Si hay dos aspectos que caracterizan a Amsterdam: sus canales y los museos. En la escapada de tres días que hice con mi hermana, obviamente no nos dio tiempo a visitarlos «todos» ni «todo». Y además no nos apetecía intentarlo, porque sería casi un suicidio turístico. Si te encuentras en las mismas circunstancias, aquí tienes qué hacer en Amsterdam en tu primera visita.
Qué hacer en Amsterdam en tu primera visita
Los canales de Amsterdam
Los canales de Amsterdam… ¿Qué decir del icono de la ciudad?
Pues que en vivo y en directo los canales de Amsterdam son preciosos, de postal. Por eso esta será la primera cosa que hacer en Amsterdam. Salir corriendo a verlos.
Bueno, no los canales en sí mismos sino el contexto, el paisanaje urbano, las casas que parecen inclinarse peligrosamente hacia delante y algunas también hacia los lados.


¿Por qué las casas de Amsterdam se inclinan hacia delante?
Por un lado, la tierra ganada al mar va cediendo y esto explicaría las inclinaciones laterales de las casas de Amsterdam, como mínimo.
Por otro, la inclinación hacia delante tiene que ver con el «detallito» del enorme gancho que todas las fachadas lucen en su parte superior. Es para algo tan prosaico como subir muebles y otras pertenencias a los pisos altos de las casas. Sin que se den golpes contra la fachada, claro. De ahí la inclinación.
Pero ¿por qué tienen que subir los muebles así? Pues porque la mayoría las casas de Amsterdam son tan estrechas, y no tienen ascensor (o no lo tenían), que era/es sencillamente imposible hacerlo de otra forma.



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¿Y por qué los canales de Amsterdam son así?
Volvamos a los canales: hay una red tupida y a la vez muy organizada de canales en lo que es el corazón histórico de Amsterdam. No es capricho, sino que obedece a un plan previo bien trazado que buscaba aprender de los errores del pasado. Porque dos grandes incendios asolaron la ciudad de Amsterdam.

Un carpintero llamado Staets planificó la ciudad de Amsterdam con canales de hasta 25 metros de ancho para que pudieran caber hasta cuatro barcazas en paralelo. Además, se estableció una profundidad de 2,1 metros.
Son las calles paralelas a las calles, de tráfico paralelo, de ocio paralelo, de viviendas paralelas… sobre el agua, en el agua.
En esa planificación, los edificios serían de unos 30 metros de ancho frontal y se decidió una altura máxima para que ninguno quitara luz a los otros. Además, se permitió construir anexos para el servicio en la parte posterior de las casas, como el que permitió a Anna Frank y su familia refugiarse de los nazis.

Poco a poco, además de adaptarse a este diseño, las casas se fueron distinguiendo de los edificios industriales o comerciales con remates escalonados o curvos.
Los mercaderes ricos compraron varios solares para construirse casas más anchas, y otros en cambio los compraron para especular y dividirlos en más pequeños.
Y de ahí la sensación de uniformidad y a la vez variedad en los canales de Amsterdam… bueno, en las manzanas de edificios que los jalonan 😉



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El Barrio Rojo de Amsterdam
Si me preguntas qué canales son los más bonitos de Amsterdam, no sé qué decirte. Yo me quedaría con los canales más tranquilos y muy poco transitados, y no tanto con los que pasan por el afamado Barrio Rojo. Pero claro, cómo no ir…
No me gustó el Barrio Rojo. Ahí se sigue comerciando con la carne humana de las chicas que se muestran en los escaparates. Será legal, pero no me gustó nada la sensación de pasar por allí y ver a los turistas de todas las nacionalidades y sexo masculino ir nerviosos. Soltando todo tipo de bromas facilonas al respecto. Junto a los verdaderos clientes semi-camuflados entre ellos. Tampoco ver a los «porteros» de los puticlub.
El origen del Barrio Rojo de Amsterdam viene de siglos atrás, de cuando los marineros que atracaban en Amsterdam buscaban «compañía».
Un dato no sé si curioso o cómo llamarlo: hay una iglesia muy cerquita. Lo primero que hacían los marineros que iban al Barrio Rojo era ir a dicha iglesia para ganarse una exculpación prepago de la Iglesia. Toma ya. Estas cosas no se cuentan en las catequesis ¿eh?

El castillo de Amsterdam, o el lugar de las autopsias
Allí mismo, junto a esta iglesia, está el «castillo». En realidad era el lugar donde hacían las autopsias los médicos.
¿Dónde está? junto al sitio donde se celebraban las ejecuciones públicas consistentes en abrir en canal a los pobres vivos, para después pisotear su corazón. De película de terror como mínimo.
Y ¿sabes? los cadáveres de las mujeres adúlteras eran arrojados al canal, metidos en sacos. No sé si me sorprende más esto o saber que cuando llegó la guillotina ¡no les gustó! Claro, ellos eran más de despieces.

Muy interesante fue enterarnos de estas y otras historias en uno de los numerosos freetours para visitar Amsterdam y que te recomiendo. Puedes reservarlo aquí.
Otras cosillas a saber sobre la experiencia de andar entre los canales de Amsterdam
Andar por los canales es todo un placer, aunque cuando hace frío, hace frío!! La humedad te cala los huesos. Precisamente una compañera del trabajo me había advertido de ello, pero no le di tanto crédito hasta que estuve allí.
En mi vida recordaba una humedad tan devastadora en mi cuerpo, a pesar de ir abrigada (no todo lo que hubiera debido, dicho sea de paso).
Además debes ser consciente de que las bicis y los coches tienen más espacio -y derechos- que tú para andar por las calzadas que discurren junto a las aguas.

