Cáceres es una ciudad única que se recorre y disfruta muy bien en sólo un fin de semana. Para ayudarte en la organización, aquí tienes una guía con los principales sitios, algo de su historia, un par de recomendaciones sobre qué y dónde comer, dónde dormir y cómo llegar ¿Te apuntas a un fin de semana en Cáceres? 😊
Fin de semana en Cáceres: primeros consejos
Antes de contarte qué ver en un fin de semana en Cáceres, te voy a dar algunos consejos de buena fe y datos que pueden ser útiles:

También puedes apuntarte a un freetour, así como visitas guiadas y otras experiencias que seguro enriquecen lo que vas a ver en tu fin de semana en Cáceres. Puedes ver la oferta y reservar con cancelación gratuita aquí.

Cómo llegar a Cáceres desde Madrid
Puedes ir a pasar el fin de semana en Cáceres en transporte público o en coche. No es un viaje corto, pero tampoco demasiado largo desde Madrid. Aun así, merece la pena ir para dos noches si no quieres pasar medio fin de semana en la carretera o el tren.
Transporte público
En tren hay varias posibilidades al día, al menos en fin de semana, y la duración del viaje oscila entre las 3,40 horas y las 4 horas y pico.
A la ida son más puntuales que a la vuelta, y en ambos sentidos hacen muchas paradas. El precio de los billetes varía, teniendo en cuenta que a veces hay ofertas. En su día miré los autobuses pero tardaban un poco más.
Lo malo del tren es que es incierto. Extremadura sigue teniendo problemas de comunicación con el resto de España, lo que es una verdadera lástima. Yo tuve suerte, pero te puede tocar la china de un retraso de varias horas. Imposible saberlo.
Ir a Cáceres en coche
Viajar a Cáceres en coche te puede dar algo más de libertad y ahorrarás mínimo 40 minutos de viaje, pero ojo, que también te darán ganas de dispersar más el fin de semana porque ¿cómo no acercarse a la preciosa Trujillo, o a Mérida por ejemplo?
El viaje a Cáceres desde Madrid en coche ronda las 3 horas si no hay atascos. Se hace por la autovía A-5. Así de fácil y simple.
Dónde dormir en Cáceres
Cáceres tiene bastantes opciones para pernoctar, desde las más selectas hasta otras más humildes o prácticas. Yo opté por un hostal a dos minutos andando del centro, y unos veinte minutos andando desde la estación de tren.
Se trata del Hotel Don Carlos, pero puedes consultar y reservar más alojamientos en Cáceres en Booking la plataforma que yo siempre uso para mis viajes.
Qué ver en un fin de semana en Cáceres
Voy a empezar dándote un listado de todos los sitios que pude visitar en un fin de semana sencillo, con dos noches allí. Parece muy larga, pero el tiempo cunde mucho en Cáceres. Después hablo de cada sitio y te doy la información práctica que necesitas.
La Plaza Mayor de Cáceres
Te recomiendo empezar el fin de semana en Cáceres por la impresionante Plaza Mayor. A un lado, una muralla con torres árabes del siglo XII y una escalinata medieval. Al otro lado, grandes casas antiguas con soportales donde, ahí sí, te puedes refugiar del calor.


La Plaza mayor de Cáceres se utilizaba como recinto ferial y lugar de reuniones del Consejo en el siglo XIII. Los soportales, en cambio, son del siglo XVI.

De planta alargada y suelo irregular que se adapta a la inclinación de la meseta sobre la que asienta, la Plaza Mayor da para muchos paseos a distintas horas del día. Además aquí se encuentra la Oficina de Turismo y el acceso principal al casco antiguo.
Una actividad muy recomendable es apuntarse a un freetour en Cáceres general o temático.

Foro de los Balbos
Junto al Ayuntamiento de Cáceres y su escalinata, en la misma Plaza Mayor, verás que hay una pequeña plaza anexa. Pegada a los muros de la muralla almohade hay una gran fuente, y a su izquierda una estatua de la Diosa Ceres. A la derecha, unas escaleras te llevan al casco viejo.
Este curioso espacio era conocido como “atrio del corregidor” y aquí se levantaba una de las puertas romanas que tenía nombre propio: Norba Caesarina.


