Hacía tiempo que quería visitar Hondarribia, un municipio de Guipúzcoa que está bastante cerca de San Sebastián. Por fin se ha dado la ocasión y lo que me he encontrado es muchísimo más de lo esperado. De hecho, hubo un par de detalles que me dejaron sin palabras. Sigue leyendo que te cuento qué ver en Hondarribia y alrededores 😉
De San Sebastián a Hondarribia
Apenas media hora de coche separa Hondarribia de San Sebastián por la carretera más principal. Un trayecto corto, aunque puede resultar largo si vienes del aeropuerto.
Sí, el aeropuerto de San Sebastián está en Hondarribia, y en el caso de que viajes en avión a esta ciudad, el aterrizaje lo harás allí. Precisamente es lo único que yo conocía de Hondarribia hasta hace bien poco… y es como decir “nada”, porque desde el aeropuerto no se aprecia nada de esta localidad.
¿Sabías que Hondarribia es el inicio del Camino Norte de Santiago?
Qué casualidad que este año yo pasara por otro punto de dicho camino, el de Mondoñedo en la provincia de Lugo. Los viajes se interconectan entre sí sin pretenderlo 😊
Pero vayamos al asunto que nos ocupa. El recorrido que te propongo no va por esa carretera, sino por la GI-3440. Esta es una carretera escénica con la que disfrutarás a tope de las vistas de la costa.
Los montes con prados verdes y bosques oscuros se precipitan en el mar. Terminan en acantilados con formaciones de flysch, no tan espectaculares como los del tramo de Zumaya, pero igualmente preciosos.
En el transcurso de esta carretera hay uno o dos sitios donde parar con el coche para admirar las vistas. No son miradores oficiales, pero puedes estacionar de forma segura. No te los pierdas, merece la pena.
Por si te lo preguntas, en toda esta zona de la Costa Vasca hay varias rutas de senderismo. Una de las más famosas es la que lleva a Labetxu, una plataforma de piedra llena de curiosas formas y colores que le ha valido el sobrenombre de Valle de los Colores. Me encantaría conocerlo y contártelo, pero de momento te dejo este post del blog amigo Noradoa donde tienes toda la información 😊.
❗ El caso es que por algunos de estos caminos se puede bajar con el coche, pero son carreteras muy estrechas o pistas, según dónde. Tienes que saber a dónde vas y lo mejor es ir acompañado por alguien que conozca bien la zona. La costa es muy abrupta y está llena de lugares que engañan. Te puedes encontrar con un cortado o sima profunda en cualquier momento y ponerte en una situación comprometida.
Puerto de Jaizkibel
Una parada que no hay que dejar de hacer antes de llegar a Hondarribia desde San Sebastián es la del puerto de Jaizkibel, junto al pico de Jaizkibel (545 m.). Allí hay un pequeño parking para coches y varias construcciones defensivas.
Las torres de defensa de Jaizkibel fueron levantadas por los liberales de la última guerra carlista (1872-1876) para la defensa de Irún, colonizando así uno de los puntos más estratégicos de la costa, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos en uno de los montes costeros más altos de España. Son cinco torres situadas en línea sobre la cresta del monte y aportan un aire épico al paisaje.
En este punto no será raro que veas a los ciclistas subir esforzadamente desde Hondarribia, o venir desde el sentido contrario, el que traemos nosotros desde San Sebastián. El puerto de Jaizkibel es muy popular para los amantes de este deporte. No en vano este es un paso mítico en la Clásica de San Sebastián.
Vistas y entorno de Jaizkibel
De espaldas al mar tienes justo enfrente las peñas de Aia o Aiako Harria, un singular macizo granítico, muy raro en estas latitudes, que se sitúa entre Guipúzcoa y Navarra. Su forma aserrada es inconfundible y tiene tres cumbres principales, siendo una de ellas la Erroilbide.
El nombre de Erroilbide podría venir de Roldán. La leyenda que cuenta que este héroe sobrino de Carlomagno, de cabellera larga y rubia, lanzó dos enormes piedras desde esta cima. Las piedras cayeron en la playa de Hendaya, y allí se las puede contemplar.
Si caminas hacia una de las torres defensivas que hay a tu izquierda, en dirección a Hondarribia, te encontrarás con las vistas de esta ciudad y la vecina Hendaya con la desembocadura del río Bidasoa separando no sólo a las ciudades, también a los países. Con los días claros se puede divisar una buena porción de la costa francesa.
Por último, mirando hacia la carretera verás de nuevo los prados y el mar al fondo. En dichos prados suelen pacer los caballos “pottoka”, una raza que vive en el País Vasco desde el Paleolítico. Sólo hay que darse una vuelta por las pinturas rupestres halladas en las cuevas del Cantábrico para ver a sus tatatatatatatarabuelos.
