Actualizado el 2 febrero, 2020
Seguro que has leído unos cuantos posts sobre esto de viajar sola. Seguro que hay decenas de ellos publicados en la red. Y probablemente todas acabemos diciendo lo mismo, pero con suerte cada una te aportaremos un pequeño dato o consejo más. También sé, por experiencia, que cuando ves que distintas personas coinciden en algo, te da más tranquilidad o garantía a lo que dice cada una de ellas.
Además, últimamente varias amigas se han lanzado a viajar solas por primera vez y antes me han pedido consejos. Por ellas, por ti, he decidido escribir este post con mis consejos para viajar sola.
En primer lugar, te diré una obviedad: arrancar a viajar en solitario cuesta
No eres una persona rara. Cuesta, es cierto. Hay que hacer frente a una serie de barreras impuestas culturalmente, socialmente. Como tantas otras cosas en la vida.
Muchos te mirarán con cara de pena, o de estupor, o de sorpresa. Puede que continúen con un “¿y no tienes ninguna amiga o amigo con el que ir?”… ese tipo de reacciones. Las típicas que hacen que hasta te dé un poco de vergüenza, y quizá sean barreras suficientes para no hacerlo. Olvídalo. Cuanto más tranquila y confiada les respondas, mejor te sentirás con la idea y contigo misma.
Otros se acordarán en ese momento, y lo verbalizarán (qué majos), de las noticias que por desgracia nos llegan. Curiosamente muchos de esos casos no eran de mujeres que viajaran solas.
Me gustaría aclarar que cuando digo “viajar sola” me refiero a hacer un viaje en solitario, por tu cuenta y sin ninguna compañía. No me refiero a ir con una agencia de viajes, sumándote a un grupo de desconocidos. Para mi eso no es viajar sola. Y lo quiero aclarar porque parte de mi entorno sí considera que viajas sola cuando te estás apuntando a un viaje sin conocer a nadie.
Algunos incluso entienden que viajas sola cuando vas con una amiga (¿porque somos dos mujeres?).
Que conste en acta que No critico para nada esas otras formas de viaje que yo misma practico, pero cuando digo que me voy de viaje sola, es eso, sola. Y punto. No pasa nada.
La pregunta que siempre te hacen otros, y probablemente tú misma: ¿por qué viajar sola?
Desde mi punto de vista, sí hay razones para viajar sola. Unas más prácticas y otras menos, pero razones hay.
También te digo que creo firmemente en el viaje con sentido: conocer un sitio, aprender, entender que hay otras formas de vida, ecosistemas diferentes, etc. Lo que no tiene sentido para mi es lanzarte a viajar porque hay que hacerlo. Ni viajar sola porque está de moda. Por eso tómate las siguientes razones como un sumatorio, no fundamentes un viaje sólo en una.
Porque no quieres hacer renuncias
Para mi esta es una de las más importantes. No siempre coincides con otras personas en el interés por un destino, tiempo disponible, fechas, dinero para invertir en ese viaje. Y ¿te vas a quedar sin pisar Florencia este año, que es cuando realmente te apetece ir? ¿Vas a dejar de ir al Desierto de Atacama porque no encuentras con quién? ¿Seguirás esperando no sé cuántos años más para ver con tus propios ojos la Mezquita Azul de Estambul?
No renuncies a tus sueños, ni al momento en que el cuerpo y la mente te piden cumplirlos, por no encontrar con quién. Si tienes salud, algo de dinero, ganas y sueños, a por ello! Ser egoísta en esto es no dejar pasar los trenes, y por tanto la vida. Por supuesto que soy consciente de que hay destinos y viajes en los que no vas a poder ir sola por una u otra razón, pero no son tantos.
Porque quieres estar contigo misma
Quieres disfrutar de tu silencio, tus pensamientos, afición por la fotografía, escritura, lectura, o lo que te guste. Sin distracciones. Porque sí, viajar con otros implica distraerte, estar en la relación que llevas con esas personas además de en el destino. Aunque no pasa con todo el mundo, claro, y los buenos compañeros de viaje (que no abundan) pueden no sólo no interferir sino hacerlo mejor, pero volvemos a la razón número 1: no siempre coincides, etc.
Y no olvides que siempre puedes dedicar un espacio para conectarte con los tuyos gracias a la tecnología, o bien hablar con otros, locales o turistas como tú.
