plaza del pilar zaragoza

Actualizado el 28 septiembre, 2022

Conocía Zaragoza, la antigua Saraqusta, de un par de paseos breves aprovechando visitas laborales. En dichos  paseos o paseíllos sólo tuve tiempo de asomarme a la gran plaza de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. Ni siquiera pude entrar en dicha Basílica y contemplar a la virgencita que cada año consigue reunir a todos los maños para una gigantesca ofrenda floral, el día 12 de Octubre. Pero por fin llegó una oportunidad de pasar un fin de semana en Zaragoza y descubrir que tiene mucho más de lo que parece ¿Te vienes? 😊

Aunque mi visita algo breve porque lo combiné con una pequeña escapada al cercano Desierto de los Monegros, la verdad es que el tiempo cunde en Zaragoza.
El azar quiso poner en mi camino peruano a la amiga Inés, natural de la ciudad. Un día me invitó y no me lo pensé 😊 Desde aquí, muchas gracias Inés!! Como ya te dije en su momento, no podía haber tenido mejor anfitriona.

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sombra de las torres barrocas de la basílica sobre el río ebro
La sombra de la Basílica sobre el río Ebro

Qué ver en un fin de semana en Zaragoza para descubrir sus encantos

Quizá tendría que empezar contando qué me ha parecido Zaragoza:

Me ha parecido que da más que promete. Que tiene lugares interesantísimos. Que la plaza del Pilar me sigue gustando tanto como el primer día. Y que la Basílica del Pilar es una de las iglesias que, sobre todo en su exterior, más me gustan de este país. Mira, voy a empezar hablando de ella.



Basílica del Pilar

El Pilar, para abreviar su nombre, es realmente espectacular. Sinceramente creo que es una de las palabras que mejor la definen.

perfil de basílica del pilar sobre cielo azul
Plaza de la Basílica del Pilar

Es visible desde muchísimos rincones de la ciudad. En cuanto te acercas no puedes apartar tu mirada de ella. Sus tejas de colores contrastan y armonizan con el ladrillo. Su tamaño no da sensación de «pesadez» a pesar de ser gigantesca. Pero su presencia impone y puede emocionar (avisada estás ;-P). Todo esto, amiga, para mí es sinónimo de belleza.

Ya dentro, descubrimos que tiene una historia propia. De esa historia quiero destacar el capítulo que más me sorprendió pues no tenía ni idea:

Un acontecimiento marcó a la población de Zaragoza: las bombas que cayeron el 3 de Agosto de 1936

En la madrugada del 3 de agosto de 1936, casi recién comenzada la Guerra Civil, los anarquistas defendían la ciudad de las tropas fascistas. Un avión -dicen que del bando republicano- dejó caer sobre ella tres bombas. Dos de las bombas entraron en la Basílica y otra cayó en uno de los patios. Ninguna estalló.

¡Milagro, milagro, la Pilarica nos ha salvado!

El milagro estaba servido, aunque hay una explicación más mundana. Parece ser que el avión volaba muy bajo. No pudo ser detectado por el radar y las bombas que descargó no estallaron porque requerían de más altura para activarse. Eran de esas bombas, afortunadamente, que durante la caída se «arman» a través de una serie de mecanismos, y ello requiere un tiempo.
El caso es que las dos bombas que cayeron en el interior están allí, junto a la capilla de la virgen. Unos metros más arriba está uno de los boquetes que abrieron, y que se ha decidido conservar para que no se olvide. Aunque podríamos pensar que las razones de dicha conservación tienen más que ver con el marketing eclesiástico de los milagros, que con la triste Guerra Civil.

agujero abierto por una bomba en un arco de la basílica del pilar fin de semana en zaragoza
El boquete que abrió una de las bombas
las dos bombas que cayeron en la basílica colgadas en uno de los muros
Las dos bombas que cayeron en el interior de la Basílica, expuestas en su interior. Una imagen que no deja de ser, cuanto menos, curiosa y chocante.

La Virgen del Pilar

La Virgen se cambia todos los días de vestido, así de presumida es ella. Su nombre se debe a que ahí hay un pilar que dicen es el que puso la Virgen María. En realidad la historia fue que cuando vivía en el mismísimo Jerusalén, se apareció al apóstol Santiago en el año 40 d.C. Este le señaló el lugar donde debía erigir un templo dedicado a sí misma.

Así que ya sabéis, Pilares. Os llamáis así por una columna de jaspe que hay en esta Basílica. Los fieles cristianos la tocan y hacen ofrendas a sus pies desde hace varios siglos. El trocito de pilar que está a la vista y se puede tocar (apenas un circulito) está justo al otro lado del punto donde está situada la virgen. Pero vamos, encontrarás la cola de espera sin problema…

virgen del pilar con manto bordado y gran corona de oro
La Virgen del Pilar, una talla muy pequeña que contradice a su gran fama.

