
Actualizado el 11 junio, 2023
Cuando recuerdo las playas de Benin, en la región llamada Grand Popo, una sonrisa se dibuja en mi cara. Allí encontré un paraíso insospechado de tranquilidad, tradiciones ancestrales, y sobre todo un mar intensamente azul.
ACTUALIZACIÓN: he pasado un par de días en Grand Popo en dos viajes. Primero en el año 2016 y después en el 2023. En ambos casos ha sido una estancia agradable y aquí tienes la información que puedo aportar sobre este lugar que te recomiendo si viajas a Benin 😊
Días de relax en las playas de Benin
Dónde alojarse en Grand Popo
La primera vez que fui a Grand Popo nos alojamos en el Hotel Auberge, los antiguos juzgados coloniales de Grand Popó. Este es un hotel de precio medio o medio alto, tanto las habitaciones como su restaurante, y está un poco apartado del centro de Grand Popo.
No obstante, merece la pena si buscas un lugar de descanso y con sabor colonial.
De preciosos balcones de madera que dan al mar, la falta de agua corriente y el errático wifi que dejaba conectarse a unos un día, y a otros, otro día, no era más que una pequeña anécdota.


Lo mejor: pones un pie en la «calle» y ya estás pisando la arena de las playas de Benin. Andas un poco y ya estás bajo una de las sombrillas del Auberge, igualitas a las de los folletos de viajes 🤩


En el segundo viaje, me he alojado en un sitio llamado Aubergue Coco Beach, también conocido como Chez Mathias. Es básico pero está bastante bien, muy cerca del centro de Grand Popo, delante de la playa y con bungalows pintados de colores. La noche de una habitación individual costaba 12.000 CFAs (18,30€). También probamos el restaurante, pero aunque la comida estaba bien, nos pareció demasiado caro.

Uno de los cambios que he notado ha sido que ahora hay más alojamientos en Grand Popo. Aquí puedes ver algunos, aparte de los citados.
Dónde comer en Grand Popo
Si estás por allí y te preguntas dónde ir a comer en Grand Popo, teniendo en cuenta que los hoteles que te acabo de mencionar resultan un poco caros, te cuento los sitios que he descubierto en el segundo viaje, donde puedes encontrar platos por unos 3.000 CFAs (4,5 €) a los que hay que sumar la bebida.
- Restaurante Chez Paterne: lugar muy agradable, donde suelen tener un par de platos a base de pescado o pollo con arroz. No son especialmente lentos y tienen bebidas frías.
- Lion Bar: este sitio «rastafari» también tiene alojamiento, pero es muy básico. No obstante, no dejes de ir a comer o mejor a cenar en las mesas que tienen sobre la arena, mientras escuchas música reggae. La cocina es lenta pero todo está buenísimo. Te recomiendo el queso frito.
- Bar Tata et fils (papa sitou): de comida muy casera, los pescados en salsa son su especialidad y están realmente buenos. Está situado en el cruce de la carretera principal y la Route Pavee que lleva a la playa y al Coco Beach, el Aubergue Grand Popo, etc. Lo que yo llamo «el centro» de Grand Popo.


Disfrutando de las playas de Benin
En Grand Popo el día se te puede pasar alternando la contemplación de los azules y verdes del Golfo de Guinea y la lengua kilométrica de las playas de Benin, con la observación de los cangrejos casi transparentes que van y vienen con las olas. Con sus ojillos en forma de bujía alzados eternamente. Pensaba yo que son exactamente iguales que los que había visto (y fotografiado pacientemente) en otras playas, como las de Camerún.
Y ahí me quedaba, pensando que no me costaría nada, nada, acostumbrarme a vivir allí.


Lo único que falta es un mar un poco más calmado que permita el baño, pero las playas de Benin son así y nadie dijo que el Paraíso fuera perfecto! 😅 Por si te lo preguntas, he estado en Grand Popo en el mes de agosto y en el mes de abril, pero la fuerza de las corrientes sigue siendo la misma.


Paseo por Grand Popo
Otro día, otra tarde, para bajar la comida y para no engancharnos demasiado a ese mar tan increíble en sus colores, nos dimos una vuelta por la calle principal del pueblo.
Algunos edificios coloniales se van sucediendo. Unos están recién reformados y tienen tapias altas. Alguien importante vivirá allí. Otros tienen el aspecto decrépito y a la vez romántico que tanto me gusta para las fotos. Te acuerdas de películas y libros «de la época».


Llegamos al cementerio, entre el mar y la carretera, y no nos resistimos a entrar. En las lápidas lucen fotografías del difunto, las fechas de nacimiento y muerte, y en muchas un breve currículum: estudios y profesión. Una pequeña biografía que no se aleja tanto de lo que algunos escribimos en la «bio» de nuestras redes sociales.
¿Llegará un día en que, los que quieran ser enterrados, pondrán su página web o su cuenta de Twitter, Facebook o Instagram, si existen para entonces, en ese breve relato que condensa toda una vida?

En las calles de Grand Popo la gente te dice cosas mientras andas con paso tranquilo. Hay pequeños tenderetes donde venden las naranjas peladas que tanta gracia me hacen. Peluquerías (¡que no falten!). Algún restaurante en el que armarse de paciencia, y poco más.


