La visita a Olimpia es uno de los “must” de un viaje a Grecia continental, y desde luego a la Península del Peloponeso. Todo un símbolo, el de los Juegos Olímpicos, que nacieron aquí ¿Te vienes? 😊
Visita a Olimpia, la cuna de los Juegos Olímpicos
La visita a Olimpia, que allí verás escrito como Olympia en la transcripción a nuestro alfabeto, es un imprescindible si quieres conocer la Antigua Grecia. No sólo eso, sino que leer sobre ella te va a descubrir muchísimos detalles que la alejan tanto como la acercan a la imagen que tenemos de los Juegos Olímpicos.
Antes de pasar a contarte algunos aspectos de la historia para que puedas enriquecer tu visita a Olimpia, te cuento que esta se distribuye en dos sitios contiguos. Y ambos son altamente recomendables.
1️⃣ El Museo Arqueológico de Olimpia.
2️⃣ El yacimiento arqueológico de Olimpia.
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Cómo organizar la visita a Olimpia
Así como en el caso de Delfos recomendé visitar primero las ruinas y después el museo arqueológico, en el caso de la visita a Olimpia te aconsejo lo contrario. Es decir, que empieces primero por el Museo de Olimpia.
No obstante, si tu visita a Olimpia es en verano, te sugiero que inviertas el orden y trates de visitar las ruinas a primera hora de la mañana. Evitarás las altas temperaturas y terminarás refrescándote en las salas del museo.
También debes saber que:
👉 La entrada incluye las ruinas y el museo.
🚩 Si no tienes mucho tiempo, o no quieres conducir por las carreteras de Grecia, puedes contratar una excursión a Olimpia desde Atenas. Aquí te dejo algunas opciones:
- Circuito clásico de 3 días visitando Epidauro, Micenas, Olimpia y Delfos.
- Excursión de 2 días por Micenas y Olimpia.
- Circuito clásico de 4 días visitando Epidauro, Micenas, Olimpia, Delfos y Meteora.
Horarios y tiempo de visita de Olimpia
🕑 Las ruinas y el museo de Olimpia abren a las 8.30 h entre noviembre y marzo, y a las 8.00 h entre abril y octubre.
🌞 El horario de cierre depende de la hora del atardecer, siendo a las 15.00 h el último acceso en los días más cortos del año. Lo mejor, y cuando seguro no te vas a equivocar, es visitarla por la mañana intentando entrar lo más pronto posible.
⌛ Reserva un mínimo de 3 horas para visitar el museo y las ruinas.
💶 El precio de la entrada es de 6€ en temporada baja (noviembre a marzo), y 12€ en temporada alta (abril a octubre). También hay entradas reducidas en la temporada alta según determinadas condiciones, a consultar allí. Esta información es de noviembre de 2022. En su página web podrás consultar esta información actualizada.
Algunos consejos más para la visita a Olimpia
👒 Según la época del año en la que viajes, prepárate para las inclemencias del tiempo. Esto lo digo, sobre todo, porque en verano hace muchísimo calor. Aunque hay bastantes sombras proporcionadas por los olivos y otros árboles, el sol castiga, así que lleva protección.
🚮 Sé respetuoso con el entorno, por favor. Recuerda que son vestigios milenarios y un Patrimonio de la Humanidad que debemos preservar entre todos.
Es una lástima y da mucha vergüenza ajena ver cómo la gente se empeña en saltarse estas sencillas normas una y otra vez. Yo misma, y creo que es la primera vez que lo he tenido que hacer, tuve que abroncar a dos señores de manera consecutiva. El primero se subió a la base de una columna para hacerse una estúpida foto. Sí, digo que es “estúpida” porque no es necesario en absoluto. El segundo vino después y trató de hacer lo mismo. Recuerda que cada gesto de este tipo implica una degradación, y si sumas a todos los visitantes, las consecuencias son importantes.
🚫 No está permitido entrar con mascotas, llevar objetos que puedan dañar las ruinas como los palos de selfie, y por supuesto no se puede fumar ni dejar ningún desperdicio en tu camino.
Dónde dormir y comer en Olimpia
La Olimpia moderna es una ciudad de casas bajas a los lados de la carretera que lleva al yacimiento arqueológico. No tiene ningún atractivo, desde mi punto de vista, pero cuenta con hoteles, restaurantes y tiendas tanto de alimentación como de souvenirs.
Creo que dormir en Olimpia para poder estar a primera hora entrando en el yacimiento es una buena decisión, pero una vez hayas hecho la visita a Olimpia, no tiene sentido permanecer allí más tiempo.
Olimpia tiene mucha oferta hotelera, aunque en temporada baja, es decir en otoño-invierno, las opciones se reducen bastante.