Torres de Cáceres: Bujaco, Arco de la Estrella y Torre de los Púlpitos
Desde la misma Plaza Mayor se accede a la Torre de Bujaco, que es la torre de piedra con almenas que verás enseguida. Este nombre, que puede resultar extraño, viene del califa Abú-Ya Qub, que conquistó la ciudad en 1173. La leyenda dice que durante esa conquista fueron degollados 40 caballeros cristianos.
Siendo uno de los imprescindibles, yo decidí empezar haciendo esta visita a primera hora de la mañana (abren a las 10 h), que es cuando menos gente hay, y efectivamente la visité casi en solitario. Una pasada.

La puerta está subiendo la escalinata que lleva al Arco de la Estrella, a mano izquierda. La entrada incluye no sólo la subida a la torre, sino también un recorrido por la muralla pasando sobre el Arco de la Estrella y llegando a la Torre de los Púlpitos. Es muy corto, pero precioso.
Desde arriba tienes unas muy buenas vistas de la plaza y del casco antiguo. Además puedes visitar las ruinas del castro romano que fue el origen de la ciudad.


Cronología breve del origen de Cáceres


El Arco de la Estrella fue levantado en el siglo XVIII sobre el lugar que ocupaba la llamada Puerta Nueva. En el centro del arco, mirando hacia la Concatedral, está la Virgen de la Estrella.

Te decía que al subir a la Torre de Bujaco puedes andar sobre el Arco hasta la Torre de los Púlpitos. Esta es una torre defensiva de estilo gótico (siglo XV) que tiene 16 metros de altura, resultando ser otra buena atalaya desde la que observar la Plaza Mayor.
Horario de la Torre de Bujaco (viernes, sábados y domingos):
Invierno: de 10 a 14 h y de 16.30 a 19.30 h.
Verano: de 10 a 14 h y de 17.30 a 20.30 h.
Precio de la entrada de la Torre de Bujaco + Torre de los Púlpitos: 2,5€ (abril 2025).

La Concatedral de Cáceres
Después de la Torre de Bujaco lo más lógico es cruzar el Arco de la Estrella por debajo y andar en línea recta hasta la Plaza de Santa María. Allí está la Concatedral de Cáceres, que puedes visitar y además subir al campanario para ver las vistas.
No obstante, si te quieres ahorrar la subida o no puedes, no tengas pena. En mi opinión no son las mejores vistas, sobre todo si eres bajita como yo, porque arriba hay unos muros que te impiden la vista. La foto destacada de este post responde a esas vistas y la hice de puntillas, levantando la cámara.
La subida al campanario se hace por una escalera de caracol, pero no será la única que te encuentres en Cáceres 😉


Campanarios aparte, la concatedral luce una gran nave con arcos góticos y columnas en la que destaca el gran retablo barroco del altar. Este retablo es de madera oscura y hace un buen contraste con la piedra iluminada por las enormes lámparas que cuelgan del techo.

Horarios de la Concatedral de Cáceres: viernes y sábados de 10 a 20 h ininterrumpidamente, y domingos de 10 a 12.30 h y de 14 a 18.30 h. Ojo, estos horarios pueden cambiar. De hecho yo decidí hacer esta visita el sábado a mediodía, pero me la encontré cerrada y lo tuve que dejar para el domingo. Lo mejor es que consultes su página web.
Precio de la entrada general: 7€ (abril 2025).
Palacio de los Golfines de Abajo
El Palacio de los Golfines de Abajo está situado entre la Concatedral y la iglesia de San Francisco Javier. Dicen que su visita está muy bien, pero he de confesar que no acerté con los horarios y por tanto me lo perdí.
Las visitas guiadas son la única forma de verlo, y la entrada regular es de 3€ (abril 2025). Para ver los horarios, lo mejor es que consultes la página web oficial del Palacio de los Golfines de Abajo.
Lo que sí pude contemplar a placer es su torre con balcones góticos, de esos en los que parece que va a asomarse una princesa rubia para descolgar sus largas trenzas, los escudos y las decoraciones pétreas del nivel superior.
En estas calles, por cierto, se rodó parte de la serie Juego de Tronos.


