Este verano hará la friolera de diez años de mi viaje a Birmania o Myanmar. ¡Hay aniversarios que duelen!! Un viaje que queda lejos de la puesta en marcha de este blog, y de la era digital. Por entonces ni soñaba con llevar una cámara de esta tecnología, aunque ya existieran. Pero aun así, recuperando viejos negativos, he querido escribir este post sobre mis recuerdos de Birmania, un país que bien merece al menos una reseña.
En Birmania me encontré con un país fascinante
Mi grado de conocimiento de Birmania era casi nulo antes de ir. De hecho yo quería ir a Vietnam pero tuve que cambiar el destino a última hora. La verdad es que no me arrepentí en absoluto. Tanto es así, que siempre que alguien me pregunta por cuál elegir le digo que Birmania me gusta más.
Éste es un viaje en el que la gente es lo fundamental
Sus cálidas sonrisas. Sus miradas llenas de paz. Siempre atentos a darte una buena acogida. Delicados. De verdad que les coges cariño en el minuto dos de tu estancia allí.
Birmania tiene muchas cosas que ver, pero tiene sobre todo un ser afable, pacífico, que quizá sea fruto del budismo theravada que impregna buena parte de la vida allí, o quizá de la docilidad que la junta militar ha obligado durante muchos años. O una mezcla de ambas cosas.
Birmania tiene (o tenía) un aire de pureza cultural y tecnológica sin igual en el Sudeste Asiático.
No veías tractores en los campos ni prácticamente ningún artilugio mecánico más allá de los escasos automóviles. La infraestructura para el turismo era muy pequeña, y de hecho había muy pocos viajeros yendo y viniendo. En muchos momentos del viaje me sentí transportada a la Edad Media, sin modernidades que modificasen esa ensoñación.
El problema es que este estado de «pureza» es consecuencia de la política de la Junta Militar, que prefiere exprimir al pueblo imponiendo su estado de terror.
También es consecuencia del bloqueo económico al que está sometido el país, aunque los chinos están allí, dado que les interesa mucho este país (geoestratégica y económicamente hablando, claro, cómo no). Pierden los de siempre, y eso es triste, injusto, indignante.
Myanmar es su nombre actual y oficial, sustituyendo al de Birmania o Burma que impusieron los ingleses en la colonización.
Qué lugares destacaría de Birmania
El Lago Inle
El lago Inle es un pequeño mar interior famoso por los pescadores que mueven las barcas con un pie, pero que está lleno de muchas más sorpresas. Es en realidad un pequeño universo en el que quedarse y tratar de entenderlo al menos unos días. Los mercados donde se dan cita las distintas etnias de la región, los trekking por las montañas de alrededor, los monasterios budistas sobre el lago… Todo tiene una atmósfera especial.
Bagan
Las ruinas de Bagan son el lugar más importante arqueológicamente hablando de Birmania. Un lugar espectacular, aunque no llegue al nivel de Angkor en Camboya. Ver un atardecer y/o un amanecer en este paisaje es un privilegio. Últimamente han proliferado, por cierto, las ofertas de vuelos en globo.
Rangun
No hay que dejarse en el tintero la capital de Birmania, Rangún o Yangón. Con los edificios coloniales cayéndose a cachos por la corrosión de la humedad. Y la magnífica Shwedagon Paya, que así describía Pierre Loti:
En la lejanía de aquel país plano, al fondo de aquellas llanuras verdísimas en las que no se esboza nada humano, hay algo único que fija y atrae la mirada; es algo así como una gran campana de oro, con un mango de oro en lo alto… Es realmente oro, no cabe duda: ¡brilla con tan fino resplandor! Pero está tan lejos que tiene que ser gigantesca; excede todas las proporciones conocidas; con esa forma extraña, ¿qué puede ser?
Es la pagoda por la que emprendí esta larga peregrinación. La más santa pagoda de Birmania, que contiene reliquias de los cinco Budas, y tres pelos de Gautama, el último de los cinco.
Kyaitkiyo
Si podéis acercaros a Kyaitkiyo, en el estado Mon, alucinaréis con la gran roca suspendida en la montaña. Está cubierta por miles de láminas de oro que los peregrinos han pegado en su superficie, una práctica que se repite en todos los lugares santos del país, que son muchos.
Pero sobre todo disfrutaréis de las gentes que allí habitan. Aunque si vais en verano, cuidaos de las inundaciones!!
Mandalay y Mingún
Mandalay y Mingún son otros hitos del viaje que no debéis perderos, aunque Mingún se lleva la palma. Nombres que evocan Asia por los cuatro costados ¿no os parece? 😉
Allí las pagodas, monasterios y los monjes budistas son los reyes del lugar. El paisaje también es bellísimo, la verdad sea dicha.
Moniwa
Pero de entre todos mis recuerdos, hay un rincón verdaderamente especial. Nos dirigíamos a las cuevas de Moniwa, una montaña horadada y llena de cuevas con magníficas pinturas antiguas. La carretera pasaba junto a unas minas a cielo abierto, y pedimos al conductor que parara.
Enseguida se acercaron los chiquillos y poco después algunos trabajadores. Nos contaron como pudieron lo que hacían allí. Un trabajo penoso, una vida penosa y una gran sonrisa que nunca olvidaré. Me encantó parar porque sentimos que aquélla gente agradeció mucho el gesto, el sentirse objeto de interés.
Y los mercados ¡¡qué lugares!!
En los mercados de Birmania descubrí un sinfín de alimentos totalmente desconocidos para mí. Algunos ya se pueden encontrar hoy en día en los nuestros, pero os aseguro que entonces no llegaban aquí.
Desde la pasta de gamba y otras viandas fermentadas, que les encantan, hasta el pescado seco y algunas frutas y verduras muy curiosas.
Acompañándome de las fotos rescatadas de esos negativos, que parecen haber sido pasadas varias veces por los filtros de alguna aplicación del teléfono móvil, quería hacer un homenaje a Birmania. Desde mis impresiones personales capturadas a través de las fotografías y con el simple ánimo de abrir un huequito en vuestra inspiración viajera, si estáis buscando destino para las próximas vacaciones.
Espero haberlo conseguido :)
Ali! Buscando tus post sobre Oman me he encontrado Birmania!! Decirte que es mi destino para octubre, así que tengo pendiente perturbarte con alguna que otra pregunta :) Me alegra mucho saber que en mi itinerario están todas tus recomendaciones.
Tengo tantísimas ganas de conocer este país y, sobre todo, a su gente!!!
Hola guapa!! Pregunta lo que quieras aunque fui hace ya muchos años!! Te gustará, sobre todo por sus gentes que espero no hayan cambiado mucho ? Besos!
¡Mi Thelma! Da gusto leerte, da gusto verte… ¡me inspiras!
Mil gracias hermosa!! 🥰🥰🥰🥰