Las Médulas es la herencia romana más importante de la provincia de León, y en concreto la mayor mina de oro a cielo abierto de esa época. Este paisaje formado por la mano del hombre dio toda una lección de topografía e ingeniería entre los siglos I a.C. y III d.C. ¿Cómo te quedas? Sigue leyendo, que te lo cuento😊
En mi primera visita a Las Médulas, a principios del mes de noviembre, me encontré con una tormenta DANA que estuvo azotando la zona durante todo el fin de semana. Ya es mala suerte, pero no podíamos cancelar el alojamiento ni la ilusión, así que para allá nos fuimos mi amiga Marta y yo.
Vientos huracanados, rachas de lluvia a cántaros, y algunas treguas de sol fueron la constante del fin de semana. No pudimos abarcar todo lo que nos habría gustado y tengo claro que voy a volver cuando encuentre un hueco con buen tiempo, pero tampoco estuvo nada mal 😅.
Como iba diciendo, Las Médulas es un paisaje único Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
Enormes pináculos de conglomerado arcilloso, de color anaranjado, se alzan entre bosques de castaños y robles creando una visión rara, poderosa, atrayente.
Es como un desierto saliendo de un vergel con un tamaño, colores y morfología que impresionan. Pero no es un paisaje natural. O no del todo. Fue creado por el hombre.
¿Qué son Las Médulas?
Estamos ante la mina de oro a cielo abierto más grande que se conserva de los antiguos romanos. Una zona de 2.000 hectáreas con más de 400 km de canales. Y una obra sin precedentes.
Los romanos llegaron a los montes del Bierzo en su avance de conquista y ampliación del Imperio. El emperador Octavio Augusto les capitaneó en los primeros años de la campaña, sometiendo a los pueblos indígenas de la zona.
Los astures y cántabros se resistieron, pero al final tuvieron que claudicar. Los romanos les describieron como “bárbaros que llevan el pelo largo como las mujeres y una cinta en la frente en la batalla”.
Los conquistadores, al entrar en contacto con la vida local, se dieron cuenta de que allí había oro. Los pueblos de la zona lo conseguían bateando el agua de los ríos, así que dedujeron que esas montañas tenían oro en sus entrañas y se propusieron hacerlo a gran escala.
El oro era, por aquél entonces, un material muy conveniente para la fabricación de las monedas del Imperio, llamadas precisamente áureo, que pesaban unos 8 gramos.
¿Cómo organizaron la actividad minera en Las Médulas?
Su método tenía un nombre: ruina montium, y consistía en ir deshaciendo la montaña poco a poco, para luego buscar en sus “arenas” el codiciado metal.
Este método consistía en abrir galerías en la montaña. Después introducían agua en tromba y esto hacía explotar el conglomerado de arcilla.
Todo lo que arrastraba el agua se trataba a los pies de la montaña en canales de madera, empezando por retirar las piedras y cantos rodados. Estos se amontonaban a un lado del canal y hoy se pueden ver en muchos puntos de Las Médulas. Después, lavaban el resto con agua filtrando el oro con ramas de brezo donde se quedaba retenido.
Lo impresionante de esta explotación es cómo lograron hacerlo sin que se les cayera la montaña encima y cómo hicieron para que el agua cayera desde arriba.
Los romanos construyeron canales que permitían transportar agua desde los ríos y neveros de la zona. La trajeron desde distancias tan bizarras como 100 km., aprovechando los desniveles del terreno para no tener que construir (y mantener) demasiada infraestructura. El agua era almacenada en depósitos en la parte alta de la montaña para “inyectarla” a los túneles. Esa agua también era utilizada, claro está, para los canales de lavado.
Para evitar derrumbamientos no deseados, marcaban cuadrantes sobre los que trabajar y hacían galerías sin salida a distintas alturas, aunque todas comunicadas entre sí.
Una vez estaban listas las galerías, empezaban soltando agua poco a poco en la base del sector deseado. Así debilitaban la montaña. A continuación soltaban una tromba de agua que provocaba esa “explosión”. El trozo de montaña en el que trabajaban se venía abajo, dejando en pie los picachos que vemos hoy, que eran como “testigos de seguridad” para que no se viniera abajo el total.
Los picos son, por tanto, los restos de la montaña original. Se puede ver que están pareados y enfrentados entre sí, ya que dejaban salidas o valles entre ellos. Por ahí caían las riadas de barro y aluvión que había que lavar para extraer el oro.
Hasta ahora he hablado de cómo trabajaban en la mina, pero ¿quiénes eran los obreros de Las Médulas? Pues los conquistados. Los astures y cántabros tenían que pagar tributo a Roma para quedarse en su tierra, y ese tributo era el sudor de su frente. Si se negaban, debían exiliarse.
¿Por qué dejaron de explotar esta mina de oro?
