¿Sabías que la isla de La Palma tiene un rico patrimonio arqueológico que no te deberías perder? Pues sí, y de lo más interesante. Yacimientos y museos te esperan repartidos por toda la isla y para ayudarte a descubrirlos, he escrito esta ruta arqueológica en La Palma con la que completar tus próximas vacaciones 😊
Ruta Arqueológica en La Palma: entre museos y vestigios en vivo y en directo
Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos
Sin lugar a dudas el Museo de los Llanos es un sitio de primer orden en La Palma para conocer su pasado. Se trata del Museo Arqueológico Benahoarita (MAB) con muchos paneles explicativos, una colección de cerámica flipante y muchas otras piezas originales, incluyendo enterramientos y alguna momia.
Los benahoaritas o auaritas eran bereberes de África que habitaron la isla entre el 300-400 a.C. y el siglo XV, cuando llegaron los españoles.
No se sabe exactamente cómo llegaron los benahoaritas a Canarias y hay varias hipótesis:
- La que cobra más fuerza es la que dice que los benahoaritas fueron traídos por los romanos, probablemente en calidad de esclavos.
- Otra hipótesis es que pudieron llegar un poco antes con los fenicios, también como mano de obra para, entre otras cosas, extraer el múrex de las conchas con el que obtenían el color púrpura.
- Y otra hipótesis es que llegaron de manera accidental, dada la relativa cercanía de las Islas Canarias al continente africano (unos 400 kilómetros).
El caso es que la lengua y cultura de los benahoaritas es, por lo que se sabe, similar a la de los bereberes. En La Palma, por fortuna, han dejado muchos restos, destacando los grabados de símbolos extraños en muchas rocas y montañas de la isla, así como enterramientos, cerámica y otros utensilios.
Gracias a las excavaciones, por ejemplo, se sabe que los jefes eran momificados extrayendo las vísceras del cuerpo, mientras que al resto de los mortales los dejaban secar a la intemperie.
¿Cómo es la cerámica benahoarita?
La cerámica benahoarita es preciosa. Observándola me acuerdo de las ilustraciones de las lecciones de Prehistoria de los libros del colegio, en concreto las páginas del Neolítico. Esta era una de mis lecciones favoritas 🤗
Vasijas hechas sin torno, superponiendo “churros” de barro y rematadas con decoraciones geométricas de líneas y puntos. Una producción que sigue estando vigente en muchos lugares de África, y siempre en los museos arqueológicos del mundo, porque es algo común a las antiguas civilizaciones. La civilización de Kerma, en el actual Sudán, los antiguos pueblos de Perú… Con todo, cada sitio tiene sus peculiaridades.
La decoración de la cerámica antigua no obedece a patrones caprichosos. O eso piensan los arqueólogos. Un buen ejemplo es la vasija que puedes ver en la siguiente foto. Según los arqueólogos su diseño es un calendario solar-lunar porque el número de líneas, dispuestas en cuatro bandas, suman 365. Las líneas se organizan en torno a una especie de circunferencia con círculos concéntricos. “Además los registros de conteo de cada uno de los grupos indican claramente fases o ciclos lunares, lo que parece indicar la necesidad de sincronizar los dos ciclos, el lunar con el solar, para crear un calendario inteligente basado en la observación astronómica” reza el cartel del museo.
Y algo muy especial y que es una pecualiaridad de La Palma es que esta tradición se ha transmitido de generación en generación hasta nuestros días.
Fabricar loza como los antiguos, utilizando las mismas formas y motivos decorativos, se ha mantenido hasta bien entrado el siglo XX. Siempre hubo familias dedicadas a la fabricación de utensilios para la cocina, necesarios antes de la llegada de cacharros industriales. Las mujeres eran las encargadas de hacer este trabajo con el que mantener a sus familias, para sobrevivir recorriendo la isla en busca de compradores.
La última “locera” (mujer que hace loza) murió en 1980, pero antes transmitió buena parte de sus conocimientos a la Escuela de Artesanía Local.
Te voy a llamar la atención sobre otra pieza: el Esferoide
El esferoide es una de las piezas del MAB que me más me sorprendieron. Es una de las pequeñas rocas pulidas que se han encontrado por toda la isla. Están elaboradas en basalto y gabros (rocas de origen volcánico), son de forma esférica, ovoidal, y se decoran a base de acanaladuras siguiendo la forma de la piedra.
No se sabe para qué se utilizaban. Podrían ser armas arrojadizas, contrapesos, símbolos religiosos, representación de vulvas, o quizá objetos de poder, amuletos, ya que están muy bien acabadas. Desde luego su fabricación llevaría tiempo y dedicación.
Esta pieza fue descubierta en un huerto de Llano del Negro (Garafía) en la década de 1960. Fue entregado a un visitante y este lo guardó durante unos 50 años. Después de “rodar” por muchos sitios del mundo, volvió a la isla de El Hierro y ya en 2014 a La Palma.
A mí me encantó, tiene un no sé qué que no puedes dejar de mirarlo.
- Horario del Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos
- Lunes a Sábado de 9 a 20 horas.