En el blog de Terranea puedes leer un interesante artículo sobre los caballos Pottoka.
El Fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe
Antes de bajar a Hondarribia hay otra parada muy muy interesante y que para mí debe formar parte de cualquier lista de qué ver en Hondarribia. Se trata del Fuerte de Guadalupe, situado junto a la iglesia o santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
📝 Un dato curioso: Juan Sebastián Elcano dejó escrito en su testamento una donación a la ermita que se erigía en honor a la virgen de Guadalupe, patrona de Hondarribia. La ermita fue destruida en un ataque en 1638, y después se construyó el santuario actual.
“Vale, otra fortaleza ¿qué tiene de especial?” te preguntarás. Pues este es un sitio bastante impresionante, aunque sea una construcción de finales del siglo XIX. De hecho, se inauguró en el año 1900.
El fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe casi no llegó a ponerse en activo. Entre que se retrasaron las obras por falta de dinero, y que la aviación militar se extendió como medio de defensa, su razón de ser pasó a ser historia casi desde el comienzo. No obstante, llegó a haber una guarnición de soldados y fue prisión militar. En 1976 se desmilitarizó. Más tarde, en 1989, fue comprado por el Ayuntamiento de Hondarribia y este se ha encargado de su mantenimiento desde entonces.
Lo especial de este fuerte es que está cubierto de vegetación y su visión, desde el exterior, puede llevar a pensar que estás ante un yacimiento neolítico a primera vista. Al menos a mí me recordó a los túmulos de Newgrange en Irlanda, aunque a lo mejor me he flipado mucho 😅
En todo caso puedes dar un paseo muy agradable rodeándolo por un camino exterior que te permite ver el foso, las distintas puertas monumentales que dan paso al interior de la fortaleza, y hacerte una idea de sus dimensiones.
Además disfrutarás del bosque que hay a su vera. Un bosque que en los tiempos de actividad del fuerte no existía. De ser así no habría permitido tener la visibilidad necesaria para asegurar su defensa.
Hace ya unas décadas los habitantes de Hondarribia plantaron árboles. Uno por cada nacido en la década de 1990, si no entendí mal leyendo un cartel explicativo que hay allí.
El desvío al parking está sólo unos metros antes de llegar a la iglesia si vienes desde San Sebastián, o a la inversa si subes desde Hondarribia.
Y si quieres saber más o entender mejor el lugar, puedes apuntarte a las visitas guiadas que se organizan desde la Fundación Arma Plaza cuyas oficinas están en Hondarribia. Te dejo aquí los datos prácticos que había en un cartel junto al parking:
- Horario de visitas guiadas para otoño-invierno: de Viernes a Domingo, a las 11 h.
- Grupos de mínimo 4 personas.
- Duración de 2 horas.
- Precio por persona 10€ / gratuito para menores de 14 años.
- No se puede acceder al Fuerte con sandalias, chancletas o tacones.
Qué ver en Hondarribia
Después del Fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe sólo queda bajar por la carretera de la montaña para llegar a las calles de Hondarribia, el plato fuerte del día.
Lo primero que debes tener en cuenta es que no te debes despistar. Los lugares que hay que ver en Hondarribia se dividen en dos zonas algo separadas entre sí.
1️⃣ La ciudad amurallada.
2️⃣ La marina, o el barrio marinero que se agrupa junto al puerto (hoy deportivo).
Ambos son muy bonitos y sería una pena que sólo vayas a uno por desconocer el otro. Una buena opción es apuntarte a una visita guiada en Hondarribia.
La ciudad amurallada de Hondarribia
Precisamente la ciudad amurallada fue lo que más me sorprendió. No tenía ni pajolera idea de su existencia, y menos de su aspecto, hasta que llegamos a ella. Y resulta que es la ciudad amurallada mejor conservada de Guipúzcoa, como dicen en la página web de Turismo de Hondarribia.
Hay dos accesos a través de la muralla: la Puerta de San Nicolás, que es la que escogimos nosotros para entrar, y la Puerta de Santa María.
Sea como sea, párate a admirar los enormes y gruesos muros. Sin duda alguna es una de las cosas imprescindibles que ver en Hondarribia y una de las sorpresas que me llevé, como te anunciaba al principio de este artículo.
Calles y plazas de Hondarribia
Después, entra en la ciudad y piérdete por sus calles adoquinadas entre casas medievales. La cantidad de antiguos palacios por metro cuadrado de esta ciudad, con entradas señoriales y escudos, es alucinante.
