Viajar a Menorca en invierno suena un poco marciano. No fueron pocos los que me dijeron “pero… si no te puedes bañar”, “si no habrá nada”, “si Menorca en invierno está muerta”. Yo digo que no. Es cierto que no te vas a encontrar con muchos sitios abiertos. Ni con el bullicio veraniego. Pero viajar en esta época del año puede tener grandes beneficios y aquí vengo dispuesta a convencerte 🤗
Menorca en invierno está en sí misma
Menorca en invierno está en paz. En un “como toda la vida” (antes del turismo). En sus campos, caballos, mar, gente amable. Ensimismada en sus quehaceres.
Ir a Menorca en invierno es ir a disfrutar de ella y de ti. Sin distracciones. Disfrutar del sol, del azul del Mediterráneo que, si no hay viento de tramuntana, es increíble. Además…
- Los yacimientos talaióticos no se van a ninguna parte. Puedes verlos en soledad. Como un Indiana Jones cualquiera. Créeme que la sensación es magnífica 🤩
- La arquitectura de Ciutadella y Mahón también sigue estando donde siempre. Esperando tu mirada, tu cámara. Ciudades más tranquilas que nunca, sin apenas gente en la calle.
- La naturaleza de Menorca sigue en el mismo sitio. Los acantilados, los campos llenos de flores amarillas, las calas…
Menorca es una isla espectacular en todas las épocas del año, y en invierno puedes disfrutarla apreciando mucho más la ruralidad y la naturaleza que domina buena parte de la isla.
Una de las cosas que más me sorprendieron es que Menorca es una isla poco urbanizada. Y lo mejor, no hay casi hoteles mamotreto. Se agradece tanto no tener que huir de esas construcciones que tan poco tienen que ver con el paisaje, sea donde sea…
Al mismo tiempo, casi todo está tocado por la mano del hombre porque los campos se delimitan con paredes de piedra seca, la misma con la que sus ancestros construyeron torres defensivas y sitios de culto. Sitios que están por todas partes, prueba de que Menorca fue habitada, y mucho, desde hace varios miles de años.
Esto de las vallas o muros de piedra me encantó. Son bonitas, aportan una escala diferente al paisaje y cierta linealidad. De alguna forma, relajan la mirada, aportan orden en el caos.
Y ¿lo he dicho ya? Ver todo esto sin gente a tu alrededor y sin ruido, es un lujo. Sigue leyendo, que no he terminado…
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Lo que más me gustó de Menorca
Me encontré con una isla tan verde que no me lo creía. El suelo es de pura roca y hay mucho cultivo, pero en este mes de enero cálido, habiendo llovido unos meses antes, parece que la primavera se ha adelantado.
Esta isla tiene muy claro, además, que quiere ser sostenible. De ahí que no hayan permitido construir complejos hoteleros grandes. Y que hayan protegido una parte de su territorio. Que protejan también los productos de la isla, a saber: quesos, embutidos, pastelería, productos de la huerta. Y que utilicen la energía solar en muchos sitios, empezando por el aeropuerto, donde los techos del parking son placas solares en su totalidad.
Las calles de las ciudades están muy limpias, las aguas de las calas y playas impolutas. Se respira el cuidado por sus cosas en cada esquina.
Pero por supuesto nada es perfecto. Te puedes encontrar algún desperdicio que otro en cualquiera de estos sitios. Yo misma recogí alguna lata olvidada en la costa. Desaprensivos hay en todas partes y me temo que los habrá, pero la cantidad de desechos no es comparable a otros lugares.
Otro atractivo de Menorca es escuchar el menorquín a tu alrededor. Es un derivado del catalán con algunas palabras de inglés, herencia de cuando fue colonia inglesa. Parece que estás en otro país. Más lejos. En un sitio diferente y por tanto que sacude más tu curiosidad.