- Domingo de 10 a 14 horas.
- Entrada al MAB: puedes comprar la entrada «simple», o el bono que te permite visitar también el Museo Insular de Santa Cruz de La Palma y que también te recomiendo, por 4€.
- Puedes leer más sobre el museo y sus piezas en este artículo.
Museo y sitio arqueológico El Tendal
Buscando sitios para conocer y entender la historia de La Palma, encontré el Museo – Parque Arqueológico El Tendal en el mapa. Hay más en la isla, pero comparando unos con otros, decidimos que esta era una buena apuesta. Además queda de camino a la ruta de Los Tilos y cerca del acceso a la del Cubo de la Galga, así que pilla muy a mano si vas a hacer alguna de estas excursiones tan populares y recomendables.
El Museo de El Tendal está construido junto a una cueva de benahoaritas en la que se cree que vivieron unas 20 personas. Una cueva dividida en tres espacios: dormitorio, tránsito o «zona de estar» y despensa-cocina.
El yacimiento de El Tendal es tan importante que, para que te hagas una idea, se conoce como “el Atapuerca de Canarias”. Se trata de un barranco con una gran cueva natural que sirvió de vivienda, aunque hay muchas otras pequeñas a lo largo de todo el cortado.
Entre los siglos VI y VIII el asentamiento se fue abandonando para trasladarse a un poblado que hay en la zona superior, probablemente por las inundaciones del barranco.
Y es que en El Tendal se han encontrado y se siguen encontrando muchas cosas. Desde distintos tipos de cereales que indican que ya practicaban la agricultura, restos de peces y mariscos, cerámica, miles de conchas de lapas que utilizaban para fabricar utensilios de todo tipo…
Además, aquí se ha obtenido la fecha más antigua de poblamiento de La Palma gracias a la técnica de la termografía: el siglo IV a.C.
En teoría se puede visitar la cueva, pero en el verano de 2021 el acceso estaba cerrado porque estaban realizando obras para acondicionar mejor dicho camino. Hubiera agradecido que la entrada fuera más barata por esta razón. De todas formas, esta es la única entrada «cara» de toda la ruta arqueológica en La Palma que te estoy enseñando.
👉 El Museo de El Tendal está en la carretera LP1, subiendo hacia el norte desde Santa Cruz de La Palma, cerca de San Andrés y Sauces.
- Tiempo de visita: unos 45 minutos el museo, incluyendo un audiovisual de unos 6 minutos muy chulo. Si se puede ir a la cueva, hay que añadir otros 45 minutos.
- Entrada al museo: 8 € adultos / 4 € reducida.
- Horario del museo El Tendal:
- Martes a Sábado de 10 a 18 horas.
- Domingo y Lunes de 10 a 15 horas.
- Puedes consultar aquí la página web del museo El Tendal para confirmar los horarios y consultar la entrada reducida.
- El museo dispone de una pequeña tienda y de una cafetería con vistas al barranco, aunque la encontramos cerrada por la pandemia.
Petroglifos de La Fajana (El Paso)
Los petroglifos de La Fajana, en la localidad de El Paso, están un poco escondidos pero compensan con creces el esfuerzo.
Puedes llegar andando desde los petroglifos El Verde, junto al cementerio de El Paso, por un camino que salva el barranco que los separa. Dicho camino está empedrado y señalizado y sólo hay unos 300 metros entre unos petroglifos y otros. Creo que esta es la manera más segura y tranquila de llegar.
La otra opción es la que nosotros escogimos: ir en coche. El problema es que las callejuelas de las afueras de El Paso son muy estrechas, hay unas cuestas de infarto, y es fácil pasarse el desvío.
Sea como sea, y ayudándote de un mapa, cuando llegas a los Petroglifos de La Fajana alucinas. Se trata de toda una pared de piedra llena hasta los topes de grabados. Tienen una reja de protección, pero se ven muy bien.
Los grabados de La Palma suelen situarse en vías de paso pastoriles, puntos de agua, lugares elevados como roques y promontorios, o cerca de construcciones.
Los arqueólogos no saben a qué responden los símbolos que se encuentran aquí y en el resto de la isla. Suponen que son de carácter religioso, siendo la espiral y otras líneas curvadas los más repetidos ¿Culto al Sol, al agua, a los vientos? Tendría toda la lógica, teniendo en cuenta la importancia de los elementos para los ciclos agrícolas y para la supervivencia en general.
Las lluvias podrían anegar los barrancos donde estaban las cuevas, la localización de los manantiales de agua dulce era algo imprescindible para poder asentarse en un lugar, la protección de los vientos también sería necesario a la hora de elegir dónde vivir…
Parece ser que los benahoritas tenían un dios llamado Abora, que significa “la luz superior o divinizada”. La luna era su diosa, y a través del ciclo lunar contaban sus días, noches, estaciones, años, vidas al fin y al cabo. Ojo, que también tenían demonio. Se llamaba Yruene, Irnene o Haguanrán, y tenía la forma de un gran perro de pelo largo.