Una Catedral llena de Arte

La Catedral atesora bóvedas pintadas al fresco por grandes artistas, entre ellos Goya. Como en la mayoría de los templos, más si son de esta categoría, toca mirar hacia arriba, hacia el cielo.

un fin de semana en Zaragoza
Interior de la catedral del Pilar de Zaragoza
cura dentro de confesionario escuchando confesión
Estás a tiempo, puedes confesarte en vivo y en directo…

Zaragoza a vista de pájaro desde los tejados de la Basílica

Actualmente se puede, además, subir hasta el piso superior de una de las orgullosas torres que se proyectan sobre el río Ebro. Un ascensor y 3 € permiten obtener las mejores panorámicas de la ciudad, y una inmejorable visión de los tejados coloridos de la Basílica. Yo no me la perdería.

tejas de colores formando dibujos en las torres de la basílica fin de semana en zaragoza
Tejados de la Basílica del Pilar
vistas de zaragoza con torres de basílica

Por último, puedes comprarte una cinta de tela de la medida de la virgen por 1 €. Las hay de varios colores, supongo que todos los que tiene en sus vestidos. Inés me contaba que muchos maños la llevan prendida en su maleta, o la tienen por casa en algún lugar visible. Y que no hace falta ser muy fiel o devoto porque ya se ha convertido en una seña de identidad.

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La Plaza del Pilar

Antes y después de esta visita es más que recomendable andar por la rectangular e inmensa plaza que se extiende delante suya. Tomar el sol, charlar, mirar hacia arriba, o hacia la Catedral propiamente dicha (la Seo) que está en uno de sus extremos. Incluso comprar lotería o cupones de la ONCE en los minicarros que tanto recuerdan a los rickshaws asiáticos (tienen que protegerse del cierzo, je, je).

Un rincón que personalmente me da sensación de ancho horizonte y de calma cada vez que lo piso.

señor vendiendo lotería en un motocarro con dos clientas mirando números
tres señoras merendando en un café vistas a través del cristal con grupo de sillas de terraza delante

La Lonja de Zaragoza

Junto a la Basílica hay varios puntos de interés. En primer lugar, está el edificio de la Lonja. Éste es un precioso edificio renacentista que está dedicado a sala de exposiciones. No tengo muy claro si se puede visitar cuando no hay exposiciones, pero si la ves abierta no dejes de entrar. Por cierto, más tarde visité la lonja de Palma de Mallorca y es muy parecida!

lonja de zaragoza con exposición de arte moderno

Esta vez tuvimos suerte y nos encontramos con una exposición de pintura moderna que nos encantó a ambas. Se trataba de cuadros del pintor Enrique Larroy.  Una obra llena de color que contrasta muy bien con los preciosos techos históricos.

cuadros de colores con círculos reflejándose en el suelo de la lonja fin de semana en zaragoza
Cuadros de Enrique Laroy

Catedral de San Salvador

Como he dicho, un poquito más adelante está la Seo, la Catedral de San Salvador. Aquí no pudimos entrar. Creo que hay que pagar no sé cuánto dinero y francamente, no estábamos por la labor.

Sin embargo, sí puedo hablar del muro y torre laterales. Ambos responden a la antigua mezquita y correspondiente minarete. Son preciosos porque se revisten de pequeños azulejos entre el ladrillo mudéjar, con formas geométricas. Pasear por allí de noche y redescubrirlo bajo el sol es sencillamente el mejor tándem que puedes hacer para este rincón.

un fin de semana en Zaragoza
Muro lateral de la Catedral de San Salvador
chico con patinete delante de edificio histórico de zaragoza

Mercadillo en la Plaza de San Bruno

Además, los domingos por la mañana se instala ahí mismo el mercadillo de la Plaza de San Bruno. Es un mini-rastro donde encontrar antigüedades y curiosidades varias. Un buen sitio donde hacer tiempo para el aperitivo, charlar con los comerciantes, o estremecerse con alguno de los objetos expuestos.

mercadillo de fin de semana en zaragoza con puesto de botijos de distintas formas y colores
Mercadillo de la Plaza de San Bruno
baúl antiguo donde pone "río de janeiro" abierto y lleno de muñecos antiguos
Baúl viajero maravilloso, con unos habitantes un poco… ¿inquietantes?
callejón que pasa bajo un arco con farola de hierro a la derecha
Callejón que permite seguir rodeando la Seo

Dónde y qué comer en Zaragoza

En Zaragoza se tapea a base de bien, y el aperitivo se lo toman muy en serio. Si quieres probar una especialidad muy curiosa (y sabrosa), te recomiendo que vayas a la Casa Dominó.  Está en el Tubo, el barrio de tapeo y copas en el centro de Zaragoza. A dos pasos de todo lo anterior.

Este establecimiento de mucha solera sirve una tapa de la que dicen ser los creadores: jamón batido… y no es la única. Nosotras nos decidimos además por la de chorizo picante, acompañándola con un vermut de grifo que estaba muy bien.