Nosotros encontramos el hotel Hermes. Se trata de un sitio pequeño y algo viejo, bastante cutre diría, pero pagamos sólo 41€ la habitación doble. En principio no incluía el desayuno en el precio, pero como estaban a punto de cerrar por temporada baja, nos invitaron al mismo. El dueño y su padre fueron muy amables y nos dijeron que al día siguiente comenzaban unas obras de reforma.
👉 Aquí te dejo el enlace a los alojamientos de Booking en Olimpia.
En cuanto a dónde comer en Olimpia, nosotros cenamos en la Taberna Symposio el día de nuestra llegada, en el centro de la moderna Olimpia. Se trata de un negocio familiar donde los niños ayudan a sus padres, como sucedía en muchos sitios de nuestro país hasta hace no tantos años. La puntuación en internet prometía algo más que lo que encontramos, pero tampoco estuvo mal. No probamos más sitios porque al día siguiente continuamos camino los pueblos del Cañón de Louisos después de ver las ruinas.
Museo Arqueológico de Olimpia
El Museo Arqueológico de Olimpia es chulísimo. Tiene una colección de esculturas y figuritas votivas de bronce y barro que son preciosas.
La visita te puede llevar más de una hora tranquilamente, pero es el mejor punto de partida para entender el lugar que vas a ver a continuación.
Entre las magníficas piezas que se exhiben en el museo, yo destacaría la estatua de Hermes esculpida por Praxíteles. Es de una belleza exquisita. En ella aparece Hermes protegiendo a Dionisos, cuando era niño, de la celosa Hera. En la mano que le falta se cree que Hermes tenía un racimo de uvas hacia el que Dionisos, futuro dios del vino, se intenta acercar.
En otra sala están los relieves del templo de Zeus. La sala es enorme y espectacular por la disposición de los dos frontones enfrentados entre sí.
En uno se narra la carrera de cuadrigas entre el rey local Enómao y Pélope, pretendiente de la hija del rey, Hipodamía.
En el otro frontón, mucho más dinámico, se presenta la Batalla de los Lapitas y los Centauros, un mito que habla de la tensión entre la barbarie y la civilización.
Según el mito, los Centauros fueron invitados a la boda del rey lapita Pirítoo. Se emborracharon y se pusieron a abusar de las mujeres lapitas. El rey no podía consentir tamaña injuria y la batalla estalló.
En el centro está Apolo, el dios de la razón, tratando de imponer un poco de paz a la escena. Teseo aparece a su izquierda preparándose para matar a un centauro, y el rey Pirítoo a su derecha tratando de liberar a su prometida de las garras del centauro jefe.
La historia de Olimpia
Olimpia está situada en la confluencia de los ríos Cladeo y Alfeo, y fue un gran santuario que funcionó durante más de un milenio. Sí, los orígenes de los Juegos Olímpicos son religiosos. Y con la religión, la política siempre va de la mano.
El origen de Olimpia es micénico, un pueblo anterior a los griegos clásicos, pero fueron los dorios los que le dieron la importancia histórica que hoy tiene. Este pueblo adoraba a Zeus y la morada de este dios está en el monte Olimpo. Este es el origen del nombre «Olimpia».
Con el tiempo Olimpia se fue haciendo cada vez más helénica, y así siguió durante varios siglos. Sin embargo, en la época del emperador Adriano, hablamos ya del tiempo de los romanos, el santuario había perdido su importancia religiosa y política.
En la época helénica la ciudad estaba dedicada a Zeus y los Juegos también se dedicaban a él.
Olimpia fue, como he dicho, un gran santuario. Igual que Delfos. Quizá por eso sus vestigios han llegado hasta nuestros días. Constan de una serie de templos y edificios seculares distribuidos alrededor de varias avenidas. Todos organizados alrededor de lo que en su día fueron parques y plazas con estatuas de los dioses y los héroes de los Juegos.
Curiosidades de los antiguos Juegos Olímpicos
Aunque haya algunos detalles como la periodicidad de los juegos, la verdad es que los Juegos Olímpicos clásicos no tenían mucho que ver con los actuales.
Para empezar, el término Olimpiada lo utilizaban los antiguos griegos para referirse al periodo entre una edición y otra de los juegos. Es decir, cuatro años. La celebración en sí es lo que se llamaba Juegos Olímpicos.
- Los Juegos Olímpicos comenzaron a celebrarse en el año 776 a.C. y se consideran el primer evento de la historia griega. En un principio, sólo la velocidad era la prueba que se celebraba, y los competidores eran hombres de la zona.
- El primer ganador de los Juegos Olímpicos que se ha documentado fue Koroivos, un cocinero de la ciudad vecina Elis.
Dicen que el mismísimo Alejandro Magno participó en los Juegos Olímpicos cuando era un adolescente. En las carreras de carros, para ser más precisos.