Pero insisto, es un placer pasear por los canales de Amsterdam, especialmente en los menos concurridos. A nada que sales un poco del «cogollo de canales», tienes un montón de oportunidades para hacer fotos. O simplemente para dedicarte a la contemplación de un cuadro bonito, muy bonito.
Los museos de Amsterdam
Amsterdam tiene un montón de museos y, si vas para pocos días, vas a tener que elegir. Si además quieres dejarte tiempo para otras cosas que hacer en Amsterdam, tendrás que ser más selectivo aún. Nosotras los seleccionamos cuidadosamente porque…
Los que nosotras elegimos ver fueron…
La casa museo de Rembrandt
Buscando un museo algo diferente, que fuera interesante y que además también nos aportara la visión de algo más que una colección de piezas, nos decidimos por la casa museo de Rembrandt.
Es una buena elección, porque te haces una idea bastante clara de cómo vivían en el siglo XVII.

La casa donde vivió Rembrandt es una auténtica casa amsterdanesa, con muebles originales y el taller del pintor con los pigmentos que utilizaba (algo que a mí particularmente me encanta, me encantaaaa).


Además, gracias a la audioguía te enteras de que, por ejemplo, las camas-armario donde dormían estaban así dispuestas para dormir sentados. De hecho, no te podrías tumbar porque no dan el largo, aunque también hay que tener en cuenta que eran más bajitos que ahora.

Querían dormir sentados porque entonces pensaban que dormir tumbados toda una noche implicaba morir de un derrame cerebral al subir la sangre a la cabeza.
Rembrandt era un comerciante de arte además de pintor, y esto le permitió vivir más que bien, a diferencia de muchos otros artistas. En su casa no encontrarás sus obras, pero sí algunas de las que tenía para vender.


Sin embargo, por lo visto murió deprimido, triste. Dicen que fue por su aislamiento social, aunque hasta poco antes de morir aceptó algún que otro trabajo de encargo.
Esto es lo que sostiene un grupo de especialistas en arte y medicina que ha estudiado los autorretratos que realizó entre los 22 y los 63 años (edad a la que falleció). En ellos han visto que no debía padecer ninguna enfermedad que pudiera provocar la muerte, pero sí cómo su expresión fue cambiando hacia la tristeza.
Lo dicho, la casa-museo de Rembrandt es un buen plan, especialmente si se nubla y/o hace frío 😉

Datos prácticos para la visita al museo de Rembrandt

Museo de Van Gogh
Entre los grandes museos de Amsterdam, teníamos que elegir, por decirlo de alguna manera, entre el Riksmuseum, que podría considerarse un equivalente de El Prado de Madrid, o el Museo de Van Gogh. Tanto mi hermana como yo misma lo teníamos claro. Ganaba el segundo.


El Museo de Van Gogh es, desde luego, uno de los imprescindibles de esta ciudad. También de los más concurridos, y eso tiene un precio (no sólo económico).
La verdad es que me acerqué expectante, con muchas ganas de ponerme delante de los verdaderos cuadros de Van Gogh, los originales. Es algo simbólico, es también una realidad palpable, y quizá el verdadero valor de los museos ¿no?
Nos tomamos con calma la visita, parando cuando queríamos o había sitio en los escasos bancos de las salas. Sobre todo contemplando a placer los cuadros. Bueno, entre oleadas de gente, pero si eres paciente siempre hay un momento para ti.
En el museo vas a poder ver cuadros tan preciosos como el de los girasoles, la habitación, o la casa amarilla. Y sus autorretratos que parece que te miran directamente. Con fuerza, hipnotizándote. Emocionan, así que claro y rotundo.

Datos prácticos para la visita al museo de Van Gogh


Apuntes de Van Gogh ¿no es maravilloso?



Y poco más que añadir. Ahora ya sabes algo sobre qué hacer en Amsterdam si es tu primera vez, pero no te pierdas los 5 rincones imprescindibles de Amsterdam, y así completarás esta lectura 😉

¿Quieres leer más sobre Holanda?
- Qué hacer en Amsterdam: entre canales y museos
- 5 rincones de Amsterdam que no te debes perder
- Keukenhof en primavera
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Qué bella ciudad y precisamente tengo ganas de visitarla en primavera, ya que imagino que será cuando más colorida se encuentre. Muy chulas las fotos :D
Gracias José Carlos!! Sí, en primavera está muy chula aunque haga frío, y de paso puedes acercarte a Keukenhof, donde alucinarás con los tulipanes y otras flores ;)
Un abrazo!
Alicia
Me ha gustado ese punto de humor que le has dado al redactar el post. ¡Genial Ali! , me servirá para cuando pueda visitar Amsterdam. Muy Interesante lo de los canales, los edificios, la no aceptación de la guillotina … menudos eran jeje
Saludos!!
Qué bien, me alegro mucho!! gracias por tu comentario Laura!! :)
Saludos!
Alicia
Gracias. Me encanta todos tus articulos! Estamos pensando de visitar Amsterdam, y este articulo y las photos nos ayudará a decidir.
Gracias a ti Bob!! me encanta que te encanten y que comentes, esto anima a seguir!! Pues sí, Amsterdam bien vale unos días :)
Un abrazo
Alicia
Hola Alicia!
Enhorabuena por estos post tan interesantes, bien contados y con unas fotos preciosas. Un placer leerte!! Mil gracias!!
Muchas gracias a ti, Eva, me alegro de que te gusten! 🙂