Dudamos de si comer allí mismo de tapas y raciones, ya que la carta es variada y habíamos conseguido mesa (se llena fácilmente). Pero decidimos ir a otro sitio mítico que también recomiendo, aunque más que la calidad de la comida (recomendables los platos de puchero, huye de la paella) merece la pena su ambiente y decoración: La Republicana.
Allí, por un menú de domingo de 15,5 € (no, no es barato aunque ya sabes que los menús suben de precio los fines de semana), puedes pasar un buen rato cotilleando la enorme cantidad de fotografías, dibujos, y objetos antiguos que decoran el local. Todo con un aroma muy republicano ;)

Bueno, bueno, ¿hemos acabado? pues no!! Hay un sitio importante y que no tienes que dejar de ver. Si vas en fin de semana, déjalo para el domingo porque la entrada es gratuita. Si no, tendrás que pagar 5€ si eres adulta, 1€ si jubilado o estudiante. Me refiero a la Aljafería.


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La Aljafería de Zaragoza

El exterior nos recibe con murallas, torres de defensa y un foso que hoy es parque y por el que se puede pasear. Todo esto ya promete ¿no? Aun siendo domingo y gratis, hay visitas guiadas también gratis, y la verdad es que merece la pena porque te cuentan la historia del lugar de manera bastante amena.

La Aljafería consta en realidad de tres palacios -toma ya-. Bueno, así se llaman ahora. En realidad es uno de esos edificios que a lo largo de la historia ha sido reutilizado y modificado tantas veces como gobernantes ha habido, prácticamente. También tuvo su papel en la Guerra Civil.

un fin de semana en Zaragoza
Aljafería de Zaragoza

Palacio islámico

Empezamos con lo que queda del palacio islámico, que es la primera planta y precioso. El típico patio de naranjos rodeado de arcadas que nos recuerdan -cómo no- a la Alhambra. Ojo que la Aljafería de Zaragoza es anterior a la Alhambra  y a los Reales Alcázares de Sevilla de lo que se deduce que sirvió de inspiración.

Patio que se abre una sala de columnas que da paso al mirhab, el lugar al que mirar para el rezo, pues está orientado a la Meca.

arco con filigranas árabes en zaragoza
Mirhab de la Aljafería de Zaragoza

El mirhab fue utilizado como cocina durante la época en que la Aljafería fue cuartel militar. Se quemaron sus paredes y se llenaron de hollín. La sensibilidad militar, ya sabes. Aún hay restos.

patio con columnas y arcos árabes
un fin de semana en Zaragoza

Ah! que sepas que todo esto estaba pintado de brillantes colores: rojo, azul y dorado… aunque personalmente me quedo con la versión actual 😏

cenefa con letras árabes pintadas en un muro

Palacio cristiano medieval

Se continúa con el palacio cristiano medieval, ya en el interior. Un espacio tomado por los monarcas aragoneses tras la «Reconquista» de Alfonso I el Batallador. Algunas ventanas ojivales y techos de preciosas vigas policromadas son su sello de identidad.

pasillo del palacio cristiano medieval de zaragoza
detalle del enyesado con figuras vegetales que se entrecruzan

Palacio de los Reyes Católicos

Por último, el palacio de los Reyes Católicos, que se edificó sobre la fábrica musulmana hacia el año 1492. Se hizo para simbolizar -presumir de- el poder y prestigio de los monarcas cristianos, pero resulta que las obras las llevó a cabo un maestro del arte mudéjar, Faraig de Gali, que dio lugar a lo que se ha terminado llamando «estilo Reyes Católicos».

techo cubierto de artesonado con colores dorados

Por todas partes encontrarás el yugo y las flechas, y la leyenda de «tanto monta» (lo de «monta tanto» no existía por aquel entonces).

Muy bueno fue descubrir las «salas de los Pasos Perdidos», que eran los salones donde las visitas tenían que esperar a que los reyes accedieran a verles.

Pues eso, que tienes un 3 en 1 precioso en la Aljafería, que también fue cárcel durante la Guerra Civil española. Por allí quedan los graffitis de los prisioneros e incluso algún tablero de ajedrez grabado en el mismo suelo con mucho tiempo y paciencia.

pared de celda de antigua prisión con grafitis de prisioneros y ventana que mira al exterior
Celda de la prisión de la Aljafería de Zaragoza

Ah! las murallas son del siglo XVI-XVII, cuando el rey Felipe II mandó transformar la Aljafería en un fuerte «a la moderna». Y aquí también se sitúan las Cortes Aragonesas actuales… ¿será por un «por si acaso»? ja, ja, ja.

dos ancianos con gorro en la puerta de una iglesia cerrada fin de semana en zaragoza

La ribera del Ebro

¿Quieres más? pues no dejes de asomarte al Ebro, de noche y de día, a contemplar el Pilar desde el Puente de Piedra. Ni te olvidéis de ir a ver las ranitas del siguiente puente!!

puente sobre el río ebro con torre de iglesia al fondo
ranas de bronce en línea en el murete de uno de los puentes de zaragoza
un fin de semana en Zaragoza

Para terminar, recordar las palabras de mi amiga Inés: «sólo has visto una pequeña parte de Zaragoza, tienes que volver a conocer el resto». Pues eso, prometo volver a pasar como mínimo un fin de semana en Zaragoza y contarte mis nuevos descubrimientos 😉

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