- En los siglos VIII y VII a.C. se añadieron otras pruebas: lucha, boxeo, equitación y competiciones entre niños. Y poco a poco se fueron sumando el lanzamiento de disco, el de jabalina, y el salto de longitud.
- Los hombres competían desnudos para evitar que alguna mujer se colara entre sus filas, y las mujeres tenían prohibido asistir a las pruebas. Hay fuentes que dicen que las que no podían asistir eran las casadas y viudas, pero sí podían hacerlo las doncellas.
- Sin embargo, en las carreras de carros el premiado era el dueño, no el participante. Por eso hay registro de mujeres premiadas en tal prueba.
- Por aquél entonces los jugadores ya no eran sólo de la región, sino que venían de muchas ciudades. Todos los competidores pertenecían a las élites de su ciudad y la entrada estaba restringida a los griegos. Cuando los romanos se hicieron cargo de todo este tinglado, allá por el 146 a.C., es decir, hace casi 2.200 años, los Juegos se democratizaron un poco.
Un año antes de los Juegos Olímpicos, los atletas comenzaban a entrenar en su propia polis, pero un mes antes de la celebración debían concentrarse y terminar el entrenamiento en la ciudad de Elis, que está a 50 kilómetros de Olimpia. En la víspera del gran día, ellos y los jueces iban a Olimpia y hacía el juramento sagrado ante la estatua de Zeus. Los competidores también juraban haber seguido el entrenamiento estricto durante 10 meses.
- Se cree que los Juegos Olímpicos duraban 5 días, pero en realidad no se sabe a ciencia cierta. Imagino que iría variando según la cantidad de pruebas que se sumaron con el tiempo. El día después de las últimas pruebas se hacía la ceremonia de cierre con una procesión, sacrificios a los dioses, y la entrega de premios.
- El premio consistía en una corona de rama de olivo. No era el valor económico (nulo), sino honorífico lo que movía a aquellos atletas a participar. Los jugadores representaban el honor de su polis. Además podían erigir una estatua de sí mismos conmemorando la victoria. Si hacían trampas este derecho era retirado y podían sufrir castigos físicos.
En el año 67 d.C. el emperador Nerón compitió en los Juegos Olímpicos. Cambió la fecha a su antojo, y “ganó” casi todas las pruebas.
- Las ciudades o polis se disputaban el control organizador, pero había un reglamento de respeto y buena conducta que se debía seguir. Este era el momento de tregua más significativo entre las constantes luchas y guerras entre ellos.
- En dicho reglamento se regulaban los castigos por hacer trampas. Por ejemplo, había una prueba de lucha muy violenta llamada pancracio. Estaba permitido todo, desde zancadillas hasta patadas en el estómago o en los testículos del adversario. Lo único que se prohibía era arrancar los ojos y meter los dedos en la nariz y la boca. En las carreras, tampoco se podía empujar al contrincante.
- Se conocen casos de sobornos que fueron descubiertos y se aplicaron fuertes multas.
- Olimpia empezó a caer en el olvido cuando en el año 393 d.C. el emperador bizantino Teodosio prohibió los juegos porque eran paganos.
- En los años 551 y 552 d.C. hubo dos terremotos que destruyeron gran parte de Olimpia.
- A partir del 600 d.C. el río Alfeo comenzó a cubrir Olimpia con su barro. Gracias a ello se ha conservado todo lo que podemos ver hoy en día.
En 1896 se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos en Atenas, organizados por el barón francés Pierre de Coubertin.
Yacimiento arqueológico de Olimpia
Visité la ruinas de Olimpia por primera vez a la edad de 16 años, en un viaje que hice con mi familia por el Mediterráneo. De aquéllo recuerdo que hacía mucho calor y que por eso me cansé mucho. También recuerdo que las ruinas eran “muy ruinas”, y por tanto un poco decepcionantes. Pero claro, los miles de años no pasan en balde.
En esta segunda ocasión, transcurridas varias décadas, mi perspectiva ha cambiado totalmente. En el mes de noviembre el campo está verde e incluso hay florecillas silvestres. Además, los trabajos arqueológicos han continuado y seguramente hoy se pueden ver vestigios reconstruidos que entonces no estaban en pie. También yo soy más adulta y aprecio las cosas de otra manera, eso está claro 😊
Un detalle que me encantó y que no recordaba: en Olimpia puedes pasear a placer por sus calles y avenidas. Casi no hay espacios acotados, y puedes acercarte todo lo que quieras a los restos de columnas y muros de piedra.
Ahora bien, esto no significa que tengas carta blanca para subirte a ellas a hacer fotos posando en las posturitas que se te ocurran. Está terminantemente prohibido y hay vigilantes que te lo recordarán. Y no lo hagas si por lo que sea no ves que haya un vigilante a la vista.
Vamos con los sitios concretos que encontrarás en las ruinas de Olimpia:
La Palestra
Según entras al yacimiento, si te diriges a la derecha llegarás enseguida a la Palestra, el centro de entrenamiento de los atletas.
