Descubre los encantos de los pueblos del Macizo del Canigó: Historia en los Pirineos Franceses

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Por Alicia Ortego

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La visita a los pueblos del macizo del Canigó me dejó un buen sabor de boca, en sentido literal y poético, si me permites la licencia. El patrimonio cultural y ambiental de esta región son injustamente poco conocidos en España, así que es muy buena idea escaparte a explorarlos ¿Te vienes? 😊


Los pueblos del macizo del Canigó merecen ser conocidos y reconocidos

Si tuviera que recordar un rincón, un elemento, sería el que encontré en Palalda, el pueblecito medieval que se encarama a las faldas del Pirineo Catalán, junto al moderno Amèlie-des-bains: una puerta.

detalle de puerta de hierro con formas en espiral
Detalle de la magnífica puerta de Palalda, uno de los pueblos del macizo del Canigó

Sí, me enamoré de una puerta que daba paso al interior de la iglesia románica, pequeña y oscura. Es una puerta sencillamente espectacular, con su revestimiento de formas circulares de hierro.

Hierro que seguramente haya sido extraído de las entrañas del Pirineo, en las minas cercanas. Hoy están abandonadas pero son muy recordadas porque eran la riqueza de la comarca hasta hace no tanto tiempo.

puerta cubierta de espirales de hierro en uno de los pueblos del macizo del canigó
Puerta de la iglesia de Palalda – Pueblos del macizo del Canigó

Dónde está el Macizo del Canigó, cómo llegar y por qué visitar sus pueblos

El Macizo del Canigó y sus encantadores pueblos se sitúan en los Pirineos Orientales, en la Cataluña francesa. Para llegar a esta región montañosa, la opción más flexible suele ser el coche, lo que permite explorar los diferentes pueblos a tu propio ritmo.

Desde España, puedes acceder a través de la frontera por la AP-7/E-15 y luego tomar carreteras secundarias hacia el interior del Pirineo.

Si viajas desde otras partes de Francia o Europa, las principales ciudades cercanas como Perpiñán o Girona (en España) cuentan con aeropuertos internacionales con conexiones regulares.

Desde Perpiñán, por ejemplo, puedes alquilar un coche o tomar un tren regional hasta localidades como Prades o Villefranche-de-Conflent, que sirven como puntos de partida para adentrarte en los pueblos del Macizo del Canigó.

macizo del canigó de roca entre montañas con bosques
Paisaje de los Pirineos orientales – pueblos del Macizo del Canigó

El mar asoma cada dos por tres en el horizonte. Una pequeña línea azul difusa, un pequeño triángulo entre dos montañas, allá a lo lejos. El aire es limpio y transparente. Y aunque el sol pega con fuerza, la sombra es fresca y reconfortante.

Así es. En los pueblos del macizo del Canigó encontrarás abadías románicas y fiestas de larga tradición. Todo entremezclado con el magnífico patrimonio natural. De hecho, es la provincia de Francia con más sitios protegidos. Cuatro reservas naturales, una clasificada por la UNESCO, dos de los pueblos más bellos del país galo y la honorable clasificación de «Gran paraje de Francia» desde el año 2012.

Cuándo visitar los pueblos del Macizo del Canigó

Nuestro viaje transcurrió en junio, un mes muy bueno porque el frío ha quedado atrás, la primavera ha madurado, y aún no ha llegado el calor del verano.

Estoy segura, no obstante, de que el otoño es una gran opción. Será entonces cuando los bosques se vistan de mil colores, y las cocinas se llenen de los productos de esa temporada. Setas, frutos del bosque, y muchos otros manjares.

Qué pueblos te recomiendo visitar

Sólo puedo hablar desde mi experiencia, por eso te traigo dos pueblos del Macizo del Canigó que sobresalen por ser de los más bonitos. A ellos puedes añadir la experiencia de subir al refugio de La Batère, justo debajo del mismísimo pico del Canigó, y ampliar tu viaje a los pueblos de la costa, empezando por Collioure, y siguiendo por Argelés-sur-Mer y Paulilles.

  • Amélie-les-bains – Palalda
  • Arlés-Sur-Tech.

Mapa interactivo

Aquí tienes un mapa con los pueblos mencionados y la posibilidad de buscar alojamiento. Después te hablo de los que he seleccionado para este artículo, así que ¡sigue leyendo!

El pueblo de Amélie-les-bains – Palalda

Amèlie-des-bains y Palalda forman un dúo casi indisoluble. La verda es que yo casi no vi Amèlie-des-bains porque al llegar nos encontramos con una fiesta, la de San Eloy y los transportistas, así que nos entretuvimos viendo el ambiente y luego ya fuimos al Centro Medieval de Palalda.