Las ventajas “objetivas” de viajar a Menorca en invierno
Si con lo anterior no te he convencido, voy a dar algunos argumentos que quizá te animen más.
- Los precios de los vuelos a Menorca en invierno no tienen nada que ver con las temporadas media y alta. De hecho este es un tema que me ha hecho aparcar la idea de ir a Menorca en más de una ocasión, hasta que he decidido ir en enero.
- Los precios de los alojamientos también son más económicos.
- No tendrás problemas para encontrar sitio en una playa, ni tendrás que esperar a que se quite de en medio alguien para hacer una foto al monumento de turno. Tampoco sufrirás incomodidades derivadas de tener que compartir el espacio con muchos otros que, como tú, quieren disfrutarlo.
Los inconvenientes de viajar en invierno a Menorca
No te voy a engañar. El invierno es la época más incómoda para turistear en esta isla. Ir a Menorca en invierno supone viajar cuando allí una buena parte de la población está de vacaciones. Todas esas personas que trabajan para y por el turismo entre primavera y otoño o hasta fin de año, aprovechan los meses de enero y febrero para coger vacaciones. O el contrato les expira. Esto se traduce en que:
- Encontrarás muchos sitios cerrados. Muchos. Me refiero a restaurantes y hoteles. Esto va a limitar tu capacidad de elección. También ocurre con algún sitio a visitar (museo, yacimiento). Es mucho peor en fin de semana que entre semana, y peor por las noches. Es decir, un domingo por la noche puede que te veas en un aprieto para conseguir cenar, no te digo nada si es un plato caliente lo que buscas. Me pasó en Ciutadella.
- Si no quieres alquilar coche, has de saber que el transporte público es mucho más reducido. Las líneas que comunican las localidades del norte y el oeste no funcionan. Muchas otras que llevan a playas y calas tampoco. Sí está garantizado el transporte entre Mahón y Ciudadela, y entre el aeropuerto y Mahón. También a algunas localidades cerca de Mahón. Aquí puedes consultar las líneas en funcionamiento en este momento, aunque la del aeropuerto la tienes que consultar aparte. Yo pude visitar algunos sitios gracias a que tengo una amiga en Mahón y me llevó de excursión con su coche en varias ocasiones.
- Si te gusta bañarte en la playa, hacer snorkel, buceo, o simplemente quieres hacer un tour en barco, no vas a poder hacerlo en invierno. Esto es así y no hay vuelta de hoja. Sí puedes hacer alguna actividad en kayak (creo, al menos vi a gente practicando este deporte), pero poca cosa más.
- Si quieres hacer el famoso Camí de Cavalls entero, recorriendo todo el perímetro de la isla (unos 200 kilómetros de camino), tienes que tener en cuenta que no hay apenas infraestructuras que te sirvan de apoyo. Te puedes encontrar, por ejemplo, con todas las tiendas cerradas de los pueblos donde te ibas a proveer de agua y comida. Y lo mismo con los alojamientos. Por supuesto puedes andar tramos, siempre está abierto 😉
- Cuando la Tramontana sopla puede hacer mucho frío ya que es el viento del norte. Por eso creo que conviene reservar al menos 5 o 6 días y no reducir la visita al fin de semana, ya que así tendrás más posibilidades de disfrutar de algunos días buenos.
Y hasta aquí el resumen de mi experiencia en Menorca en invierno, con sus pros y contras. Estoy deseando repetir, quizá en primavera o en otoño ¿y tú, te animas a hacer esa escapada que te mereces? 😊
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Nos encanta visitar España en invierno ya que no encontramos el bululú de gente en todos los lado, el clima es agradable si lo comparo con el invierno en Alemania, muchas cosas están a buen precio y como casi siempre el cielo azul y las estrellas siempre han estado presentes. Me animaste a visitar Menorca. Las fotos son hermosas.
Sabia decisión Yra!! Y sí, tienes que ir a Menorca, es preciosa!!! 🥰
Gracias y abrazos!!!