Porque el Imperio Romano entró en franca decadencia y el interés por esta producción se vino abajo. Los romanos se fueron, y allí quedaron los restos de las minas. Sin más.
La vegetación recuperó su sitio, la fauna volvió, y los pueblos reanudaron sus cultivos, en especial con huertos de castaños, una actividad que continúa en activo. Si vas en otoño verás a los propietarios recogiendo este rico fruto, y también verás carteles que avisan de que son propiedad privada.
Por cierto, en la Edad Media los canales se utilizaban como caminos para atravesar la montaña y evitar dar grandes rodeos para llegar a las ciudades y pueblos del otro lado.
¿Sigue habiendo oro en Las Médulas?
Pues sí, sigue habiendo oro en Las Médulas. De hecho sigue habiendo la misma cantidad de oro que por aquél entonces. Excepto la que se llevaron los romanos, claro 😂.
Y un dato a tener en cuenta: si encuentras una pepita de oro, te la puedes llevar a casa, a pesar de ser un paraje natural protegido. Eso sí, te tienes que tropezar con ella, nada de ponerse a trabajar y mucho menos erosionar el lugar.
¿Cómo organizar y qué ver en la visita a las Médulas?
Las visitas a Las Médulas no es muy difícil de organizar, pero debes tener en cuenta que hay unas cuantas opciones a considerar y que el tiempo del que dispongas va a marcar tu programa.
Si sólo vas a pasar un día, o un fin de semana, y en los meses de menos horas diurnas, entonces tendrás que centrarte en lo esencial. Si vas a tener más margen (días largos o más días), podrás saborear la zona con más intensidad.
La mayoría de la gente se centra en el circo de Valiñas y el Mirador de Orellán, y no seré yo quien les contradiga porque este es el panorama más espectacular de la zona, pero no hay que olvidarse de sus pueblos y otras rutas de senderismo donde es posible encontrar restos arqueológicos.
Quedémonos de momento con los puntos clave: la Senda de Las Valiñas y el Mirador de Orelllán.
La Senda de Las Valiñas
En mi opinión, la ruta más espectacular de Las Médulas es la senda de las Valiñas.
Que no te engañe el hecho de que sea la más corta en distancia. Se trata de apenas 3,5 km por un sendero sin grandes desniveles, pero discurre entre castaños milenarios y entre los picachos tan singulares de Las Médulas.
Es la gran oportunidad para ver Las Médulas y sentirlas desde dentro.
Para ir a la senda de Las Valiñas tienes que dirigirte al pueblo de Las Médulas. En uno de los extremos del pueblo hay un parking amplio donde dejar el coche, y después debes ir al Centro de Recepción de Visitantes de Las Médulas, que está en el otro extremo.
El camino o Senda de Las Valiñas comienza muy cerca del Centro de Visitantes y es de libre acceso, pero ya que estás, no dejes de entrar para informarte del lugar.
📍 De hecho, en el Centro de Recepción de Visitantes de Las Médulas ofrecen visitas guiadas de unas dos horas de duración por 5€. Un precio muy popular ¿no te parece? 😊
Si es tu primera vez, te lo recomiendo muchísimo.
- Abren entre las 10.30 h y las 11 h los fines de semana, cierran al mediodía y vuelven a abrir por la tarde.
- Hay al menos dos visitas por la mañana y lo mismo por la tarde. No se admiten reservas previas, al menos en temporada baja, que es cuando no suele haber ningún problema.
- Sus guías te explican muy bien todo, por lo que es ideal para entender este paisaje y la región.
- Te recomiendo que llames o escribas un email para preguntar por los horarios actualizados: 987 42 07 08 / 619 25 83 55 – Email: medulas@ccbierzo.com
Si vas a recorrer la Senda de las Valiñas por tu cuenta, no dejes de coger un mapa en el Centro de Visitantes y pedir consejo en el mostrador de información.
Además, recuerda que estás en un entorno natural protegido y por tanto hay que cumplir las normas. Las obvias y las que están bien descritas en algunos carteles, incluido el hecho de no acercarte ni entrar en La Cuevona.
La Cuevona es una cueva con una entrada enorme que antes se podía visitar, por eso seguramente te encuentres fotos con gente posando. Sin embargo, las inclemencias del tiempo la han puesto en peligro de derrumbe y es habitual que caigan grandes piedras de la parte de arriba. Poca broma.
Mirador de Orellán
El otro punto básico de cualquier visita a Las Médulas es el Mirador de Orellán, el punto más alto, o casi, a 923 metros de altura.
Este es el gran balcón desde el que dominas todo el circo de la mina de oro a vista de pájaro, y la vista es realmente espectacular en vivo, por muchas fotos que veas. Porque sí, si buscas fotos de Las Médulas, aparte de las que comparto contigo aquí, verás que la imagen más repetida es esta vista.
