Ciudades medievales de cuento que son Patrimonio de la Humanidad. Obras, muchas obras de construcción. Calor infernal. Gentes muy amables. Gastronomía contundente. Montañas maravillosas. Vida rural y urbana. Costas de aguas prístinas pero sobreexplotadas por el turismo. Las imágenes y sensaciones de un viaje a Albania, con una pequeña incursión en Kosovo y Macedonia del Norte son difíciles de explicar, pero voy a intentarlo 🤗
La complejidad de los Balcanes es tan conocida como larga es su historia. Cuando vas allí y lees o te explican dicha historia, te sorprendes de lo poco que conoces, de lo poco que te explicaron en la escuela y de las pocas referencias que tenemos en Occidente.
Por ejemplo, los primeros pobladores de aquellas tierras son los llamados ilirios ¿habías oído hablar de ellos? Yo nunca ¿Y habías oído hablar del héroe Skanderberg, al que incluso Vivaldi dedicó una ópera? Igual es que soy una ignorante, pero todo esto no estaba en mi radar antes de ir a Albania. Para esto sirve viajar, dicho sea de paso.
Tampoco me sonaba el nombre del dictador Enver Hoxha, responsable del aislamiento de Albania durante más de 40 años. Sí recuerdo haber leído en Las columnas de Hércules de Paul Theroux sobre la cantidad de búnkeres que construyó por todo el país, con su manía persecutoria por defenderse contra un posible ataque de Occidente, pero no recordaba su nombre. Creo que ya no se me va a olvidar.
Puedes leer la reseña de Las columnas de Hércules que hice para el blog Leer y viajar aquí.
Quizá lo que más tengamos en la cabeza la mayoría de nosotros (a partir de cierta edad) sean las imágenes de los albanos cruzando el mar Adriático en barcos abarrotadísimos. Era el año 1991 y el régimen comunista había caído. Hoxha había muerto unos años antes, pero el régimen se mantuvo hasta comienzos de los 90s.
Fue entonces cuando los albaneses empezaron a respirar. Por fin. Por fin podían salir “libremente”, cruzar fronteras, buscar el futuro hasta entonces negado y difícil de encontrar en su tierra. Porque en las últimas décadas sufrieron mucha miseria, hambre, persecución, torturas, prohibiciones de todo tipo. Tantos se fueron, que actualmente hay más población de origen albanés fuera de su país que la que suman los que allí habitan. Se dice pronto.
Por mi parte, aunque recuerdo esas imágenes en las noticias, entonces no comprendí por qué salían huyendo de esa forma. La verdad es que Albania era la Corea del Norte de hoy en día y no se sabía casi nada de lo que pasaba allí. Y la verdad es que pensar que esto ha sucedido hace tan poco tiempo, poquísimo en la historia de cualquier lugar, te pone un poco los pelos de punta.
No te olvides de viajar con un buen SEGURO DE VIAJES
Yo recomiendo IATI Seguros porque tienen una relación calidad-precio buenísima.
Y para ayudarte, tienes un 5% de descuento en todos sus seguros si lo haces desde aquí
Imágenes y sensaciones de un viaje a Albania, Kosovo y Macedonia del Norte
Empiezo por el país central de este viaje que he realizado con la agencia Viajes Tuareg. Un viaje con itinerario quizá demasiado ambicioso para los días disponibles, pero que me atrajo precisamente por su variedad y la ruta propuesta. Al final ha sido algo cansado, con mucha información nueva que digerir y cierta dosis de frustración por no disfrutar de los lugares como a mí me gusta. No obstante, si quieres hacer este viaje con agencia porque es tu elección, te recomiendo a la citada porque me consta que ya están trabajando para mejorar dicho itinerario y en general son muy solventes.
Y ahora, vamos a lo que vamos…
Los días en Albania
30 años después de la caída de los comunistas, que es cuando escribo estas líneas, Albania está en plena efervescencia de desarrollo. Tratando de desembarazarse de los malditos años de la dictadura comunista de Enver Hoxha y de no renunciar a su pasado histórico más glorioso: de los ilirios a los otomanos y el héroe Skanderberg, del que han tomado su bandera.