Plaza de San Jorge e Iglesia de S. Francisco Javier
No te quepa duda de que la Iglesia de San Francisco Javier te va a gustar. Bueno, en realidad y siempre desde mi punto de vista, lo mejor es el lugar donde se ubica: la Plaza de San Jorge.
La fachada con los dos grandes campanarios blancos, el frente barroco, las escalinatas que suben a derecha e izquierda formando una gran figura geométrica en piedra oscura… Parece un rincón de Oporto traído a Cáceres.

San Jorge es el patrón de Cáceres desde 1229, cuando la ciudad fue conquistada por las tropas de Alfonso IX. Puedes rendirle homenaje o hacerte una foto con él en su famosa pose de “matador del dragón” en el centro de las escaleras que suben a la iglesia.

Aquí sí que te recomiendo subir al campanario porque las vistas son muy buenas, mejores que las de la Concatedral. Y también tiene su escalera de caracol 😉

Horarios de la Iglesia de San Francisco Javier: de 10 a 13.30 h y de 17.00 a 20.00 h de lunes a domingo.
Entrada general: 1,5€ (abril 2025).
Centro de Divulgación de la Semana Santa de Cáceres
Este espacio museístico que antaño fue la cripta de San Francisco Javier, abre sus puertas en el lateral derecho de la iglesia, cuando has emprendido la subida por la Calle de la Compañía.
Más allá de la historia de la Semana Santa, de la quizá no seas muy fan, has de saber que el edificio esconde un aljibe del siglo XVIII que alcanza nueve metros de altura y, según me contaron allí, es el más grande de Europa.
Aquí se abastecían de agua los jesuitas del convento anexo, y ahí están las escaleras por las que bajaban con sus recipientes. La verdad es que impresiona, aunque no logré hacer buenas fotos por la falta de luz.


Horarios del Centro de Divulgación de la Semana Santa: de 10 a 14 h y de 17.30 a 20.30 h en verano (16.30 a 19.30 h en invierno), de martes a domingo.
Precio de la entrada del Centro de Divulgación de la Semana Santa: Gratuito.
Casa Museo Árabe Yusuf-al Burch
Cerca de la Plaza de San Jorge, bajando unos pasos por la Cuesta del Marqués, te encontrarás con la Casa Museo Árabe.
Esta es una vivienda que perteneció a José de la Torre Gentil, que la compró en 1960 con la intención de reformarla y venderla. Sin embargo, al empezar las obras se encontró con restos romanos y árabes. Aficionado a la arqueología, decidió seguir “excavando” y acondicionarla para ir a vivir allí con su familia. Poco a poco fue sacando a la luz las bóvedas originales, el hamman y el aljibe.
Hoy en día es un tanto kitsch porque está repleta de objetos decorativos árabes y orientales. Muchos son antigüedades y otros simples souvenirs, pero te haces una buena idea de cómo se vivía en el siglo XII en Cáceres. Las estancias para comer y reunirse, la cocina, el aljibe, el hamman, el patio.

Museo de Cáceres – Casa de las Veletas o del Aljibe
Volviendo sobre tus pasos y subiendo por la calle de la Compañía, en un ratito llegarás al Museo de Cáceres tras cruzar la Plaza de San Pablo.
El Museo de Cáceres es uno de los sitios que no te tienes que perder en tu fin de semana en Cáceres, de verdad, aunque sólo sea por ver el impresionante aljibe árabe que guarda en sus entrañas.

La casa Palacio de las Veletas es de finales del siglo XV, aunque tiene muchos elementos de las sucesivas reformas posteriores hasta el siglo XVIII, como las gárgolas y remates de cerámica esmaltada de la cubierta.