La forma más cómoda y popular para subir al Mirador de Orellán es en coche. Para ello debes dirigirte al pueblo de Orellán y después continuar montaña arriba hasta el parking del mirador. Todavía no lo tendrás a la vista, y de hecho tendrás que subir andando unos 500 metros más, pero ya no permiten que los coches lleguen arriba.
También puedes subir al Mirador de Orellán andando desde el pueblo de Las Médulas, con un desvío desde la senda de Las Valiñas pero, atención, si llueve no se recomienda hacerlos porque el camino se convierte en una torrentera por la que baja el agua con fuerza. Si no llueve pero hace calor, dale una vuelta a la idea porque el desnivel no es pequeño.
👉 Ojo, si utilizas el navegador de google para ir en coche desde Las Médulas a Orellán o viceversa, no hagas caso a la ruta más corta que señala. Esa carretera está cortada a la circulación.
Un poquito antes de llegar al mirador tienes el acceso a las Galerías de Orellán, una oportunidad de atravesar la montaña y asomarte a un balcón privilegiado… si las encuentras abiertas.
Cuando nosotras fuimos hacía mal tiempo y estaban cerradas, aunque en el Centro de Visitantes de Las Médulas nos dijeron que creían que sí estaban abiertas. De hecho volvimos a subir al mirador para visitarlas, pero estaban cerradas. Incluso nos pareció que el lugar estaba bastante abandonado. En google, por cierto, ponía que estaba abierto, pero no te fíes. La verdad es que este tipo de descoordinación da mala sensación.
Conclusión: si vas al Mirador de Orellán y ves que las Galerías están abiertas, entra. Hay que pagar una entrada de 3€ y te dejan casco y linterna. Si están cerradas y te va un poco mal volver a intentarlo a otra hora, déjalo estar por mucho que te digan en el pueblo que están abiertas.
🚩 Si estás en Ponferrada y no tienes coche, puedes apuntarte a esta excursión a Las Médulas con transporte incluido.
Senda del Lago de Somido
Una opción para complementar la Senda de las Valiñas es hacer la Senda del Lago de Somido. Nosotras la hicimos después de comer aprovechando que paró de llover y estuvo genial.
Esta es otra ruta sencilla que también sale del pueblo de Las Médulas. Es lineal y de sólo 1 km de ida y otro de vuelta a/desde el lago de Somido, aunque la puedes alargar llegando hasta un pequeño mirador que está a 500 metros del lago. Las vistas desde ese balcón de madera son una maravilla, así que yo no lo dejaría pasar.
La ruta es por el campo, entre pequeñas charcas que se forman con las lluvias, y muy tranquila porque la mayoría de la gente no lo hace. Además, debes saber que estás en el sector III de la mina, el último antes de su abandono y que ha dado muchas pistas a los arqueólogos sobre el proceso de trabajo en Las Médulas.
En mi opinión su gran atractivo son las vistas que consigues de Las Médulas desde lejos, dominando el horizonte. Otra perspectiva que no está de más 🥰
En cambio el lago Somido nos defraudó mucho, pero no sabemos si es porque estaba bastante vacío después de un verano de sequía.
Otras rutas en la zona de Las Médulas
Las sendas de Las Valiñas y del Lago de Sumido no son las únicas para echarse a andar en este entorno. Todo depende el tiempo que tengas y las condiciones climatológicas (lo de la DANA ha marcado mi recuerdo, tengo que reconocerlo 😅).
🚩Senda Perimetral de Las Médulas: esta es una de las opciones que estuvimos pensando hacer. Se trata de una ruta de 10-11 kilómetros y, como su nombre indica, recorre todo el perímetro del área principal de Las Médulas. Lo hace digamos que por el exterior, pasando por el Mirador de Orellán y por otros miradores, pero no entra en el interior como Las Valiñas.
🚩 Senda de los Conventos de Las Médulas: esta senda tiene una longitud de algo más de 4 kilómetros y une los pueblos de Las Médulas y Orellán, por lo que debe de tener alguna que otra cuesta pronunciada.
🚩 Senda de Reirigo: todos dicen que es la que más te puede poner a prueba. Asciende hasta el pico más alto de Las Médulas, el Reirigo, que está a 979 metros de altura. La ruta son casi 5,5 kilómetros.
🚩El Lago de Carucedo: cogiendo el coche puedes ir unos kilómetros más al norte hasta este lago. Se cree que fue aquí donde los romanos empezaron a buscar oro, y el lago de Carucedo se formó porque los desechos de las minas taponaron el curso del río que pasaba por allí. Nosotras no llegamos a visitarlo, pero por lo visto es un sitio muy agradable para ir en verano.
¿Cuánto tiempo se tarda en visitar Las Médulas?