Un poco de historia de Grand Popo
Popo es el nombre que los mercaderes portugueses pusieron a la etnia mayoritaria de la zona, los pescadores mina. Ni idea de por qué ese empeño de cambiar el nombre de las gentes del lugar, cuando no es tan difícil de pronunciar!
La villa tuvo su momento álgido con el comercio de aceite de palma en la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, cuando Cotonú se convirtió en un puerto potente como es hoy, tanto este como otros pueblos cayeron en el olvido.
Hoy en día los habitantes de Grand Popo se dedican a la pesca tradicional y a la recogida de cocos verdes, además del poco turismo que viene aquí.
No es difícil ver a los pescadores, por la tarde o por la mañana temprano. Su trabajo implica un esfuerzo titánico. Llegan, descargan y recogen sus enormes redes que después cargan en un carromato. Tienen que tirar de él una decena de hombres.
👉 Ojo: si te pillan haciéndoles fotos, te apedrean. Yo sólo tomé un par discretamente, en el primer viaje, para documentarlo.


La desembocadura del río Mono
Una de las cosas que puedes hacer en Grand Popo es ir a explorar el estuario del río Mono (Bouches du Roi o La boca del rey). Un paraje donde el agua dulce se termina mezclando con el mar.
En el río Mono hay un laberinto de ensenadas de arena, manglares donde se pescan cangrejos, palmeras cocoteras y selva. Donde los fetiches te esperan en cualquier rincón.
El Paraíso continuaba extendiéndose ante mis ojos, aunque fuera bajo nubes amenazantes.




PERO cuando llegamos a la desembocadura del río Mono, nos encontramos con que el brazo de arena que separa el agua dulce de la salada estaba cubierta en buena parte por plásticos de todo tipo que las fuertes corrientes traen hasta aquí. Esto fue en el año 2016. En el 2023 no he ido a esta zona, pero en la playa de la ciudad la situación es parecida 🤔
Una vez más sentí vergüenza del ser humano. Consciente de que esa cantidad de basura flota en el mar formando enormes islas. Y no sólo en este punto del océano, ni mucho menos. No, no viene de las cercanías (o no sólo).


Dicen que en estos parajes también hay una importante población de hipopótamos, pero por suerte o por desgracia no nos encontramos con ninguno.
La verdad es que la mañana fue un poco gris. La lluvia nos respetó lo justo para comer un pescado a la brasa con cus cús en una ensenada. Todo ello preparado por el chaval que nos guiaba, «el moderno del pueblo», un tipo de lo más espabilado en el buen sentido más o menos, y el piragüero.




Conociendo a algunos de los habitantes de la Boca del Rey
Volviendo, paramos en un pequeño pueblo donde nos muestran cómo las mujeres extraen la sal del agua según un proceso muy artesanal.
Resulta que los descendientes de los que escaparon del circuito esclavista en el último momento encontraron una salida en esta actividad, y así sigue siendo.
Ellas, tímidas, amables, venden dulces caseros. Los niños, curiosos, nos miran. Cabras por aquí, gallinas por allí. Me hubiera quedado un buen rato más 😊



Y terminamos en Hevé
Hevé es un pueblo famoso por sus fetiches, donde nos cayó una tromba de agua monzónica de esas de 20 minutos… Aquí lo tienes en vídeo 😉
… Un pueblo donde la gente es de lo más amable. Donde te cuelas en el patio de una casa y descubres que además de las cabras enanas que ya conociste en el País Somba, crían una especie de hamsters que roen la hierba a la velocidad de la luz.

Y te enteras también de que allí hay una dinastía real, cuyo palacio está. Protegido por muros, pero está.

Con un ratito más de remo volvimos a las playas de Benin, que ya las echaba de menos. Nos encontramos con piraguas secándose al sol sobre la arena, alzadas sobre unos troncos secos en forma de Y.
Un poco más allá, unos pilotes plantados en la arena, lejos del agua, me llevaron a preguntar qué era lo que medían exactamente. Resulta que es para el nivel de arena, no de agua.
Por cierto, por fin salía el sol y todo resplandecía.




Poco más hay que decir de unos días de descanso en el Paraíso. Las playas de Benin y todo lo que las rodea son fantásticas ¿no crees?

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¿Llegará un día en que, los que quieran ser enterrados, pondrán su página web, o su cuenta de Twitter, Facebook o Instagram? :)
Hoy en día entre tanto Blog, – contando lo que hacen cada minuto, datos sin ninguna relevancia, -es un alivio leerte a ti, lo que haces no es sencillo, cada linea que escribes dice algo.
Que pena que esas playas de Benin no traigan aguas calmadas. Aunque quizás habría que decir ¡menos mal!, ya que de esta manera, aún hay posibilidad de disfrutar de este tipo de playas autenticas.
Muchísimas, muchas gracias David! Solo intento plasmar, con el mayor cuidado posible, lo que siento y reflexiono, ya sea allí o generalmente aquí, antes/durante el teclado. Me alegro de que te guste ?
Un beso!!
Alicia
Alicia, por casualidad vi tus comentarios del ultimo viaje a India y quede fascinada. Me he sentido totalmente identificada con tus relatos, que envidia me da que puedas expresar tus sentimientos e impresiones de una manera tan clara. Yo soy una viajera incansable muy limitada por el tiempo y el dinero, pero hago lo que puedo. Siempre que puedo entro en tu blog y viajo a lugares que ya he estado y otros muchos desconocidos. Enhorabuena y espero que sigas regalandonos la vista y el alma con tus fotos y relatos.
Hola Luisa! Muchísimas gracias por tu comentario, es un placer leerlo y saber que inspiro y entretengo ? yo también tengo tiempo muy limitado, no creas ? un abrazo y nos vemos por aquí!