Aquí se ubica el Museo Arqueológico Provincial en el que vas a poder disfrutar de un paseo por la historia de Cáceres. Paleolítico, Neolítico, fantásticas estelas de piedra de la Edad del Bronce, algunos mosaicos romanos, y salas de etnografía te esperan. El remate es el aljibe.
Personalmente las estelas de la Edad de Bronce me fascinan. Todas tienen grabados, algunas con figuras de guerreros rodeados de sus armas y otros objetos, otras con figuras simbólicas. Se cree que se utilizaban para señalar los dominios de una tribu. En el Museo Arqueológico Nacional de Madrid se expone también una buena selección de ellas.


El aljibe árabe es de los siglos XI o XII, y pertenecía al alcázar almohade que había en este lugar y que servía para garantizar el suministro de agua en caso de asedio. Ya en el siglo XV los Reyes Católicos permitieron a Diego Gómez de Torres construir en este solar, con la condición de que los vecinos de Cáceres pudieran usar el agua del aljibe.
Los cacereños siguieron utilizando el agua de este aljibe hasta principios del siglo XX. Es de planta ligeramente irregular, de unos 15 metros de largo por 10 de ancho, y dispone de 5 naves con una altura de 5,30 metros cubiertas por bóvedas de cañón que descansan sobre arquerías paralelas formadas por 16 arcos de herradura que se sustentan sobre columnas romanas y visigodas reaprovechadas.
(Cartel explicativo del Museo de Cáceres)

Después del aljibe, puedes dar un buen salto en el tiempo cruzando el jardín para acceder a otro edificio.
En la planta superior hay una colección de Arte Contemporáneo español que me gustó mucho. En la planta inferior te encontrarás con una colección de Arte medieval donde hay un cuadro de Jesús Salvador de El Greco. Atención: estas salas estarán cerradas por reformas durante tres años, a partir de mayo 2023.

Horarios del Museo de Cáceres:
Martes a viernes de 9 h a 15 h y de 16 a 20 h.
Sábados y festivos: 10 a 15 h y 16 a 20 h.
Domingos de 10 a 15 h.
Lunes cerrado.
Entrada gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea, presentando el documento de identidad.
Barrio de San Antonio o antigua Judería de Cáceres
Si bajas por las calles que hay en un nivel inferior al Museo de Cáceres, te adentrarás en el Barrio de San Antonio, lo que sería la ciudad extramuros. Supone transportarte a un pueblo de casas blancas, escalones de piedra, generosas macetas floridas en primavera y la Ermita de San Antonio, que encontré cerrada porque sólo abre por las mañanas (al menos los fines de semana).


Está documentado que Cáceres tuvo una comunidad judía durante al menos 250 años. Por lo visto toda esta región fue muy tolerante con ellos, en los tiempos de las revueltas antijudías que se sucedieron en Andalucía en el siglo XIV. Tanto es así, que Cáceres fue un refugio para muchos sefardíes andaluces, y por los pagos de impuestos registrados se considera que llegaron a ser muy importantes en la ciudad.
No obstante, en 1470 fueron expulsados de la ciudad intramuros, viéndose obligados a vivir fuera de la protección de las murallas. Luego vino la expulsión definitiva firmada por los Reyes Católicos en marzo de 1492.

Tarde o temprano te encontrarás también con el Arco del Cristo, la puerta más antigua de la muralla, que aún conserva los sillares romanos sobre los que fue construido.

Plaza de Santa Clara
La Plaza de Santa Clara está junto al Barrio de San Antonio, de camino a la Casa Museo Guayasamin, y en sí misma es un rincón muy bonito en el que pararse.
Cuatro palmeras, altísimas y orgullosas, se elevan frente al Convento de Santa Clara, donde por lo visto se puede comprar dulces de las monjas de clausura, de las que no verás ni un pelo porque son eso, de clausura.


Casa Pedrilla y Casa Museo Guayasamín
La Casa Pedrilla que alberga el Museo Guayasamín no está en los itinerarios más populares de Cáceres, pero a nada que te guste el arte, te lo recomiendo. La única pega es que hay que salir un poco del casco histórico y bajar por las calles más empinadas que luego tendrás que volver a subir.
La Casa Pedrilla es un edificio precioso, noble, de aire colonial portugués, en cuyas estancias puedes dar una vuelta por la historia de los ilustres de Cáceres del siglo XIX.
Los ilustres de Cáceres eran científicos, escritores, músicos, políticos… y aquí se guardan todo tipo de recuerdos de entonces. Desde una colección de cámaras fotográficas antiguas, hasta muebles y cuadros preciosos en las estancias del piso superior.