No puedo dejar de comentar la fiesta de San Eloy, puramente catalana, donde los niños y los mayores se visten con la ropa tradicional. Es la misma vestimenta catalana que la del otro lado de la frontera. Los fajines, los gorros, las puntillas de ellas, y las cintas con la bandera a rayas rojas y amarillas.

mujer francesa con cofia blanca y ojos azules sonriente
Mujer vestida para la fiesta de San Eloy – Pueblos del Macizo del Canigó

La fiesta de San Eloy es la fiesta de los burros. Un sincero homenaje al asno catalán, el esforzado animal que era el principal apoyo de todos los trabajos. Para la tierra y la mina, para el transporte, incluso para la compañía.

foto de grupo de niños y mujer mayor con un burrito vestidos con trajes tradicionales de la zona del canigó
Grupo de niños y adultos vestidos cno la ropa tradicional – Pueblos del Macizo del Canigó

El centro medieval de Palalda

El Centro Medieval de Palalda está en el mismo núcleo y creció alrededor del castillo y la capilla. Es como el parte vieja de Amélie-les-Bains.

Además de la puerta antes citada y mostrada, que recordemos me enamoró, descubrimos un dédalo de calles entre muros de piedra. Piedra de la montaña, refrescada con plantas y flores por todas partes.

casa de piedra con macizos de flores en la puerta
Casa de Calalda – Pueblos del Macizo del Canigó
olla de hierro colgada en un muro de piedra con flores
Caldero de hierro que hoy sirve de maceta de flores – Pueblos del Macizo del Canigó

Las esquinas de las casas son a menudo redondas, circulares, y eso da un aire de suavidad que se agradece. Un pueblo precioso.

Palalda estrenaba ese día una exposición en el museo de Correos. Con gran orgullo nos la mostraron el alcalde, el teniente-alcalde, y los patrocinadores del museo venidos para la ocasión.

calle con escaleras que sube haciendo curva con el muro de una casa
Calles de Palalda – Pueblos del Macizo del Canigó

Museo de Correos o Musée de la Poste de Calalda

La exposición recién inaugurada estaba dedicada al granate, otro mineral de la zona con el que se elaboran y se han elaborado preciosas joyas.

piedra de granate expuesta en un museo de uno de los pueblos del macizo del canigó
Mineral granate, que no siempre tiene el color rojo oscuro al que asociamos este color

Junto a las piedras y las herramientas de antes, hay pequeñas muestras de otras industrias que se intentan recuperar en la comarca del Macizo del Canigó para solaz del turismo. Alpargatas, textiles de algodón teñidos con tintes vegetales, herrería, cuchillería…

mesa de artesano de fabricación de alpargatas
Fabricación artesana de las alpagartas – Pueblos del Macizo del Canigó

Otra de las cosas que no te debes perder es probar el pan recién hecho en el horno tradicional y comunal, aderezado con ricas mermeladas caseras.

cesto de paja con barras de pan recién horneado
Pan recién sacado del horno – Pueblos del Macizo del Canigó

Arlés-sur-Tech, el pueblo de los artesanos

Y llegamos a la siguiente parada a destacar en los pueblos del mazico del Canigó, no por ello menos importante. Se trata de Arlés-sur-Tech, un lugar lleno de historia que me enamoró aún más que Calalda, aunque por razones distintas que ahora te cuento.

pueblos del macizo del Canigó
Edificio de Arlés-Sur-Tech – Pueblos del Macizo del Canigó

Para empezar, no te pierdas el Molins des Arts. Quédate con este nombre porque merece muchísimo la pena pasar por allí, como hizo en su día el maestro Dalí, e invertir un par de horas en los talleres de los artesanos.

Se puede conversar con ellos (algunos saben hablar español o catalán). Y se puede admirar las industrias que se siguen haciendo como siempre se han hecho. El lugar es un antiguo molino de aceite de la localidad.

manos de artesano haciendo una navaja
Artesano haciendo una navaja en Arlés-sur-Tech – Pueblos del Macizo del Canigó
taller de pintor en habitación iluminada con muchos cuadros
Taller de pintor en Arlés-sur-Tech – Pueblos del Macizo del Canigó

Una fantasía de colores

Entre los sitios que hay que explorar en el Molins des Arts, que es como un pequeño pueblo con distintos edificios y calles, mi boca se abrió de admiración cuando me encontré con toda una nave cubierta de rollos de hilo de algodón de todos los colores.