Entre ellos destaca el Palacio Eguiluz, también conocido como la Casa de Juana La Loca. Dicen que Juana se alojó aquí con su marido Felipe el Hermoso cuando ambos viajaban de Bruselas a Toledo para ser proclamados príncipes herederos en el año 1502.
No te pierdas tampoco la plaza de Guipúzcoa, rodeada de bonitos soportales.
Si subes por la calle San Nicolás o San Nicolás Kalea, en pocos minutos llegarás a la Plaza de Armas, que está protagonizada por un edificio más cuadrado aún. Es como un castillo macizo, casi un mazacote, que no deja adivinar lo que guarda. La Plaza de Armas de Hondarribia sirvió de guarnición del ejército, plaza de toros, fiestas, proclamaciones…
El edificio «tan cuadrado» es el Parador de Hondarribia, antes Castillo de Carlos V, y a no ser que te alojes en él (sería un plan estupendo), sólo podrás visitar el espacio de la recepción y la sala de la cafetería. Pero ya sólo con eso sentirás haber traspasado una puerta en el tiempo y transportarte a Juego de Tronos, o a una película medieval.
Mira tú por dónde que sólo hacía unos meses que yo había visitado Gante, la ciudad donde nació Carlos V, y de repente me encuentro pisando su castillo-palacio en Hondarribia ¿He dicho ya lo de las conexiones entre viajes? 😅
Un poco más abajo, andando en dirección contraria al mar, se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano. Ay qué largos son estos nombres de la Iglesia.
Desde aquí parte la procesión de Semana Santa, una de las pocas que quedan en la provincia, y por aquí pasa «el Alarde», del que luego te hablo más abajo.
Calles estrechas, otras con portales para guarecerse de la lluvia… En invierno y en días laborales su aire es más apacible y circunspecto que en verano, pero es un placer perderse por esos callejones solitarios con tu cámara de fotos y tus pensamientos.
❗❗ Si vas en la época estival, prepárate para hacerte sitio entre los cientos de turistas que se acercan a esta localidad para admirar su arquitectura.
Las fiestas de Hondarribia
Hondarribia es muy conocida por una fiesta en particular, aunque no es la única en su calendario. Se trata del Alarde.
El 8 de septiembre, día de la Virgen de Guadalupe, se celebra la resistencia y victoria sobre el ejército francés que la ciudad realizó en el año 1638. Para ello se hace un desfile muy colorido por las antiguas calles de la ciudad. Los hombres visten como las milicias de entonces, a caballo y a pie, de manera solemne.
Esta fiesta se ha visto rodeada de mucha polémica en los últimos años. En concreto desde que las mujeres reivindicaron su derecho a desfilar junto a los hombres de manera igualitaria.
Los enfrentamientos y el conflicto entre la postura tradicional y la igualitaria no se han logrado solucionar a pesar del paso del tiempo. Décadas después aún siguen las posturas enfrentadas entre el “alarde mixto” y el “oficial”. Aquí puedes leer lo que ha ocurrido en 2022, precisamente cuando se cumplen 25 años del inicio de esta reivindicación.
En la Puerta de Santa María hay una estatua que representa a un hombre del alarde, con una sierra de cortar troncos en un brazo y un gorro como el de los soldados de la Torre de Londres.
El barrio de la Marina de Hondarribia
La otra zona que hay que ver en Hondarribia es el famoso barrio de la Marina. Bueno, no sé si famoso, pero desde luego esta es la postal que yo tenía en mente cuando me hablaban de Hondarribia.
A lo largo de un agradable paseo que llanea junto al puerto, se suceden una serie de casas con vigas y balcones de madera pintados de colores. Domina el verde y el rojo, los colores de la bandera de Euskadi, aunque también los hay que se visten de azul.
Son las casas de los marineros de antaño, de los pescadores. Hoy, muchas de ellas, son restaurantes y bares, aunque también vive gente en los pisos superiores.
La verdad es que la estampa es de lo más colorida y bonita. Te sugiero que, además, des una vuelta por las calles de detrás. Encontrarás la misma arquitectura con menos bullicio.
Incluso hay unas escaleras mecánicas que te suben a un nivel superior de la calle y desde allí arriba tienes una panorámica bien chula de la Marina y de Hendaya al otro lado de la ría.
Espero que este artículo te sirva para entender todo lo que hay que ver en Hondarribia y sus alrededores. Ya sólo falta que vayas a verlo por ti mismo/a 😊
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Alicia, gracias por los comentarios y fotos de Hondarribia. El lugar es precioso y hace muchos años estuve allí y me encantó como a ti..
Yra Schulz desde Alemania
❤️❤️❤️❤️❤️ gracias a ti Yria! Un abrazo desde Djamena!