Porque quieres liberarte y/o superarte
Sí, es liberador saber que lo vas a hacer, que lo puedes hacer y que lo haces. Para ti misma y ante los demás. Superarte personalmente no tiene precio. Sentir que te liberas de esos corpiños en los que nos educan y encierran. Empezando porque poco a poco, viaje a viaje, entiendes que estás superando tus propios prejuicios.
De todas formas, si decides viajar sola, no lo hagas sólo por esto. Te puedes superar con muchísimas cosas. ¡Hazlo porque quieres viajar sin estar condicionada a otras cosas!
Porque quieres vivir una experiencia distinta
Pues sí, viajar sola es diferente a hacerlo con más personas, conocidas o no conocidas. Igual que viajar por libre es distinto a hacerlo con una agencia.
Lo que más me llevé de mi primer viaje en solitario fue lo intensamente que lo viví. Te concentras más en lo que tienes delante. No exagero. Los aromas y sabores, los sonidos, la temperatura, los colores, la gente. Te concentras más en todo y por lo tanto lo percibes más.
Vale, pero … ¿Cómo se hace esto de viajar sola, qué tengo que (o debería) tener en cuenta?
1. Empecemos por el principio: elegir el destino
Si es tu primera vez viajando sola te recomiendo que escojas un destino cercano. Si vives en España, estaría bien que esa primera vez te vayas a un país europeo. En mi caso me fui a Sicilia, en Italia.
Un destino cercano culturalmente ayuda a hacer frente a muchas cosas que quizá en países más diferentes te costaría más. Desde utilizar el transporte público hasta salir a comer o cenar. La sensación de “control” será mayor, y en mi opinión esto es bueno e incluso necesario.
No significa que vaya a salir mal viajar a India o a Senegal, pero ¿para qué complicarlo más, en tu primera o primeras veces?
También te recomiendo que no sea un viaje largo. Una semana o diez días para empezar está bien.
Cuando estés segura de que esto de viajar sola te gusta, que disfrutas, que sabes llevar el control, que te organizas bien, etc., será el momento para irte a lugares más exigentes, y/o para hacer viajes más largos.
A pesar de que sea un lugar más o menos cercano, otra cosa que va bien es echar un vistazo a las condiciones que ofrece esa ciudad, región o país, para las viajeras en solitario. Transporte público, alojamientos, nivel de seguridad, precios. Cosas así. No te vuelvas loca, estamos en la fase de decidir el destino. Simplemente comprueba algunas cosas de la manera más estratégica que puedas, que ya te informarás mejor más adelante. Para estas cosas los blogs van bien (guiño, guiño), y también pasarte por la biblioteca o librería y ojear las guías del destino.
2. Da el paso definitivo: compra los billetes
No voy a escribir sobre cómo comprar un vuelo o tren a buen precio. Solamente me voy a centrar en lo que quizá sea una forma de proceder algo distinta a si vas en compañía.
Cuando vas a viajar sola, además de las fechas y precios es bueno atender también a los horarios. La hora de llegada al ir, y la de salida al volver.
¿Por qué? por seguridad, que es uno de los grandes condicionantes que tiene esto de viajar sola.
Ser prudente (que no miedosa) no te va a hacer daño. Es decir, tendrás que decidir si te compensa pagar un poco más por esos vuelos y llegar en un horario “decente”, o si no te importa llegar entrada la noche a una ciudad que no conoces de nada. En cualquier caso, no te lances a comprar la primera oferta y después te lleves la sorpresa de que llegas a la 1 de la madrugada a una ciudad desconocida.
Igualmente te recomiendo que mires las escalas y los tiempos que tienes, ya que pueden variar muchísimo. Pero bueno, este es un consejo que vale para cualquier viaje.
3. Contrata un seguro de viaje
En realidad este consejo se lo doy a todo el mundo, viaje con más gente o en solitario, sea hombre o mujer, je, je.
Pero en nuestro caso, amigas, es un puntito más de seguridad, y no me refiero sólo a una emergencia médica. Los seguros de viaje especializados incluyen muchas más cosas, como la pérdida de equipaje, robos, etc.
Por cierto, seguro que ya lo sabes pero por si acaso te lo recuerdo: aquí puedes contratar tu seguro de viaje beneficiándote de un 5% de descuento por hacerlo desde este blog. Con IATI seguros puedes ir muy tranquila por el mundo, en serio.
4. Mentalízate
Ya tienes lo mínimo, vas a irte sola por ahí, y te quedan cosas por hacer, pero te sugiero que te tomes un momento para visualizarte allí.
Imagínate a ti misma andando por las calles, visitando museos, eligiendo dónde comer, cogiendo un tren para ir a otro lugar, pidiendo ayuda para encontrar un sitio, o comenzando una conversación con otra persona.