Después de una resaca de unos diez años para recomponerse del comunismo, desde el año 2000 están despegando económicamente. Y 20 años después ya se nota. Mucho. Aunque sólo sea por la cantidad de coches Mercedes que circulan por las calles y carreteras del país 😳
En Tirana, la capital, se respiran las ganas de vivir, de salir adelante, de prosperar. En el verano de 2021 casi toda ella está en obras. Obras monumentales en las que los proyectos de “grandes arquitectos” o sus discípulos están haciendo de las suyas libremente. Mucho rascacielos de cristal, una mezquita gigante financiada por Turquía (¿vuelven los otomanos?), y el arte urbano que empiezas a encontrar en muchos sitios del mundo, salpican las calles y parques de la ciudad. Una ciudad con bastantes parques, por cierto.
👉 Puedes leer aquí mi guía de Tirana para 2 días.
Soy consciente de que muchos y muchas considerarán que es una ciudad fea sin ningún atractivo. Un poco como le pasa a Atenas pero peor, porque ni siquiera tiene una Acrópolis.
Pero Tirana conserva su personalidad y no creo que se la quiten así como así.
Hay ganas de arte, de diversión, mucha librería formal e informal, y paciencia con el calor veraniego.
Personalmente me resultó muy fotogénica e interesante.
Foto: paisanos jugando al dominó en la calle, una escena muy típica de Tirana en verano.
Saliendo de Tirana, el viaje por Albania hay que tomárselo “avash avash” (con calma). Las carreteras principales sólo tienen dos carriles y son de doble sentido, así que se montan unos buenos atascos que no se pueden eludir. Al menos en verano, ya que allí es periodo vacacional igual que en España.
En las carreteras rurales, además, no siempre hay dos carriles completos. Cuando se cruzan dos coches hay que buscar sitio para hacerse a un lado, y en consecuencia los trayectos son más largos de lo que nos dice el sentido común ¿30 kilómetros? Échale una hora tranquilamente.
Por otro lado, el paisaje no siempre es idílico. El interior de Albania se parece mucho al centro de España en verano: mucho campo seco y con aparente falta de gracia. Seguro que en primavera o en otoño pinta de otra manera y, eso sí, no hay tanta presencia de industria. La sensación general es que es un país más agrícola y ganadero que otra cosa, y se acrecienta mucho cuando entras en la región de los Alpes Dináricos, donde no es raro que los rebaños de cabras y vacas crucen la carretera.
La primera imagen que capturé de Albania a través de la ventanilla: de camino a Berat las mezquitas se suceden entre campos vacíos y casas de tejados rojos.
Cuando llegas a las ciudades y sitios Patrimonio de la Humanidad la cosa cambia. De repente te sumerges en ciudades de cuento donde la llamada a la oración de las mezquitas convive con las campanas de las iglesias. Lugares donde la vida transcurre con tranquilidad, pobladas de gente mayor que van a hacer sus quehaceres con la mirada estoica del que ha visto mucho en la vida. No te pierdas…
- Berat, la ciudad más visitada de Albania y no es para menos. Está muy cerca de Tirana.
- El antiguo bazar otomano de Krüje con las montañas de fondo.
- Gjirokaster, quizá mi preferida con un magnífico estado de conservación.
Lugares que hacen guiños al turismo, de momento más local que otra cosa, pero sin avasallar(nos).
Y el Patrimonio es realmente bueno. Casas-torre, fortalezas y castillos, tejados de pizarra, calles adoquinadas, balcones, puertas y ventanas tradicionales, antiguos bazares otomanos…
Además Albania tiene varios sitios arqueológicos de los que no había oído hablar en mi vida y que me sorprendieron muy gratamente. Están las ruinas de Apolonia, más modestas, y sobre todo la antigua ciudad de Butrinto. Esta es una maravilla llena de sorpresas y está en una ubicación preciosa que es Parque Nacional. Definitivamente no hay que perdérsela en cualquier viaje a Albania, aunque esté muy al sur del país.
Luego está la costa, conocida como Riviera Albanesa. Una costa fantástica en su geomorfología. Las aguas del Adriático y del Jónico son impresionantes, con una gama de azules que ya quisieran muchas otras. El camino por las montañas llenas de bosques que terminan en el mar es igualmente espectacular.
Pero tiene una cara B que está yendo a peor a pasos agigantados. La fiebre de la construcción y el turismo mal entendido, en el que se estampó en buena parte del Mediterráneo europeo hace unas décadas, es lo que domina ahora.
Las playas se han convertido en un mar de sombrillas por las que es difícil que pase el sol. Los bloques de hormigón van creciendo junto a ellas, y en la orilla no hay espacio ni para pasear. Todo se acompaña de una buena dosis de basura consumista que se esparce sin ningún complejo ni compasión por el medio. Ojalá se den cuenta más pronto que tarde y paren, por su bien y el de todos.