La Casa Museo Guayasamín está en un edificio anexo. Si no está abierta, pregunta a la persona de la entrada de la Casa Pedrilla y te la abrirá.
Me apetecía mucho ir porque cuando estuve en Quito fui a ver el Museo Guayasamín y quedé impresionada por la obra de este artista contemporáneo de Picasso, sus ideas y reivindicaciones, así que en cuanto supe que en Cáceres hay un museo con algunas de sus obras, no me lo pensé dos veces.

El encargado me dejó a solas tras hacer el misterioso comentario de “aquí están las obras que nos quedan de Guayasamín”.
Nada más entrar me impresionó el espacio, ya que son las cocheras de la Casa Pedrilla y la antigua almazara (el lugar donde se procesan las aceitunas para obtener el aceite de oliva). Sin embargo, me pareció que estaba como “a medias” y volví a escuchar en mi mente la voz del encargado diciéndome “las obras que nos quedan”. También me sorprendió que no hubiese carteles explicativos junto a las obras.
En cualquier caso, aún hay unos cuantos cuadros que el mismo Oswaldo Guayasamín trajo a este lugar que se define como «un puente entre Cáceres y Ecuador».

Iglesia de Santiago
Esta iglesia cuyo aspecto final es del s. XVI está en la Plaza de Santiago, muy cerca de la Plaza Mayor. Es muy chula por fuera, y me llamó mucho la atención las enormes columnas que apuntalan los contrafuertes de los muros y son acanaladas. También los nidos de las cigüeñas y el soportal de la fachada exterior junto a un parquecillo con palmeras.


Fuente Histórica de la Plaza de la Concepción
De nuevo desde la Plaza Mayor, saliendo por la Calle de Espronceda, te encontrarás con esta fuente que, por lo visto, ha sido restaurada hace poco. De hecho, me encontré con unas vecinas que andaban diciendo que era la primera vez que la veían con agua.
Situada en la esquina, en la base del parquecillo elevado de esta plaza, la fuente luce preciosa con cinco cántaros de barro rebosando agua, protegidos por una verja de hierro. Podrías pensar que es mucho más antigua, pero resulta que es una fuente de principios del siglo XX. En aquéllos tiempos (no tan lejanos) la mayoría de las casas de Cáceres no tenían agua corriente.
El flujo del agua se accionaba con una ficha-moneda, y fue la primera fuente de agua potable canalizada que se instaló en la ciudad.

Palacio de Toledo Moctezuma
El Palacio de Toledo Moctezuma está en los límites del casco antiguo, muy cerca del Arco de la Estrella. Debe su nombre al matrimonio de Juan Cano de Saavedra y la hija del rey Moctezuma II, bautizada como Isabel ¡Toma ya!
Su torre cuadrada con ventanales es más que visible incluso desde la Plaza Mayor, así que no tiene pérdida. Del interior sólo se puede ver el patio con enormes columnas de granito, y una sala donde hay un friso con pinturas antiguas, en la parte superior de las paredes, que representan personajes romanos y aztecas. Menuda mezcla, pero así era el Renacimiento 😉
Una visita similar es la de la Casa de Carvajal, junto a la Concatedral. Ambas son gratuitas, así que si ves las puertas abiertas no dudes en entrar.
Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear
Esta es la guinda del pastel para cualquier fin de semana en Cáceres.
Helga de Alvear es una galerista a la que se le acumulaban las obras de arte en varios almacenes de Madrid. Kandinskys, Klees, Picassos, Tápies y muchos otros no conocidos para el gran público, pero de indudable talento. Con el apoyo de la Junta de Extremadura, consiguió hacer realidad un sueño: tener un museo a la altura de sus obras y en un marco incomparable. Fue abierto en Febrero de 2021.