Puede parecer una chorrada, pero creo que ayuda a confiar en tu decisión, a tranquilizarte.
Este ejercicio es bueno que lo hagas repetidas veces, mientras preparas las cosas, y de manera un poco más intensa los días previos a salir de viaje. En esos días la inseguridad o incluso la pereza (otra forma de hacer frente a la inseguridad), hacen acto de presencia. Lee el post que escribí al respecto hace un tiempo y verás, sólo tienes que pinchar aquí. Son muchos y sobre todo muchas las que me han escrito agradeciendo que pusiera por escrito lo que les estaba pasando.
Además de visualizarte, piensa también que tendrás que desarrollar cierta tolerancia a la frustración cuando las cosas no salen como querías. No será una vez ni dos las que te enfades contigo misma ¿quién me manda a mi dejar los museos para un lunes? ¿porque entré a comer en este sitio, si es carísimo?
Piénsate ante problemas, pequeños o grandes: si te pierdes yendo al hotel, si no encuentras el papel que necesitas para lo que sea… Y en cómo tranquilizarte ante un momento así.
En muchos casos son pequeños conflictos que se arreglan con algo de planificación previa. En otros no. Será cosa del azar y lo único que puedes hacer es estar un poquito alerta ante esa posibilidad.
5. Piensa y/o reserva los alojamientos
Siempre que compro un vuelo o tren, lo siguiente que hago es planificar como mínimo el primer día de mi estancia, y dónde voy a dormir es un punto básico. Con reserva o sin ella, miraré las opciones en Internet o en la guía que lleve bajo el brazo antes de llegar allí.
Suelo buscar alojamiento en los lugares más cercanos a los sitios que voy a visitar. El centro histórico de una ciudad o pueblo es el mejor ejemplo, pero también puede ser cerca del puerto si voy a coger un barco al día siguiente, como hice en Atenas.
La idea es ponérmelo muy fácil, tener el alojamiento a mano y quedarme haciendo fotos de la puesta de sol o la noche en los lugares con atractivo turístico. Sin pensar en que luego tengo que ir hasta no sé dónde a una hora más intempestiva.
Por otro lado tendrás que decidir si no te importa dormir en una habitación de hostel compartida con más gente, o prefieres una habitación individual. Esta última categoría es más cara siempre, aunque si es con baño compartido suele ser un precio más ajustado.
Yo suelo optar por la individual porque valoro mucho mi espacio y tranquilidad. Escribir, leer, revisar fotos, echarme una siesta, cenar o desayunar en la habitación con algo que compré por ahí… Pero la opción del hostel no es mala para nada. De hecho es una oportunidad para conocer gente maja, interesante, y desde luego una buena forma de ahorrar. Es una de las decisiones que tendrás que tomar.
A la hora de elegir alojamiento, por otro lado, me fijo en las opiniones que hay en algunas plataformas de reservas como Booking donde indican si otros viajeros que viajan solos puntúan bien o no a ese sitio. Un punto adicional.
6. Otro momento temido por muchas cuando se plantean esto de viajar sola: la comida
Es algo que entiendo perfectamente y de lo que sigo sin librarme alguna que otra vez.
Me refiero a que te puede dar corte ir a comer o a cenar sola, y este es uno de los puntos que se suman a la lista de “contras” para lanzarse a hacer un viaje en solitario. Supongo que ahí nos sentimos más expuestas, seguimos siendo presas de la cultura machista en la que está mal visto que una mujer ande en público haciendo cosas tan inocentes como sentarse a una mesa a comer. Bueno, pues contestemos también a eso. No es para tanto.
De hecho, en muchos lugares y países ya no miran raro a una chica por sentarse a comer sola. Te sorprenderías. Eso se lo debemos a las mujeres que viajan solas por ahí, que cada vez somos más.
Y si lo hacen, lo de mirarte con media sonrisa, pena o extrañeza… recuerda que ése es su problema, no el tuyo.
Pero bueno, admitamos que nos da corte, y que quitarte todos los corsés no es cosa de un día ni de un viaje.
Para superarlo, piensa que es un gran momento para leer, escribir en tu libreta de notas sobre tus impresiones del viaje, o aprovechar para conectarte a las redes sociales. También puedes comprar algo para comer en un parque o sobre la marcha, o llevártelo al hotel si es por la noche. No te digo que lo hagas todos los días para cada comida, pero puedes alternar estas opciones con la de sentarte en un sitio. Es también una forma de ahorro ;)
En cualquier caso, ojo ¡no descuides tu alimentación por esto!