Los Alpes Dináricos en su parte albanesa son punto y aparte. Los dos días que pasamos en el Valle de Theth, de difícil acceso y por tanto menos concurrido, fueron maravillosos. Es un gran placer ver atardecer y amanecer entre picos de más de 2.000 metros de altura que tanto me recordaron al macizo del Monte Perdido de los Pirineos. Placer añadido a las cascadas y pozas de aguas gélidas escondidas, en las que meter los pies es un acto de valentía totalmente saludable ¡El agua congelada hace que grites de dolor!
Un escenario tan idílico como tremendo en su tradición, la del Kanun y las mujeres Burnesha. Con todo, de nuevo la basura aparece en demasiados sitios. No saben qué hacer con ella y los accesos a este paraíso no son buenos. De todas formas están trabajando para mejorarlos, sin que pueda evitar pensar que eso facilitará que llegue más gente, que haya más oferta turística y que se genere más basura ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
Otro tesoro paisajístico es el lago Koman, aunque el acceso caótico al puerto pueda empañar un poco la experiencia (o la tiña de aventura, según se mire), al menos si vas un domingo de agosto. Para visitarlo puedes embarcarte en un viaje en ferry de dos horas y media de lo más relajante y… ahí lo dejo.
✍ Si quieres contratar excursiones desde Tirana a alguno de estos lugares mira esta oferta.
Detalles de Albania
Aunque me lo habían dicho, me sorprendió el carácter afable de los albaneses. No son especialmente alegres a primera vista y de hecho la primera expresión es seria y concentrada. Una expresión que cambia tanto cuando se encuentran con amigos o familiares por la calle, como cuando se dirigen a ti. Entonces se vuelven amables y hasta dulces.
No es raro que en las calles de Tirana te den la bienvenida a su país si te oyen hablar en otro idioma. Ni que te pregunten de dónde eres. Algunos nos confunden con los italianos, pero se lo perdonamos :D
Hay mucha gente mayor, quizá más que jóvenes. Imagino que es la parte de la población que no alcanzó a tener la oportunidad de salir del país cuando éste se abrió, o no quisieron dejar atrás su vida por muy miserable que fuera. No puedo dejar de pensar en lo que vivieron en aquéllos años oscuros.
Las mujeres visten y se mueven como quieren aparentemente, si bien las mayores suelen ir muy discretas, muchas de negro y con un pañuelo en la cabeza, incluso en la capital.
Los hombres son los que protagonizan las mesas de los cafés y bares. De hecho, en muchos de estos sitios no se ve a ninguna mujer. Quizá tenga que ver con que el 60% de los albaneses se declaran musulmanes, o con el carácter oriental que se respira en muchos sitios. Porque sí, muchas veces sientes que estás en Oriente, algo que me encanta. Hubo momentos en que incluso me transporté a Líbano.
Hablando de religión. Las diferentes iglesias están muy presentes. Hay mezquitas e iglesias, sobre todo ortodoxas, por todas partes. El comunismo las anuló pero la gente reivindicó su derecho a la libertad de credo una vez cayó el régimen. Recordemos: años 90 del siglo XX. Hace muy poco tiempo. A pesar de aquélla reivindicación, ellos afirman que no hay muchos practicantes. Vamos, que la gente pasa de ir a misa o de hacer las cinco oraciones y seguir los preceptos del Islam.
De los símbolos al día a día hay un trecho.
Les encantan los coches, o más bien los cochazos, pero también se utiliza mucho la bicicleta, en especial en Tirana y en Shkodër. Ojalá conecten esta sana costumbre con el asunto de la basura, el medio ambiente y tal y tal 🤔
De la gastronomía albanesa podría hablar mucho. Es contundente y una mezcla de platos griegos, italianos, búlgaros, turcos. Las raciones son enormes, realmente grandes. Una se llega a preguntar dónde meten tanta comida al ver los platos XXL pasar rumbo a otras mesas. Y la cosa no cambia en Kosovo ni en Macedonia, así que volver con unos kilos de más es bastante sencillo porque ¿lo he dicho ya? ¡los precios son muy económicos! 🤗
Una parada técnica en Kosovo
El paso por Kosovo fue un visto y no visto. Casi una escala técnica para ir a Macedonia del Norte desde los Alpes Dináricos. A pesar de ello, tengo que destacar que lo que vi me gustó mucho. Quién sabe, igual me animo otro año a ir por allí y profundizar en el país.