Además de la exposición que guarda en su interior, vas a alucinar con la arquitectura del edificio, y con el hecho de que supone un salto temporal y espacial muy importante con respecto al resto de la ciudad. Me encantó 🥰
Te aconsejo que lo visites después del casco histórico para saborear el contraste al máximo.


Visita y horarios del Museo Helga de Alvear:
Puedes hacer una visita por libre o guiada, en ambos casos es gratuito, pero debes reservar por internet en su página web. Te recomiendo que lo hagas con unas horas de margen. Aquí tienes el enlace donde puedes consultar también los horarios.
Bonus: el santuario y mirador de la Virgen de la Montaña
Hay quien te puede aconsejar subir al Mirador de la Virgen de la Montaña. En mi caso, fue el joven encargado de la Casa Museo Árabe quien, al ver mi cámara de fotos, me dijo que tenía que ir sí o sí, porque desde allí obtendría las mejores vistas de Cáceres.
Decidí hacerlo esa noche para poder fotografiar la ciudad iluminada, como había visto en algunas fotos de internet, creyendo que desde allí obtendría “esas vistas”. Te voy a adelantar que no es así.
El santuario y mirador de la Virgen de la Montaña está situado a unos 2,2 kilómetros del centro de Cáceres, quizá algo más, y es el destino de muchos vecinos que suben paseando. El camino está muy bien acondicionado, pero es una cuesta larga y pronunciada.
¿Cuál es el problema? Desde allí arriba las vistas de Cáceres son completas y el casco antiguo casi ni se ve. Es decir, domina la ciudad moderna sobre la antigua, y además se ve “allá a lo lejos”.

Como yo llevaba todo el día andando arriba y abajo y estaba algo cansada, decidí no arriesgar demasiado y coger un taxi que me subiera para luego bajar andando. Fue una gran decisión que me costó algo menos de 6€, nada dramático.
Allí arriba el viento sopla fuerte y es fresco, al menos en primavera (y seguro que en invierno más), y como digo la ciudad se ve lejana y poco atractiva, así que después de hacer unas fotos inicié la bajada.
Poco a poco, y gracias a que el camino está iluminado con farolas cada pocos metros, me fui acercando a la ciudad con un horizonte rojo y malva precioso. Y justo cuando me hallaba a la altura del río, casi debajo de las murallas, encontré la perspectiva del casco antiguo de Cáceres iluminado. Así que ya sabes, si te apetece hacer estas fotos y nada más, no hace falta que subas hasta allí arriba.

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Qué comer y Dónde comer en Cáceres:
La gastronomía extremeña es rica, contundente y generosa. En Cáceres se lleva muchísimo el tapeo, y de hecho casi todos los sitios tienen una carta de tapas aparte de los menús o carta de platos normales. Reitero: suelen ser generosas, aunque ya sabes, cuanta más calidad o más “chic” es el sitio, menos cantidad.
No te pierdas las migas con huevo, los arroces con productos de la tierra como una buena carrillera de cerdo, por supuesto el jamón ibérico (ojo, cuanto más barato peor es el jamón), y la Torta del Casar (queso).
Todo muy light, je, je, aunque también hay opciones de hortalizas y verduras muy buenas como el Zorongollo, que es una ensalada de pimientos asados, tomate y cebolla.

En el capítulo de dulces están los de los conventos con recetas diversas, como las rosquillas de Casar de Cáceres, las pastas de almendras, o los mantecados.
Y de los sitios en los que decidí parar a comer o cenar, me quedo con estos dos:


Y hasta aquí esta guía de Cáceres en un fin de semana. Me temo que ha quedado algo larga, pero es que… ¡Cáceres es mucho Cáceres! ¿La conoces? ¿Te animas a descubrirla? 😊😊
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Muy buena guía sobre Cáceres!
Como cacereño, yo también incluiría entre las delicias típicas de la tierra, la patatera. De hecho, cada vez que voy a visitar amigos de fuera, siempre me piden que les lleve alguna. ¡Y es que está riquísima!
Jo, qué hambre me ha entrado de repente… jeje
Un saludo, y gracias por tus bonitas palabras hacia mi ciudad :)
Gracias Miguel!!