más amplio en los días laborales:
¿Y para qué subir en este ascensor? Pues además de que la subida (o bajada) en sí misma te ahorran tiempo y esfuerzo para ir a los siguientes puntos de interés que te voy a contar, las vistas a través de sus cristales son espectaculares. Eso sí, reacciona rápido porque el trayecto no dura mucho.
Plaza de Santo Domingo y alrededores
Bien, ya hemos subido en el ascensor y llegamos a unas calles un tanto estrechas, adoquinadas y tranquilas. Ahora se trata de subir un poco por estas callejas hasta que llegues a la Calle de San Telmo.
Esta zona de la ciudad no la conocí en el primer viaje, y en el segundo ha sido así porque nuestro alojamiento estaba en dicha calle. Si no, se nos hubiera pasado y es una pena.
La Calle de San Telmo tiene un montón de casonas preciosas. Algunas están rehabilitadas y son alojamientos o restaurantes, pero otras no. Estas segundas conservan ese aire decadente que tanto gusta a los aficionados a la fotografía, aunque no puedes dejar de preguntarte cuánto tiempo aguantarán.
Al final de la calle, que tampoco es muy larga, llegarás a la Plaza de Santo Domingo y la Iglesia del mismo nombre, que es de 1538. Ahora es un instituto de Educación Secundaria. El sitio es una verdadera chulada. Las escalinatas de la iglesia, la puerta principal bajo dos arcos gemelos, la torre campanario, los grandes árboles que dan sombra…
También podrías llegar aquí desde la Ermita de Santo Domingo, andando por otras calles sin tener que subir y bajar mucho ¡Estudia el mapa!
Playa de Santa Cruz de La Palma
Volvemos a bajar a nivel del mar, por decirlo así. Santa Cruz de La Palma tiene una playa hermosa, de arena negra y bien cuidada.
Es cierto que, quizá, no se luzca tanto como otras porque sólo un poco más allá está el puerto, pero es un buen recurso para dar un paseo junto al agua. De todas formas, si no quieres mojarte los pies o pringarte con la arena, siempre puedes recorrerla desde el paseo marítimo.
Dónde desayunar, comer o cenar en Santa Cruz de La Palma
Por supuesto en Santa Cruz de la Palma hay muchas opciones para desayunar, comer, cenar, o tomarte un barraquito, pero yo no las conozco todas. Sí te puedo recomendar los sitios en los que he consumido, y algunos que me han recomendado y que no dudo de que serán buenos.
Preguntas frecuentes sobre Santa Cruz de La Palma
En definitiva, Santa Cruz de La Palma tiene muchísimo que descubrir y lo merece. No dejes de perderte por sus calles y detalles, repitiendo sitios las veces que haga falta 🥰
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