Kosovo es un país que España no reconoce como tal porque se declararon independientes de forma unilateral. Con un pasado reciente tremendo resultado de un gran lío étnico-cultural-ideológico-político.
Al entrar en Kosovo notamos cambios importantes. Las carreteras son mucho mejores que las de Albania. Los coches son aún más lujosos que en Albania. El Euro es la moneda oficial. Sin embargo, los precios son incluso más bajos que en el país vecino.
Dicen que los kosovares se sienten albaneses. Es el único país que habla albanés también (una lengua bastante complicada aunque tiene muchas palabras incorporadas del latín que nos ayudan un poco), y muchos reivindican hasta la bandera albanesa y el héroe Skanderberg. De hecho, hubo un momento en que dudé de si habíamos cruzado la frontera o no, pues estos símbolos estaban por todas partes.
Dormimos en Prizren y me enamoré. Sin tener tiempo de visitarla por completo, su casco antiguo es muy manejable, coqueto y lleno de vida. De hecho es una ciudad que vibra por la noche, al menos en verano, entre sus monumentos y mezquitas, con todo tipo de gente yendo y viniendo mientras toman un helado, se comen una mazorca de maíz asada, o se beben unas copas en alguno de sus numerosos bares. El islam está muy presente, pero la dolce vita también.
Curioso Kosovo, habrá que volver.
Macedonia del Norte
El otro país joven y con nombre casi recién estrenado es otra vuelta de tuerca en este viaje. Digo lo del nombre porque antes se llamaba Macedonia a secas, pero Grecia estaba más que incómoda al respecto porque esta «apropiación indebida» les parecía que contenía cierta reivindicación de sus territorios del norte. Tanto es así que Grecia ha vetado a Macedonia en muchas cosas, sobre todo en los foros europeos. Finalmente, para arreglarlo, Macedonia se llama desde febrero de 2019 Macedonia del Norte. El tiempo dirá si logran limar las asperezas.
Tras un paso fronterizo que no plantea más problema que mostrar el pasaporte, igual que el de Albania con Kosovo, entramos en Macedonia del Norte por una autopista de verdad, casi casi como las de España, que nos lleva a la capital. El cambio de país también implica una nueva moneda, por cierto. Ahora tenemos que manejar dinares macedonios.
La capital de Macedonia del Norte me sorprende muy gratamente. Skopje o Skopie tiene una parte vieja y una moderna.
En la vieja, el bazar antiguo mantiene la esencia de una pequeña ciudad oriental, turca para más señas, en la que paraban los comerciantes quizá de la Ruta de la Seda.
En la moderna, te encuentras con una locura de magnificencia en forma de grandes esculturas de Filipo II, su esposa Olimpia de Epiro y su hijo Alejandro Magno, entre enormes edificios de distintos estilos que forman un conjunto sorprendente. Las proporciones y las amplias avenidas ayudan mucho a este efecto sorpresa, y a sentirte como un enanito en un mundo de gigantes. Aquí sí que se han regodeado los arquitectos durante las décadas de los 60s, 70s y 80s. Me imagino que Tirana camina hacia un modelo similar.
Sólo estuvimos unas horas y me he hecho la promesa de volver, pero íbamos a Ohrid donde pasaríamos un par de noches. Y qué bien estuvo, la verdad.
Ohrid es una perita en dulce a orillas del lago del mismo nombre, que es un pequeño mar interior. Un lago que calma el espíritu nada más verlo. De aguas quietas excepto cuando cae la noche, no puede ser más agradable. Vale para un baño y para contemplarlo hasta que te duelan los ojos, con sus distintas luces según la hora del día.
El casco histórico de Ohrid es igualmente bonito, con nada menos que 365 iglesias y algunas mezquitas otomanas. Pero las horas frente al lago son lo mejor. Uno de esos sitios que no voy a olvidar en mucho tiempo.
Si quieres ver este viaje «en movimiento» y tienes cuenta en Instagram puedes pasarte por mi cuenta. En los stories destacados «Albania 1» «Kosovo» «Macedonia» «Albania 2» y «Tirana» encontrarás todos los vídeos que fui subiendo durante el viaje.
Y así he pasado casi dos semanas en esta región del mundo, en este viaje a Albania con una pequeña incursión en Kosovo y Macedonia del Norte. Dos semanas que me han sabido a gloria después de más de un año y medio sin salir de España, a pesar de lo cansado del viaje (unido al desentreno de tanto tiempo sin circular por el mundo) ¡Por muchos viajes más!