Roque Teneguía
Este lugar es “de nota”. El Roque Teneguía es una gran roca de unos 80 metros de altura que sobrevivió a la erupción de este volcán. Es decir, que es anterior a la misma. De hecho se calcula que podría tener unos 600.000 años de antigüedad. Fascinante.
El caso es que en dicha roca, muy visible por su color amarillo o beige destacando sobre el campo de lava oscura y rojiza que lo rodea, se encontraron algunos petroglifos de los auaritas.
El Roque tiene un aspecto roto, rajado, que tiene que ver tanto con su edad, como con el hecho de que fue utilizado como cantera para extraer piedra con la que construir casas en las localidades cercanas. Era el único recurso de piedra de verdad, siendo todo lo demás arenas y gravas volcánicas.
El camino hasta allí es precioso. Los campos de lava con algunas plantas que contrastan en el desolado paisaje, los lagartos de la isla correteando entre tus pies, y el mar a un tiro de piedra dominando el horizonte.
Una vez llegues al Roque Teneguía, tendrás que poner a prueba tu vista. Por eso digo que es un sitio “de nota”, ya que los petroglifos no están señalizados y no se ven claramente. Se hace así para evitar que algún desaprensivo se los intente llevar, o los dañe. Ya ha ocurrido, con la pérdida irreparable que supone.
Recuerda que está prohibido salir de los senderos, no se puede trepar por el Roque y debes recordar siempre que estás en un área protegida.
Te dejo aquí la entrada a la Wikipedia donde puedes leer más sobre la historia del Roque Teneguía.
Después, puedes continuar andando hacia el volcán Teneguía. Es una caminata un poco más ambiciosa, así que te aconsejo que lleves agua, protección solar y siempre buen calzado.
Museo del Gofio y Barranco de las Tricias
Otro buen punto de la isla donde aprender de su historia y observar grabados de sus antiguos habitantes en vivo y en directo es el Barranco de las Tricias y el Museo del Gofio.
Aunque hablaré de esta ruta en un post exclusivo, porque merece mucho la pena, no quiero dejar de anotarlo aquí. Te prometo una buena caminata, preciosa, con premio en los abrigos de roca que fueron asentamientos hace miles de años.
El Museo de Interpretación del Gofio, por otra parte, está instalado en un antiguo molino y ahí podrás conocer y entender la importancia de esa harina que hoy en día se sigue utilizando en la mesa de todo buen palmero. El personal, por cierto, es muy amable y responderá a tus dudas con mucho gusto.
El gofio era uno de los alimentos principales de la población prehispánica, sobre todo de cebada. No obstante, parece que cuando llegaron los españoles ya se había abandonado la agricultura, como recogen los testimonios de la época. Por ejemplo el de Abreu Galindo:
“… al tiempo que esta isla se conquistó y ganó, no había en ella ni se halló trigo ni cebada ni otro grano ni legumbre… porque el mantenimiento que usaban en lugar de pan eran raíces de helecho y grano de amagante, que es un árbol como jara, salvo que tiene la hoja más ancha. Este grano cogían a su tiempo y lo secaban y lo molían en unos molinillos de mano, y lo guardaban para comer con caldo de carne o con leche…”.
Después de la llegada de los conquistadores el gofio se mantuvo como alimento principal de los canarios, ya que su conservación es mucho mejor que la de la harina. Los más pobres siguieron empleando los helechos y otros granos silvestres para matar el hambre, y los que tenían dinero se acogieron a los nuevos cultivos de trigo y otros cereales de más calidad.
- Horario del Museo del Gofio:
- Lunes a sábado de 10 a 18 h.
- Domingo de 10 a 16 h.
- Festivos de 10.30 a 14.30 h.
- Precio de la entrada al Museo del Gofio: 2,5 € adultos / 1,75 € residentes canarios / menores de 12 años gratuito.
Otros lugares donde descubrir la historia de La Palma
Además de los sitios que he visitado, se han quedado en el tintero…
- Parque Arqueológico de Belmaco: muy cerca de Santa Cruz de la Palma, aquí se descubrieron los primeros petroglifos del archipiélago en 1752. Puedes andar por un sendero de unos 300 metros entre viviendas rupestres y visitar el museo, además de contemplar los grabados.
- Parque Cultural La Zarza: en el norte de la isla hay otro yacimiento de cuevas y rocas con muchos grabados. Hay un sendero de 1,5 kilómetros acondicionado para caminar y sorprenderse con los hallazgos prehistóricos y comprende tanto el yacimiento de La Zarza (29 paneles de grabados) como el de la Zarzita (18 paneles de grabados). También hay un centro de visitantes y aseos.
- Horario de martes a domingo todo el año: de 11 a 17 h. Precio de la entrada: 3€ general / 2 € niños de 6 a 12 años (más barato para residentes).
¿Te ha gustado esta ruta arqueológica en La Palma? Si visitas la isla no dudes en buscar los vestigios de los benahoaritas!
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Excelente descripción de una faceta no tan conocida de La Palma! Dan ganas de volver. Gracias!
Gracias Alfons!!! Pues nada, todo es ponerse 😉😉