El río Duero define la tierra que pisamos y da personalidad al gran patrimonio histórico y cultural que se ha desarrollado en sus márgenes. Paisaje, arquitectura, cultivos, historia y gentes. Para recorrer la región se puede seguir la Ruta del Vino Arribes del Duero. Sus vinos son singulares, diferentes y propios. Aquí te traigo un plan de varios días con mapa incluido ¿Te vienes? 😊
¿Dónde están los Arribes del Duero y qué son?
El Parque Natural de Arribes del Duero abarca 37 municipios entre las provincias de Zamora y Salamanca. Su extensión supera las 100.000 hectáreas y se extiende a lo largo de 190 km. Además, es Reserva de la Biosfera. Buena carta de presentación ¿no te parece?
Aunque el Duero es el protagonista, los cañones que trazan la frontera con Portugal están labrados por los ríos Duero, Águeda, Huebra y Tormes, y sus paredes alcanzan los 50 o 100 metros de altura en vertical, aunque en sus puntos más altos alcanzan los 250 metros. Son, además, el hogar del buitre común, el águila real, el alimoche o la rara cigüeña negra, entre otras muchas especies.
Una frontera natural llena de particularidades, ya que su orografía escarpada y cierta lejanía con las poblaciones más importantes la mantienen casi aislada.
Su carácter fronterizo dio lugar a la actividad del contrabando de productos como el café y, antes de eso, al asentamiento de una población judía que prefería estar cerca del país vecino por si tenía que salir huyendo.
¿Cómo se han formado estos cañones?
La cuenca natural de estos ríos fue un mar interior rodeado de montañas. Una gran masa de agua que se precipitó hacia el Océano Atlántico cuando la placa de la Península Ibérica se inclinó hacia el oeste.
El agua buscó la salida luchando contra la roca, y el resultado son esos magníficos barrancos de gran altura y verticalidad.
¿Qué significa la palabra Arribes?
Arribes es donde el río Duero desciende de los 650 metros sobre el nivel del mar, hasta los 130 metros de altura de la llanura portuguesa. Es decir, es la palabra que designa al gran escalón que forman los cañones o barrancos que acabo de describir.
Pero también me contaron que Arribes hace referencia al terreno ganado a la montaña para el cultivo agrícola. Los huertos de olivos y viñas se extienden casi hasta las orillas del río, en terrazas, salvando esos gigantescos desniveles.
Esta forma de cultivo se hizo por necesidad. Las tierras de Arribes del Duero son muy rocosas y eso las convierte en terrenos pobres para el cultivo. Además domina el granito, que es de gran dureza y pone las cosas más difíciles aún 😅.
Los habitantes de Arribes del Duero hicieron (y hacen) un esfuerzo titánico por adaptarse a la Naturaleza. Sin entrar en comparaciones odiosas, porque cada lugar tiene sus dificultades, yo creo que se les puede llamar héroes.
¿Cuándo visitar los Arribes del Duero?
Para empezar, te diré que yo he hecho este primer viaje a los Arribes del Duero a mediados del mes de noviembre, justo cuando los colores del otoño están en pleno apogeo.
Lo malo de esta época es que hay menos horas de luz, por lo que el día no da tanto de sí. Además te puedes encontrar con mal tiempo, aunque nos dijeron que esta región tiene casi tantos días de sol al año como Málaga.
El invierno suele ser la época más dura del año. Puede nevar bastante, y el frío está garantizado. Además los días serán más cortos aún. Sin embargo, seguro que tiene su punto 🥰.
Primavera puede ser una muy buena apuesta porque contarás con días más largos y el campo estará precioso también. Por lo visto se llena de flores y la hierba sigue tan verde como en otoño. Ojo, esta época suele ser más temprana que en otras regiones.
En verano los pueblos duplican, triplican y quintuplican su población. Te encontrarás con más vidilla en sus calles y con fiestas locales entre las que están los festejos taurinos, ya que allí hay mucha afición. Por otro lado, el paisaje estará más seco pero los días serán mucho más largos.
Todo tiene sus ventajas e inconvenientes, pero si dudas y puedes elegir, yo te diría que te reserves para la primavera o el otoño.
Curiosidades que te vas a encontrar en la Ruta del Vino Arribes del Duero
El lenguaje propio de los o las Arribes
Arribes del Duero es masculino o femenino, según dónde te encuentres.
Si estás en Zamora, se dice “Los Arribes del Duero”. Si estás en Salamanca, se dice “Las Arribes del Duero”.