Es un espacio de planta cuadrada rodeado de columnas. A su alrededor había otras habitaciones donde los atletas se desvestían, se untaban con aceite todo el cuerpo y después se echaban polvo para no resbalar. También había baños para después del ejercicio.
Lo curioso es que en este mismo lugar los filósofos, poetas y oradores realizaban sus lecturas o daban sus discursos para todo aquél que quisiera escucharles. Mens sana in corpore sano.
Hoy es una zona rodeada de columnas reconstruidas y es fácil que encuentres más tranquilidad que en otras partes del yacimiento.
Taller de Fidias
A continuación, si sigues andando por el lateral de la Palestra, llegarás a un edificio señalado como el taller de Fidias. Aquí es donde trabajó el famoso escultor heleno que también levantó el Partenón. De hecho, le llamaron después de conocer su obra en Atenas.
En dicho taller se elaboró una estatua de Zeus gigantesca similar a la de Atenea del Partenón. Por desgracia no ha llegado hasta nuestros días, aunque en el museo puedes ver un gran cuadro que la reproduce.
Termas de Cronion
Muy cerca del taller de Fidias hay unas antiguas termas. Allí se encontraron una serie de mosaicos preciosos, pero hoy en día, o al menos cuando lo visité en noviembre de 2022, estaban tapados con arena.
Leonidaion
En el extremo del recinto se encuentran las ruinas de un edificio con un gran patio rodeado de muchas columnas. Es el lugar donde se hospedaban los invitados importantes, la gente VIP que acudía al santuario y a los Juegos Olímpicos.
Su nombre es del arquitecto y donante de tan gran edificio: Leónidas de Naxos. Otra cosa que me encanta de estos sitios son las referencias de la antigüedad que conectan sitios tan distantes entre sí. Está claro que antes también viajaban. Y mucho 🥰
Templo de Zeus
Este templo que es fiel ejemplo del canon dórico tenía seis columnas en el frente y trece a cada lado. Aquí es donde se ubicaba la gigantesca estatua de Zeus de oro y marfil construida por Fidias y su equipo. Dicen que tenía una altura de 12 metros y era una de las 7 Maravillas de la Antigüedad.
El templo fue destruido por los terremotos del 551 y 552 d.C. y hoy sólo quedan los tambores de las enormes columnas, pero son suficientes para entender lo grandioso que debió de ser en su día.
Casa del alcalde Bouleiterion
Si te diriges hacia la derecha y al fondo de las ruinas, verás un antiguo edificio cuyos muros aún se mantienen en pie. Se trata del lugar donde los jueces y atletas de los Juegos Olímpicos hacían el juramento sagrado antes del comienzo.
Cuando fuimos nos encontramos con el acceso cerrado, así que sólo pudimos asomarnos un poco.
Pilar de la Victoria Niké
Un poco más allá del Templo de Zeus, caminando hacia el estadio, te encontrarás con un enorme pilar de mármol blanco de la isla de Paros.
Se trata de la base sobre la que se erigía la estatua de Niké o Victoria alada. La reproducción de la estatua está expuesta en el Museo Arqueológico de Olimpia, pero han decidido mantener el pilar en su lugar.
Su altura es de 9 metros, que combinada con los 3 metros de la estatua, daba lugar a un altar de 12 metros de altura. Anda, como la estatua de Zeus… 🧐
Philipeion
Otro lugar que destaca por su diferencia es el templo de Philipeion, el único de planta circular. Fue encargado por el rey Filipo II de Macedonia y fue completado por su hijo Alejandro Magno unos años después.
Altar de Hera
No termines la visita a Olimpia sin ver el altar de Hera, donde la llama olímpica se enciende en cada edición de los Juegos.
Este es un ritual moderno que se estableció en 1936, cuando se celebraron los Juegos Olímpicos de Berlín. Desde entonces la llama parte de allí y recorre la distancia que hay hasta la sede olímpica que toque.
El estadio de Olimpia
El estadio es el espacio más icónico de todo el yacimiento.
El estadio de Olimpia es de finales del siglo III a.C., siendo el tercero que se construyó en la ciudad, y se accede a él por una entrada con techo abovedado. La pista mide 192,27 x 28,50 metros desde la línea de salida hasta la meta, y la capacidad del estadio es de 45.000 espectadores.
No será extraño ver a los turistas echando una carrerita desde la línea de salida que aún se conserva ¿Te animas, o eres de los que prefieren verlo desde la tribuna de los jueces, los únicos asientos de piedra de todo el estadio? 🤭
Olimpia fue incluida en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el año 1989. Justo un año después de mi primera visita, por cierto.
Espero que hagas un hueco para la visita a Olimpia, creo que es un imprescindible en cualquier viaje al Peloponeso 😊
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