Dispuestos para producir el tejido catalán, un textil de fama en toda Francia por su buena calidad (y que se vende a alto precio, todo hay que decirlo).

tienda con estanterías llenas de madejas de hilos de colores
Venta de hilos de algodón de colores – Pueblos del Macizo del Canigó
madejas redondas de hilos de colores
Hilos de algodón del Molins des Arts – Pueblos del Macizo del Canigó

El tejido catalán se hace siempre con un diseño de rayas que a veces incorpora pequeñas cenefas, y donde los colores de cada pieza no son casuales, porque cada pueblo tiene los suyos. Por ejemplo, en los colores del tejido de Arlés-sur-Tech encontramos:

  • Gris turquesa para representar el agua.
  • Marrón para las rocas.
  • Gris casi negro para el pasado minero.
  • Rojo y naranja para evocar el fuego de la fragua y las hogueras de  San Juan, y el sol, claro.
pueblos del macizo del Canigó tejido típico
Tejido catalán con su diseño a rayas y cenefas – Pueblos del Macizo del Canigó
hilos para tejidos de pueblos del macizo del Canigó
Rollos de algodón de colores ¡una locura! – Pueblos del Macizo del Canigó

Los antiguos talleres de hilado

Volví a abrir la boca cuando me encontré con una sala de máquinas de tejer de la época de la Revolución Industrial.

Recordé entonces las que vi en pleno funcionamiento en aquella parada de la Ruta de la Seda en Fergana. Las de aquí ya no están activas, pero en una pantalla podemos ver una película en la que se ve cómo lo hacían, a ritmo de una bonita sardana.

maquinaria de telar de principios del siglo xx
Máquina de tejer de principios del siglo XX – Pueblos del Macizo del Canigó
antiguo telar en pueblos del macizo del Canigó
Máquinas textiles antiguas – Pueblos del Macizo del Canigó

Las herrerías

Qué decir del herrero, consumido por el calor. Trabajando sin cesar frente al fuego, con el fuego, en el fuego.

hierro al rojo vivo sobre yunque
Hierro al rojo vivo – Pueblos del Macizo del Canigó
herrero de pueblos del macizo del Canigó
Herrero trabajando con el sudor goteando en la barbilla – Pueblos del Macizo del Canigó

La abadía de Arlés-sur-Tech

En Arlés-sur-Tech se alza también una de las abadías más antiguas fundadas en Cataluña.

Su historia se remonta al principio de la reconquista de Carlomagno, allá por el año 778-780. En el siglo IX se trasladó a la ubicación actual, porque la primera edificación fue en el vecino Amélie-les-Bains.

relieve románico en forma de cruz en muro de iglesiaa
Relieve románico de la abadía de Arlés-sur-Tech – Pueblos del Macizo del Canigó
claustro de iglesia románica
Claustro de la abadía de Arlés-sur-Tech – Pueblos del Macizo del Canigó

En el interior de la iglesia destaca la capilla de los santos Abdón y Senén, insertos en un retablo prebarroco del siglo XVII. Estas dos figuras representan a unos mártires persas y aún se les venera.

La leyenda dice que eran enterradores cristianos que al ser apresados por el emperador romano Decio, afirmaron reconocer sólo a Jesucristo como Dios.

Después de ser azotados con plomadas (bolas de hierro, creo), les arrojaron al circo y soltaron a tres feroces leones y cuatro osos, y resulta que los bichos se echaron a sus pies rindiéndoles pleitesía. Así que como siempre, la mano del hombre les mató, pues el emperador creyó que se había obrado algún acto de magia.

Bonita y como siempre cruenta leyenda. Parece ser que la Iglesia Católica les tolera pero no les reconoce.

retablo con las figuras de los mártires persas
Santos Abdón y Senén – Pueblos del Macizo del Canigó

Sobre la puerta principal, también hay algunas pinturas románicas preciosas.

pintura románica representando a un ángel con sus alas
Pinturas románicas de la abadía de Arlés-sur-Tech – Pueblos del Macizo del Canigó

Por último… no dejes de probar las rosquillas de este pueblo, ni las del de Amélie-des-bains. Compiten por las mejores, cada uno convencido de que, por supuesto, son las suyas.  Y te diré que ambas están riquísimas. No, no tengo fotos de las mismas, se ve que estaba demasiado ocupada comiéndolas 🤣🤣

Este artículo es parte del viaje de prensa organizado por Turismo de Pyrenees-Orientales, en el que participé en Junio de 2015.

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4 comentarios en «Descubre los encantos de los pueblos del Macizo del Canigó: Historia en los Pirineos Franceses»

  1. Es verdad que son magicos estos pueblos catalanes , desde que llegue alli que de encantado , tanto que ahora Vivo en l’as montanas de los Pirineos orientales , soy Artesano y fabrico artesanias con la naturaleza de catalunya, ahora trabajo en los mercados de esta Hermosa région , gracias Alicia por tu compartir !!🌈✌️

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