Además, el habla de la gente también es diferente. Está cuajado de palabras que puede que no hayas oído nunca. O que te suenen pero no tengas claro a qué se refieren. Hay influencia del portugués, claro está, pero es mucho más que eso. No será extraño que tengas que pedir que te traduzcan algo 😂. Te pongo unos ejemplos:
- «Tengo almendrados y ciruelares»: tengo almendros y ciruelos, refiriéndose a los árboles.
- «Entoñar» las bodegas: abandonar las bodegas.
- “Apañar del suelo”: recoger fruta del suelo para aumentar la productividad.
- “Sabrosar las aceitunas”: aliñar las aceitunas.
El protagonismo de la roca
Ya lo he dicho antes. Una de las características que vas a ver enseguida y a simple vista es la rocosidad del paisaje. Te aseguro que llama mucho la atención.
Hay roca por todas partes. Redondeada, a picos, natural o domada por el hombre desde hace miles de años.
Para muestra, los pueblos. Fermoselle, San Felices de Gallegos y muchos otros están construidos “entre peñas” que salen al paso en sus calles o hicieron de muralla en el pasado.
Dólmenes, verracos, batanes, palomares, molinos, potros de herrar como los que puedes encontrar en la Sierra del Rincón de Madrid y por supuesto las casas tradicionales, iglesias, castillos, chozos y corrales de cabras, túneles y puentes. Es un mundo de piedra que nos habla de lo ancestral.
Una de mis construcciones favoritas son las vallas o muros que delimitan los campos. Están por todas partes y aportan un punto artístico-rústico que me encanta. Se llaman “cortinas”, otro ejemplo de lenguaje propio, y tienen una estética singular.
Algunos dicen que podrían ser una herencia de los vetones y los lusitanos, los pueblos preromanos que habitaron estas tierras en la Edad del Hierro y hasta la llegada de los romanos. Ambos eran pastores y ganaderos, además de muy guerreros. Y si no, que se lo pregunten a Viriato, un líder lusitano que ha pasado a la Historia 😉.
El caso es que ver estas cortinas kilómetro tras kilómetro marcando las parcelas y dehesas es, sencillamente, precioso.
Las mujeres emprendedoras
¿Te puedes creer que en sólo tres días hemos visitado cinco o seis negocios regentados por mujeres?
Mujeres que han apostado por su tierra y por el mundo rural. Por vivir disfrutando de lo que más les gusta. Luchando por salir adelante y haciéndolo con el éxito humilde de los que no ambicionan más que ser felices y contribuir con su trabajo al bienestar de los demás.
Un aplauso para Olvido, Mar, Julia, Mariví, Teresa, Loli… propietarias o gestoras de mermeladerías, almazaras, restaurantes, casas rurales y otros negocios 👏👏👏.
Los vinos de Arribes del Duero
Ya que estamos en la Ruta del Vino Arribes, y porque son realmente diferentes, tengo que hablar de los vinos como una de las curiosidades a descubrir.
En los Arribes del Duero se producen vinos de variedades autóctonas que sólo vas a encontrar allí. La más frecuente es la uva Jorge García, pero hay otras como la Bruñal, la Cuesta en Cruz o la variedad Geromo.
En la bodega Hato y Garabato nos explicaron que la viña siempre formó parte de la economía de subsistencia de los habitantes de los Arribes del Duero. Todas las familias tenían al menos una viña, pero no era más que para su autoconsumo. Además solían ser cultivos que mezclaban varios tipos de uva.
En la década de 1960 se formaron algunas cooperativas y el asunto del vino pasó a ser una fuente de ingresos. Sin embargo, con el correr de los años se arrancaron muchas viñas viejas.
En la actualidad se ha constituido la Denominación de Origen Arribes pero fíjate que sólo cuenta con 288 hectáreas de viña sumando todas las parcelas de las bodegas asociadas a esta D.O. Nada que ver con otras regiones de España.
Con todo, hay emprendedores como Hato y Garabato o la Bodega Frontío de Fermoselle, que están intentando revitalizar esta tradición. De ahí que se haya conformado la Ruta del Vino Arribes.
Con un terreno tan rocoso y lleno de minerales, hay que reconocer que estos vinos no entran bien a la primera para los que no los conocemos. Tienen un punto sutil salino y mineral y, como digo, al principio se hace extraño.
Sin embargo, a medida que vas acostumbrando el paladar, llegas a apreciarlos. Singularidad y personalidad no les falta, y son ideales para todos los que tienen curiosidad por descubrir cosas nuevas.