La visita a Las Médulas puede ser lo breve o larga que tú quieras. El mínimo serían unas 2 horas de la Senda de las Valiñas con visita guiada. Por libre dependerá de si paras a hacer muchas fotos. Cuenta también con un rato para subir al Mirador de Orellán a ver las famosas vistas.
Pero vaya, si además haces una o dos rutas más de las que hay marcadas, puedes pasar un par de días en la zona explorando sus rincones.
Pueblos y otros lugares a visitar cerca de Las Médulas
Aunque las minas de oro romanas sean tu principal objetivo, si vas a pasar un par de días o tres a la zona, te sobrará tiempo para visitar más lugares. En especial si viajas en primavera o verano, cuando los días son más largos.
Para empezar, te puedo recomendar los pueblos. La arquitectura de El Bierzo es preciosa y no hay que perdérsela. Casas de piedra de dos pisos con vigas de madera y curiosos balcones también de madera. Tejados de pizarra negra… Las iglesias también son muy cucas, como la de San Simón y San Judas Tadeo que está en el pueblo de Las Médulas.
Además de este pueblo, te recomiendo mucho que pares en Orellán y des una vuelta por sus calles. Es más, te recomiendo que vayas a dormir allí, luego te cuento.
Otro sitio que te recomiendo es ir al Castillo de Cornatel. Tendrás que coger el coche porque está a unos kilómetros, pero no es mucha distancia y merece la pena por el paisaje y por el sitio en sí mismo.
El Castillo de Cornatel está en el municipio de Priaranza del Bierzo, pero para ir tienes que poner rumbo a Villavieja, una pedanía de dicho municipio. Fue Bien de Interés Cultural en 1949 y se alza sobre un monte ocupando casi toda su superficie.
Su historia podría remontarse a los romanos, que utilizaron este lugar como puesto vigía y de defensa de las minas. Mucho más tarde, los templarios tomaron posesión del mismo, y no me extiendo más porque los avatares de su historia son largos. Hay visitas guiadas y se puede pasear por sus murallas.
Tampoco puedo dejar de hacer una mención a la bonita Ponferrada, que está muy cerca. Esta villa por donde pasa el Camino de Santiago me encantó, y por eso voy a dedicarle un artículo completo. Se puede ver en poco menos de un día pero, si no tienes tanto tiempo, visita al menos el castillo templario porque es realmente precioso.
¿Dónde alojarse cerca de Las Médulas?
Te decía que mi recomendación es dormir en Orellán. Al menos si quieres estar en un alojamiento totalmente rural, un entorno tranquilísimo, y rodeado de preciosos montes.
Nosotras escogimos este pueblo por dos razones:
- Su cercanía con el mirador de Orellán, lo que nos posibilitaba ir al atardecer o por la mañana temprano, incluso por la noche para ver el cielo estrellado. Al final hizo tan mal tiempo que de poco sirvió, pero la intención es lo que cuenta 😅.
- Los precios de los alojamientos son más bajos que los del pueblo de Las Médulas.
Orellán, a pesar de ser pequeño, tiene hasta cuatro opciones de alojamiento y al menos dos cuentan con restaurante. Más allá de esto, no vimos otros bares ni comercios de ningún tipo.
Nosotras elegimos el Hotel El Lagar de las Médulas y no puedo más que recomendarlo, tanto por su comodidad como por su atención y cocina. Sus habitaciones están en una casa antigua, aunque son un poco justitas de espacio.
Otra opción que te puedo recomendar es Opalleiro Do P Do Forno, donde fuimos a cenar una de las noches y nos gustó mucho su cocina, así como la pequeña charla que mantuvimos con sus dueños.
Si prefieres un sitio con más servicios y opciones, entonces te recomiendo dormir en el pueblo de Las Médulas, donde tendrás a mano las rutas que he comentado. Puedes consultar aquí los alojamientos de Las Médulas.
¿Dónde comer en Las Médulas?
Te lo creas o no, las opciones para comer en esta zona tan especial de León no son tantas como puedas pensar. En realidad esto forma parte de su encanto, porque tiene ese aire de lugar remoto y menos visitado de lo que podamos creer.
👉 En Orellán puedes cenar en el Hotel El Lagar de las Médulas sólo si te alojas en él, y reservando antes. En cambio en el Opalleiro Do P Do Forno puedes cenar te alojes allí o no, pero también te recomiendo que reserves antes.
👉 En Las Médulas tienes cuatro o cinco sitios donde ir a comer. Nosotras fuimos a la Cafetería-Restaurante Marifé. El menú de fin de semana son 14.5€ (bebida aparte) y es contundente. La verdad es que será raro quedarte con hambre en la provincia de León, je, je.
Espero que este artículo te sirva para organizar tu escapada a Las Médulas, sin duda uno de los tesoros del noroeste de España. Y si buscas más ideas para escaparte en otoño, echa un ojo a este listado.
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