7. Estudia los mapas y los horarios
Otra cosa que no te va a hacer daño es estudiar un poco los mapas y planos para familiarizarte con las calles y trayectos básicos que harás, como el del aeropuerto a tu alojamiento, por ejemplo. Puedes recurrir incluso al Google Street View para ver las calles, fachadas y puntos de referencia.
También está bien mirar qué opciones hay para visitar algunos sitios concretos, para comer y dónde se ubican… Y, je, je, ya me ha pasado al menos un par de veces que escogí el día equivocado para visitar museos: lunes, o un día festivo nacional en ese otro país. Trata de pensar, aunque sea a grandes rasgos, qué vas a hacer en Atenas o Santiago de Chile, antes de que sea demasiado tarde.
Seguramente ya estás pensando “uf! cuánto trabajo!” Sí y no. Por ejemplo estas consultas las puedes hacer ya subida en el avión o tren, cuando empiezas el viaje.
¿Y todo esto para qué? bueno, seguro que cuando llegues a tu destino te mueves con más soltura. Evitarás sentirte “un blanco fácil” (ya sabes, la turista despistada con un mapa en la mano…) ;) y sobre todo no te sentirás desorientada, una de las cosas que pueden llevar a que cunda el desaliento una vez estés allí.
8. Medida adicional: conéctate… si puedes
Otra cosa que puedes hacer, ya en el destino, es comprar una tarjeta SIM o un chip de datos para tu teléfono móvil. Tiene que ser un terminal que lo permita, es decir, que esté liberado y no en exclusividad con tu compañía. De esta forma podrás enviar whatsapp, informar a tu entorno por dónde andas, y aprovechar los recursos de internet para orientarte o informarte. Suelen incluir un mínimo de llamadas y sms gratuitos que te pueden venir bien para emergencias.
Ojo, no confíes al cien por cien en esta posibilidad. Las zonas de cobertura no siempre son buenas, si cambias de país quizá no te compense y si es por poco tiempo tampoco… Si algo he aprendido en el último viaje que he hecho sola, de tres semanas en Chile y Bolivia, es que depender del móvil es mala idea. Los mapas y guías de toda la vida son un clásico menos arriesgado.
9. Sé cuidadosa con tus cosas
Otra obviedad pero es cierto que no todo el mundo es igual. Y también que cuando estás de viaje-vacaciones, te puedes distraer mucho más. Pero nunca, nunca te olvides de cuidar de tus cosas básicas, de lo realmente importante: pasaporte o dni y cualquier otro papel de documentación que necesites, seguro de viaje, tarjetas bancarias y dinero.
Además, llevar pequeños candados para la mochila o maleta y usarlos, es muy buena idea. Olvídate de no ser paranoica con estas cosas. Yo cierro la mochila con candado que dejo en el hotel, siempre, a no ser que deje cuatro cosas sin valor. Si viajas en compañía hazlo igual, pero yendo sola este tipo de tropiezos como que fastidian mucho más ¿no crees?
Y hasta aquí mis consejos para que te lances a viajar sola. ¿Ya lo has hecho? ¿tienes alguno más? Yo no llevo toda la vida viajando sola, ni lo hago siempre, así que las aportaciones son más que bienvenidas! (ya sabes, en los comentarios de este post, para que lo puedan leer las demás) :)
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Hola Alicia,
te escribo porque dentro de dos días me voy sola de viaje a Sicilia, y buscando un poco por Internet, he encontrado tu blog en el que cuentas que tu primer viaje en solitario fue a Sicilia.
Tengo un alojamiento airbnb en catania durante una semana, y desde allí voy a ir moviéndome por la costa sureste de Sicilia. Estoy un poco nerviosa por la incertidumbre que me da ir sola a un país desconocido. Además a Sicilia no le acompaña buena fama machista de su sociedad, con volcanes que explotan y la interminable historia de su mafia.
Si me pudieras contar algo sobre tu experiencia allí, de cómo te sentiste etc… creo que podría ayudarme mucho a olvidar todas esas ideas preconcebidas que se tienen sobre Sicilia.
Muchísimas gracias!! 🙂
Hola! Te propongo que leas los posts donde cuento aquel viaje! Y te cuento que una amiga mía viajó también por primera vez sola a Sicilia el año pasado, y fue al sur, como haces tú, y volvió encantada de la vida!! Así que fuera nervios y a disfrutarlo 🙂🙂🙂🙂