El lío de las horas y los teléfonos
Una última curiosidad contemporánea. Durante tu estancia, el teléfono móvil se volverá un poco loco.
Aunque no cruces la frontera con Portugal, no será extraño que de vez en cuando cambie a la hora de Portugal (1 hora menos), y que recibas mensajes de tu compañía avisando de que has cambiado de país.
Si puedes llevar contigo un reloj analógico, lo agradecerás. Sobre todo para comparar con el despertador 😂😂.
De paso te aviso: hay zonas donde la cobertura es muy mala, así que cuenta con que vas a poder desconectar aunque sea de forma obligada 😜.
¿Qué te recomiendo visitar de la Ruta del Vino Arribes del Duero en 3 o 4 días (o más)?
En los Arribes del Duero te puedes perder una semana tranquilamente, incluso más tiempo, si quieres explorar todos sus rincones. Tengo que confesar que lo que te voy a recomendar lo he visto en tres días, pero no aconsejo hacerlo así en otoño o invierno, cuando los días son más cortos.
En cambio entre abril y septiembre los días son más largos y te cunde muchísimo más, así que en esa época sí es factible abarcar todo esto en tres días.
Sea como sea, no te olvides del refrán: quien mucho abarca, aprieta poco. Y tampoco te olvides de que ¡Arribes del Duero es un no parar de sitios bonitos e interesantes!
Sin más preámbulos, te resumo los sitios a los que deberías prestar atención en tu viaje a los Arribes del Duero, y en el siguiente apartado te doy todas las referencias concretas para que prepares tu viaje:
- Los pueblos de Arribes del Duero: esta zona tiene un buen número de pueblos bonitos o que, aun no siendo muy espectaculares, guardan un patrimonio histórico y humano que merece la pena visitar. Por ejemplo, Fermoselle (Zamora), Villarino de los Aires (Salamanca), o San Felices de Gallegos (Salamanca).
- Las bodegas de Arribes del Duero: las bodegas de esta región son familiares y de pequeña producción. Por supuesto vas a poder probar sus vinos y comprarlos, pero no esperes encontrar bodegas como las de otras Rutas del Vino, por ejemplo Valdepeñas o Toro. Y recuerda: si quieres visitarlas, lo mejor es llamar y concertar una visita en las fechas que te interesan.
- Los miradores de Arribes del Duero: el cañón labrado por el río Duero forma un paisaje sin igual. Vas a alucinar con los barrancos que te hacen creer que estás en un fiordo de interior, con el río poderoso que cambia de color según la luz, y la compañía de los buitres planeando en el aire con elegancia.
- El crucero por el río Duero: ver ese paisajazo desde arriba es una experiencia increíble, pero no lo es menos verlo desde el agua. En los Arribes del Duero puedes hacer un crucero que te ofrece una perspectiva totalmente distinta del entorno. Luego te doy los detalles.
- Los productos de la tierra: tanto en Zamora como en Salamanca pueden presumir de una gastronomía riquísima (además de contundente). Y en buena parte está desarrollada con productos de cercanía y ecológicos. Que no te duela sentarte a degustar embutidos, carnes, verduras y postres típicos. Todo a precios bastante razonables, me atrevo a afirmar. Además hay pequeños negocios donde comprar provisiones.
Ruta por los Arribes del Duero
Los Arribes de Zamora
FERMOSELLE
Fermoselle es uno de los pueblos referentes, si no el que más, de los Arribes del Duero. Está en la provincia de Zamora y se alza sobre una peña. Desde sus miradores tendrás una buena vista del paisaje y cuenta con varios alojamientos, restaurantes, un banco y gasolinera. Sin duda, además de visitarlo, es una buena opción para dormir allí.
🔎¿Qué ver en Fermoselle?
Bodegas subterráneas: a Fermoselle se le conoce como “el pueblo de las 1.000 bodegas”. Se pueden visitar algunas y su historia habla no sólo de vino, también de refugio de contrabandistas. Hasta aquí puedo leer 😉. Puedes reservar una visita con Olvido, gran guía con la que da gusto hablar, por teléfono o por email:
Teléfonos: 659 472407 / 635 369208.
Email: visitabodegas@hotmail.com.