Te puede interesar…
- 9+1 sitios que ver en Albania para preparar tu viaje a un país de moda por su patrimonio y naturaleza
- Qué ver en Berat en un día, Patrimonio de la Humanidad de Albania
- Riviera Albanesa y ruinas de Apolonia: dos expectativas no cumplidas
- Shkoder y el Lago Koman, la Albania que no te debes perder
- 2 días en Tirana: un recorrido por la capital de Albania para que no te pierdas lo mejor
- Qué ver en Gjirokaster (Albania), la ciudad de plata con casas-torre y un gran castillo
- Las ruinas de Butrinto, el yacimiento arqueológico más impresionante de Albania
- Visita a la ciudad de Krujë, el bastión del Héroe Skanderberg (Albania)
- 2 días en el Valle de Theth, el valle más bonito de los Alpes Albaneses
- Albania en 12 días: consejos prácticos y ruta para que no te pierdas lo mejor
- Imágenes y sensaciones de un viaje a Albania, Kosovo y Macedonia del Norte
➡️ Este post contiene enlaces a sitios afiliados. Esto significa que si haces una reserva desde dichos enlaces, yo ganaré una pequeña comisión. En ningún caso tú pagarás más y en alguno conseguirás un descuento, como en IATI Seguros. Puedes leer más en este artículo.
Gracias Alicia por compartir tus vivencias, impresiones, sensaciones,… de estos maravillosos paises con todas y todos los que seguimos y leemos tu blog!
Un viaje que pude compartir contigo y eso fue un gran plus en muchísimos sentidos!!!
Leyendo estas líneas me has hecho revivir experiencias, anécdotas y volver a sentir esas ganas que me han quedado de regresar a estos paises de los que hicimos una pequeña “cata” y que quedan apuntados en mi lista de lugares a los que quiero volver, pero con más tiempo y calma y, si es posible, con menos calor!
Estaré atenta a tus nuevas entradas en el blog!
Un besazo
Gracias guapísima!!! Fue un placer que nuestros caminos se encontraran y … hay que repetir!! 🥰😘😘😘😘
Gran descripcion de las impresiones de este viaje que tuve la suerte de compartir contigo.
No puedo estar mas de acuerdo en que era una gran desconocida, al menos para mi, y que vale mucho la pena… y que ahora que la he visitado los dias que hemos estado me han parecido pocos. Por lo que lugares como Gjirokaster, Berat en Albania i Skopje en Macedonia del norte merecen una segunda visita, para acabar de saborearlas y se suman a mi lista de: “a repetir”. y si se puede pedir… de nuevo con vosotras!!!!
Todo lo escrito lo comparto y con tu relato he podido revivir el viaje de una manara muy real. Gracias por el viaje que compartimos y por hacernoslo recordar estando ya de vuelta.
un besazo
Mónica!!! Muchas gracias por tus palabras guapísima!! Espero que repitamos viajando y fotografiando juntas, donde sea! Te mando un abrazo y atenta, habrá más relatos 😉😘😘😘
Acabo de volver de Serbia con visita a Macedonia del Norte y Kosovo y aunque me han quedado sitios sin visitar ya me han hablado del buen carácter de los albaneses, así que apuntado para el próximo viaje
Qué bien Raúl, son muy majetes los albaneses, sí 😊
Hola! Antes de nada, enhorabuena por tu blog y el trabajazo! Nosotros vamos a ir a Albania principalmente, pero queríamos cruzar a Macedonia del Norte para ver un poco el lago y Ohrid (y hacer noche allí). Crees que compensa? Necesitaríamos para entrar con el coche de alquiler la Carta Verde o algo más que te puedan pedir? Sería una visita corta , ya que volveríamos al día siguiente a Albania, pero no sabemos cómo está el paso de la frontera por allí. (Otra opción sería quedarnos por la orilla albana a dormir, si es mucho lío cruzar. Muchísimas gracias!
Hola Carolina!! Muchas gracias!! Con respecto a tu duda, es factible aunque te recomiendo que paséis una noche en Ohrid, merece la pena 😊 Pero no te puedo responder a lo del coche porque yo no iba en coche de alquiler. La frontera es muy fácil de cruzar, casi como un peaje de autopista, pero no te puedo dar más datos, lo siento.
Sea como sea ¡espero que lo disfrutéis!!
Un abrazo