Actualizado el 8 noviembre, 2018
Hace no mucho se me ocurrió escribir un post con este tema, el Agua. Por unas y otras cosas no he podido ponerme hasta hoy, pero más vale tarde que nunca :)
Supongo que la mayoría de nosotros, o todos, sabemos que el agua es fundamental, imprescindible para la vida humana.
Mirad si no cómo se empeñan los científicos de la NASA y la Agencia Europea en buscar agua en Marte y otros planetas!!. En realidad es el primer paso de una vida orgánica (no sólo humana) y con permiso de los cactus -es un chiste muy malo, ya lo sé :P -.
Nuestros ancestros se empezaron a organizar de una manera más «consistente» o eficaz allá donde había una fuente de agua dulce. Así podían beber y cocinar con un esfuerzo algo menor. Esfuerzo que podían dedicar a otros menesteres, como la domesticación de animales, la agricultura (para todo esto se necesita agua a raduales), o salir a cazar, pescar, o emplear el tiempo en hacer fuego, en hacer pinturas rituales allí donde se refugiaban…
Uy, igual os estoy dando una chapa que no… perdón!
Hoy os quiero hablar de algo tan simple y tan maravilloso como es el Agua: ríos, lagos, mares, océanos…
El caso es que no sé qué es lo que tiene el agua, que aunque seamos «de interior» nos atrae, nos encandila o nos espanta (según cómo, dónde y en qué circunstancias), pero no nos deja indiferentes.
Yo en realidad lo que quería era reflexionar un poquito con vosotros acerca de esos lugares donde el agua es protagonista, y el efecto que produce en nosotros, en nuestra mirada, en nuestra vivencia del lugar, en nuestra imaginación…
El mar!
Increíble en su totalidad, fastuoso incluso aunque no estés en la mejor costa del mundo. Malo tiene que ser dirigir la mirada a esa anchura que ocupa todo el horizonte y que a veces parece que se curva con el perfil de la Tierra, espejeando el color azul del cielo. Malo que no sientas que el mundo es grande y precioso, que nosotros somos pequeños, que te invade la calma, que la mente se vacía para simplemente estar… Malo tiene que ser no sentir eso. Si no te pasa, a lo mejor es porque estás a otras cosas. No hay que dejar pasar estas sensaciones! :)
Los lagos y lagunas
Hermanitos pequeños del mar, generalmente en versión dulce… a veces muy muy pequeños frente a la otra inmensidad.
No hace falta compararlos. Lo bueno de los lagos es su diversidad, los reflejos que son capaces de regalarnos (para la mirada, para la cámara…), su personalidad propia, sus orillas, su frescura y generalmente también su calma. De nuevo se puede encontrar un punto donde vaciar la mente. No hay que perdérselo tampoco ;)
Los ríos,calmos o bravos
Cada uno tiene su aquél, sobre todo si están medianamente limpios. Qué lástima, qué pena ver los ríos sucios, llenos de basura o de sustancias blanquecinas que flotan sobre su curso, ay, no… Los grandes ríos (y quizá algunos pequeños) tienen su propia historia, la que los humanos les hemos ido dando a base de «hitos históricos», celebraciones, reinos, batallas (muchas batallas, demasiadas para mi gusto pero claro, los ríos son puntos muy estratégicos porque aportan tantos recursos…).
A veces estar delante de uno de estos ríos es satisfactorio sólo por contemplar ése escenario del que tanto nos han contado, del que sabemos que han pasado tantas cosas allí, en ése punto. Otras veces, sencillamente las cosas están pasando en ése momento.
Las cascadas o cataratas
Saltos de agua que convierten incluso a los más modestos riachuelos en preciosidades verticales. Juegos de colores con la luz del sol, la fuerza del agua desplegándose ante nosotros y recordándonos que es mucho más poderosa de lo que aparenta. El ruido que nos hace vibrar el pecho. De nuevo la mirada se queda prendida en ése espectáculo. De nuevo imperdible.
La lluvia, ay, la lluvia
La lluvia con la que la gente se deprime, o se alegra, o coge un puntito de melancolía… Lluvia fría, templada e incluso caliente (si conocéis el monzón, sabéis de qué os hablo). Nos activa los sentimientos y las sensaciones si nos exponemos a ella, sí o sí. Y es maravilloso ver cómo en un país o región donde la necesidad de agua es literalmente la llave de la vida, por ejemplo el Sahel, la gente baila bajo la lluvia cuando ésta por fin hace su aparición.
Por todo ello, no olvidemos el agua, disfrutémosla y seamos responsables con ella y con sus numerosas formas. La importante no sólo es la del grifo… en realidad esta no puede existir sin todas las demás.
Me encanta el agua. Y mira que no soy nada de ir a veranear a la playa… Pero a la vista, el agua enriquece cualquier lugar.
Je, je, así es Victor! me pasa lo mismo que a ti ;) Gracias por pasarte y comentar!
Yo me quedo embobado mirando al mar o una cascada… Que tendrá, que como el fuego atrae la mirada jejeje!
Eso es, es como el fuego… otro "elemento" de los cuatro elementos que veneraban los antiguos ¿no? ;). Poder hipnotizante tienen, je, je. Gracias Dany!
Me encanta todo lo relacionado con el agua, especialmente me siento muy bien delante del mar, en la orilla de un río, oyendo el murmullo del agua, no sé que es lo que tiene que me atrae muchísimo.
Bonito blog dedicado al agua.
Saludos
Gracias Begoña! Ay el murmullo del agua, cuánto sabían los árabes de antaño, recreando el Paraíso en sus jardines! :) un saludo
Creo que si de agua hablamos que tal México, ahi puees encontrar la mayor variedad de agua dulce, ríos, lagos, lagunas, cenotes, casacadas, tenemos playas en el pacífico, atlántico, golfo, y no sólo la riviera maya que todos conocen en el sur con Veracruz, hasta el norte en Tijuana .