Judería y casco antiguo: en este y muchos otros pueblos las casas más antiguas son de los tiempos en que los judíos formaban parte de ellos. Reconocerás sus casas por los signos que hay en las fachadas de piedra. Los hacían los “cristianos viejos” para advertirles de que estaban bajo vigilancia 😕. Además, en el pueblo podrás ver detalles muy curiosos de la arquitectura tradicional.
Mirador de El Torojón: este es el mirador más emblemático de Fermoselle, aunque si tienes tiempo no dejes de ir al Mirador del Terraplén y al Rincón del Beso.
La Tienda de Antaño: esta tienda es el típico colmado donde puedes encontrar casi de todo. Está en el centro del pueblo y es un planazo charlar un poco con Julia, que como ella misma dice, es como una oficina de turismo andante ¡Vas a flipar!
🍽️ ¿Dónde comer en Fermoselle?
Si quieres comer bien en Fermoselle, tengo dos propuestas para ti:
- Restaurante España: su cocinera Mar es una verdadera artista y ojo, que ha ganado el Premio al Mejor Bacalao de Autor de Zamora.
- Restaurante Doña Urraca: este restaurante está en un extremo del pueblo y también es alojamiento. Sólo puedo hablar bien de él 🥰.
🛏️ ¿Dónde dormir en Fermoselle?
Como te decía al principio, hay unas cuantas posibilidades, entre ellas la Posada Doña Urraca, pero también casas rurales donde seguro que te tratan fenomenal.
Puedes encontrar dónde dormir en Fermoselle en este enlace.
FORNILLOS DE FERMOSELLE
Viajando hacia el norte desde Fermoselle, llegarás enseguida a Fornillos de Fermoselle.
Allí está la Mermeladería Oh Saúco de Teresa, que hace mermeladas caseras con frutas de proximidad y hortalizas como el tomate y la cebolla.
No te las pierdas, tiene recetas de lo más original como la mermelada de chutney de manzana con especias.
Además, organiza talleres de mermelada o dulce de membrillo, según la época. Y ni que decir tiene que charlar un rato con ella te va a dar una visión muy rica de la zona 😊.
Te he dejado enlazada su web en el nombre porque, además de ser preciosa, ahí puedes reservar tu plaza para alguno de sus talleres o comprar sus productos.
Y ya que has hecho esta parada en Fornillos, no dejes de darte un paseo por el pueblo. No es muy grande, pero sí muy cuco y es un buen ejemplo de arquitectura tradicional y muy cerca de la mermeladería, en dirección a la iglesia, te encontrarás con el potro para herrar el ganado.
FARIZA
Un poco más al norte está Fariza con dos grandes atractivos:
Uno de ellos es la Quesería Ecológica La Faya. En este negocio familiar fabrican y venden quesos de sus propias ovejas churras, la raza autóctona. Los hacen de manera artesanal y están buenísimos. Si quieres visitar a sus ovejas, debes llamarles por teléfono o escribirles un email para concertar una cita. Tienes ambos en la sección de contacto de su página web La Faya.
También puedes acercarte a la tienda sin concertar cita para llevarte ricas provisiones.
El otro son los miradores, que están a pocos kilómetros del pueblo.
El Mirador del Castillo y el Mirador de las Barrancas están uno a continuación del otro y son una maravilla. Qué digo, las vistas desde allí son alucinantes.
Para llegar tienes que seguir las indicaciones hacia la Ermita del Castillo. No está muy bien señalizado y es un camino rural, pero se puede llegar con un coche normal. Puedes dejarlo en el parking que hay junto a la ermita, y en la zona hay muchos paneles explicativos para que entiendas el entorno.
Yo lo visité con niebla y lluvia. Aunque el paisaje tenía una atmósfera especial, tengo claro que voy a volver para verlo con sol y buena visibilidad 🙌.
MIRANDA DO DOURO (PORTUGAL)
El punto más al norte que te propongo es Miranda Do Douro, que está en Portugal.
En Miranda do Douro está el Embarcadero Arribes del Duero, que es de donde sale el Crucero Ambiental de los Arribes.
Puede que sea la actividad más cara de todo el viaje, pero te aseguro que merece la pena. Por el paisaje, porque vas a bordo de un barco científico donde te van a explicar muchas cosas del entorno, porque es fácil ver garzas reales, cormoranes y si tienes suerte nutrias…
Puedes hacer el crucero de 1 hora o el de 2 horas. El ticket incluye además: la entrada al centro, el acceso a los microscopios donde observar en directo la fauna microbiana del Duero, y la degustación de vinos generosos de Oporto, que se hace al terminar el crucero.
Puedes reservar tu plaza para el crucero de 1 hora aquí ¡No lo dejes para el último momento!
Si tienes tiempo, visita también Miranda Do Douro. Yo no pude subir a verlo y me quedé con la pena, porque esos pueblos portugueses me encantan.
FORMARIZ
En Formariz, un pueblo de “sólo” 110 años, está la Bodega el Hato y el Garabato. Este es uno de los mejores sitios donde aprender de los vinos de Arribes del Duero.
Aquí es donde encontré los que más me gustaron, pero también era el último día y por tanto digamos que mi paladar estaba un poquito más educado 😉.
Sus dueños son un amor. Te dejo el link a la web de El Hato y el Garabato donde puedes reservar tu visita o incluso encargar unas botellitas.
Los Arribes de Salamanca
VILLARINO DE LOS AIRES
Si vas hacia el sur de Fermoselle cruzarás enseguida a la provincia de Salamanca, y Villarino de los Aires es el primer pueblo que te encuentras. Otra joyita.
💡Consejo: antes de llegar a Villarino de los Aires haz una parada en la Presa de la Almendra, donde hay un mirador con espacio amplio para dejar el coche. Las vistas son buenísimas.
🔎 ¿Qué se puede ver en Villarino de los Aires?
Te decía que Villarino de los Aires es otra joyita. Aunque a primera vista parezca «un pueblo más», lo cierto es que está lleno de detalles y encanto. Sólo hay que adentrarse en sus calles y aprovecharse de los recursos que tienen para el turismo. Te cuento:
- Oficina de información turística: muy bien preparada, está muy cerca de la plaza del Ayuntamiento y allí encontrarás un montón de información sobre los Arribes del Duero.
- Ruta autoguiada: totalmente adaptada para personas con problemas de visión y audición, y traducida al inglés, francés y portugués. Está muy bien señalizada y transcurre por la parte más antigua del pueblo. Además en los carteles explicativos hay códigos QR con los que puedes escuchar historias contadas por los mayores del pueblo. Bonito ¿no?
- Murales: hace tiempo se hizo un taller de arte y arquitectura en el pueblo. Vinieron chicos de distintos países y entre otras actividades decoraron las calles de Villarino de los Aires. Los hay chulísimos.
MIRADOR DEL FRAILE – ALDEADÁVILA
Siguiendo hacia el sur, y pegándonos de nuevo a los barrancos del gran río, llegaremos al Mirador del Fraile, uno de los miradores más espectaculares de Arribes del Duero sin ninguna duda.
Para acceder a él debes dejar el coche en un espacio que hay junto al desvío señalizado y bajar andando. El camino es una carretera de asfalto pero está cortada al tráfico. Supongo que es una vía para los trabajadores de la enorme central hidroeléctrica que hay allí mismo.
El camino tiene una pendiente del 15%, pero ya sabes que puedes parar a descansar todo lo que quieras, je, je. No hay horarios y es de acceso gratuito.
Al llegar abajo te encontrarás con una pasarela que parece estar suspendida en el aire y permite ver una vista espectacular del río con los buitres volando sobre el agua. Además, este es el punto más alto de los Arribes del Duero.
AHIGALES DE LOS ACEITALES
Llegamos al extremo sur de esta ruta, que no de los Arribes del Duero, y en primer lugar te recomiendo parar en este pueblo de nombre curioso.
Aquí te puedo dar la referencia de la Bodega Quinta Las Velas, donde podrás catar los vinos de Arribes que producen ellos mismos y charlar con su dueño sobre este cultivo. Para concertar una visita tienes que llamar por teléfono. Lo tienes en su web.
Si te gusta el aceite, no dejes de pasarte por la almazara de Aceiteros del Águeda, que está a las afueras de Ahigales de los Aceitales. Su gerente Loli, otra mujer emprendedora, se explica de maravilla. Te dejo aquí su web, donde encontrarás la información para concertar una visita que incluye la cata de sus aceites.
SAN FELICES DE LOS GALLEGOS
Este pueblo es, quizá, mi favorito y también es una buena apuesta para pasar una o dos noches. De hecho creo que es ideal para combinar con Fermoselle, de tal manera que estés un par de días en la zona de Zamora, y el resto en la zona de Salamanca.
🔎 ¿Qué se puede ver en San Felices de los Gallegos?
- Castillo de San Felices de los Gallegos: aunque en el momento en que escribo este artículo está cerrado temporalmente, no dudes en acercarte a él para admirarlo desde el exterior. Si para entonces ya han abierto ¡mucho mejor! Además el entorno es precioso.
- Torre de las campanas: está en una esquina de la Plaza de España junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, y se pasa por debajo de ella a través de un arco apuntado.
- Museo de la Cantería: es un homenaje a la piedra y su importancia en la región. Lo encontramos cerrado, pero tiene muy buena pinta. Abre sólo los fines de semana, sábados en horario de mañana y tarde, y domingo sólo por la mañana.
- Museo del Aceite Lagar del Mudo: este museo del aceite es una preciosidad. Incluso ganó el premio Europa Nostra. Tienes que reservar la visita con antelación (por teléfono: 635593494-605989573) y la entrada cuesta 2€.
- No dejes de caminar por sus calles y plazas porque San Felices guarda más “secretos”, como el Convento de la Pasión donde se venden dulces hechos por las monjas de clausura.
¿Dónde comer en San Felices de los Gallegos?
Aquí te recomiendo con muchísimo gusto el Restaurante La Mesa del Conde. Sus propietarias son tres mujeres que un día dejaron sus vidas en la ciudad. Se come de maravilla, hay muy buen ambiente y el trato es magnífico.
¿Dónde dormir en San Felices de los Gallegos?
El mismo establecimiento del restaurante La Mesa del Conde tiene alojamiento. Seguro que está fenomenal, viendo el cariño y cuidado con que hacen las cosas.
Si no te convence o te parece un poco caro, puedes probar en La morada del tío, con muy buena puntuación también.
SOBRADILLO
De Sobradillo sólo te puedo hablar del restaurante La Tinaja, situado enfrente de una torre muy muy parecida a la de San Felices de los Gallegos.
Si la hora de comer te pilla en la ruta y estás cerca, esta es una buena referencia. A pesar de su apariencia humilde tiene una carta con platos muy curiosos, como los raviolis de pollo con jengibre y puré de boniato ¿Cómo te quedas? Pues puedo afirmar que están riquísimos.
La torre de Sobradillo, por cierto, es la sede de una de las Casas del Parque, centros de interpretación del Parque Natural de Arribes del Duero donde encontrarás mucha información del entorno.
Mis próximos objetivos para cuando vuelva a Arribes del Duero
Si algo me ha quedado claro después de esta escapada es que tengo que volver, así que voy a empezar a hacer una lista de “pendientes” para la próxima. Y como soy muy generosa, la comparto contigo 😜😜:
- Pozo de los Humos: este lugar es una impresionante cascada de más de 50 metros de caída. Según la época lleva más o menos agua, pero seguro que es espectacular todo el año.
- Yacimientos arqueológicos de los vetones, lusitanos y romanos: en todo este territorio hay tumbas antropomórficas, castros, estelas, verracos y otros vestigios de la antigüedad. De momento me apunto el Castro de Yecles, el Castro de Las Merchanas y el Castro del Castillo de Saldeana.
- Red de Senderos de Frontera: he visto que hay algunas rutas para hacer caminando que además no son especialmente difíciles, aunque hay que contar con los desniveles. Apunto sus nombres y longitud, y dejo aquí el enlace a la web con todos los detalles.
- Sendero del Aceite (11,4 km.).
- Sendero de las Piedras (9 km.).
- Sendero de La Barca (5 km.)
- Sendero de los Frutos (4,5 km.)
- Ledesma: esta es otra de las localidades históricas que se deben visitar. Está en el interior de Salamanca, en la ribera del Tormes, y marca un poco la frontera de los Arribes en esta provincia.
Por supuesto, me gustaría dedicar más tiempo a San Felices de los Gallegos, recorrer todos los miradores de los Arribes del Duero, visitar más bodegas y disfrutar del campo ❤️❤️
Mapa con todos los lugares mencionados
Aquí tienes el mapa con todos los lugares que he mencionado (incluyo los pendientes señalados en gris). Espero que sirva para situarte y, si lo miras con atención, verás que hay muchos más puntos de interés. Un locurón, en serio.
Este post forma parte del Blogtrip #ViveRutaVinoArribes patrocinado por la Ruta del Vino de Arribes. Muchas gracias por la atención de esta entidad y los colaboradores. Todas las opiniones que he escrito aquí son personales y fruto de mi experiencia.
Estoy deseando volver, pero mientras tanto, si me has hecho caso y has visitado la Ruta del Vino Arribes del Duero ¡quiero que me lo cuentes a la vuelta!
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